lunes, 30 de mayo de 2016

Antonia come guiso


Salgamos por un minuto de la gestión concreta tanto del gobierno actual como del anterior y centrémonos en la lucha por el sentido común, que es el terreno donde batallan la cultura y la ideología: la semana pasada, un empresario que está de totalmente de acuerdo con la ideología de Cambiemos nos dijo que el kirchnerismo le vendió a los empleados medios la falsa ilusión de que podían acceder a un celular como la gente y a comprarse un autito. Para reforzar esa la noción, hoy es nada menos que la vicepresidenta de la nación quien dice por Radio Nacional que “Los más difícil para nosotros es atravesar el momento en el cual salís del populismo y salís de la fantasía de una mentira importante y muy grande, de haberle dicho a la gente que podía vivir de esta forma eternamente porque tenemos recursos para eso”
El combate por el sentido común se ha desatado y lo que está en juego es convencer a la mayoría de los argentinos de que el pobre debe ser siempre pobre y que, a lo sumo, podrá tener una pobreza, digamos, digna, pero no mucho más. La idea del progreso social ha sido clausurada por un gobierno que ya sin pelos en la lengua te dice sin vueltas que te quiere pobre, ordenado y, a pesar de todo, alegre. Cambiemos te convence de que la historia es así y que no se puede modificar, por eso la sinceridad de Mauricio cuando dice que lo angustia el drama de millones pero que duerme tranquilo porque está haciendo “lo que hay que hacer”, y por eso también el gozo con que su hija Antonia se devora los guisos de Margarita Barrientos. Antonia sería la demostración ficticia de que se puede vivir en la pobreza y crecer feliz pero además la piba demuestra que no es tarada ¿A quién en su sano paladar no le va a agradar más un guiso popular que esos platos famélicos de la gente linda?
Cambiemos te quiere convencer de que cuando a vos te iba mejor era porque había un gobierno que robaba y por eso te generaba una realidad ficticia, para que no te preocuparas por sus andanzas y consumieras a tontas y a locas. Lo curioso y es que cuando se fue ese gobierno que, según dicen, “se robó todo”, ese pobre que había mejorado retrocedió en un puñado de meses todo lo que avanzó en 10 años, entonces es ahí donde irrumpe el discurso del fin de fiesta y el regreso a esa realidad angustiante de no llegar a fin de mes, del desempleo y del incremento de pobres diablos revolviendo tachos de basura. Es que para ellos, que los pobres vivan mejor es una fiesta porque no conciben que la gente pueda mejorar mientras que para nosotros es un derecho elemental y ahí está el núcleo de un debate trascendental de cuyo resultado depende si llegaremos algún día a ser un país justo o definitivamente se blindará una estructura con pocos muy ricos y muchos muy pobres.
La lucha es por convencernos de que no hay posibilidad de ascender socialmente y, la verdad, son sinceros. Seríamos injustos si no lo admitiéramos. Ellos están convencidos de que vivir mejor y ascender es uno de los modos de la fiesta y no un derecho humano básico elemental. Lo peor es que no siembran en un terreno árido: Los argentinos tenemos metidas muy adentro una serie de nociones jodidas como esa que dice “siempre fue así y no lo vas a cambiar por más que quieras”. Somos una sociedad con muchos convencidos de que “siempre fue así”, lo que nos transforma en un colectivo predispuesto a soportar las consecuencias de las políticas en curso con el agravante de que la crisis del 2001 dejó muy alto el pánico a volver a vivir ese interregno al borde del peor de los precipicios, por eso es que poco a poco avanza también la resignación en muchos de que más vale perder un poco pero conservar el empleo, algo de absoluto sentido común. Nadie quiere que todo se vaya al carajo a nivel personal y nacional y eso juega un rol de contención que favorece el reacomodamiento de la economía a favor de los ricos y a expensas de los trabajadores que terminan padeciendo la extorsión de perder calidad de vida con tal de conservar el empleo.
El combate es contra el miedo a perderlo todo y Cambiemos no escatima recursos en su avanzada. Mientras Mauricio dice estar angustiado, sus usinas de generación de ideología avanzan en el terreno de las ideas con la misma dureza que Aranguren despliega con las tarifas de luz y gas. Es que saben que una cosa sin la otra no funciona y que el sinceramiento de la economía sólo se sostiene con un sinceramiento equivalente en el terreno de las ideas: Si no convencen al pobre de que vivió una fantasía, en algún momento se les puede rebelar.
Urge refutar esas nociones, extrayendo enseñanzas de los años kirchneristas, corrigiendo y mejorando lo que se hizo mal y profundizando lo que se hizo bien. El repaso crítico del período 2003/2015 es un capital fenomenal para conformar un programa político que demuestre que es posible vivir en una sociedad mas justa e integrada que la que está proponiendo el macrismo.

