sábado, 30 de abril de 2016

Es el peronismo y sos vos, Mauricio


Entender al peronismo es algo verdaderamente complejo, a veces se me ocurre que entraña las mismas dificultades que tuvieron quienes intentaban descubrir el secreto del funcionamiento de la orquesta de Duke Ellington. Hoy sabemos que el misterio radicaba en que cada instrumentista preparaba sus solos y, por decirlo fácil, tocaba lo que quería, pero ello no impedía que la big band sonara con un nivel de justeza asombroso ¿Qué sucedía? Sucedía que, sin sospecharlo, todos tocaban lo que el Duke quería que tocaran. Por eso su sonido y sus articulaciones fueron inimitables. Se me ocurre que en las entrañas del peronismo sucede algo parecido, sólo que el lugar del Duke lo tiene el sentido de poder, que funciona como el gran ordenador. Hay corrientes internas, disputas, roscas y todo lo que vemos a diario, pero llegado un punto es una maquinaria que cuando se pone en movimiento modifica el mapa político.
En vísperas de la votación por la derogación de la Ley Cerrojo, el politólogo Julio Burdman expuso en El Vermucito una mirada conceptualmente profunda que ha sido ratificada esta semana por la media sanción de la ley antidespidos que el bloque de senadores del FPV aprobó por unanimidad y la movilización imponente de ayer. Según Burdman, el acompañamiento de un sector del peronismo para facilitarle a Macri el arreglo con los buitres en cierta medida lo fortalecería pues el presidente no sólo quedaría endeudado políticamente con el PJ sino que, además, necesitaría de acuerdos puntuales en cada asunto trascendente para garantizarse escribanía y gobernabilidad. Desde este punto de vista, quien quedaría condicionado por el acompañamiento en la votación a favor de los buitres sería el gobierno nacional pues ese peronismo viejo y sabio que lo ayudó en una instancia crucial, mañana le empezaría a exigir su parte y el presidente debería contemplar que, de no negociar, los mismos votos que le sirvieron para mostrar una victoria política fabulosa como lo fue la derogación de la Ley Cerrojo, podrían ser, a la vuelta de la esquina, los que lo condenen a ser un gobierno de minoría, sin escribanía y, por ende, sumamente debilitado.
Bien: todo eso sucedió a menos de un mes de la histórica sesión en la cámara alta. El peronismo le embocó un proyecto de ley contra su política económica -porque los despidos son una consecuencia directa de ella- y, por si fuera poco el acto de apoyo a la ex presidenta de 15 días atrás, la fotos nos hablan de una concentración obrera que desde 2011, cuando Moyano manifestó su apoyo a la reelección de Cristina, no se veía.
Por supuesto que todo sucede en un marco de inorganicidad, donde convergen sectores con diferencias profundas entre sí, y acá es donde irrumpe el gran aporte del gobierno de los ricos, dado que la confluencia de ayer fue posibilitada por un reclamo que viene desde las bases de todo el movimiento obrero organizado, donde el panorama que prima va desde los más de 50 mil puestos que perdió la UOCRA hasta problemáticas como el gremio de alimentación cuyo secretario general, Rodolfo Daer, admite que no han sufrido despidos pero sí que el ajuste está lesionando gravemente el poder adquisitivo de los salarios del sector.
Parece mentira que finalizando el mes donde el gobierno consiguió su logro político más deseado y troncal, el despliegue de su política económica de devastación le arroje estas consecuencias. El escenario en el corto plazo es de suma tensión y pone al gobierno ante el desafío político más difícil: O se las ingenia para distender en lo político y económico, o ingresa en una zona de turbulencia social que tarde o temprano lo termine eyectando.

viernes, 29 de abril de 2016

Zamba triste


La imagen lo dice todo. Habla del odio gorila redimido y apesta a venganza cheta. De todas maneras, el gesto no hace más que describirlos. Podrán arrumbar el muñeco de Zamba pero no quitarlo del alma de una generación de pibes que gracias a él le bajan línea a sus abuelos sobre nuestra historia patria. Estos son los mismos que hablaron de “Negrópolis”, son los que hablan de ñoquis y te dicen que mentís cuando les contás que los despidos en la actividad privada superan a los de la esfera del estado. Son los que discuten el número de los desaparecidos y los que a la militancia la denominan “grasa”…
Muchos no creían que kirchnerismo fue lo más parecido a los dos primeros gobiernos de Perón. Bien, ahí, en esa imagen de Zamba destrozada tienen la ratificación de que lo fue.

A Macri sólo le van quedando los medios


Los dos diarios que auspician, promueven y publicitan al gobierno de los ricos no pueden evitar el oprobio de ignorar en sus portadas el hecho histórico de que, a cuatro meses de asumido Macri, las 5 centrales obreras unificadas convoquen a una movilización con un punto aglutinante: la defensa del empleo. Creen que con el show de las excavadoras en los campos de Báez podrán alargar el gozo gorila del núcleo duro macrista. El sistema de medios está jugando al “orsay” cada vez más finito, con el consabido riesgo de llegar a un escenario en donde la operación cotidiana que realizan caiga en saco roto y los hechos de la vida real se lleven puesto todo este montaje. Porque los datos de la actividad económica -ni hablar del comercio minorista- atraviesan de manera transversal al conjunto sin consultar previamente a quién votó el carnicero que no puede apagar la heladera de noche o la peluquera a la que le subió la presión cuando le llegó la factura de la luz.
La movilización de hoy será majestuosa, la ley antidespidos será aprobada, Macri la vetará y eso promoverá un paro nacional ¿Cómo sigue la historia?
Todas las campañas de demonización que lance es sistema de medios no podrá tapar que la gente estaba mejor que ahora por culpa de las políticas concretas del gobierno de los ricos y contra eso es imposible dar una batalla exitosa. Es que el nivel de transferencia de recursos a favor de los de arriba, a costa de los de abajo, es tan grosero que no hay operación mediática saludable.
Y no es, como dice el discurso paraoficial, que el kirchnerismo dejó un país en llamas. Es todo lo contrario: el kirchnerismo dejó un país que funcionaba para la mayoría de sus habitantes. Por supuesto que no era perfecto y que ameritaba correcciones, pero funcionaba. Y eso es un dato incontestable que con el paso de los días y la llegada del invierno se torna cada vez más dramático.
Al macrismo sólo le van quedando los medios y los hipnotizados

jueves, 28 de abril de 2016

Destino del pozo


La gran desventaja de los pueblos chicos es que la hipocresía se percibe en todo su esplendor. Uno ve cómo personajes que hicieron una fortuna de manera non sancta, de un día para otro pasan a ser señores de la más alta sociedad como si nada y todos los que vieron cómo la hicieron sufren furibundos ataques de amnesia, empezando por el cura.

