viernes, 8 de enero de 2016

Nace el Peronismo que le gusta a los que odian al peronismo


Pocas cosas rememoran más al menemismo que los asados de enero en Pinamar. El de esta noche marca el intento de construir un peronismo opositor a imagen y semejanza de Mauricio y los mercados. Es muy probable que lo consigan y que marchemos a un escenario electoral de tres tercios en 2017: Cambiemos, el proronismo y el kirchnerismo, liderado por Cristina. A continuación van dos párrafos de la nota que hoy publica Pablo Ibáñez en ámbito y sirven para vislumbrar lo que se viene:


"•Massa, casi un gobernador bis de María Eugenia Vidal y garante del quórum que Macri necesita en Diputados, terminó de sellar con su invitación a Davos un perfil que a simple vista parece luminoso pero, a mediano plazo, puede volverse turbio. Ayer este diario contó que en el PJ circula la hipótesis de que Massa podría avanzar un paso más y convertirse en jefe de Gabinete de Macri, chance que el tigrense no niega porque sabe que todo episodio que lo mantenga en el centro de la escena lo favorece. 

En este turno, frente a su macrización, para Massa es oro puro una foto con Urtubey y el ex K Bossio, porque lo corre hacia el centro, lo peroniza y lo distancia, siquiera por un rato, de la órbita gravitacional que ejerce el poder de Macri. A los suyos, Massa les anticipó en noviembre pasado que en 2017 será candidato a senador nacional y que, a mitad de este año, saldría a hacer campaña. Pero su universo electoral es tan vasto como difuso: el grueso de sus votantes fueron a Macri en el balotaje pero tienen, a su vez, un compomente peronista. ¿Dónde debe, entonces, ir a buscar votantes el año que viene? Si a Macri le va bien o regular, posiblemente sea más atractivo respaldar a Cambiemos que ir al FR; si a Macri le va mal, pueden facturarle su incipiente cercanía."


Regresa con fuerza y voluntad la tan remanida teoría del peronismo que se mira en el espejo del político que lo derrotó. Hay diferencias sutiles que dificultan la traslación automática de escenarios: La Argentina de 2016 se parece poco a la de 1985, etapa histórica donde, entre otras cosas, aún no había pasado el kirchnerismo y donde no había una figura de la talla de Cristina Fernández de Kirchner.

El dilema es que un armado liderado por Massa, De La Sota y Urtubey no podrá bajo ningún aspecto contener al conjunto del peronismo y que, por supuesto, esta muchachada no está para nada de acuerdo en seguir en torno a a ex presidenta. De lo que no hay dudas es que esta situación de un peronismo partido en dos, objetivamente es la mejor noticia que Macri puede tener en la perspectiva de 2017. 

Esta novela recién empieza y no te imaginás el rating que va a tener...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada nuevo, estos dos amigos de la Embassy lo planearon para 2011 pero la muerte de Néstor los frenó...
Creo que la opción para enfrentarlos el año próximo no son CFK (que va actuar por sobre estos problemas) ni Scioli ( un collar de melones al que Magnetto ya le soltó la mano...) sino Jorge Capitanich.-
Roberto Petruzza.-

JEA dijo...

Es muy discutible que se diga que alguien cambió de bando e ideas por el mero hecho de que pasó a ejercer una funcion en el estado durante el gobierno de otro partido.

No conozco detalles pero pareciera que es el caso de Bossio.

Daniel dijo...

Massa ya cumplió su función de dividirnos. Ahora completa el macrismo paralelo para lo cual le espera un interesante futuro entre la nada y el vacío.
En los blogs massistas nos tratan de "secta centroizquierdista". Interesante una secta que gobernó doce años y dejó una impronta inolvidable. Tan pero tan lejos de cualquier olvido que los trabajadores acudirán a ella NECESARIAMENTE cuando ya se las vean muy jodidas. Porque, quién va a acudir a Massa? Quién en su sano juicio a semejante espantapájaro espasmódico de la "nueva" derecha que pretende captar al peronismo? siendo que el espacio de derecha YA ESTÁ muy a sus anchas ocupado y sentado nada menos que en gobierno.
Muy socarrones los massistas, tienen ganas de hacerse los sarcásticos, pobres pelotudos básicos.

Hugo dijo...

Está muy claro. El plan es recrear el bipartidismo con dos polos de derecha: Cambiemos (Pro-UCR-ARI-GEN) y el pan-peronismo (Massa, De la Sota, Rodriguez Saa, Das Neves, Urtubey, ¿Scioli? y la exclusión del kirchnerismo) Una suerte de colombianización de la política argentina. Lo tienen casi todo para intentarlo. La bendición de la embajada, los medios hegemónicos, los grandes capitales, el aparato represivo, la familia judicial. ¿podrán?

claudio maxl dijo...

Mi comentario en otro blog cumpa:

claudio Maxl dice:
enero 8, 2016 en 16:25
Massita y D la Sota fueron instrumentos para q el contrabandista PRO sea presidente. NO HAY RETORNO PARALOSTRAIDORES.
Respecto al ala neoliberal del PJ: no mueven el amperimetro electoralmente y kedaran pegados al incendio q el contrabandista esta desatando en el pais. Hasta el dia d hoy las elecciones se ganan con votos, Scioli sigue tomando nota q los votos estan en Cristina y sigue sin pegar el salto, es el reconocimiento implicito q la jefa sigue siendo Cristina sustentada en su condicion d la dirigente nacional con mayor caudal d votos, Hay q poner piloto automatico, la crisis hara el trabajo: resistencia legislativa y añoranza d los dias felices kirchneristas seran el medio para alzarse con las legislativas 2017.
Urtubey: 300.000 votos y no es casualidad q el distrito donde los troskos lograron hacer pie llegando a ganar Salta capital en las legislativas sea Salta, en esos votos PO la inmensa mayoria fueron progrea q no encontraron referencia en Urtubey y q son facilmente captables x el FPV en caso d salto d Urtubey. Bossio no existe literalmente sin Cristina. Cristina x votos y Scioli x acertada lectura politica asegura q un FPV -PJ resistiendo el ajuste y en perfil netamente opositor asegura el triunfo 2017.
Y a no olvidar: cada dia q pasa la situacion economica seguira deteriorandose, esa debe ser la base en q se siente la estrategia PJ.

Anónimo dijo...

Esto mismo fue el peronismo de los '90, que justamente clavó al país con un plan ultraliberal. Era el peronismo que le gustaba a los antiperonistas, y que, lógicamente, votaban a Menem.

Unknown dijo...

no llegan ni a primera base

Anónimo dijo...

Pippo
Si la derecha se impone, el Peronismo Pinamar es innecesario a las opciones del
electorado, no tiene razón de ser, salvo para esa misma derecha que lo va a
utilizar como un aliado pavote y funcional
Si la derecha no se impone, el Peronismo Pinamar es innecesario en tanto que ya
no tendrá poder de contrapeso para los sectores que se vean perjudicados.
Creo que el Peronismo Pinamar apuesta a una especie de calma chicha que les
permita ir usufructuando los males generados por el macrismo y el kirchnerismo
mostrándose una vez más como los garantes del republicanismo que sus antecesores
no consiguieron validar. De todos modos, indefectiblemente van a tener que
hacerse cargo de las medidas que acompañen con sus votos y no van a tener
tiempo suficiente para poder despegarse. El panorama va a quedar más claro después
de las elecciones de medio término. Ya se verá.

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