domingo, 29 de mayo de 2016

sábado, 28 de mayo de 2016

No es lo mismo el agendado que el pelotudo


Seguramente “El pelotudo argentino” es el post más leído de todos los que publiqué. Ese texto, escrito de un saque y motivado por la bronca que me generó en 2010 enterarme que había gente que no le abriría las puertas a los censistas (y que fue refritado luego de las elecciones del año pasado con una modificación de su párrafo final) logró compilar con gran precisión una serie de conductas típicas de cierto tipo de argentinos, pero también me llenó de dudas porque una divisoria de aguas entre pelotudos y piolas es un corte equivocado que no lleva a ningún lado. Por eso es que luego de pensarlo mucho, llego a la conclusión de que el arte de quienes nos oponemos al gobierno de los ricos y tenemos la necesidad de derrotarlo primero en el debate de ideas y luego en las elecciones, es encontrar el punto exacto donde el ciudadano, rodeado las 24 horas por un sistema de medios que le formatea la agenda y el modo de reaccionar frente a ella, pierde lo poco que le queda de autonomía y capacidad crítica para transformarse lisa y llanamente en un pelotudo.
Es menester diferenciar al agendado del pelotudo porque no son lo mismo. Es un ejercicio parecido al que nos proponía Landriscina cuando marcaba el contraste entre el bruto y el ignorante planteando que el bruto es el mal aprendido y como tal no tiene mucho arreglo que digamos pero el ignorante, en cambio, es como tierra fértil que podrá ser cultivada. En el caso que nos ocupa, el agendado es una persona que en líneas generales responde a los estímulos que le introduce permanentemente el sistema de medios, pero que mantiene algún nivel de independencia. Por ejemplo es ese que cuando repite una gansada, ante un “¿En serio me decís eso? reflexiona, balbucea, trata de fundamentar y al comprobar que repitió una boludez, no sin dar batalla y refunfuñando reconoce de manera borrosa su error y pone fin a la compulsa. El agendado mantiene un grado mínimo de autonomía que ante una refutación bien fundada y ceñida al sentido común reconoce que ha sido manijeado (El gran mérito del 678 de los primeros años fue recuperar a miles de agendados) El agendado, entonces, es recuperable, pero el pelotudo ya no.
No es lo mismo el que votó a Macri cansado del kirchnerismo y buscando otra conducción que el pelotudo que te discute que el cuerpo de Néstor no estaba en el ataúd. Los dos votan, los dos hablan y reproducen nociones, pero no son lo mismo. El agendado polemiza en torno a Milagro sala, el pelotudo te jura que la vio entrar con lo bolsos llenos de guinta a la quinta de presidencial .
Sería muy bueno que en estos días, donde abundan mensajes en las redes que le achacan a los pelotudos el hecho de que Macri sea presidente, aquellos que estamos en la oposición exprimiéramos nuestras inteligencias para no meter en al misma bolsa a unos y otros, por la sencilla razón de que al agendado se lo puede desagendar, mientras que al pelotudo no se puede hacer otra cosa que padecerlo.

viernes, 27 de mayo de 2016

Venderán las joyas que habíamos recuperado


¿Quién puede oponerse a que le aumenten a los jubilados? Esta pregunta es la gran coartada del gobierno para poner una bomba en el Fondo de Garantías de Sustentabilidad de ANSES, que no es otra cosa que la antesala de la privatización de las joyas de la abuela sin mediaciones ni cuidado con la excusa de los jubilados como ariete para darle cobertura ante la opinión pública.
Cuando se recuperaron los fondos previsionales, que habían sido privatizados por Menem y Cavallo, vinieron al estado una serie de acciones en empresas muy poderosas que cotidianamente le generan ganancias al Fondo de Sustentabilidad y Garantías de ANSES. La venta de esas acciones pone en riesgo la sustentabilidad del sistema de previsión social por la sencilla razón de que las mismas valen mucho más por los dividendos que generan a la Anses que por su venta. A la vuelta de la esquina está la reprivatización del sistema previsional pues quedará desfinanciado y con el paso del tiempo irá dando cada vez peores respuestas. La doctrina Aranguren ingresará de lleno en la esfera previsional, lo que significa que el trabajador activo que si hoy no tiene dinero no carga nafta, cuando le llegue el retiro, si no hizo aportes en una caja privada no tendrá una jubilación como la gente.
El gobierno de los ricos da una vuelta de tuerca de suma audacia. Con un nivel de cobertura mediática soberbio, mostrará a Macri como un presidente sensible “que le devuelve a los abuelos lo que les corresponde”. Sobrevendrá una etapa de largo debate sobre si la venta de acciones se realizará con los dos tercios del parlamento -como lo definió la ley que se aprobó el año pasado- el peronismo territorial jugará su juego, negociando sus votos acuciado por las urgencias de cada gobernador y las pocas joyas de la abuela que logramos recuperar se nos escurrirán como el agua entre las manos. Seremos testigos de cómo se destruye el sistema previsional, o si se quiere, lo que se pudo recuperar en los últimos años.
El festival está comenzando y estamos todos invitados.