Pero la vida en estos pequeños poblados también tiene su costado bello, como el de ver en vivo y en directo a los personajes: esos tipos que se destacan del resto por su nivel de excentricidad que no necesariamente implica locura. Tipos con un costado gracioso, de respuesta insospechada y razonamientos peculiares.
En Tres Lomas conocí varios, entre ellos el famoso “Cobarrubia”. No sé cómo se escribe, tampoco si era un apodo o un apellido, pero así sonaba: Cobarrubia o Escoba Rubia. Este buen señor, al único al que vi bajarse de un saque una botella de litro de vino blanco en el Bar Español en plena hora de la siesta, se ganaba la vida cavando pozos ciegos. Un día, un piola, un “vivo” de esos que se creen Messi al gastar a un pobre diablo -no era más que eso don Cobarrubia- le formuló un comentario en apariencia gracioso que descerrajó una respuesta que me ha acompañado toda mi vida como una clase magistral de sentido común. El “vivo” se le arrima y le dice:
– Che Cobarrubia ¿Sabías que te vas a quedar sin trabajo?
– ¿Por qué?
– Porque ahora los pozos ciegos ya vienen hechos de fábrica
Y el razonamiento de Cobarrubia fue demoledor
– Pero igual habrá que hacer un pozo para enterrarlos…
Desde tiempos inmemoriales el destino del pozo es ser tapado, pero ahora es noticia.
Sólo en Argentina.

martes, 26 de abril de 2016

Escraches, tarifazo y otras yerbas

Es probable que durante unos días sigamos viendo escraches como los dos que sufrió Carlos Zannini. La lógica es que esta suerte de pseudo linchamientos se extienda a otras figuras del kirchnerismo. Tampoco deberá extrañarnos que el sistema de medios paraoficial los justifique poniendo en una misma balanza la manifestación de empleados despedidos por el presidente abstracto de la Biblioteca Nacional en la Feria del Libro, con señores de buen pasar que vuelan a Miami y lo quieren bajar del avión al ex Secretario legal y técnico del gobierno anterior. La pregunta es para cuándo el escrache a los aumentos desmedidos y al tarifazo en todos los rubros ¿no?
Mientras tanto, avanza la investigación sobre Lázaro Báez y el dispositivo mediático profundiza la campaña para instalar el “se robaron todo” como raíz de los problemas económicos que hoy padece la sociedad. Asimismo se estima que, de no ser removido, Bonadio se dará el gusto de apresar a Cristina Fernández de Kirchner. El gran problema es que el gobierno de los ricos sigue gobernando para los buitres y los de arriba y librando a su suerte a los sectores más castigados hasta con detalles en apariencia irrisorios pero que certifican de manera dramática su orientación, como el hecho de que la eliminación de retenciones y demás medidas que favorecen a los sectores acomodados se ejecutaron de un plumazo en diciembre mientras que los jubilados y los incluidos en el rubro “tarifa social” tienen que pasarse dos semanas haciendo colas para acceder al mísero descuento en los servicios y el transporte. La velocidad con que marchan los beneficios para los ricos es inversamente proporcional a la lentitud llena de obstáculos que padecen los más necesitados.
Gestión Macri, le dicen. No es ineficiencia, es una política…
Ya lo hemos escrito aquí, pero se impone repetirlo: ¿Cuál es el modelo de desarrollo que le plantea al país el gobierno de los ricos? ¿Cuál es la propuesta económica, además de volver al endeudamiento externo para abonarle a la usura buitre y cubrir gasto corriente por un tiempo? ¿Cómo piensan reactivar el mercado laboral cuando están esperando inversiones en minería, soja y timba financiera, sectores que no generan mano de obra intensiva?
Por supuesto que esa franja de argentinos que tercerizó su conciencia política en los medios y por ende reacciona en base a los estímulos de los zócalos en estas horas siente una especie de orgasmo justiciero con el escrache a Zannini, la investigación sobre Báez y la posibilidad de ver a Cristina presa. El problema es que el deterioro en las condiciones de vida de la mayoría avanza como un tsunami y cada factura que aparece bajo la puerta hace sonar los violines de Psicosis en la escena donde el asesino ataca a la victima en la ducha. El problema es cómo reaccionarán estos sectores cuando la ensoñación se esfume y empiecen a comprobar en qué consistía la restauración de la vieja Argentina para pocos que compraron con el exitoso marketing del “Cambio”.
Este desenlace también interpela a quienes hoy estamos en la oposición pues nos convoca a repensar un proyecto de país y elaborar una propuesta política que no sólo sirva para reconstruir todo lo que van a dejar roto sino -y fundamental- entender que también hay que superar mucho de lo que se hizo mal durante nuestro gobierno. El desafío es enorme si se lo quiere tomar en todo su espesor y por ahí debe pasar nuestra preocupación. Ya comprobamos qué cosas no se pudieron hacer, cuáles se hicieron mal y cuáles directamente no se intentaron. Habrá que ir por esa pesada agenda que reclama por sobre todo innovación, dado que se equivocará quien piense que la alternativa al macrismo pasará por retomar como si nada el esquema del cristinismo que tuvimos hasta el 10 de diciembre. El kirchnerismo que conocimos, al igual que el macrismo son las dos caras de una moneda que la sociedad argentina atesoró en la crisis del 2001 y a su manera, las dos dieron su respuesta, ahora habrá de surgir por el lado del campo nacional y popular una nueva coalición que mejore lo realizado por el kirchnerismo, algo que hoy por hoy cuesta muchísimo visualizar y que, honestamente, no sé si pasa por esa propuesta amorfa del “Frente ciudadano” que lanzó Cristina. Lo importante, empero, es tener en claro que sólo entendiendo que lo que conocimos como kirchnerismo ya quedó en la historia estaremos en condiciones de volver a sintonizar con la ancha franja de argentinos que en su momento nos vio como su conducción.

lunes, 25 de abril de 2016

Estamos mal pero vamos bien


Cuando Macri dice “estamos haciendo lo correcto” no hace más que ratificar el nivel de dogmatismo que tiene el gobierno de lo ricos. El presidente duerme en paz. Ni por asomo se le aparece por la noche la imagen de la portera marplatense que murió de un infarto al ver en el cajero que sólo tenía cuarenta pesos para cobrar por los descuentos que le hizo Vidal por los paros; tampoco otros casos de muertes generadas por sus políticas económicas (a propósito ¿No debería imputarlo el juez Bonadio por esas muertes, siguiendo el razonamiento que usó con Cristina?) El presidente mantiene una fidelidad absoluta a una serie de postulados que a lo largo de nuestra historia sólo sirvieron para incrementar las ganancias de los sectores acomodados y postergar a las mayorías populares. Alguien podrá legítimamente preguntar por qué insisten, entonces, con las fórmulas fracasadas. La respuesta es sencilla y clara: insisten porque gobiernan para ellos, su prioridad son ellos. Luego, si algo sobra, que se lo queden las masas.
Es así de simple. La política, como la economía son mucho más fáciles de lo que nos hicieron creer durante años.

