jueves, 7 de junio de 2012

Horacio, el cerrajero


Horacio me dice que hay que cambiar de marca de cerradura porque la que tengo hace tiempo viene mala, le bajaron mucho la calidad. Me recomienda una que es un poco más cara pero que cumple todas las condiciones de seguridad necesarias. Cuando llega me muestra la cerradura vieja y la nueva, me indica dónde están las diferencias al detalle, pierde tiempo e incluso recarga poca plata en concepto de mano de obra.

Horacio es de esos trabajadores innumerables a los que generalmente te los encontrás en el Coto o en el 80. Sabe cuál es su lugar en el mundo, tiene claro en qué cosas puede incidir y en cuales no. Pero allí, en su mundo, es preciso, infalible. Sabe de qué va la cosa. Tiene explicaciones a porqué ahora las copias salen peor que antes y a todo lo que un pesado como yo pueda preguntar (la mejor forma de combatir el tedio cuando uno tiene que pasar por estas "nimiedades" como cambiar una cerradura o hacer revisar la heladera es preguntar sin parar al gaucho que viene a hacer el trabajo)

Se me ocurre que Horacio inicia cada día con la certeza de que si hace bien su trabajo, al atardecer el mundo habrá mejorado apenitas. Y se me antoja que esa es la condición básica para mejorar la sociedad: dar lo mejor de uno en el lugar que le ha tocado. Quizá la mejor manera de abombar a un país sea hacerle creer a la mayoría de sus habitantes que son unos piolas bárbaros, mucho más de lo que la patria se merece. Un país repleto de vivos es un país de rodillas con los ojos vendados y los oídos tapados con algodones. 

Así ha sido mi país, rebosante de ganadores, de tipos que manejan un remis o atienden un kiosco sólo para no aburrirse mientras les sale la gerencia de compras de una empresa alemana que está por venir a instalarse  dentro de poco...

El día que Argentina reproduzca los Horacios, esos tipos que saben que tienen sólo un puñado de cosas claras y que del resto prefieren mas bien escuchar que pontificar, no tengo duda. 

Será imparable.
.

3 comentarios:

Mendieta dijo...

Si señor.

moo dijo...

ansinaes !

edu, desde el barrio, dijo...

Y finalmente, estos son los tipos que hacen que muchas cosas funcionen, a pesar de la gilada.

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