martes, 24 de mayo de 2016

A 15 años de la represión, mejor no hablar de ciertas cosas


Para los grandes diarios que orientan la agenda de los argentinos, la noticia sobre las condenas a los responsables de las matanzas del 20 de diciembre de 2001 no amerita más que un pequeño recuadro en tapa. No es casual ese desprecio periodístico ni esa pereza de la corporación judicial que se tomó la friolera de 15 años para dar un veredicto sobre las muertes que provocó el neoliberalismo. Es que hay que reducir lo más posible la noticia: no vaya a ser que muchos recuerden aquellas jornadas. No conviene escarbar en la memoria porque ello entraña el riesgo de que muchos refresquen imágenes de aquél “país normal” que se retiró matando argentinos y capturándole los dineros a toda la población. No conviene remover mucho en la memoria de un pueblo que por momentos parece una legión de zombies que minuto a minuto repite las operaciones de prensa más guarangas con una fruición que no deja de asombrar, no vaya a ser que a alguno se le de por comparar los escenarios del fin de aquél país democrático y republicano y el de la dictadura K.
No es conveniente cotejo alguno. Mucho menos sugerir que el gobierno de Macri está haciendo todo para retornar a ese modelo que nos dejó con dos ruedas en el precipicio. Ha vuelto el endeudamiento; ha fenecido el Mercosur; han regresado los despidos a granel y las calles ya nos muestran más desesperados revolviendo los tachos de basura y se filtra por las redes que los aumentos a los jubilados dejarán de estar por encima de la inflación, y así tantas otras noticias que más vale no enumerar para que el bajón no sea tan grande.
El cambio como restauración está entre nosotros y ese modelo de país que explotó en mil pedazos está nuevamente edificándose sobre la base de la desmemoria de una porción significativa de la sociedad argentina, a la que convencieron de que los únicos que pueden sacar adelante al país son los ricos…

domingo, 22 de mayo de 2016

lunes, 16 de mayo de 2016

Las consecuencias del golpe a Dilma son de Temer


Si no se comprende el núcleo conceptual de los acuerdos inicializados por Néstor Kirchner y Lula, como núcleo de política económica autónoma para la región, no se llegarán a visualizar a tiempo las consecuencias perjudiciales para nuestro país que implica la caída de Dilma Rousseff. Cuando la desocupación avance, como consecuencia de las políticas implementadas por Temer y Macri, lo único que se le podrá achacar a los gobiernos de Néstor y Cristina es haber incentivado la creación de esos puestos de trabajo que ahora, como manda la ortodoxia, deben eliminarse.
Desgrabación de la columna de Arnaldo Bocco en El Vermucito del 15-05-2016
"El cambio es de 180 grados, muy similar al de Argentina. Ingresa un gobierno muy pro mercado financiero, donde un hombre como Enrique Meyrelles, que tuvo posiciones de muy alta jerarquía en el mundo financiero internacional: fue presidente del Banco de Boston y luego del banco central de Brasil durante la presidencia de Lula, y más tarde eterno candidato al ministerio de hacienda, finalmente asumió con todo el apoyo del mundo financiero y los grupos concentrados.
Este nuevo gobierno basado en una alianza entre banqueros e industriales de San Pablo, está promoviendo algunos trazos en materia de política económica e internacional que tendrán consecuencias inmediatas, no sólo sobre Argentina sino sobre el resto de América latina y en especial en algunos países que de alguna manera venían colgados de la estrategia de Brasil, como son los casos de Venezuela, Ecuador y Bolivia dado que Lula había contribuido durante su mandato a armar una gran alianza con esos países más Argentina y conformar una estructura de crecimiento regional, en especial cuando en 2005 toda América latina se desendeudó con el FMI, empezando por Kirchner en nuestro país, lo que generó una comunidad de ideas muy importante a la hora de aplicar políticas económicas y fortaleció al Mercosur en tanto espacio de confluencia de economías complementarias, donde el complejo automotriz jugó un papel importante. Con la crisis de Brasil, donde su producto bruto va a caer por tercer año consecutivo y su mercado interno se desploma -el consumo de autos ha caído prácticamente a la mitad- la industria automotriz se replantea el Mercosur. Entonces, el primer punto que tenemos que analizar es cómo va a influir el negocio de esta industria, con la significación que tiene su cadena de valor agregado en lo que hace a la fabricación de automóviles, la comercialización e intercambio entre países. Porque este complejo no es
sólo brasilero y argentino sino Alemania, Francia, China, Japón, Estados Unidos, México, Brasil y Argentina donde el nudo organizativo regional es un complejo argentino-brasileño.