domingo, 24 de abril de 2016

viernes, 22 de abril de 2016

Macrismo y pensamiento mágico


El baño de casa tiene unas baldosas entre rojas y bordó que nunca nos gustaron, para colmo, hubo que cambiar algunas por roturas de caños, con lo cual se notaban las diferencias entre las viejas y las nuevas. Como cambiar todo nos representaba un costo inaccesible, contratamos a un señor que puso arriba una especie de sobrepiso con baldosas tipo flexiplast grisecitas claras muy bonitas, pero Lamentablemente, con los años empezaron a despegarse y romperse, por lo que ahora nos encontramos nuevamente en la disyuntiva original. El kirchnerismo fue algo parecido a ese entrepiso. Por años duró, hasta que empezó a romperse y nos dimos cuenta que abajo seguían estando esas baldosas horribles entre rojas y bordó, por lo que habría que pensar seriamente en juntar la guita para cambiar definitivamente ese piso original.
Todo esto viene a cuento del campeonato de ironía que se ha lanzado a propósito del coaching macrista de hace unos días y la irrupción de este experto en felicidad que ha nombrado el señor presidente de la nación. En verdad, todos vimos crecer esta movida de la autoayuda que nos llegó en el mismo paquete donde venía el neoliberalismo, y eso es bastante anterior al kirchnerismo, pero un día lo olvidamos y por ende nos desentendimos del asunto. Hasta que ahora queremos balearnos en un rincón cuando desde la mismísima Casa Rosada se auspician las diversas variables del pensamiento mágico, con el aliento indispensable del sistema de medios, que difunde ideas como por ej cómo hacer más eficiente las compras, cómo sacar ventajas del vivir en un monoambiente y diversas innovaciones como los beneficios de encender menos luces y demás razonamientos por el estilo, que no son otra cosa que militar el ajuste salvaje pero, tipo, con onda ¿Viste?
El macrismo no improvisa cuando describe las consecuencias de su accionar político-económico en términos de pensamiento mágico. Simplemente opera sobre la base de un diagnóstico muy elaborado en torno a lo que sucede en la cabeza de una inmensa cantidad de argentinos. Tratar de entender este fenómeno debería ser una de las tareas centrales de todos aquellos que intentamos modificar pero en serio la estructura económico social de nuestro querido país.

miércoles, 20 de abril de 2016

De la batalla cultural al reino de la autoayuda


El error más grosero de lo que cierto kirchnerismo entendió por “batalla cultural” fue no entender que mientras creían que con el esquema 678 ampliaban el horizonte del pensamiento Nacional y Popular, en verdad sucedía que se estaban haciendo recircular los mismos razonamientos entre los ya convencidos, entonces, afuera seguía creciendo la noción de la mejoría socioeconómica por el mérito individual, por las condiciones personales de cada uno a quien le mejoraba la situación, y todo esto desconectado de las políticas generales que posibilitaban esa mejoría. El sistema de medios se encargó de que buena parte de los argentinos que mejoraban creyeran que lo hacían por sus propias virtudes y a pesar de un gobierno que gestionaba en contra de ellos, cuando en verdad era al revés. Entonces quien accedía a la jubilación lo hacía convencido de que lo hacía porque era su derecho -algo innegable- pero sin considerar en absoluto que había habido una decisión política para poner en vigencia ese derecho, haciéndolo trascender de la abstracción a la vida real. Las decisiones políticas generan nuevos jubilados pero también despidos y alza del costo de vida. El problema es que las decisiones políticas que mejoraban la vida de los pobres y que sumaban derechos eran comentadas con desprecio, como meros artilugios para ganar un puñado de votos y a las decisiones políticas del macrismo, que destrozan a esos mismos que antes se beneficiaban se las amplifica en términos de “angustia”.
Lo concreto es que ese mismo sistema de medios, hoy oficialista, tuvo una eficacia notable en la difusión de esa noción del éxito personal y consecuentemente, hoy amplifica las reuniones de autoayuda que organiza el macrismo gobernante, donde uno llega a sentir una especie de vergüenza ajena por la cantidad de pelotudeces que se escuchan.
Pero bueno, esa es la media en una ancha, muy ancha franja de nuestra sociedad que existe desde mucho tiempo atrás y crece sin pausa, pero no la vimos, encandilados y ensordecidos por nuestra batalla cultural contra nadie.

lunes, 18 de abril de 2016

Un paso adelante, dos pasos atrás



Ayer por la tarde sentí por primera vez una tristeza muy profunda que venía de lo más hondo de mis sentimientos y estaba generada por la certeza de que en Brasil se iniciaba el golpe parlamentario contra Dilma. Me acabo de enterar que uno de los diputados que votó por el juicio político a la presidenta le dedicó su voto al militar que la torturó cuando estuvo detenida, algo que ratifica aquello de que la grieta es muy anterior a los gobiernos de la última década y nos demuestra qué sectores militan si profundización.
Si bien este desenlace se veía venir, igualmente duele que el partido político que más hizo por los pobres del principal país de sudamérica sea expulsado del poder por una runfla de impresentables, pero esta es una enseñanza que debemos atender con sumo cuidado quienes seguimos aspirando a la transformación social.
En momentos como estos, donde la pregunta es ¿Cómo pudimos llegar a este punto? es donde se impone realizar una mirada en términos históricos y recordar que quienes empezamos a militar a fines de la dictadura cívico-militar soñábamos con un futuro donde las fuerzas hermanas de Uruguay, Chile, Brasil y del resto del continente llegaran alguna vez al poder. Eso se dio en los albores del nuevo siglo y fuimos testigos de los logros obtenidos, pero las oligarquías de los diversos países y los Estados Unidos no se cruzaron de brazos, aguantaron el interregno popular y planificaron el regreso con una dureza como la que hoy estamos verificando. Están dispuestas a convencer como sea a los pueblos de la inconveniencia de instalar nuevamente gobiernos díscolos. Lo vemos aquí, donde el ajuste brutal al que se somete al pueblo es relatado como la consecuencia de la fiesta populista y se oculta la verdadera causal, que no es otra que el resultado de una transferencia de recursos nunca vista a los ricos en tan poco tiempo.
Lo que debemos hacer desde el campo nacional y popular es recordar aquello de Lenin cuando hablaba de un paso adelante y dos para atrás. Hoy, más que nunca es prioritaria esa evocación. Las fuerzas populares siempre están en inferioridad de condiciones en la confrontación con las oligarquías que cuentan con los medios, el dinero, las empresas, las corporaciones y una camada de dirigentes políticos siempre dispuestos a jugar con ellos. Pero la gran diferencia de estos tiempos es que en la región, las nuevas generaciones se criaron al calor de las políticas populares y eso marca una diferencia. Cuando yo tenía 14 años me agarró el golpe del 76 mientras que mi hija, a los 14 ya protagonizó la toma de su colegio por reivindicaciones estudiantiles. La generación de los que andamos en torno a los 50 tuvo que crecer en medio de proclamas militares y eso deja marcas indelebles que tarde o temprano afloran, tirando a favor de lo establecido. Nuestros hijos tuvieron la inmensa suerte de crecer viendo cómo se podían lograr conquistas sociales y cómo desde el gobierno se podía gestionar a favor de los que menos tienen.
Hay una diferencia notoria
Nos toca a nosotros padecer la restauración pero no tengo duda que el piberío que se formó con el kirchnerismo, el PT y el resto de las fuerzas populares sabrá pasar la zaranda para revisar todo lo que se hizo, corregir, profundizar e innovar todo lo que sea necesario. Las experiencias de 10 años de gobiernos populares en el continente no caerán en saco roto pero tenemos que prepararnos para recordar que los tiempos de las luchas políticas son mucho más largos que nuestras propias vidas.

