Radio: El que piensa pierde...

¿La gente que escucha radio los domingos a la mañana es tarada? Eso parecen pensar los cráneos de la radiofonía porteña a juzgar por las programaciones que nos hacen padecer.
Notas con pitonisas, especialistas en cuestiones de la farándula; horóscopos y chismes superfluos varios, se transforman en un insulto a la inteligencia de toda aquella persona que busque tan solo un par de buenas ideas.

Uno llega a suponer que si algún domingo La Nación y Clarín no editasen sus patéticas revistas, las emisoras de punta de Capital correrían serio riesgo de quedarse sin contenidos. Es notablemente patético el panorama, llegando a extremos de idiotez superlativa en casos como los de Mitre y Continental.

En esta radiofonía cada vez mas esmerilada en contenidos, los directivos están convencidos que a la gente, o al menos a la mayoría, le gusta este tipo de propuestas realmente estúpidas.
Claro, debe suceder que una gran porción directamente huye de la radio y lo queda es ese sector medio facho y superficial que se siente identificado con tamaña tontera.

Tanta Corrección Política me pone nervioso...

Tanta corrección política al comienzo llama la atención, luego preocupa y finalmente enerva. En un país tan desigual jugar al empate es, cuanto menos, una estafa.
Si desde radios de punta se esgrimen sofismas propios de gente acomodada, de esa que da muestras a cada rato de una tremenda insensibilidad y de que le importa un bledo el país ¿De qué lado se está?
La suba del ABL ha llevado a ciertos conductores muy premiados en el 2007 a manifestar que, por ejemplo, la gente poseedora de propiedades costosas tiene una carga impositiva exuberante ¿Cómo?
Escudada en unas poco creíbles ecuanimidad y amplitud de criterios, esta figura ha dicho que en los países desarrollados la carga impositiva -mucho mayor que la nuestra- retorna en autopistas maravillosas, etc, etc. La archiconocida cantinela de los sectores acomodados, que amparandose discursivamente en las falencias del Estado argentino, se las ingenian para hacerle pito catalán al fisco.

Por otra parte, cualquier investigación somera demuestra que en países como el nuestro proporcionalmente los sectores populares pagan más impuestos que los ricachones.

¿Inocencia? ¿Falta de información? Para nada, simplemente una toma de posición. Se puede ser muy popular en el discurso; se puede atosigar con una modestia que de tan expuesta termina sonando falsa; se puede propalar una angustia constante por los libros que indefectiblemente no se leerán o los discos que no se escucharán, se puede manifestar un compromiso casi militante con la cultura, pero cuando llega el momento de ciertas definiciones, ahí aparece con toda su desnudez el lugar social que se ocupa y se defiende, diría algún marxista trasnochado.

En todo caso, no estaría mal blanquear el lugar desde dónde se habla porque se corre el riesgo de pasar por impostor.

Y cuando se enferme Ramona?

Ella dice que vive en José C. Paz, por lo menos eso dice su DNI. Pero la vida de Ramona transcurre en la ciudad de Buenos Aires.
Se levanta a las 6 menos cuarto de la mañana para tomar el colectivo que la lleva a la estación y se sube al tren que la deja en Chacarita a las 7 y media. Ahí se sube al 19 que la acerca a la casona de Belgrano R donde con el uniforme de rigor trabaja desde las 8 hasta las 6 de la tarde. Los sábados tiene suerte, se va a las 3. Sin contar los sábados, en cada uno de los veinte días hábiles que tiene el mes, de 24 Hs se pasa 10 en lo de sus patrones y 4 horas en el tren y colectivos. Llega a su casa pasadas las 8 de la noche con el tiempo justo para comprar algo, preparar la cena, lavar algo de ropa, ver a Tinelli y dormirse antes de las doce.
Siempre que tiene problemas de salud va al Pirovano. Pero ahora no sabe qué pasara si se enferma. El nuevo gobierno anda diciendo que tendrán prioridad los enfermos domiciliados en la ciudad ¿Y las decenas de miles de Ramonas?¿Y toda esa masa de laburantes que malvende su fuerza de trabajo en la Capital?
A ver, cuando vienen a limpiar los inodoros son bien recibidos, pero cuando se enferman “Son de la provincia” ¿Puede ser que se llegue tan lejos? Parece que sí. Parece que el macrismo vino a concretar un montonazo de estas concepciones berretas y muy jodidas que parecen estar muy arraigadas en el porteño medio.
Acá es donde brota el jugo ideológico del macrismo y donde se sacan la careta votados y votantes que aspiran a transformar la ciudad en una suerte de gran country. Porque ese es el gran anhelo de mucho votante PRO: “Que me saque a los cartoneros y a los piqueteros y me ponga más milicos en la esquina”
Bueno, acá están las consecuencias.

Buenos Aires se va poniendo buena

Buenos Aires comienza a ponerse cada vez mas buena con el macrismo en el poder. Lo que ocurrió esta semana en la legislatura con el Derecho de Admisión de los colegios privados es un pequeña muestra de los cambios que se vienen con la derecha entronizada.
Un pedido tibio de la Defensoría del Pueblo, consistente en exigir que los colegios privados tengan que dejar escritos los motivos por los que se rechaza o echa a un alumno fue rechazado con el voto de Santiago de Estrada, veterano en esto de jugar para los milicos y la Iglesia. Resulta que el bloque PRO a pie juntillas había votado en contra (la votación resultó empatada y desempató el ex Subsecretario de Seguridad Social de Onganía y Videla)
De Estrada debe ser el cuadro más sólido y repugnante que tiene el macrismo y como tal consumó con su voto una reacción de clase típica de las mas rancias aristocracias.
De a poco vamos a ir viendo “cositas” así, sutilezas como se dice, que sirven para corroborar que con Mauricio y Gabriela se viene de a poquito la reacción.
La verdad que en un punto esto no deja de alegrarme.
Si bien es cierto que el denominado “ladriprogresismo” es en buena parte responsable del triunfo macrista, esto no hubiera ocurrido con las conformaciones anteriores de la Legislatura.
Quizá estos hechos sean un aporte al despabilaminento general y cierto electorado porteño comprenda la profundidad del error cometido el votar por esta gente.