El segundo punto es la industria alimenticia: Brasil es un gran productor de soja y aceites, pero Argentina es el segundo productor mundial de aceites. Ambos países tienen un alto grado de colaboración en este plano. Luego hay otras complementariedades como lo son el turismo, los servicios bancarios y una cantidad de actividades que se fueron dando en los últimos años en el marco del Mercosur.
Qué viene ahora? La discusión por un acuerdo de libre comercio con Europa, en el marco de las relaciones que el viejo continente hace muchos años viene exigiendo consistente en que el Mercosur no le aplique un arancel a los productos de firmas europeas, que vienen perdiendo todas las licitaciones hechas en la región en terrenos como producción y acuñación de papel moneda, compra de equipamientos informáticos y toda una cantidad de grandes negocios que se pierden aquellas firmas por el 35 % de protección aduanera que se les impone. Brasil está dando muestras de que va a acceder al pedido europeo de bajar ese arancel y Macri empezó a analizar la posibilidad de sumarse, lo que implica bajarle el precio al Mercosur y empezarlo a pensar como una unión aduanera más pequeña con lo que se replantea de hecho todo su funcionamiento, con el impacto que tendrá sobre nosotros pues nuestro principal complejo industrial es el automotriz y el segundo el agroindustrial. Si Brasil deja de ser un mercado objetivo para Argentina hay una parte de esos complejos industriales nuestros que caerá irremediablemente. En la medida en que Brasil demore su salida de la recesión lo que hará es flexibilizar el Mercosur porque querrá colocar aquí los excedentes de exportación que no ubican en otros países. Sin ir más lejos, en estos cinco meses ha aumentado el déficit comercial con de nuestro país con Brasil con lo que ya la balanza comercial nos es mucho más favorable que en los años anteriores. En este contexto, se aumentará el ingreso de productos brasileños en nuestro mercado y ya hoy se ven, por ejemplo en rubros pollos, cerdos, transportes y servicios que naturalmente van desactivando la producción local.
El tema central es que parte de esta situación de Brasil fue conversada por Obama con Macri durante la visita que el presidente estadounidense realizó en marzo. ¿Cuál es la lectura que debiéramos hacer? En el contexto en que evoluciona la Argentina, se viene un proceso de libre comercio donde volvemos a una suerte de ALCA con nombre distinto, que es el acuerdo Transpacífico, donde lo más probable es que Brasil y Argentina arrastren al Mercosur a firmar un pedido de ingreso a esa estructura donde ya nuestro país está como observador. Este acuerdo Transpacífico lo integran Canadá, México, Estados Unidos, Colombia, Perú, Chile y es la contracara de Mercosur por ser la integración con Estados Unidos lo que significa un golpe muy duro para la industria Argentina, que ya viene siendo azotada por cuestiones macro como el tipo de cambio tan alto, la tasa de interés, retracción del mercado interno e inflación descontrolada.
José Serra, que fue candidato a presidente por el PMDB y derrotado por Lula, es el nuevo canciller de Brasil, tiene posiciones muy duras en la interpretación de cómo debe comportarse el Mecosur de aquí en adelante. Viene de un pensamiento estructuralistas pero ha virado a posiciones más conservadoras y apoya las posiciones de los industriales de San Pablo que no comparten el enfoque del Mercosur tal como vino funcionando hasta aquí en base a los acuerdos de Lula y Kirchner. Por el lado argentino, Prat Gay también se expresó por reformularlo y modificar las relaciones bilaterales con Brasil. Esto abre las puertas a un nuevo escenario que tendrá consecuencias desestructurantes para nuestro aparato productivo porque si Brasil liberaliza las relaciones comerciales con el mundo, Argentina pierde un mercado objetivo muy importante para una parte relevante de su complejo industrial.
El cambio iniciado en Brasil debe mirarse en clave de ajuste regional y alineamiento alternativo en favor del sistema financiero internacional. Es también un cambio de paradigma en la región, pues ya no habrá alternativa independiente latinoamericana sino un esquema de recreación del Mercosur (si es que finalmente sobrevive) adaptado a las condiciones que impongan los organismos internacionales y el mercado de capitales. Brasil es una economía grande y ninguna firma internacional querría perderse el acceso de 40 millones de nuevos consumidores que Lula sacó de la pobreza y los incluyó en la formalidad de ingresos. Tampoco esas firmas, con otras empresas o bancos, querrán perderse desde las privatizaciones de empresas estatales hasta las fuertes emisiones de deuda que el gobierno de Temer querrá hacer en los próximos tiempos. Todos buscarán estar allí aun cuando ese mercado interno esté deprimido.