jueves, 14 de abril de 2016

Un día muy particular



Escribe Teodoro Boot


Sin ánimo de pillárselas de Nostradamus, uno puede con algún fundamento conjeturar que el miércoles 13 de abril de 2016 podría señalar un punto de inflexión en la política nacional.

¿Qué pasó?

Para citar uno de los zumbones titulares de Crónica TV: “Volvió Cristina y habló 1 hora y 10 minutos”.

Pero no se trató sólo de eso: lo hizo, bajo la lluvia, ante una inesperada multitud, que los más escépticos estimaron en cien mil personas y los entusiastas en trescientas mil. Como sea, una barbaridad, una –diríase en el barrio– bocha de gente que pocos esperaban.

Habló durante una hora y diez minutos en los que en materia de rating y espacio en las pantallas literalmente aplastó al simultáneo discurso del primer mandatario desde la ciudad de Salta, junto a un joven supervalor de estos tiempos de transformación y decadencia, un auténtico tonto capaz de definir el acto político más trascendente de los primeros meses del año, la movilización de cientos de miles de simpatizantes para recibir y apoyar a su líder, como “concurrir a prestar declaración con hinchada”.

Sólo en un país tan generoso una mediocridad de semejante calibre puede llegar a gobernar los destinos de una provincia.

Otro de los supervalores de estos tiempos fue agriamente insultado en el acto que tuvo lugar frente a los tribunales de Comodoro Py. Los exaltados fueron reprendidos por la ex presidenta: “Así no van a convencer a nadie”, dijo.

Hay críticas que son autocríticas. O, más bien, eso es la autocrítica. No la confesión, el público mea culpa que ansían los imitadores actuales de los interrogadores de la inquisición o el estalinismo metidos a falsos periodistas, sino el análisis y la reflexión sobre los eventuales errores que pudieron haberse cometido. Porque más que el arte de lo posible, la política es la estrategia para la victoria. Y cuando a lo que se llega es a la derrota, el remedio pasa por ver qué se ha hecho mal, pues los propios actos y la propia estrategia es todo lo que es posible modificar. Uno nunca puede modificar lo que hace el rival, y de nada vale quejarse de que sea más astuto, vil, acaso falaz; en cualquier caso, más hábil y capaz para llegar a dónde verdaderamente importa: el triunfo.

En diciembre –y muy especialmente en octubre–, el FPV llegó a la derrota por sus propios méritos, pero la solución no surge de la crítica feroz, ni del mea culpa, del ajuste de cuentas, de la defección o de la jactanciosa descalificación de las mejores virtudes de una fuerza política, tan propia de las mediocridades. Las soluciones provienen de una auténtica autocrítica, que como la mayoría de las cosas auténticas, suelen tener lugar en reserva, a media voz, fruto de una profunda introspección. Lo que de ninguna manera supone mortificación o arrepentimiento, flagelación, cilicio ni, mucho menos crucifixión. Bien sabemos que cuando de crucifixión se trata, quien acaba terminando en la cruz es el mejor de nosotros.

Durante una hora y diez minutos la presidenta (perdón: ex) habló. Y lo hizo como siempre, con una valentía y una decisión inusual en estos tiempos (y tal vez en todos). Y lo hizo desde el lugar que nunca debió haber abandonado, ni por descuido: no el de una "anomalía" sino el de una de las muchas “encarnaciones del movimiento nacional”. Que lo haya hecho desde Yrigoyen y no desde Artigas, pasando por San Martín y Rosas –otros de los grandes agraviados de nuestra historia– es apenas un detalle. Y un discurso político no es ni debe ser en ningún caso, una clase de historia.

Lo que la (¿ex?) presidenta dejó en claro es el lugar que ocupa, tanto ella como el movimiento político que expresa, en el largo camino de construcción de la independencia nacional, con sus avances y retrocesos, con sus victorias y siempre tan amargas y cruentas derrotas, plagadas de defecciones y decepciones.

La presidenta trazó una –con perdón de la redundancia– sintética sinopsis de la historia argentina del siglo XX y principios del XXI, que desarrolló con mayor amplitud en el escrito presentado antes el juzgado de Claudio Bonadío, que culminó con la llamada a la constitución de un frente cívico –o ciudadano o nacional– que defienda los derechos y la libertad adquiridas por los argentinos en el transcurso de la última década, reclamando a sus militantes que no hagan distingos entre las diferentes identidades ideológicas o políticas de sus eventuales o potenciales integrantes. La multitud respondió con una interesante (y auspiciosa) variación de una consigna emblemática del kirchnerismo: “Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés al pueblo para la liberación”.

Al pueblo.

Menuda diferencia: “los pibes” de la versión original suena simpático y a la postre legítimo –¿quiénes sino los jóvenes pueden marchar a la vanguardia de un proceso de liberación?–, pero cuando mentamos al pueblo ya hablamos de otra cosa.

Partidos políticos, organizaciones sociales, ONGes, sindicatos, comerciantes, empresarios, independientemente de cuáles hayan sido sus posturas en los años anteriores, son los llamados a integrar ese frente ciudadano y nacional, unido en base al objetivo de defender los derechos adquiridos por los argentinos, que ahora les están siendo conculcados.

