viernes, 20 de noviembre de 2009

La gente, la tele y la muerte


La escena es más o menos así: Los vecinos de un barrio cualquiera de la ciudad de Buenos Aires o el conurbano están reunidos en la esquina porque alguien llamó a los medios y anduvo avisando que tipo 18.00, 18.30 vendrán algunos móviles. Se van juntando de a poco y distribuyendo en grupitos donde, naturalmente, se habla de la inseguridad y se comentan detalles del hecho sangriento acontecido en la otra cuadra.
Llega el primer móvil y causa ese “no se que”, ese cambio de rictus que sufre la gente cuando llega un móvil de un medio. (Porque en los tiempos que corren la combi con el logo de un canal es lo más cercano que hay a la fama, a la justicia y a la gloria. El móvil en mi cuadra la engalana. Mi cuadra ya no será la misma después de que un puñado de móviles estuvo acá y yo tampoco seré el mismo, máxime luego de haberle comprado ese agüita al periodista que me guiñó el ojo y me hizo una seña como diciendo “Quedate acá cerca que arranco con vos”)

Llegó el primer móvil pero todo sigue más o menos tranqui. Es de un canal de cable. Pero cuando llegan las combis de Telefé o de Canal 13/TN te quiero ver…
Los rostros comienzan a transformarse y cuando minutos después los técnicos le dan la orden al movilero para que empuñe el micrófono y se ponga en posición de disparo, cuando la potentísima luz blanca ilumina al enviado especial, en ese mismo instante ya no queda nada de aquellos vecinos que una hora antes compartían amablemente su preocupación por el actual estado de cosas. Ahora están todos brotados, crispados, con esos ojos desorbitados que exige la tele para apiadarse de uno. Si los ojos están normales y denotan cierta paz, no sirven, no son ojos de TV. Lo mismo que con las comisuras de la boca: si no están levemente torcidas para abajo, esa cara no es televisable.

No reúne los requisitos básicos, no califica…

Ahí están los vecinos, arremolinándose y pisoteándose para salir en la tele y disfrutar de sus 12, a lo sumo 15 segundos de fama (porque los 30 sólo los da Marcelo)
¿Al fin y al cabo no estamos para eso? ¿Qué logro supera el haber estado en la tele para la buena gente?
Qué vale más que esos segundos en la tele?
Qué vale más que ese llamado del cuñado de Neuquén que llegará después de la cena, o esa señora que mañana me mirará con cara de “¿Este tipo no es que salió ayer con Biasatti?”

Los medios nos hacen creer que suministran justicia, además de fama, entonces los vecinos pugnan por salir en la tele porque cándidamente creen que ahí conseguirán lo que les niega el Estado. En esa misma tele donde uno entre millones gana cinco lucas con Susana una vez por semana, otros sienten que han hecho algo por la sociedad cuando tan sólo han sido extras de un show reaccionario y pueril que vive cual vampiro moderno de ellos.
La misma tele que los hace gastar fortunas en mensajitos, la misma tele que los hace endeudarse con la tarjeta para comprar plasmas de setecientas pulgadas, la misma tele que les hace comer chatarra en 12 cuotas y luego les ordena clavarse un actimel para cagar mejor; la misma tele que administra sus magros salarios ahora les vende un humo de justicia que dura menos que un paco.

Los pastores electrónicos le han acercado a Dios a sus fieles, por eso su potencia creciente, porque le hacen creer al desesperado que en esos shows del sábado a la nochecita Dios está más a mano que en la Iglesia ceremoniosa y aburrida de los curas católicos.

La tele hace lo mismo con la justicia. La tele acerca la justicia a las almas desesperadas por eso los vecinos se arremolinan en torno al movilero, porque creen honestamente que ese acto provee justicia…

¿Al fin y al cabo no se trata de meras abstracciones?

La pobre gente cree que llamando a los medios le acota el margen de acción al delito y está bien que crea eso. Bah, no está bien. Quiero decir que a la postre cada uno se agarra de lo que tiene a mano para sobrellevar el sacudón que genera la muerte cuando pasa cerca.