Argentina no podrá menos que seguir a Brasil en un diseño de política económica situado en las antípodas de las relaciones que empujaron los grados de complementariedad que en los años que vienen poco recordaremos. Adiós a las monedas propias para el comercio local, no se hablará ahora de inversiones conjuntas ni  tampoco de administración de reservas o del comercio en forma cooperativa con nuestros costos regionales. La nave de aquí en más, partirá para ese Norte que habíamos desechado porque habíamos comprobado que históricamente nos perjudicó."

domingo, 15 de mayo de 2016

El Vermucito | Audio del 15-05-2016


Además de lo destacado, también hablamos con Ana Jaramillo, rectora de la universidad de Lanús, y con Jorge Zapata, reelecto como Director del Ente Descentralizado de Treinta de Agosto.
ARNALDO BOCCO: LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DEL GOLPE EN BRASIL
NOTA CON EL DIPUTADO RODOLFO TAHILADE SOBRE LA FILTRACIONES DE AFIP
PRIMERA HORA
SEGUNDA HORA
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sábado, 14 de mayo de 2016

Habrá ley antidespidos?

La puja por la ley antidespidos, con la votación en el senado y la majestuosa movilización del 29 de abril, puso por primera vez contra las cuerdas a Mauricio Macri. Su respuesta fue una operación sutil para recuperar posiciones poco a poco, sin hacerle asco a maniobras repugnantes, como el retraso de Michetti en enviar el proyecto aprobado a la cámara baja para ganar tiempo, reuniendo luego a industriales y jugando tácticamente con las pymes, mientras que, por su lado, Sergio Massa, moviéndose en el terreno que más le gusta y conoce, operaba objetivamente en pos de su idea fija: ocupar el centro del ring. Algo que volvió a conseguir.
Cuando el debate bajó a diputados, daba ya la impresión que todo sería muy difícil porque el FPV no cuenta con número para llegar al quórum y su política de alianzas tampoco le otorgaba esperanzas de lograrlo. Por otra parte, habría que ser muy inexperto para suponer que el massismo iba a facilitarle las cosas. De modo que al día de hoy tenemos un FPV que en diputados no sólo se compró un fracaso estridente, como convocar a una sesión especial sabiendo que no le daban los porotos, sino que la única posibilidad que le queda para sancionar la ley es negociando las modificaciones que propone el Frente Renovador o bien que todo quede en la nada y que tanto Macri como Massa se anoten otro triunfo que, por supuesto, el kirchnerismo intentará desconocer acusándolos de jugar contra los trabajadores y trasuntando un camino discursivo ya conocido por todos.
El problema de fondo es que el bloque del FPV pareciera no haber comprendido cabalmente cómo es la nueva correlación de fuerzas en la cámara baja, puesto que sin los 40 diputados del FR no hay posibilidades ni siquiera de habilitar una sesión. De otro modo, no se entiende cómo se pudo llegar a una instancia en donde, o no hay ley antidespidos, o se negocia con ellos para aprobar algo con modificaciones.
Y no se trata de darle play al disquito “nosotros somos lo únicos que cuidamos a los trabajadores de la ola de despidos”. Si no hay ley, aunque sea con modificaciones, todo queda en la nada y el que triunfa es el ajuste, que avanzará con más vehemencia aún cuando las patronales olfateen que nada les impedirá seguir dejando trabajadores en la calle.
A nivel parlamentario, la mejor defensa del empleo es lograr alguna legislación, si no la mejor, al menos la posible. Eso es sentido común, es pericia política. Lo otro es testimonialismo al garete, es seguir creyendo que porque Navarro putee el domingo para los convencidos y porque en la semana que viene se sigan matando en el piso del Gato Sylvestre, se logra algo favorable para todos los laburantes que tiemblan al ver venir al cartero con un telegrama.
Muchas cosas han estado cambiando muy velozmente, pero hay varios que no lo entienden.

viernes, 13 de mayo de 2016

Gracias Fantino!


En líneas generales el mediático famoso argentino es reaccionario y Alejandro Fantino es tan sólo un caso más. El pibe mide su vida en términos de rating, se excita cuando la cucaracha lo aturde con que está tocando un pico de medición y se lo dice al entrevistado en modo celebración porque cuando se respira el fenómeno de la comunicación con el rating, inevitablemente el orgasmo es ese puntito extra, que luego se traducirá en más pauta y así…
Fantino supo ganarse un espacio como buen creador de climas pero la frescura que supo desplegar hasta dos años atrás empezó a congelarse por las necesidades políticas del canal que le paga el sueldo. Y este año le está costando: es que nadie sale indemne de compartir al menos una hora diaria con Eduardo Feinmann. Pero como la vida te sorpresas, sorpresas te da la vida, el vómito del crédito de San Vicente ante la multitudinaria marcha terminó contribuyendo a que la noticia rompiera el cepo que le montó la cadena nacional de la gente linda.
Hoy el país sabe que hubo una marcha majestuosa en defensa de universidad pública, lo que no es poco

jueves, 12 de mayo de 2016

Ahora entendés para qué sirve la escribanía?


¿Entendés ahora por qué criticaban la “escribanía K”? porque si no hubiera existido le habrían hecho lo mismo a Cristina Fernández de Kirchner que ha padecido Dilma Rousseff. Desde que el factor militar se desgastó, a las oligarquías latinoamericanas les llevó 30 años encontrar la variante dentro del marco institucional que les permita ejecutar golpes palaciegos. Ahora vamos acumulando enseñanzas desalentadoras: Argentina demostró que el control del parlamento no sirve de mucho y Brasil que sin parlamento a favor, una runfla de impresentables, subsumidos al establishment se cargan a un gobierno elegido legítimamente.
Hubo una primavera donde creíamos que sin fuerzas armadas poderosas se había extinguido el golpismo. Pero llegó el invierno con toda su crudeza para mostrarnos que el entramado entre empresas, jueces, medios y políticos todo terreno se yergue como la garantía de que, más tarde o más temprano, los gobiernos intrusos sean eyectados. Lo que se ha consumado en Brasil es de una carga simbólica espeluznante: no sucedió en un país pequeño, con todo el respeto por los países pequeños, sucedió en una la sexta economía del mundo, en la potencia sudamericana y en uno de los miembros centrales de la alianza BRICS, que aparecía como un bloque con potencialidad alternativa ante la crisis del viejo consenso de Washington. El mensaje es claro, si pudieron cargarse un gobierno en Brasil ¿Sabés qué le espera al resto de los países que osen darse gobiernos díscolos?
En los setentas muchos creyeron que la toma del poder se podía dar exclusivamente a través de la lucha armada y la consecuencia fueron las dictaduras cívico militares más sangrientas de todas, entonces resurgió la revalorización de la vía democrática. En 2016 estaríamos en condiciones de afirmar que también esta vía ha entrado en una etapa de serio condicionamiento. Sucede que las oligarquías abominaban
la democracia porque sus fuerzas políticas siempre eran derrotadas, por eso recurrían a los militares. Cuando, como consecuencia del baño de sangre que perpetraron en la última oleada, las fuerzas armadas quedaron absolutamente desacreditadas, el viejo poder quedó momentáneamente contra las cuerdas, conviviendo con gobiernos sin capacidad de daño, hasta que llegó el nuevo siglo que alumbró una serie de presidencias nacional populares y progresistas que constituyeron lo más avanzado que vio el subcontinente en su historia. Las viejas oligarquías tuvieron la capacidad de asimilar el avance tecnológico en materia de comunicación (Magnetto planteando a comienzos de 1983 “El diario, si se queda en diario, se muere”) y como la necesidad es partera de soluciones, sin los militares se vieron obligados a infiltrar partidos populares y al mismo tiempo generar fuerzas políticas afines como la que llegó al gobierno en Argentina a través del voto popular.
El tablero político regional nos está mostrando en estas horas que la perspectiva política en la región es sombría para las fuerzas populares y que sólo analizando muy seriamente los errores cometidos (porque no se pierde en Argentina y no se cae en Brasil sin una carga de equivocaciones tanto del kirchnerismo como del PT) se podrán ir encontrando los caminos para volver a no sólo ganar elecciones, sino también para lograr mantenerse en el poder ante ataques como el que tumbó a Dilma.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Los números que angustian al pueblo


