sábado, 25 de febrero de 2012

Saber mirar

Me permito resaltar estos párrafos de la nota que hoy publica en Página/12 Luis Bruschtein porque tienen un nivel de profundidad analítica sobre el funcionamiento de los medios en la crisis que es muy difícil observar en días de tanto frenesí. El colega demuestra tener la suficiente claridad analítica como para ver lo que a muchos les resulta directamente invisible.

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Es una sociedad puesta en una situación de tensión extrema por una tragedia de la que la mayoría se entera por los medios de comunicación. Son situaciones donde los medios pesan más, donde la televisión tiene más rating y los diarios venden más ejemplares. Son momentos en que el público, conmocionado, se entrega al comunicador, lo busca, quiere escuchar las palabras que él mismo diría para que se multipliquen y sentir que de esa manera alivia su impotencia. Estos momentos, donde los medios conjugan todas las miradas y los corazones, son quizás cuando su importancia se hace tan visible ante la sociedad.
Uno se pregunta cómo se ven los medios en ese tumulto que va desde la tristeza o la indignación solidaria hasta el interés mezquino del cuervo que busca clientes en medio de la tragedia y que solamente tiene como objetivo el dinero que pueda sacar. La tentación por equipararlos con los cuervos es grande, pero sería también injusto. Porque la realidad es que se mezclan muchas cosas. Y en una cobertura hay de todo. Desde las buenas intenciones, hasta los intereses económicos y las simpatías políticas. Lo importante es saber que en esa mezcla están esos intereses que sobrevuelan las imágenes del horror y los comentarios.
Los mismos intereses que tenían antes de los hechos se vuelcan en la crónica de los hechos. La tragedia no suspende nada y menos los intereses afectados. Por el contrario, en esas situaciones son cuando más pueden aprovechar la situación privilegiada que les otorga la sociedad para forzar el límite de la información y llevarla a donde les interesa. No hace falta investigación ni peritaje porque el culpable siempre será el mismo ya sea si hay sequía, terremoto o choque de trenes. No hay novedad en esa noticia de los grandes medios.

La nota completa, acá
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6 comentarios:

Daniel dijo...

Es muy buena.

Mabel dijo...

Es cierto pero en tv uno se ahogaba .
Yo entre a la radio y a tw a buscar "una pequeña ayudita de mis amigos"

Udi dijo...

É vero: "Piove, governo ladro, No piove, governo ladro."
Frase cabecera de la mesa de enlace y el GDA.

Desocupado mental en la era del blog dijo...

Está muy bien lo que dice Bruschtein. Agregaría algo que recordó Juan Enrique Gilardi, ex ferroviario: en la época de Ferrocarriles Argentinos, había una red de 43 mil kilómetros que cubría norte y sur, este y oeste. Hoy quedan 10 mil kilómetros de los cuales 3 mil están aptos para trenes de pasajeros. La herencia es jodida, y por otro lado el kirchnerismo lelva ocho años, no pueden hacerse los pelotudos. Por lo poco que sé, el tema tiene una complejidad grande. Destruir es sencillo, reconstruir lleva tiempo.
Saludos!

bartolomé rivarola dijo...

NO cuerdo. Me pareció patética la nota de LB de hoy.
Y, de última, de tener razón, le estamos dando todo servido a la "corpo" y la "opo" haciendo silencio de radio o pasando "La crisis causó dos nuevas muertes" mientras hay bardo en Once. No hablemos ya de Schiavi, que ni supo comunicar bien una buena medida como la SUBE.

En otro orden: ¿cual es la diferencia entre "La crisis causó dos nuevas muertes" y "Estación Horror"?

bartolomé rivarola dijo...

Igual me parece sumamente loable que estés poniendo la jeta cuando otros (con mayores responsabilidades que vos) no se sabe donde están

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