Lo dice alguien que vive muy cerca de un paso a nivel y huele a menudo el aroma de la muerte, lo dice alguien que experimenta la sensación horrenda de pasar a metros de esos manchones de cal y arena con que los empleados de TBA y los bomberos tapan las manchas de sangre que han quedado sobre las vías, lo dice alguien que ha escuchado el tronar de la bocina desesperada y ha sentido el chirriar frenético de la mole tratando de frenar lo infrenable…
Lo dice alguien que ha escuchado el ruido sordo, apagado, del impacto del convoy contra un cuerpo humano…

Si eso me pasa a mí, que convivo con una muerte si se quiere más honesta, no tan delictual, no quiero imaginarme lo que genera la muerte armada, la muerte desatada por pendejos que matan sin ton ni son, total, esta noche o mañana serán ellos los que mueran. Lo saben, bien que lo saben y por eso, entre pacos y otras yerbas, no le hacen asco al gatillo, total…total mañana es nunca, mañana es quien sabe. Total que no tienen mañana, loco.

Por eso la gente cree que en ese móvil de un canal viene Dios, Ceferino Namuncurá, Evita y el Llanero Solitario con Toro y Plata

¿Y qué querés que hagan?

La gente no puede hacer otra cosa, pero sí los medios. Sí los dirigentes políticos. Y lo que habría que hacer sería, antes que nada, un pacto, un gran acuerdo de que con la muerte no se jode ni se juega ni se hace campaña. Mientras ese pacto no se concrete y mientras los que saben cómo viene la mano se hagan los giles y los que informan lucren con el pánico popular, no hacemos más que arrimarnos al pantano.

Es muy fulero saber que todo es una gran mentira. Es horrible saber que lo único que espanta al delito es el trabajo y la dignidad. Y es peor aún tener que morderse en la panadería porque si decís esto te miran como a un boludo.

Es horrible sentir que esos pibitos de 8 años que usan la escalera mecánica del subte como tobogán, dentro de cuatro o cinco años, si sobreviven a su entorno y a la policía, cuando puedan sostener un arma, saldrán a cagar a tiros a esa misma sociedad que vieron pasar indiferente delante de sus narices desde el mismo día en que tuvieron uso de razón.

No hay Estado de Sitio que valga ni patrullas vecinales que puedan lograr un solo triunfo ante la muerte porque una sola víctima en un conglomerado urbano de 15 millones de habitantes, una sola muerte, injusta, al pedo y al voleo que encima sea amplificada con un machaqueo mediático irresponsable y perverso bastará para poner todo patas para arriba.

Mientras tanto, mientras el trabajo no llegue y la dignidad no pase cerca, solo resta esperar el nuevo cadáver y que los vecinos se arremolinen cada vez más cerca de las comisarías y que vuelvan a llegar los móviles de la tele y que de Narváez aparezca con esa cara actuada, preparada, moldeada por expertos en imagen a decir que se está llegando al límite…

Y puede que su victoria llegue un día y mágicamente la seguridad “se haga” en un lapso de tiempo en el que todos estaremos felices imaginando ilusoriamente al delito en retirada…

Hasta que las pujas intestinas de la bonaerense arrojen un par de cadáveres inocentes y suburbanos y algún canal vuelva a mandar un móvil a las 18.00/18.30 y los vecinos vuelvan a aferrarse a ese movilero como si fuera el Papa y la tele reincida en traficar justicia en formato de 22 a 29 pulgadas.

Y la muerte, socarrona, turra y lasciva se dé el lujo hasta de plagiar al gordo susurrando:

“Alguien dijo que yo me fui de mi barrio
Pero cuando, si siempre estoy llegando”



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15 comentarios:

zurdocastagno dijo...

Exelente!!!

Unknown dijo...

Me parece que en tu extensa nota te faltó mencionar la palabra "droga". El problema de la violencia y delincuencia en el Gran Buenos Aires puede tener una pata en la falta de "trabajo y dignidad" como decís, pero sin duda la droga (paco, cocaína y sus derivados) son la causa principal a mi entender de todo este flagelo. Si no no entiendo cómo un pibe de 14 años te puede matar a sangre fría por un auto de mierda. Sólo así me cierran las cosas.

Anónimo dijo...

Rodrigo, quizá un primer paso sería no decirle a ese pibe que hay que matarlo a él. Los "pibes chorros" también miran televisión.

Gerardo, realmente pusiste cada cosa en su lugar, una nota del carajo, directa a dónde hay que ir. Entre los medios y los dirigentes políticos que quieren quedarse con algo, lo que sea, están vejando a la democracia, diciendo todos los días que ésto no da para mas, que es un desastre, que la política no funciona, que se necesitan armas en la calle, orden en el gobierno...