Los datos son contundentes: mientras a los sectores populares se les quitó ciento un mil millones de pesos, a los concentrados se les dio cuarenta y nueve mil millones.
 Fuente: EPPA

martes, 10 de mayo de 2016

Vuelven los aplazos porque volvió el país normal


Volvieron los aplazos en las escuelas bonaerenses y es una muestra más de que estamos ante un proceso de restauración de la Argentina pre-kirchnerista de una intensidad tal que empequeñece las previsiones más exageradas que se pudieron realizar antes del 10 de diciembre. Si repasamos someramente área por área nos encontramos con un accionar direccionado al objetivo de desmontar todo lo que se construyó en los 12 años del kirchnerismo, pero es vital entender que no lo hacen porque hayan estado mal las iniciativas del gobierno anterior sino porque están sumamente comprometidos a retrotraer a la Argentina a lo que ellos consideran “el país normal”. Por eso ya están avisando que van a rematar las acciones que ANSES tiene en varias empresas, como paso previo a un retorno al modelo de las AFJP; por eso también circulan rumores sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas; por eso se está frenando todo lo que venía desarrollando YPF en Vaca Muerta y, por supuesto, por eso también el retorno a la lógica del endeudamiento externo, como forma de volver a someter al país al tutelaje de las calificadoras de riesgo y a que las decisiones de política económica las vuelvan a tomar los mismos organismos que nos condujeron al peor desastre de nuestra historia.
La discusión de fondo pasa por entender la lógica de la restauración del país pre 2003, evaluando en cada caso cómo estaba Argentina con Pinedo y cómo a sólo cinco meses de Macrismo se puede entrever en todo su esplendor el regreso a una lógica que, pese a habernos dañado en demasía sigue siendo publicitada como el estado natural de las cosas en Argentina. Macri acaba de decir que lo angustia el drama del trabajador que no llega a fin de mes pero que a pesar de todo duerme en paz pues sabe que está haciendo “lo que hay que hacer”, en una demostración de un dogmatismo tan infantil que asombra. Pocas fuerzas políticas han tenido tantos años el gobierno de un país como el entramado social y económico que desplegó en nuestro país la oligarquía. Basta contar los años de gobiernos cívico-militares y la década del noventa para verificarlo. Siempre plantearon las mismas ideas que hoy promueve Chevrolet, pero siempre el final fue el incendio de todas las variables. No obstante, siguen fieles al dogma. Es que no tienen otra cosa que ofrecer porque, al fin y al cabo, las políticas que han promovido desde siempre a ellos, como clase, les ha dado resultados estupendos. Tienen espalda para aguantar interregnos populares y luego regresar a poner “cada cosa en su lugar”, enfrente, las fuerzas populares sólo tenemos el voto para llegar al gobierno y demostrar, como pasó con Cristina, que de poco y nada te sirve controlar el Poder Ejecutivo y el parlamento si la Justicia, el sistema de medios y el mundo de los negocios está directa o indirectamente controlado por el establishment.
La generación que viene detrás nuestro, esa que tuvo la gloriosa oportunidad de crecer en medio de un paradigma distinto es la que tendrá la gran ocasión de sintetizar las experiencias que al menos se inicializaron en los años kirchneristas, para extraer conclusiones superadoras y demostrar que el paradigma del nacionalismo popular le conviene mucho más a las grandes mayorías. Es sencillo y al mismo tiempo complicadísimo, pero fascinante el desafío que tiene el piberío.

lunes, 9 de mayo de 2016

Un problemita de comunicación...


El gobierno de los ricos no está atravesando su mejor etapa y lo preocupante es que recién lleva cinco meses, para colmo ha fugado hacia adelante de manera  zonza, instalando que en segundo semestre bajará la inflación y empezarán a verse los frutos de su política económica. La zonzera consiste en suponer que los efectos devastadores del primer semestre no impactarán en el segundo y que aquellos sectores desprotegidos, donde impacta con efecto de bomba la gestión clasista del gobierno, no seguirán hundiéndose aún más en la miseria. Basta leer notas como ésta que publica El País de España para corroborarlo.