Guitarra vas a llorar

Hoy 14 de diciembre a las 4 de la mañana falleció el guitarrista Raúl Peña.
Para el gran público este nombre quizá diga poco y nada.

No sucede lo mismo en el ambiente musical.

Peña fue un gran guitarrista y, por ejemplo, trabajó nada menos que con el maestro Osvaldo Avena, grabando bellezas como “Milonga para una calle” y “Magdalena Trenzas largas”.

Y dónde están ahora...

Cuando al finalizar el acto por la creación Banco del Sur Cristina dedicó unas palabras a cada uno de los mandatarios presentes y dijo que eran “Presidentes que se parecen a sus pueblos” me puse a recordar cuando en los ochenta hablábamos de la unidad latinoamericana, de la integración económica y cultural. Cuántos discursos, cuántas pintadas ¿te acordás?
Y veía a Evo Morales; a Chávez; a Correa; a Lula y me preguntaba dónde fueron a parar aquellos discursos y aquellos anhelos.
Y pienso cuándo volverá el péndulo de la historia trayéndonos una camada de mandatarios que poco y nada tienen que ver con los aristócratas de antaño.
Y pienso en que son pocas las voces “progresistas” que se levantan para denunciar el secesionismo de los Estados ricos de Bolivia o los embates que sufre Correa en Ecuador.
Recordé entonces una letra del imprescindible Jorge Lazaroff, el Choncho, quizá el tipo más lúcido que dio la movida del Canto Popular en Uruguay. Lazaroff fue parte del grupo “Los que iban Cantando” y lamentablemente falleció siendo muy joven.
Pero en su disco “Pelota al medio” el último tema se llama “Expreso” y es una foto exacta de cómo cuando los tiempos cambian, algunas personas no lo notan y quedan enganchadas con la etapa anterior.
En plena retirada de la dictadura uruguaya, el Choncho reclamaba así:

A la hora de la libertad no canta nadie
Todos estaban emocionados
Muy afinados
Cantando canciones de libertad

Y tenía mucha razón. A veces es más cómodo quedarse reclamando que asumir que las cosas han cambiado y que aunque no sean del todo como uno lo desea, son mejores.

Acá va la letra de completa de Expreso:

A la hora de la libertad no viene nadie
Todos estaban en otros lados
Convocados
Para luchar por la libertad

A la hora de la libertad no canta nadie
Todos estaban emocionados
Muy afinados
Cantando canciones de libertad
A la hora de la libertad no la vio nadie
Todos miramos la fiesta patria
Amontonados entre comillas de libertad
A la hora de la libertad no arrancara nadie
Todos quisimos quedar en el mismo sitio que estábamos antes
Confabulados con la inercia a la libertad

Cuando pase la libertad no se la va a tomar nadie
Todos viajamos en otro coche, apretados.
Los estómagos comprometidos
Los boletos borrachos
Con la nafta de la libertad

La libertad anduvo por acá
Pasó cerca, cerquita como un cometa
La libertad a veces pasa por acá
Pasa aquí cerca Pasa vacía
como un 109, como un 106

La libertad pasa por aca, no
Pasa por allá, no
Pero no, pasa por allá
Pasa a dos cuadras de acá
Yo la ví
Pero mirá que yo conozco los horarios de la libertad
Noo, pasa por allá
Pero no ves las huellas de la libertad?
La libertad a veces pasa por acá
Pasa vacía, nadie le hace señas
Vamos a ver cuando vuelve ahora.

Señor pasajero nocturno
Señor usuario
Ya que está ahí sin hacer casi nada
Vigíleme, por favor, a la madrugada
Que ya pasó el cometa
El 199, la fiesta patria
Que ya pasó el 157
Que ya se fue el tren
Que ya pasó la onda

Y no encuentro la parada

Audiencias que apenan

Escuchar los mensajes de los oyentes en programas como el de Lanata referidos a la asunción de la nueva presidenta directamente da asco.
Al fin y al cabo es una comprobación de que la audiencia se moldea con la línea que se baja desde el micrófono.
Pudo escucharse de todo: Desde católicos que reniegan porque la presidenta jure por los santos evangelios hasta razonamientos según los cuales es antidemocrático que un presidente le pase el mando a su esposa. Todo un abanico de histeria propia de votantes de “Grandes Centros Urbanos”
No es casual, al fin y al cabo, que Lanata haya sido tentado en su momento por la médium de las clases medias ilustradas a sumarse a su coalición.

Maestros de nuestra música popular: DAMIAN SANCHEZ

Compositor, arreglador y director de coros, Damián Sánchez, graduado en 1977 en violoncello y canto coral en la Universidad Nacional de Cuyo, siempre asumió la incansable misión de rescatar, conocer y difundir el patrimonio musical que identifica la cultura de cada una de las regiones de la Argentina y el resto de los países de Latinoamérica. Nunca fue sólo un ejecutante del instrumento que tanto ama y domina.

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