Para colmo:
"Y es peor aún tener que morderse en la panadería porque si decís esto te miran como a un boludo."

Y eso es lo mas triste.

El Grito Primal dijo...

Ayer ví en canal 26, a eso de la una de la mañana, un representante de los que se reunieron en la comisaría de Wilde. Aquí va un pequeño resumen que escuché acercad de las animaladas, barabaridades y contradicciones que configuran el sentido común de "lagente" que sale por TV:
1.- "no estoy hablando de política" (repetido 5 veces)
2.- "acá hace falta una solución política" (repetido 5 veces)
3.-"la solución política tiene que venir de Scioli o la Presidenta". (repetido 5 veces)
4.-"la solución política consiste en mandar a trabajar al sur a los delincuentes, para que produzcan para el país" y "no que reciban un plan del gobierno para no hacer nada". (repetido 5 veces). Nota: El "ciudadano común que paga sus impuestos" desconoce la labor social hecha desde el 2003 a la fecha.
5.-"soy un ciudadano común que paga sus impuestos" (la contralectura que hago: hay ciudadanos especiales y no ciudadanos, éstos últimos, los que reciben los planes del gobierno para no laburar, supuestamente). (repetido 5 veces)
6.-"a mí no me importa si están los militares"

Ahí el conductor del programa lo cruza y lo para en seco, le llama la atención sobre lo que está diciendo ...
El "ciudadano común que paga sus impuestos" intenta rectificarse argumentando cuestiones de respeto y orden, el conductor del programa continúa con la entrevista. El "ciudadano común que paga sus impuestos" habla de los desarmaderos y de la responsabilidad de la policía en "todo esto".

El periodista colaborador del programa le pregunta si había hecho alguna autocrítica sobre su responsabilidad de esta situación de inseguridad (en alusión a comprar repuestos de procedencia dudosa/robados/etc).

El "ciudadano común que paga sus impuestos" reconoce que alguna vez ha cometido una equivocación, o sea que compró algún repuesto choreado, de mutuo acuerdo con titular del vehículo o bajo encañonamiento de arma de fuego, con o sin disparo/s de por medio.

Acto seguido, el periodista cierra la nota con un final feliz, diciéndoles: "te mando un abrazo".

"¿para pensar no?" A.Leuco.

saludos.

68 y contando (y van 75) dijo...

Muy bueno el post (con perdón de la palabra, porque soy veterano y no sé que mierda quiere decir)
Un problema tan complejo como la delincuencia, y peor aún la delincuencia violenta, asesina, es por supuesto difícil de explicar, siempre hay más factores aportantes a la causalidad del fenómeno (puta que hablo lindo hoy)que los que puedan surgir de un primer análisis
Yo les doy unas posibilidades mas:
a) Si ustedes ven los apellidos de los delincuentes de la primera mitad del siglo 20, eran casi todos
italianos, algunos polacos o eslavos. Esto es así porque los hijos de inmigrantes de ese orígen, habitantes de los inquilinatos de aquel entonces, segregados, explotados y despreciados por el patriciado, caían en el delito casi forzadamente o casi naturalmente, diríamos.Cuando el grueso de los inmigrantes aquellos consiguió integrarse a la sociedad y con ellos sus hijos, el orígen cambió.
Los apellidos de delincuente de hoy son casi todos españoles.
Y esto es así porque corresponden a la migración desde el interior, o mejor dicho, del campo a las ciudades (y la población del agro tiene apellidos preponderantemente españoles). Y este grupo migratorio fué segregado, explotado y sobre todo despreciado y degradado por el patriciado y también por el mediopelo, esa clase, grupo o como se la defina, que es ni mas ni menos que la descendiente de los inmigrantes que mencionamos principio.
Este grupo migratorio interno fué contenido por el primer período peronista y gambeteó luego la discriminación razonablemente en base a que consiguió integrarse al proceso de industrialización que continuó después a los tropezones, pero ampliándose, hasta el 76.
A partir de allí el ideario mediopelo, egoísta, discriminador, antinacional (o admirador de lo extranjero, para decirlo liviano)se hizo discurso dominante y se vertebró con el proceso desindustrializador del proceso, el menemismo et altri
O sea señores, yo sé que todos nos sentimos inocentes, pero estamos siendo golpeados por el monstruo que creamos o cuyo padecimiento permitimos o justificamos (estos negros son así porque quieren, etc, etc, etc)
Y por eso ahora ya no se arregla ni generando empleo para todos, si no se lo acompaña de un cambio de paradigmas educativos (chupate esa) que recreen el "afecto societatis" ¡que te parió, me pasé!
Y no solo educando a "los negros" sino, y fundamentalmente, a "los blancos"
Y si no están de acuerdo, saco el bufoso y se los explico metiéndoles uno buenos cuhetasos, que joder!