Tal ha sido el llamado de Cristina Kirchner en su primera intervención pública desde el 9 de diciembre de 2015. La política, la construcción orgánica y política de ese llamado, ya dependerá de la sabiduría, sentido de la oportunidad, inteligencia y amplitud de quienes sean capaces de conducir y llevar adelante ese proceso que no vacilaríamos en llamar de reconstrucción del frente nacional de liberación, del movimiento político, social y cultural capaz de hacer de la Argentina una nación libre y de los argentinos un pueblo feliz.

Como sea que resulte, no es posible otra cosa que saludar este primer paso, la reaparición, en medio del erial del miedo, el escepticismo, la traición y la defección, de Cristina en la escena política nacional con un llamado a la constitución de ese frente de liberación. Debemos el acontecimiento al juez Claudio Bonadío.

En un acto que tal vez haya que agradecer a su –dicho en los múltiples sentidos del término–inconsciente, el juez acaba de realizar un último –casi diríamos que póstumo– aporte a la causa nacional que abandonó tempaenamente en sus tiempos de estudiante de Derecho cuando, de cafetero del concejal Marcos Raijer pasó a desempeñarse como amanuense de Carlos Corach para, no bien recibido, y sin ni siquiera tiempo de obtener la matrícula profesional, ser designado nada menos que juez federal.

¡Gracias Claudio!


miércoles, 13 de abril de 2016

Volvió Cristina y se acomodaron los melones


Habíamos escrito, habíamos pensado, habíamos imaginado el regreso de Cristina, pero nos quedamos cortos. Seamos justos y hagamos un reconocimiento al juez Bonadio porque sin su accionar mañoso este retorno de la ex presidenta a la escena pública no hubiese tenido tanto impacto.
Hoy ha quedado más claro que nunca dónde está la fuerza de ese peronismo que fue traicionado hace 15 días en el senado y que bien fue sintetizado por Abel cuando escribió“La conducción (tentativa) del PJ nacional cometió un error al no hacerse presente en Aeroparque, aunque sea simbólicamente. Tiene territorio, pero le falta multitud” Porque si algo se escuchó hoy, además, del “vamos a volver, fue la marcha peronista. Que nadie se confunda, compañero.
Y tal como habíamos escrito en varios posteos, Cristina estaba esperando que los melones se acomodaran y que esa representación gastada demostrara en el senado que no sabe hacer otra cosa que rosca de palacio para mover, ayudada por la torpeza de un juez impresentable, poniendo la discusión en los términos justos y demostrándole al país dónde está la verdadera línea divisoria de la discusión política. Pero además, lo hizo con una multitud donde fue llamativa la inmensidad de lo que en la jerga se conoce como “gente suelta” y la heterogeneidad, con preeminencia en sectores trabajadores. Quien no haya estado hoy en los alrededores de Comodoro Py se equivocará feísimo si elucubra que lo que se movilizó fue “el plazismo” de clase media porteña, como dicen despectivamente los que aborrecen la emoción del kirchnerismo.
El pueblo que hoy se movilizó corta muy ancho: no piensa que La Cámpora esto, que Sabbatella aquello. El pueblo que hoy se movilizó, y los miles que lo hicieron a lo largo y ancho del país, tanto como los que no pudieron llegar por razones de distancia o trabajo, se identifican con el liderazgo de quien sencillamente les regaló sus días más felices, y contra eso no hay nada que hacer. Los que definen la historia siguen siendo los pueblos, y el pueblo argentino hoy le marcó la cancha al gobierno de los ricos.
Hoy ha quedado marcado con más precisión que nunca que la división política en el país es entre lo que expresa el gobierno de los ricos y el pueblo trabajador que se identifica mayoritariamente con Cristina, y esto preanuncia una dinámica que irá generado dos bloques claramente enfrentados donde los Pichetto, los Massa y los Urtubey van a quedar inexorablemente junto a Macri y donde más de un peronista tendrá que optar si se queda con la rosca o se viene con la multitud para empezar a reconstruir, a corregir a superar y mejorar para organizar el regreso de los días más felices.

lunes, 11 de abril de 2016

Elogio de la emoción


Así como el mismísimo Néstor Kirchner dijo que para bajarnos el precio nos decían kirchneristas, ahora resulta que la descalificación a quienes siguen fieles a las banderas levantadas en los gobiernos de Néstor y Cristina es “kirchnerismo emocional”, algo verdaderamente insólito cuando ha sido el mismísimo movimiento peronista el que ha hecho del sentimiento una de sus principales razones de ser. Pero lo gracioso es que esa acusación proviene de algunos que habrían descubierto hace dos meses que la política es una mera sucesión de roscas palaciegas. No muchachos, la política y la lucha por el poder es eso, pero también mucho más. ¿Quién les hizo creer que la política -y si se quiere la política peronista- es el oficialismo permanente de Pichetto? Noo, no es eso. Mucho menos la traición desembozada de impresentables como Bossio.
La vecina que me acaba de preguntar si voy esta noche a Aeroparque y ante mi “no lo sé” me dice, “Yo sí”, supera largamente los 60 años y llega a fin de mes tranqui. Pero esta noche va a Aeroparque y cuando lo dice, en sus ojos se intensifica ese brillo generado por la humedad de la emoción.
El supuesto “frepasismo” que esta noche comienza una sucesión de manifestaciones a favor de nuestra ex presidenta no es sólo militancia de La Cámpora y el EDE. Es gente suelta que no olvida todo lo que Cristina gestionó a favor del pueblo. En líneas generales, esos sectores con necesidades básicas satisfechas que se movilizan, celebran una gestión que favoreció a otros que están más abajo que ellos en la pirámide social. Son personas que hicieron trámites para que el chiquito de su empleada doméstica pudiera acceder a una vacante en una escuela cercana, así se le facilitaba el día a su mamá, son gente que se emociona con la AUH, gente que el miércoles lloró cuando Bossio y el massismo acompañaron la aniquilación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Es gente que se desgarra con los despidos y las imágenes que empiezan a mostrar el drama de los que el macrismo arrumbó a los empujones en la pobreza. Y es gente que también expresa a miles que en silencio recuerdan todo lo que se hizo y no olvidan.
Celebro entonces la emocionalidad de los que reivindican un gobierno que fue lo mejor que le pasó al pueblo trabajador luego de los gobiernos del general Juan Domingo Perón. Y lo celebro porque esa emoción no les impide reflexionar y al mismo tiempo criticar todo lo que no les gusta del entorno de Cristina, así como no dejan de visibilizar los errores que ella misma cometió. Pero ahora resulta que desde una pseudo racionalidad se pretende hacernos creer que la emoción es una forma de la boludez…
En sociedades como las nuestras, crecidas en el marco de injusticias históricas, la recuperación de derechos, la redistribución y el enfrentamiento con los poderes establecidos es algo emocionante. Por eso combaten a la emoción, porque es mucho más fácil atacar a la emoción que a las políticas concretas que la generaron. Lo triste son los que se comieron el versito de que la política es pura negociación de palacio, sin gente, sin masas, sin bullanguería y sin emoción.