Pero el dispositivo de medios paraoficial ha encontrado un ardid curioso cual es criticar la comunicación de la administración Macri, con lo que todo se reduciría a errores de Marcos Peña Braun, responsable político del área. La crítica a la comunicación es el primer y remanido recurso al que echan mano los oficialismos. El gobierno de Alfonsín fue quizá el que más transitó este sendero cuando atribuyó su apabullante derrota de 1987 a que no supo explicar con eficacia sus políticas. La verdad es que cuando las cosas van más o menos bien, en líneas generales se comunican solas y que cuando el viento sopla en contra, un buen aparato podrá a lo sumo atenuar ciertos efectos pero no suplantar los hechos de la realidad. En el caso del gobierno actual, no hay aparato comunicacional que pueda convencer a muchos argentinos que el tarifazo en todos los órdenes puede conducir a una realidad mejor que la que dejó el gobierno de Cristina, entre otras cosas porque la memoria empieza a abrirse camino cuando las condiciones así lo exigen, generando en más de un ciudadano de a pie recuerdos de que esto de dejar de no llegar a fin de mes ya se vivió y no hace tantos años. Contra esa experiencia no hay modo eficaz de comunicar. Pasan los días y lo que el argentino promedio ve es que los únicos que han tenido beneficios son los de arriba y que, para colmo, día a día aparecen noticias sobre la moral y buenas costumbre de las principales cabezas del gobierno ¿Cómo se hace para instalarles otra noción desde la comunicación? ¿Cómo se cubre comunicacionalmente que día a día hay más datos de la actividad de las sociedades offshore donde participa el excelentísimo señor Presidente de la Nación como también de los vínculos de su primo Calcaterra, gerenciador de su empresa, con Lázaro Báez en negocios de obra pública? ¿O que el ministro de Energía es accionista de empresas que de manera obscena ganan licitaciones que organiza su ministerio? ¿Cómo se convence de que no hay despidos cuando en la vida real todos nos enteramos a través de vínculos familiares que a tal o cual pariente,  amigo o conocido lo despidieron?

La comunicación nunca podrá suplantar a la política. No hay casos donde buenos períodos políticos hayan tenido problemas por una mala comunicación. El kirchnerismo no arrasó electoralmente por su buena comunicación sino por sus aciertos políticos y hechos de indudable conmoción: el triunfo de 2011 se debió más a la buena etapa económica y fundamentalmente al efecto conmocionante del fallecimiento de Néstor que a las virtudes de 678 y los medios de Szpolski (algo que aún hoy muchos delegados no comprendieron)

La restauración conservadora estaría teniendo dificultades por el surgimiento de imprevistos o lisa y llanamente por errores de análisis. El dilema de estas horas consiste en ver si el volumen intenso de la comunicación paraoficial logra convencer al argentino de a pie que cuando con el kirchnerismo estaba mejor que ahora en realidad estaba peor y que el actual gobierno, que sólo le impone aumentos y privaciones, en realidad lo está conduciendo a un tiempo de pleno bienestar. 

En el fondo, quizá está sucediendo que el dispositivo mediático le dice al gobierno que hay terrenos de la acción política donde ellos poco y nada pueden hacer...



viernes, 6 de mayo de 2016

Imaginate vivir en una Macritocracia

No se recuerdan campañas publicitarias de grandes multinacionales tan ligadas ideológicamente a un proceso político como “Vivir en una meritocracia”, lanzada recientemente por Chevrolet donde se explicita un discurso verdaderamente provocador que trabaja sobre los ejes ideológicos más caros del gobierno de los ricos y busca, naturalmente, atraer a su producto a aquél medio pelo en alza que llega con esfuerzo a un Cruze, porque los que la tienen de verdad, esos van de Audi para arriba. Tipo…
No es casual, empero, que un spot de estas características salga justo ahora donde el Poder Ejecutivo ha sido transformado en un directorio donde los Ceos de los principales conglomerados empresariales libran sordas batallas todos contra todos por ver quién se lleva la mejor parte en el negocio más rentable. El gobierno de Mauricio Macri es la construcción más lúcida que ha se ha dado aquella rancia oligarquía vacuna, a través de su tercera generación. Consiguió el récord histórico de llegar al poder en elecciones democráticas y sabe que cuenta con una minoría muy intensa que denominaremos “macritocratas”, que son todos los interpelados por el spot de Chevrolet, pero que no nacieron de un repollo ni se intensificaron ideológicamente en estos meses sino que, en todo caso, liberan y amplifican sin prejuicios una serie de postulados con las que el argentino promedio ha sido formateado desde el jardín de Infantes. La novedad es que se percibe en el ambiente que habría llegado el tiempo de ir por todo en un área vital como lo es el de las ideas, por eso el spot comienza hablando de “Un mundo donde cada persona tiene lo que merece”. Abajo con eso del derecho a vivir dignamente. Entre el merecimiento y el mérito se cargaron al derecho y ya.
¿Y quién merece tener? El que llegó por su cuenta, sin que nadie le regale nada. Ahí estamos ante uno de los mitos más sagrados de nuestra formación argenta: “El que llegó por la propia, sólo en base a su esfuerzo y astucia” que es la forma en que el liberalismo criollo nos describió a lo largo de los años su visión del progreso, visto como una carrera donde todos parten de la misma línea, pero con el detalle de que unos lo hacen en un Cruze, ponele, otros en un Gol y muchos en un Corsa. Es obvio que ganará el que va en el Cruze, pero no preguntes cómo hizo para llegar a ese auto porque lo primero que te van a decir es que sos un resentido ya que en Argentina, cuestionar el origen de las fortunas es resentimiento. En el bar se ensalza el haber llegado y punto. Ser el más vivo, mantener el arco en cero y triunfar, siempre a cualquier precio y sin contar los muertos, como le enseñaron a Malena
Chevrolet le dice a los argentinos que su meritocrata es ese que sabe que cuanto más trabaja, más suerte tiene”. No caigamos en la obviedad de señalar el cachetazo a lo más sagrado de un pueblo que es el empleo, no. Vayamos a nuestras propias experiencias personales, familiares, barriales para encontrar puñados de personas que trabajaron toda la vida y ni siquiera tuvieron la suerte de comprarse una casita humilde mientras conocemos casos aislados de “Stinfales” que se enriquecieron sin un callo en las manos. La noción fantástica del que llega solo a la cima nunca dejó de atrapar desesperados tentados siempre a hacer la propia sea como sea y esa es la emboscada más sutil para un país que alguna vez se soñó digno y soberano.
El final de Chevrolet es la celebración con bombos y platillos de la victoria:
“El meritocrata sabe que pertenece a una minoría que no para de avanzar y que nunca fue reconocida, hasta ahora”
Ahora es el momento de reconocer a los ganadores que tuvieron la habilidad de hacer una fortuna, los que tuvieron el ingenio para multiplicarla y los plebeyos con olfato para introducirse en su exclusivo mundo y gestionarle los negocios. Es la ocasión para liberar ese lobo hambriento que tenemos dentro.
Basta de lo colectivo! (que el macritócrata confunde con igualar para abajo)
Acá sólo deben llegar los mejor dotados!
Somos fieras hartas de andar rodeados por subsidiados!
Somos distintos y queremos demostrarlo!!
Nunca como ahora las clases dominantes habían logrado estructurar un gobierno con legitimidad de origen que exprese un frente tan compacto, para el que han cedido sus mejores descendientes y Ceos. En la dictadura faltaba el contenido democrático, en los noventa era una alianza, exitosa por cierto, pero no era el de Menem un gobierno que se pudiera considerar como del palo, aunque haya funcionado como si lo fuera. Ahora están dadas todas las condiciones y van por todo. Para lograr el objetivo, que no es otro que la restauración del sentido común del “granero del mundo” sólo necesitan triunfar en el terreno de la ideología.
Y ahí apuntan todos sus cañones