Quevedo dijo...

Delia en la comi de la Boca hizo lo mismo que los vecinos de Avellaneda . Fue por la muerte de Cisneros . Esta gente por una catequista que según dcen otros vecinos no hubiera compartido el pedido de mano dura . Los medios porque tratan de manera diferente un hecho que se da por el mismo motivo . El Negro Derlia tiene la culpa

Anónimo dijo...

Excelente el post. Como de costumbre lo importante no son las muertes sino las muertes televisadas.
Además vale la pena recordar que si una muerte es noticia repetida en 6 canales 9 veces al día, al cabo del día y producto del mismo tiro muerieron 54 personas.
Es la famosa BALA MAGICA, capaz de recorrer un trayecto inverosimil que le permita matar a mucha gente en un mismo disparo.
También recordemos que cuanto más bueno, más trabajador, más honesto y más clase media sea el muerto, más injusto resulta el hecho.
Y por último recordemos que en cualquier momento alguien mata a su vecino para tener las camaritas de Tv en la puerta de la casa, no digan que no avisamos...

Anónimo dijo...

Si alguien dijo, desafortunadamente, el otro día, algo sobre la ZURDA LOCA... No es momento para hablar de la DERECHA LOCA tambien?
No es necesario saberlo para ser de derecha.

Anónimo dijo...

No es negar que efectivamente hay delincuencia y hay hechos violentos,los hay,pero justamente hace un cahito escuché por Radio Nacional a un psicoanálista,poeta y cineasta que no pesqué el nombre,que hace treinta y cinco años que vive en España,que dijo que encontró unas estadisticas que son mas o menos así:

Muertes violentas cada 100.000 habitantes:

EEUU 20

Brasil 14 (creo,pero si no es anda por ahí)

Argentina 3,9

Ahora, andá a convencer a alguién en medio de esta pandemia mediática de sangre y violencia.

A veces me da mucho miedo la "gente".

Anónimo dijo...

En realidad el 3.9 es de la Ciudad de Bs. As.

Pero las diferencias son igualmente muy grandes. Yo hice un video al respecto, las respuestas fueron todas del tipo "aaah, no nos estan matando".

http://www.youtube.com/watch?v=xvP3-Zr82ak

Jonás dijo...

en wilde hubo dos marchas, la de la ignorancia, que pedía mano dura, y la de la razón, que pedía trabajo y educación, lamentablemnete para los medios la primera vende más, por lo cual la segunda no se reflejó. Te mando mi blog que también escribí sobre esto
http://www.rocagenocida.blogspot.com/

Unknown dijo...

Gerardo: estás escribiendo muy bien (literariamente), además de la reflexión política.
Siguiendo la línea de razonamiento de "68 y contando" (más arriba).
"Hay que educar a los blancos" Para llegar a este estado de memoria 0, de contenido 0 a ser llenado por la prédica de la TV que induce a decir y a actuar. Hay una carencia de formación religiosa o filosófica que te sitúe en el mundo y que te haga intuir humanismo. Canal 7 educa, pero claro que la gente profesional o con estudios no admite incorporar el "ser nacional" porque como sabe de algo, le queda el orgullo de saber de todo. Un saber específico lo convierten en abarcativo, no admitirán jamás su ignorancia sobre américa latina, por ejemplo. Hay huesos duros de roer.

Gerardo Fernández dijo...

Gracias, Vita.

Anónimo dijo...

Me encanto el analisis. No solo es amplio y abarcativo, sino que tiene una escritura que da placer leerlo.Les dejo un link sobre el tema en Venezuela donde hay un vídeo que esta muy interesante:

http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?25929

Saludos

El Grito Primal dijo...

Excelente texto; traducís en palabras esas certezas fugaces. Es poético. Excelente.

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