domingo, 10 de abril de 2016

sábado, 9 de abril de 2016

La pelota no dobla, Mauricio


El tipo se subió al tren y en un kiosco relojeó en la tapa de un diario que el fútbol dejará de ser gratis. Se puso a calcular, así por arriba, cuánto le costará la suba del gasto en tren y colectivo a él, el que se toma su mujer todos los días y el del hijo mayor, que ya trabaja. Sumó el incremento de la luz, del gas y se acordó de lo mal que la pasó el otro día en el súper. En ese contexto se imaginó sin la posibilidad de ver los partidos gratis, levantó la mirada, clavó los ojos en las instrucciones sobre qué hacer en caso de incendio, suspiró y siguió en silencio, como cada mañana.
Un gobierno que además de lanzar un tarifazo tan duro contra el pueblo encima lanza a rodar el rumor de que se termina el fútbol gratis no hace más que horadar su, de por sí, endeble base de sustentación. Es algo propio de un grupo de personas sin un registro fiel de lo que sucede en las barriadas populares.
Hoy, que han vuelto a lanzar la cacería sobre Cristina, demuestran que están desesperados, que no tienen proyecto de gobierno, que la realidad les devuelve dolores de cabeza, que ni sus aliados les responden, como los exportadores que siguen sin liquidar lo prometido.
Entonces creen que imputando a Cristina Fernández de Kirchner le van a llenar la heladera al pueblo. A 120 días, Macri parece haber consumido todo su capital político y sólo les queda el rumor y los dichos de los que dicen que escucharon o que les dijeron tal cosa, pero no aparecen datos duros. Estamos en modo fiscalía del rumor y para colmo en manos de una casta de jueces federales impresentables que día a día se hunden en el bochorno, entonces, por si les sale mal lo de Bonadio, surge el fiscal Marijuan para aferrarse a Fariña ¡A Fariña! y ver si por ahí logran el cometido de apresar a Cristina, con lo que no hacen más que agigantar su figura y la movilización histórica con que la ciudad amanecerá el miércoles. ¿Cuánto les dura Cristina presa? ¿Cuánto calman a los despedidos, a los ajustados, a los jubilados que se quedan sin remedios?
No saben que qué hacer para tapar el sol con la mano y evitar que poco a poco la sociedad vaya verificando que el cambio sólo se trataba de una brutal transferencia de recursos a los sectores más acomodados de la sociedad.
¿Cómo siguen los tres años y ocho meses que le restan?

viernes, 8 de abril de 2016

En todo estás vos


Las imágenes de la Plaza de Mayo de anoche estremecen fundamentalmente por lo que expresan como síntoma. El slogan “En todo estás vos” empieza a sobrevolar la histórica plaza como esas luces extrañas de las películas de ficción. En todo estás vos cuando pagás el doble el colectivo, en todo estás vos cuando te sube la luz, en todo estás vos cuando hacer un asado ya es algo inaccesible, en todo estás vos cuando empezás a presagiar que, más tarde o más temprano, volverás a ver de nuevo las tribunas cuando juegue tu equipo. El piojo ahora está en vos cuando apenas se cumplen cuatro meses ¡120 días! de gobierno y te desesperás al imaginar que todavía le restan 3 años y 8 meses, cuando las señales que bajan desde Casa Rosada son más de lo mismo que ya mostró como gestión de gobierno.

El presidente ha sido puesto contra las cuerdas no por el populismo K, ni por la herencia recibida sino por su razón de ser, por su abolengo, que le impidió observar que ya no sólo es un empresario multimillonario sino el presidente de todos los argentinos y que por ende no puede viajar como si tal cosa en un helicóptero de un empresario inglés en conflicto con los argentinos, que no puede reaccionar con indolencia ante una denuncia internacional sobre su participación en actividades que todos saben que existen para esconder y ocultar. El presidente se creyó ese invento de que el país es como una empresa y por eso entendió que hay una esfera de información que es exclusiva del directorio y que, por ende, no merece ser transmitida a los empleados, siendo que en su carácter de presidente se debe a su pueblo y por ello tiene que dar explicaciones a todos, no seleccionando medios como lo hizo. Macri, primero fue “tocado” por las filtraciones de Panamá pero con su proceder entre chambón y presumido profundizó las consecuencias negativas de ese impacto. La noción de que como es rico no va a robar se hizo trizas y su indolencia ante el cisma le devolvió a la sociedad la imagen de un niño rico al que le nefrega lo que esté sintiendo la gente.
Error no forzado y doble falta.
Para peor, esto sucede justo en el momento en que las consecuencias de su gestión de gobierno empiezan a hacerse sentir en todo su esplendor. Acabó el verano, los que pudieron gozarlo afuera ya volvieron, los que lo hicieron en base a cuotas las empiezan a sentir como una condena y los que se quedaron por falta de recursos han sido arrojados de un empellón a las fauces de la pobreza. Por eso la embestida con Jaime y Báez, y la exacerbación del “se robaron todo”, porque a 4 meses de asumido, el gobierno de Macri no tiene más para ofrecerle a los argentinos que una brutal transferencia de recursos a los sectores más concentrados de la economía. Van manoteando slogans que se les consumen como una hoja de papel encendida. Le quieren hacer creer al pueblo que vivir mejor y llegar a fin de mes con dignidad fue una fiesta, pero poco a poco esos argentinos a los que el ajuste les partió en dos su economía familiar comienzan a percibir que, en realidad, vivir un poco mejor no es nada más que un derecho, entre otras cosas porque la brutalidad del empujón padecido les hizo recordar en un santiamén a Cavallo, al “estamos mal pero vamos bien” y ahí le cayeron varias fichas a muchos.
Otro caballito de batalla ha sido “Una vez que arreglemos el desastre que nos dejó el kirchnerismo empezarán a llover inversiones” pero el tiempo pasa y los dólares no aparecen. Ni los 25 mil millones en 40 días que prometió Prat Gay a mediados de diciembre ni tampoco los que necesitan para entregarle a los buitres. Lo más grave es que los expulsados del trabajo informal y la changa en los conurbanos de PBA, Rosario y Córdoba saben por experiencia que las inversiones que puede llegar no impactarán en mejoría para ellos. Y no se equivocan. Todo lo que pueda llegar en términos de rosca financiera, en negocios ligados a la minería o a la soja no genera trabajo en esas áreas sensibles socialmente, que dependen en su gran mayoría de la construcción, la industria textil y metalmecánica.
En definitiva, lo que entró en crisis en tiempo récord es el pensamiento mágico de los mercados, una serie de nociones que aparentaron ser eficaces como consignas de oposición al gobierno del peronismo, pero que confrontadas con la realidad del ejercicio del gobierno demostraron ser sólo humo, por eso, aquellos a quienes les decíamos que iban a votar en contra propia y no nos creían, ahora comienzan a verificar en la vida real que, efectivamente, Macri no es más que el restaurador de un mix de Martínez de Hoz y Cavallo. El “sinceramiento” del dólar sólo reportó suculentos dividendos a los exportadores y quedó a la vista de todos que un dólar a 9 o a 15 no modifica en absoluto las condiciones del comercio exterior. Dicho de otro modo: Con un dólar a 9 o a 15 no lográs que Brasil te compre más autos ni que aumentes las exportaciones ya que el problema es la crisis internacional, algo que la cadena nacional de la gente linda se encargó de soslayar, cuando no encriptar, para instalar la noción de que las causas de los problemas que teníamos exclusivamente internas. Ahí tenemos otro elemento de ese pensamiento mágico demolido por la realidad.
Pero el problema más acuciante del gobierno de los mercados es que esta sucesión de imágenes televisivas y slogans no logran atenuar el impacto devastador de sus políticas en amplios sectores del pueblo y mucho menos atenuar la certeza de que, por más que intenten confundirla, la gente sabe que los gobiernos de Néstor y Cristina dejaron al país muchísimo mejor que como lo encontraron y que, precisamente, la gestión de Macri no está haciendo más que retrotraer la situación de miles de argentinos a los tiempos que generaron las condiciones objetivas para su irrupción, allí por mayo de 2003.

