No sé cuántos 27 de agosto he escrito sobre la radio, este
medio de comunicación que me fascina y me ha brindado las mejores
ideas artísticas y políticas, que me han acompañado hasta los 55 pirulos. Creo
que no son muchos los 27/08/2016 en que escribí de la radio, debería haberlo
hecho más, y no sólo los 27/08 ¿Porqué se ha transformado esta fecha en un día
de celebración? Algo me dice que esta suerte de furor se reavivó desde que Aliverti, en buena medida se apropió de la
historia y el presente de la radio, lo que en sí mismo no está mal, puesto que
al fin y al cabo es el único tipo conocido que hace algo por ella. Pero hay
otras miradas, como por caso la mía, que objetó desde el primer día "Los
premios de la radio" (ver
acá,
acá y
acá), pero eso es lo de menos. Acá lo importante es la radio
y en todo caso hablar de lo que le falta, por ejemplo, capacidad para conectar
con pibes de 28/30 años y así incentivarlos a investigar, por ejemplo, qué pasó
en nuestra música popular de la década del sesenta hasta los noventa, cuando
ellos nacieron.
El jueves fui con Ceci y Sofi al estreno del film La del
Chango. Sofi tiene casi 28, es profesora de música. Su madre es una amante de la música, es fácil imaginar entonces que en
nuestra familia se escucha mucha música y que los hijos absorben esos sonidos.
Sofi, además, asistió al Colegium Musicum desde los 4, hoy integra un grupo
vocal de cámara y sigue tomando clases de música. La música es inescindible de
su razón de ser. Bien, Sofi desconocía la existencia del Chango Farías Gómez,
siendo que en casa está toda su discografía, también ignora que existieron el
Chango Rodríguez y Carlos Di Fulvio, por citar sólo dos nombres trascendentes.
La pregunta, entonces, es qué medio tiene más capacidad para tender puentes que logrean
unir estos continentes, aparentemente tan alejados? ¿Acaso no es la radio la
que tiene más a mano los discos y los textos para concebir programas que
difundan nuestra música de raíz folklórica y ciudadana? Creo que sí, creo
también que si no lo hace la radio no lo hará otro medio.
Pero al toque surgen las excusas: que no hay financiación,
que un programa así no vende, etc. Lo que las excusas ocultan bajo siete llaves
es que el problemas más serio para emprender un proyecto de esas
características, es que prácticamente no hay en el medio personal que esté en
condiciones de nombrar dos títulos compuestos por Raúl Barboza o Atilio Stampone.
Ahí radica la gravedad: nadie difunde lo que no conoce y nuestra radio está
repleta de tipas y tipos que no conocen nada para atrás, porque además fueron
formados para que lo desconozcan.
Un programa que evoque a Cafrune, a Los Trovadores y
Zitarrosa será inevitablemente un programa protestón, que incluso no logrará asimilación con ninguna fuerza política, ni aún las que se dicen más radicales.
Un programa que se meta de cabeza en las décadas del 60 y 70 será incómodo para
el stablishment radiofónico, porque en más de una ocasión pondrá en evidencia
la pobreza conceptual de la dirigencia radiofónica argentina y, ya se sabe, a
nadie le gusta que su mediocridad se ponga en evidencia.
Hay, por cierto, una excepción, que es la FM La Folklórica,
pero es una aguja en un pajar. Es el típico rinconcito DE POR Y PARA los que ya
conocen, los que tienen memoria, los que no olvidan, en suma, los que integran
esas selecta minoría que poco tiene que ver con el sentido de quienes
entendemos que si lo que nos gusta no tiene difusión masiva no hay caso.
La radio cumple hoy 96 años y muy pocos van a leer estas
líneas, porque ¿Para qué sirve que Sofi conozca lo que pasó en la música
popular 20 años antes de que ella naciera? ¿Sabés para qué? Para recuperar la
memoria y desde ahí recuperar nuestra identidad, nuestra razón de ser,
recuperar nacionalidad, argentinidad, valores que los gerentes de la hegemonía
consideran algo vetusto, sin sentido. Claro, en tiempos donde todo tiende a
sonar igual y donde nos han convencido de que el mundo es uno solo y que casi
no hay diferencias entre un argentino, un francés y un turco, porque todos
toman Coca Cola y están gobernados por el gran capital trasnacional, venir a
hablar de la importancia de recuperar nuestra música popular con todo lo que
ella arrastra parece una pérdida de tiempo.
Pero a Sofi, le encantó la película sobre el Chango Farías Gómez
y quiere que la vea Javier, el conguero que tiene por pareja, lo que indica que todavía no todo está perdido...