martes, 14 de noviembre de 2017

Corea del Centro, el hit del verano que se viene

Dice María O'Donnell: "los habitantes de Corea del Centro seríamos los "tibios" de este oficio, los que no gritamos lo suficiente contra el kirchnerismo (vaya uno a saber cuál sería la vara) y ahora "sobreactuamos" (me pierdo otra vez con la medida) nuestras críticas al gobierno de Mauricio Macri"

Este nuevo hit me parece uno de los clásicos ejes falsos que se crean día a día en la interna eterna del periodismo. Lo real es que, parafraseando un viejo chiste del gordo Casero, lo que hay es un corrimiento del mapa, no un movimiento de algunos periodistas hacia posiciones más de "centro"; lo que hay es un clima imperante donde todo aquél que no masacre al kirchnerismo mediático será señalado como una suerte de quebrado en potencia. No me confundo y ratifico que tanto María como Reynaldo Sietecase, por citar dos coreanos del centro emblemáticos, no han modificado un ápice sus puntos de vista sobre los gobiernos de Cristina, contra los que batallaron sin descanso. Seguramente está surgiendo un temor de parte de la comandancia mediática cambiemita a que tanta desprolijidad empuje a algunos periodistas a posiciones de crítica meramente formal y de ahí que esta invención del concepto Corea del Centro cumpla el objetivo deslegitimador que todo proyecto político tiene para con quienes osan disentir aunque más no sea en aspectos formales.

Hoy no lastima tanto acusar de "kirchnerista" a un periodista como de coreano del centro. El macrismo en su momento de mayor esplendor corre al periodismo con este sello que contiene un sesgo de descalificación evidente, no tolera posiciones ambiguas, es más: las desprecia.

Siempre suceden estos asuntos cuando los gobiernos se perciben a si mismos con un poder desenfrenado.

lunes, 6 de noviembre de 2017

POLLITOS EN FUGA

El macrismo avanza encarcelando compañeros y pareciera que nadie mete las manos en el fuego por nadie: nadie es responsable de nada; no hay una defensa organizada. Los integrantes del último gobierno parecen pollitos en fuga y no hay fuerza política que salga a defenderlos; cada cual hace la que tiene a mano y esto evidencia un déficit de una gravedad espantosa porque se debe estar organizado para la victoria pero mucho más para la derrota, es de libro.
¿Cómo se explica que aún no se haya armado una concentración pensada como un hecho político a favor de Boudou y De Vido, demostrando que poco a poco se van recuperando reflejos políticos? ¿Cómo puede ser que se diga alegremente que no se pone las manos en el fuego por Nadie? ¿Significa entonces que nuestro gobierno fue una suma de oficinas desconectadas entre sí donde cada repartición hacía lo que le parecía? ¿Estamos dispuestos a tolerar que se instale la noción de que nuestro gobierno fue una cueva de ladrones? Y lo digo porque ante la duda o la sospecha de que se podrían haber hecho mal algunas cosas deberíamos ser nosotros los primeros en generar la condena respectiva en caso de que se probaran delitos. Pero hacer algo ¿No?
Si el funcionariado de nuestro gobierno queda a expensas de Macri y los jueces, si nadie del gobierno anterior se hace cargo de nada, si cada cual debe rebuscárselas como pueda ante el acoso obvio y previsible; si no hay espacios orgánicos que banquen estamos efectivamente dando la imagen de que nuestro gobierno fue no mucho más que una banda.
¿Pensamos que puede ser así?
¿Estamos dispuestos a considerar que todo fue una asociación ilícita?
Si, como sospechamos, nuestra respuesta mayoritaria es negativa ¿Qué nos pasa que no hacemos nada? Ante la inexistencia de espacios orgánicos de conducción ¿Estamos dispuestos a dejar que todo siga así o creemos que deberemos buscar los mecanismos para organizar la defensa?
Hay que aprender algunas lecciones, la primera es que se gobierna con cuadros que deben rendir cuentas y exponerse a la persecución y el resto, la base, debe hacerse una seria autocrítica sobre su rol oficialista en las buenas y en las malas porque de lo contrario se le estaría dando la razón a quienes plantean que nuestro gobierno fue una asociación ilícita en muchos aspectos y la verdad es que me niego a creer que se trate de eso.
A futuro nos quedará el temor al riesgo de asumir responsabilidades de gobierno ¿Cómo animarse a poner las manos en la masa de la gestión si todo parece indicar que al terminar nos quedará más cerca el calabozo que nuestra casa como resultante de la catarata de denuncias mediáticas, en la mayoría de los casos sin fundamento ni pruebas? ¿Cómo animarse si está en duda que haya estructuras de compañeros que planteen una defensa cuando se lo requiera?
Estos son algunos de los interrogantes que debemos formularnos quienes seguimos convencidos que nuestro país requiere una reestructuración política urgente y seguimos sosteniendo que pese a la demonización de que es objeto, nuestro gobierno hizo muchas cosas que hoy directamente se están ignorando o negando lisa y llanamente.
El movimiento popular está desorientado y sin reflejos. No se visualiza cómo se hará para poner freno a su propia e incesante dispersión. Es probable que sólo a partir de nuevas dirigencias y armados se pueda comenzar la recomposición que será larga pues el macrismo está en la cresta de la ola con apoyos de sobra como para incluso ya estar viviendo su interna con vistas a las elecciones de 2019 y esto hay que admitirlo para no comprar quimeras a un costo altísimo.
Por dónde empezamos?
Con quienes?
Cuando?

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