jueves, 7 de abril de 2016

Tarde o temprano esto va a terminar y van a tener que gobernar

El 13 de abril quedará explicitado de manera contundente dónde siguen estando los votos y los apoyos del pueblo. Quedará más claro que nunca, además, qué piensa la monada de los senadores que entregaron todo y de la “lista de unidad” de Gioja y Scioli.
El miércoles se verá adónde está esa militancia que la peleó hasta el último minuto en la segunda vuelta y evitó que el triunfo de Macri fuera paliza ¿O alguien en su sano juicio puede suponer que de no haber sido por esa voluntad emocionante le victoria de los CEOS hubiera sido 58 a 42?
Artemio se cansó de repetir que Sioli no sumaba votos por afuera del núcleo duro kirchnerista y eso quedó demostrado en la primera vuelta. Estoy convencido que esa cuestión no es sólo electoral sino profundamente política. En Argentina hay un 30 % de su población que se representó en el kirchnerismo con distintos niveles de participación porque comprendió que se puede transformar la política para que deje de ser la polea de transmisión de los burócratas. Frente a esta convicción de miles, la rosca del senado para capitular ante los buitres vino a poner blanco sobre negro que nadie que banca el proyecto Nacional y Popular acompañará a una burocracia que nada tiene que ver con las banderas del kirchnerismo.
Por eso la ciudad va a amanecer el 13 de abril con una movilización majestuosa pero ojo, que esto no amilanará a Bonadio, que está dispuesto a inmolarse y detener a Cristina, entre otras cosas porque eso le pide el Circulo Rojo, ya que no tiene otra política que apresar kirchneristas creyendo que con eso le dará de comer a los miles que está lanzando a la pobreza y salud a los pobres viejos a los que les retiran hasta los medicamentos.
Alguna vez el Chacho Alvarez dijo “si no podemos darles pan, por lo menos démosles presos” y aunque parezca mentira, ese es el proyecto que están desplegando. No tienen más. Como bien dijo Dady Brieva:
“Luego de que metan presa a Cristina, saquen la K del abecedario, maten a todos y los metan presos… Saquen el decreto 4161 antiperonista, y saquen los bustos de Evita, tiren todo y hagan pis arriba de la tumba de Perón… Algún día van a tener que ponerse a gobernar. Tarde o temprano esto va a terminar y van a tener que gobernar”
Y ahí, cuando ya esté más que claro para quienes gobiernan, a quienes favorecen y a cuántos perjudican, ahí empezaremos a volver.

miércoles, 6 de abril de 2016

Y si la meten presa a Cristina?


A esta altura de los acontecimientos y con el clima de detenciones que se vive en Tribunales, imaginar que Cristina Fernández de Kirchner quede presa por orden del juez Claudio Bonadio es cada vez más probable. La mismísima Romina Manguel, periodista que accede a buena información del mundo de la justicia, contó en su cuenta de Twitter de una reunión de supremos con jueces federales donde acordaron avanzar a fondo y esto ha sido ratificado por varios periodistas que manejan información de calidad (Como en este audio Raúl Kollmann)
El plan está a la vista de todos y ayer se lo pudo palpar en cadena nacional con la llegada y detención de Lázaro Báez. De ahora en más, todo el volúmen comunicacional de la cadena nacional de la gente linda apuntará a generar las condiciones para la detención de Cristina, por una causa, que, valga repetirlo, es grotesca.
Aquí lo explica el abogado Sebastián Soler
La pregunta es cómo sigue la vida política en el país y hasta cuándo le dura al gobierno de Macri esta serie de acciones, sin contar el infierno político que se desatará si se detiene a un ex mandatario por una causa impresentable mientras los medios intentan encriptar el hecho de tener al presidente y su entorno más íntimo manchado absolutamente por su participación en sociedades off shore.
Sabemos que las consecuencias de una detención de estas características de la ex presidenta generará una serie de transformaciones políticas impredecibles y muy traumáticas, pero también sabemos que el ajuste es irresistible por las mayorías populares y que tamaña agudización de las contradicciones a sólo cuatro meses de asumido el nuevo gobierno, le anticipa un nivel de turbulencias nunca visto desde 1955 en adelante, cuando todavía le quedan 3 años y medio de mandato.
El circulo rojo aspira a convencer a la sociedad que con Cristina presa, el ajuste endemoniado se soportaría mejor. Se pondrá a prueba en medio de un clima de dramatismo, hasta dónde la imagen creada por el sistema de medios de que, supuestamente, empezaría a haber justicia, puede imponerse sobre el 49 % del electorado que votó al FPV, que por ende no tiene esa visión, a las consecuencias sociales de la disparada de precios y a la certeza de que se ha instalado un gobierno que sólo beneficia a las minorías.
Aspiran a que las imágenes y nociones creadas por el sistema oficial de medios contenga la indignación de al menos un tercio de la sociedad movilizado y la desesperación transversal de que llegar a fin de mes se ha tornado una utopía.
Están entrando muy rápido en las curvas…

