martes, 12 de enero de 2016

Y un día lo echaron a Víctor Hugo


La forma en que Radio Continental echó a Víctor Hugo sintoniza con el autoritarismo con que el gobierno de los mercados procedió en lo referido a la ley de medios. Nos lo había anticipado Broda en mayo cuando expuso el dilema sobre si el ajuste lo podrían hacer “planeado o a los golpes”. Ya hay espaldas donde la policía ha escrito con balas de goma que será a los golpes y con toda la dureza que sea necesaria, sólo falta encriptar los sucesos para que la sociedad no se entere.
Hay algo del 55 en los sucesos que estamos viviendo. No podía ser otra manera. Es que el kirchnerismo divizó cuáles son los resortes que sostienen el “país normal” y, lo peor, lo publicó. Una herejía de esas que ameritan las peores venganzas de los custodios de la libertad, la democracia y el diálogo.
Quizás ya sea tarde porque La sociedad se enteró hace rato que el sistema de medios y la justicia son dos fortines que impiden la victoria popular. El error político del kirchnerismo fue congelar la imagen en eso y repetirlo hasta el cansancio, lloviendo sobre mojado y emitiendo un discurso que por reiterativo llegó a aburrir y hasta generar rechazo. Mas, lo importante -y por eso estos ataques a la libertad de expresión- es que le informó a los argentinos dónde estaban los dos sostenes más sutiles e invisibles de eso que llaman república, les repitió hasta el cansancio que en la “libertad de prensa” y “la igualdad ante la ley” estaban esos dos matones que te convencen por las buenas o por las malas de cómo es la cosa.
Hemos entrado en un tiempo donde hasta los blogs y las páginas más insignificantes en volumen de tráfico pueden llegar a recibir ataques de “la libertad”, ojo. La “libertad” ha regresado furiosa, dispuesta a cobrarse uno a uno los embates que sufrió en la década que pasó. Hay una sola cosa que se puede hacer para enfrentarla: organización política. Vayamos a cuanta plaza querramos, pero organicémonos con vistas a las parlamentarias de 2017, pues si ahí “la libertad” consigue particionar el voto en tres grandes bloques (Cambiemos, kirchnerismo y Proronismo) Macri logrará mejorar notoriamente su situación dado que cuenta con el massismo como su su lado B, tal como ya lo está siendo en la legislatura bonaerense y ahí virtualmente obtendrá la mayoría necesaria para abrir la escribanía. De nuevo: al modelo de los mercados sólo le falta la escribanía parlamentaria. Si la consigue, estamos en el horno. Por eso es que toda la voluntad que se observa en las plazas debe transformarse en un accionar político planificado. Ojo que en enero de 2002 parecía que las asambleas se comían a los chicos crudos y de eso hoy sólo quedan un par de cooperativas que venden yerba progre y vinos orgánicos.
Completo, acá

1 comentario:

Anónimo dijo...

Clarin tituló en el 76 "Total normalidad" cuando asumió el genocida Videla.
El peronismo inicial y el kirchnerismo han sido anomalías, hechos malditos en un país burgués, autoritario, clasista, racista, aspiracional berreta,donde una importante cantidad de habitantes siguen convencidos de que somos europeos en el exilio, que irrumpieron en momentos en que las circunstanciuas históricas alcanzaron ribetes excepcionales para que eso ocurriera...
Será dificil volver, más allá de los gritos de estudiantina en plazas, bares y teatros...
Roberto Petruzza.-

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