miércoles, 4 de mayo de 2016

El ajuste en imágenes

El problema es que


Por eso


Y pensar en


Planteándonos desafíos nuevos como


Atenuando el derroche


Incorporando otras


Volviendo a lo natural


Con lo justo y necesario


Encontrando las ventajas de esta nueva realidad


y cuidando la salud


Que, al fin y al cabo, es lo único que importa











lunes, 2 de mayo de 2016

Cerró Infonews ¿Y la batalla cultural?


Al desgarro de la lucha de los trabajadores de Radio América y Tiempo Argentino se suma el cierre del portal Infonews. Me niego a tratar este caso de manera cándida, como una mera lesión a la Libertad de Expresión sin polemizar sobre las causas porque creo que ese abordaje, muy caro a mucho kirchnerismo, elude el balance sobre las virtudes y los defectos que tuvo nuestro gobierno en materia de medios. Quiero decir que así como estuvo bien el buscar constituir una empalizada mediática para defenderse del acoso que sobrevendría una vez rota la alianza con Clarín, la ejecución de ese plan fue horrible, empezando por haberle dado a Sergio Szpolski el manejo de una estructura que podría haber no sólo sobrevivido sino también prestar un servicio mucho mejor aún. ¿Cómo se llegó a confiar en que Szpolski podía garantizar algo en la materia? ¿Qué expertise tenía para tal fin? Sin contar sus antecedentes en el veraz…
Es cierto que en su momento, al igual que en tantas otras áreas, hubo que echar mano a lo que había, pero no es menos cierto que pasó una pila de años y que hace mucho tiempo se sabía que el montaje del Grupo 23 tenía pies de barro pero parece que eso no importó. Se pensó en un esquema de comunicación para la minoría intensa y dentro del microlima que supimos generar nos parecía que CN23 y el resto de los medios tenían incidencia en la construcción de sentido y la “batalla cultural” pero todo fue un espejismo que se partió en mil pedazos en plena presidencia de Pinedo.
¿Cómo fue que no se vislumbró este final para la comunicación kirchnerista? ¿Acaso no sabíamos que al primer mes que le faltara pauta el tipo se las tomaba? ¿Dónde están los cráneos de la comunicación kirchnerista que no hicieron nada ante un tsunami que estaba a la vista de todos? ¿No tienen nada que decir? ¿Acaso creen que con adquirir cada domingo un ejemplar de Tiempo cubren la inoperancia manifiesta que tuvieron? ¿Creen que la sociedad no toma nota de estos desaguisados? ¿Desde qué fakiu lugar se podrá volver a hablar de democratización de la palabra?
Cuando se habla de un “apagón informativo”, lo primero que se debería hacer es remarcar la falta de capacidad, la soberbia y el chupaculismo de quienes ocuparon cargos de decisión en materia de comunicación y no fueron capaces ni de generar una comunicación que trascendiera a los convencidos, ni mucho menos de prever que algún día se podía perder la presidencia con las consecuencias que hoy se siguen abonando en la ventanilla de la memoria popular.
Con dirigentes de esta calidad, las luces de la información las apagamos nosotros mismos…

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