domingo, 23 de abril de 2017

Ni una cosa ni la otra

Hay un supuesto muy extendido entre los "amigos" de este muro y consiste en que si planteás dudas con La Cámpora, o pensás por ejemplo que Cristina no tiene que candidatearse automáticamente suponen que estás coqueteando con el Massismo. Son los Piñón fijo K (PFK), muchachada que, por supuesto, desde sus más puras y honestas convicciones analizan la interna del movimiento Nacional y Popular a través de una viga, buscando permanentemente que todos los análisis ratifiquen sus tesis originales. Este muro tiene muchas visitas de ese sector porque tiene muchos "amigos" que provienen de la época en donde "El candidato es el Proyecto", "La patria es el otro" y un sinfín de consignas propias de los tiempos en que parecía que todo pasaba por Cristina y sus muchachos amontonados en los patios de Casa Rosada. Creíamos muchos, y me incluyo, que eso representaba las ansias de la mayoría de las clases populares y así fueron transcurriendo los días hasta que ¡Plop! Macri sacó más votos y muchos amigos se pusieron a esperar el fracaso de Cambiemos que, lamento decirlo, a 500 días no parece estar a la vuelta de la esquina.

La verdad es que si juntó más votos fue por algo ¿no? Taannn bien no habrán estado las cosas para que incluso Cambiemos ganara distritos populosos como Tres de Febrero o Quilmes, donde hay una militancia de aquellas ¿Qué nos pasó? ¿Por qué sucedieron estos hechos? ¿Porque el pueblo es boludo? Pero lo peor es presentir (al menos yo lo presiento) que muchos de los que votaron a Macri y están a las puteadas muy probablemente lo vuelvan a votar ¿Acaso podemos creer que la sociedad cambia de voto como de ropa interior? ¿O acaso pensamos que el 54 % que votó por CFK en 2011 estaba plenamente convencido que éramos lo mejor para el país? Propondría que evaluemos si en una de esas la ausencia de una alternativa opositora fuerte no posibilitó mucho las cosas en aquél momento, hasta que luego, cuando Mauricio estimó que las condiciones estaban dadas, se presentó y ahí lo tenemos, jugando con Antonia en los jardines de Olivos.
De ahí que propongo revisar muchos supuestos. En lo personal me llevó un año y monedas reordenar mi cabeza y llegar a ciertas conclusiones que no sé si son óptimas pero me expresan. Me costó meses llegar a la conclusión de que por más que a muchos les parezca un retroceso hoy se impone más que nunca cortar muy ancho, y a partir de ahí ver cómo se logra ir afinando la feta. Cortar ancho implica necesariamente pensar en construir herramientas políticas de mayorías y es sabido que la convivencia dentro de la mayoría exige privilegiar ciertos denominadores comunes que posibiliten avanzar a la victoria. Luego comienzan nuevamente las disputas y la agudización de las contradicciones al interior del bloque dominante (si es que llega a ganar, obvio). Creo que hay ciclos inexorables y que así como hubo uno "progresista", ahora viene otro reaccionario. Pero como no me entrego, sigo sosteniendo que si desde la política logramos sintonizar con la sociedad, tenemos alguna chance de parar al macrismo ahora, en su etapa inicial, porque luego, cuando el bloque de poder termine de consolidarse (no lo está aún) ya será imposible, y digo imposible en la realidad concreta no en las especulaciones nuestras.
Te lo dejo para que lo pienses

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