Lázaro Báez preso


Según la historia oficial, el juez Casanello supuso que Lázaro Báez podría fugarse pues sus colaboradores le dijeron que no hallaban el plan de vuelo del avión al que se iba a subir el empresario. Curiosamente, no lo detuvo en Río Gallegos, sino que lo mandó a esposar en el aeropuerto de San Fernando, que ayer fue invadido como nunca por móviles de la cadena nacional de la gente linda.
¿Y cómo sabía que bajaría en San Fernando?
El lunes, un diputado del PRO, antes de ir al aire en C5N le susurró al periodista Néstor Expósito “¿Así que mañana lo detienen a Báez?”
Promediando la semana no hay noticias que el domingo haya un programa especial de PPT para tratar el escándalo de los #Panamá Papers.
En la tapa de La Nacion del día de hoy no hay una sola línea del escándalo de las cuentas off shore del presidente, su familia, funcionarios y amigos como Nicky Caputo, Angelici, Gustavo Arribas, actual jefe de la SIDE y Darío Lopérfido, entre otros.
Se está combatiendo a la corrupción.
El país funciona


martes, 5 de abril de 2016

La gente


La gente sabe más que lo que aparenta saber. La gente conoce que la corrupción forma parte de la vida, como la infidelidad, la mentira y la maldad. Sucede en la vida cotidiana con ese comerciante que mientras vocifera contra “los que se robaron todo”, te despide sin emitir la factura correspondiente a la compra que le acabás de hacer, lo que significa que te chorea a vos el IVA que debería ir al fisco. Y así como éste son miles lo ejemplos que todos podemos brindar. En los pueblos chicos todos saben cómo hicieron la fortuna casi todos los potentados del lugar, incluso hay casos donde personajes otrora intrascendentes y hasta despreciados pero que fueron piolas para hacer guita de maneras inconfesables, con el tiempo pasan a ser señores respetables. Se dice también que el nivel de soporte social de la corrupción en el estado depende de cómo le esté yendo a la sociedad, y que si dentro de todo le va más o menos bien, hay más paciencia que cuando las cosas le empiezan a ir mal.
En nuestro país nadie desconoce quién es Mauricio Macri y aunque no puedan dar datos precisos, todos sus habitantes saben que proviene de un a familia acaudalada, que es hijo de una Blanco Villegas -la más rancia oligarquía vacuna- y de un italiano rapidísimo para los negocios. La gente ha oído hablar de los negociados del grupo Macri, del caso SEVEL, de las cloacas de Morón y otras perlitas. La gente sabe que el presidente no orina agua bendita, pero casi un 52% lo eligió para dirigir los destinos del país. La gente no elige santos, elige dirigentes de carne y hueso pero finge votar ángeles.
Por eso hoy, mientras en las altas esferas políticas y mediáticas del país se da una lucha feroz por el sentido en torno a las filtraciones que sólo vienen a ratificar lo que la gente ya sabía de Mauricio, por abajo lo que pesa y define el humor masivo es la factura de la luz, el aumento del colegio privado, de la prepaga. Mientras más dificultades tenga la gente para hacer frente al ajuste, más caerá la imagen del presidente. En las encuestas todos se rasgarán las vestiduras por las revelaciones de los Panamá Papers y dirán que están ávidos por conocer a los 500 connacionales escrachados en esas filtraciones pero ya saben quienes serán, o al menos a qué sectores de la sociedad representan.
La gente sabe más de lo que aparenta saber. Ora se indigna, ora agacha la cabeza, ora se hace la boluda.
No es santa. Es gente

lunes, 4 de abril de 2016

Un presidente off shore


La pregunta es cuánto soportará la sociedad el despiadado ajuste al que la ha sometido el gobierno de los Ceos. Se especula con que deben tener muy bien estudiada la coyuntura porque de otro modo sería suicida avanzar con tanta impiedad sobre los gastos básicos de la gente. Cuando hasta la UCA dice que en tres meses se generó un millón y medio de pobres, no hay dudas sobre las consecuencias del “Cambio”.
Al parecer, y por lo que se lee en la prensa oficialista, en las esferas oficiales tendrían el dato de que la operación “Rosadita” habría causado un fuerte impacto en amplios sectores de la sociedad y que esto, sumado a la instalación exitosa de la noción suicida que denominaremos “la fiesta hay que pagarla”, generaría un colchón de paciencia para soportar los primeros y devastadores efectos del ajuste. Para los cráneos de Balcarce 50, una sociedad con un importante sector convencido de que mejorar fue un festín y no un derecho y que lo que deben cerrar son los números sin importar cómo le va al pueblo, mostrará signos de comprensión para atravesar el trago amargo del ajuste porque luego, le han prometido, vendrá la miel de la mejoría constante. La gran exigencia de ese sector social sería contar lo antes posible con presos K. La gente estaría dispuesta a perder calidad de vida si a cambio comienza a ver un desfile incesante de ex funcionarios kirchneristas esposados. Por eso la detención irregular de Milagro Sala, por eso la citación de Bonadio a Cristina y también la extraña detención de Ricardo Jaime un sábado a la mañana, algo a todas luces inusual.
Pero esa detención, al comienzo del fin de semana, fue explicada en la tarde del domingo, cuando estalló en todo el mundo la revelación de los Panamá Papers, donde se demuestra que el mismísimo presidente Mauricio Macri tiene muchas cosas que explicar como director de una firma off shore con depósitos en paraísos fiscales.
Los focus group y los sondeos de opinión están a full en estas horas midiendo el impacto en la sociedad de esta revelación porque si el gobierno pensaba compensar con presos K la furia que engendra el ajuste, la filtración mundial de ayer pone contra las cuerdas nada menos que a su cabeza. Sea como sea el resultado, lo que no cambia es el impacto en la vida real del tarifazo generalizado que significa en un sector pérdida de calidad de vida y en los estratos más bajos, el ingreso liso y llano en la pobreza. La cadena nacional de la gente linda desde el mismísimo momento en que estalló la filtración a nivel mundial se encargó de proteger de manera militante al presidente, y hoy lo sigue haciendo. Está por verse cuánto logran reducir los daños y cómo se las ingenian para buscar alguna responsabilidad K en estas acciones deleznables de Macri. Porque podrán convencer a muchos de que el ajuste de tarifas, alimentos y transporte se debería a que el gobierno anterior las habría dejado muy abajo, pero les va a costar horrores encontrar en el kirchnerismo la causa de una forma de ser y de actuar como la del presidente Macri en los paraísos fiscales.
Es que hay una forma de ser en Mauricio Macri que es inherente al ADN de la clase dominante y de esto no se lo podrá culpar al populismo.
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