miércoles, 30 de marzo de 2016

Táctica, estrategia y futuro


Faltan pocas horas para que la Ley Cerrojo sea derogada con un caudal de votos cercano a los dos tercios del senado, con el apoyo de al menos la mitad del bloque del FPV. Naturalmente que esta decisión de una parte significativa del peronismo, avalada por muchos de sus gobernadores es quizá el tema político más significativo por sus implicancias. El politólogo Julio Burdman planteó que en realidad, esta actitud del peronismo en el senado en cierta medida lo fortalecería ya que el acompañamiento al gobierno en un tema que éste considera medular deja explicitado que Macri quedará endeudado políticamente con el PJ pero que, además, necesitará de acuerdos puntuales en cada asunto trascendente para garantizarse escribanía y gobernabilidad (Aquí el audio)
La lectura es correcta pues surge de una mirada desapasionada sobre la forma en que se ha movido históricamente el peronismo, que si algo sabe es gestionar poder. Según como se lo mire, quien quedaría condicionado por el acompañamiento en la votación a favor de los buitres sería el gobierno nacional pues ese peronismo viejo y sabio que ahora lo ayuda, mañana le empezará a exigir su parte y el presidente sabe que si no cumple, los mismos votos que le sirvieron para mostrar una victoria política fabulosa como lo es la derogación de la Ley Cerrojo, podrán ser, a la vuelta de la esquina, los que lo condenen a ser un gobierno de minoría, sin escribanía y, por ende, sumamente debilitado.
Hay otra mirada sobre la decisión que hoy toma una parte significativa del peronismo, que es la que venimos planteando aquí hace bastante y es que el peronismo está en una crisis político ideológica profunda, agravada por la pérdida de las cajas del estado nacional y de la PBA, con todo lo que ello significa. Pero la interna peronista es muy difícil de leer, casi tanto como definir al movimiento creado por Juan Perón, porque no es que de un lado esté Urtubey y del otro Cristina Fernández de Kirchner. En el medio hay un abanico de factores operando, uno de ellos es el sindicalismo, que a su modo también está procesando los términos de su reunificación y la relación con el gobierno. Otro factor primordial son los gobernadores que sin dejar de sentirse opositores deben lidiar con la realidad urticante de los agujeros financieros de sus territorios, de las obras paralizadas y por lo tanto se ven obligados a buscar soluciones, porque recordemos, ya que estamos, que gobernar es resolver problemas concretos.
Por supuesto que también dentro de los mandatarios provinciales hay matices: un cosa es el salteño enamorado, que juega abiertamente a ser el mejor macrista del peronismo y muy otra casos como los de Bordet, el entrerriano, o Pepo, gobernador del Chaco, que auspician la derogación de la ley Cerrojo pero entendiéndola como el mal menor para garantizarse los recursos que le permitan gobernar en un escenario en donde les rebajaron del 35 al 25 % el total de fondos coparticipables con las provincias, les quitaron el fondo de la soja y como consecuencia de la recesión les ha bajado sensiblemente la recaudación de impuestos. Estos son algunos de los factores que explican la actitud de muchos mandatarios provinciales que, según cómo se lo vea, en buena medida están siendo brutalmente extorsisonados por el gobierno nacional.
Otra cuestión es la de diferenciar quienes apoyan el acuerdo con los buitres por una cuestión meramente táctica y quienes en verdad juegan una estrategia de arrimarse y hasta de fundirse con el macrismo. Pichetto podría personalizar este perfil: Si fue oficialista con Menem, con Néstor y Cristina ¿Por qué no serlo con Macri?
Una de las características fundacionales del peronismo, que sigue vigente, es su anchura y la consiguiente capacidad de cobijar sectores que apriorísticamente serían incompatibles entre sí. Esto posibilitó que la misma estructura que funcionó como soporte del menemismo noventista luego le haya puesto volumen político y parlamentario al kirchnerismo y ahora muestre síntomas de convivencia con el macrismo. Esto habilita a suponer que el peronismo, como partido de poder, pragmáticamente es esto y así hay que entenderlo, o bien que esta maquinaria colosal de gestionar poder estaría ingresando en una etapa de definiciones donde ya no todo será lo mismo y por ende la divisoria de aguas quedaría cada vez más cerca.
Los factores que hoy están a la vista son los buitres y la fobia generalizada contra La Cámpora, que es la forma que adquiere la bronca de muchos nada menos que con Cristina. Pero sería erróneo creer que es sólo eso lo que se está jugando en esta interna, porque es muy probable que también estén en cuestión los términos de sobrevivencia de una fuerza política a la que las características de la derrota recibida en 2015 la ponen ante la necesidad de redefinir su rol en la política argentina.

