sábado, 26 de marzo de 2016

Obama dejó aire batido


Se fue Obama y ni la eliminación de las visas dejó. Nada de nada, ni siquiera espejitos de colores. La “reinserción en el mundo” timoneada por Mauricio y sus Ceos es pura abstracción y deseos. Es la reiteración de aquel dogma oxidado que recomienda acatar ordenadamente las directivas de los que mandan en el mundo para tener nuestra parte, aunque la historia diga todo lo contrario. Es que esa inserción en el mundo auspiciada con bombos y platillos por la cadena nacional de la gente linda sólo favorece a una pequeña porción de los argentinos, que con suerte puede llegar a un tercio, pero claro, es el tercio que tiene los recursos y los medios para hacerle creer a la monada que el modelo económico y político que los beneficia a ellos también beneficiará con el tiempo al resto, por eso siempre piden paciencia y confianza, pero luego el tiempo pasa, la copa no derrama, se pudre todo y tienen que venir gobiernos populares a reparar todo lo que destrozaron los gobiernos de la elite.
La misma cadena nacional de la gente linda que hoy te quiere convencer que con Mauricio iremos de un saque a la prosperidad, en los noventa te decía “Estamos mal pero vamos bien”. La verdad es que es elogiable la capacidad que tienen para transformar en discurso de futuro un ramillete de consignas insostenibles. Vos los escuchás y sus discursos chorrean palabras y frases como confianza, equilibrio, sinceramiento, nuevas variables, precios relativos, un mundo que nos espera, etc. Jamás encontrarás palabras como consumo, derechos, dignidad, recuperación, asignación o solidaridad. Los tipos repiten los mismos ejes hasta el cansancio y crean una salida de fantasía, que no tiene reflejo en datos elementales de la realidad como sin ir más lejos, desde la devaluación de más del 50 %, las cerealeras no liquidaron ni siquiera la mitad de lo prometido ¿Te das cuenta?
Así es que ahora Macri vuelve a repetir que no hay plan B. En realidad nunca lo hubo porque su plan es el mismo que tuvo Cavallo, el mismo de Martínez de Hoz, el mismo de siempre. Lo preocupante es que si ni las cerealeras le cumplen, uno tiene derecho a preguntarse quién le creerá en el mundo y quién lo protegerá cuando luego de pagarle a los buitres aparezcan nuevas demandas. Lo que sí está claro es cómo procederán: Harán lo que hacen siempre en el PRO, que es decir que ellos no tienen la culpa, que ellos pagaron porque les dijeron que así se terminaba el tema de la deuda pero que los engañaron. Y ahí la cadena nacional de la gente linda comenzará a decir que otro de los problemas es el “gradualismo”, que deberían haber metido el cuchillo a fondo desde el primer día, como lo aconsejó Miguel Angel Broda, y la descomposición paulatina será irreversible, pero con un detalle: El campo y los grandes grupos económicos habrán recuperado todo lo que perdieron durante el kirchnerismo y mucho más aún. Y la historia volverá a repetirse, con nuevos intentos de legislar en materia de medios, con nueva legislación para recuperar derechos, y con todo lo que se hace cada vez que se vuelve a empezar.

1 comentario:

Carlos G. dijo...

Se nos va la vida recomenzando.

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