7 comentarios:

Daniel dijo...

Tomaremos nota de cada uno de quienes votan esta barbaridad y no pondremos jamás una boleta con alguno de sus nombres. De manera que esta vez no será cuestión de colgar a cualquier colado en las boletas, piensenlo bien los armadores. Eso de "tenemos que sumar (a cualquier costo) porque no podemos ir solo con los "más puros (?)".
Las estrategias deberán cambiar pues, porque ya nos hemos pasado de rosca y la paciencia se agota.
No se trata de que algunos eran "los más puros", es que algunos otros han sido "los más mierda". Medio que ya es tiempo de mirar al revés la cosa.
Y se que vendrán a contestare: -"Bueno, así entonces no vamos a volver a gobernar". Y la cosa como digo ya se pasó de rosca como para preguntar esta vez: -"Gobernar, para qué y para quienes?"

Nando Bonatto dijo...

Su nota obro de disparador
http://poesiayramosgenerales.blogspot.com.ar/2016/03/el-peronismo-en-la-encrucijada.html

Mordisquito dijo...

La verdad que el planteo de Julio Burdman me deja atónito. No entiendo de que manera la estrategia de favorecer a un contrincante puede dar como resultado tu propio fortalecimiento. ¿Se trataría de una cuestión de "honor" que el gobierno respetare las deudas políticas a las que quedaría sujeto? Es un absurdo.
Por otra parte - sin hacer planteos ideologistas o puristas o dogmáticos - si efectivamente el tema es medular para este gobierno, porque no aprovechar esa ventaja para dejarlo en la debilidad ahora y no en un futuro indefinible, porque por otra parte quién les asegura a los gobernadores y respectivos senadores que una vez asegurada la aprobación (los toma) se harán realidad las contrapartidas negociadas (y daca). Sobre todo teniendo en cuenta que a continuación del arreglo con los buitres vendrá la negociación con el FMI, condición necesaria para la toma de nueva deuda, y como consecuencia de esa negociación los ajustes en las partidas presupuestarias que afectarán las partidas para provincias y obras públicas.
Ni siquiera hace falta entrar en consideraciones de tipo ético. Me parece que no se trata de traiciones, si no de ingenuidad (por no decir estupidez). ¿Y quién quiere tener representantes estúpidos?

Anónimo dijo...

En los 90 el peronismo usó el mismo argumento para rematar al país ("inversiones", "la gente se corrió a la derecha", "los tiempos cambiaron"). Sin el peronismo no se puede cambiar positivamente el país hacia un horizonte más justo, pero con todo el pj, tampoco. Y ahora lo vemos: los mismos que hace meses votaron una ley, ahora la derogan. Y no, los condicionados son los gobernadores, no el macrismo. Es un triunfo de la derecha, en todo sentido, con apoyo de parte del Pj...

tatincito dijo...

Daniel: Ser gobierno otra vez para hacer otra Ley de Medios y que la vuelvan a cautelarizar por otros 5 años. ¿A eso te referís con el "para quién y para qué?

Si es así estoy de acuerdo de que nos tenemos que plantear varias cosas, la primera de ella es aceptar que Macri nos ha dado varias lecciones.

A saber: DNU a rolete, jueces a la CS a piacere, Ley de Medios pasada por el orto, censurar todos los programas periodísticos que le podían hacer sombra y cagarse olímpicamente en la cautelar a favor de la Ley de Medios.

Son cosas que no debemos olvidar ni dejar que nadie las olvide.

PD: Y me olvidaba: transformar el Congreso en una escribanía sin que los biempensantes digan ni mu.

Abrazo

Voces dijo...

Coincido totalmente con Mordisquito.

Hugo dijo...

El peronismo, viejo y sabio como dice Gerardo, se amolda a los tiempos. Fue socialdemócrata en los 80, neoliberal en los 90 y nac & pop en el nuevo milenio. Hoy la tendencia es nuevamente volver a las democracias tuteladas por Washington. Si el peronismo (o pejotismo como lo llamaba Néstor) quiere acompañar esta experiencia, la resistencia tendrá que fluir por otro lado. Tal vez por el lado del kirchnerismo duro, los movimientos sociales, los sindicatos rebeldes, los organismos de derechos humanos y los partidos de izquierda. Ya lo dijo el Pepe Mujica (otro viejo sabio) "No hay ni victorias permanentes ni derrotas definitivas. Lo que siempre habrá es lucha."

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