viernes, 25 de marzo de 2011

Para cantar tangos lo prefiero a Goyeneche



Escribir sobre Plácido Domingo cantando tangos y boleros es meterse en terrenos complejos, sutiles y verdaderamente peligrosos porque te exponés a que te interpreten de mil y una maneras distintas y te malinterpreten, pero igual lo hago tratando desde el comienzo de definir que escribo desde mi gusto, hablo sobre lo que place dejando en claro que ello no tiene carácter ni de ley ni de nada. Pido permiso para decir desde ya que respeto a Plácido Domingo y a todos los músicos y amantes de la denominada "música clásica". Quiero decir, no obstante, que la respeto pero no la considero superior, y por acá quizá pueda lanzarme de lleno a desarrollar la idea que quiero transmitir:

La industria de la música encontró hace años el curro de "lo sinfónico" que en realidad no es más que un cantante popular acompañado de una gran orquesta de cuerdas. Hasta Serrat cayó en esa, seguramente por algún aprieto económico grabó un disco verdaderamente espantoso, entre otras cosas porque las incontinencias que desde una década a esta parte tiene su vibrato le impiden ya cantar sus viejas y gloriosas páginas. Se ha hecho creer que si le ponés una gran orquesta de cuerdas a, ponele, Arjona, le subís el target, le das más nivel. Eso es hegemonía, eso es una sutil maniobra comercial cabalgando sobre el mito de que lo "clásico" es per se superior a lo popular y ahí pido permiso para discutir. Discuto sin desconocer a Beethoven, Paganini o Stravinsky, no pasa por ahí la idea.  Mi planteo es que así como Goyeneche no podría haber cantado Arias famosas, los tenores pueden cantar tangos pero sin transmitir emociones. Me explico: El Polaco no hubiera tenido las condiciones técnicas para cantar Arias y Plácido Domingo puede cantar de sobra y a la perfección todas las notas de un tango, pero no tiene el "olor a Pizza" ni la "mugre", ni la "tierra", que son elementos inherentes al tango como hecho cultural, como producción de esta mescolanza que es la ciudad de Buenos Aires que como tal le dio vida y sentido al género.

Puede haber gente que se conforme con que se canten todas las notas y es respetable. Pido permiso para valorar otros elementos: Si quiero un saxo arrastrado y pornográfico lo cazo a Ben Webster, ni siquiera a Stan Getz y por supuesto que ni hablar de un saxofonista de una sinfónica. Si quiero un guaguancó salvaje la agarro a Celeste Mendoza o Los Papines; si quiero flamenco al palo, oloroso y suburbano pues me voy con Camarón y si quiero un blues pegagoso está clavado que lo pongo a Muddy Waters. Hay una dosis de localía, de originalidad, de identidad que es inescindible de la música popular. Cuando el polaco Goyeneche nos atrapa cantando Sur en el film homónimo, no lo hace desde la técnica vocal (ya no cantaba) lo hace desde ese clima que creó Solanas y desde esa niebla y ese cuadro que se transformó en una de las mejores descripciones de lo que es la música de Buenos Aires ¿Te lo imaginás a Plácido Domingo en esa escena?

Y esto pasa en todos lo cruces de géneros que te imagines. Por ejemplo, alguna vez he manifestado que no me gusta Chick Corea tocando música tropical. En un disco de Poncho Sánchez de unos diez años atrás, Chick toca todas las notas perfecto, ojo, pero sin ese sabor de los cubanos o los portorros, es como que le falta algo. Le falta ron... Ya el inmenso Michel Petrucciani declaró que le encantaba el tango y Piazzolla pero que no se animaba a tocarlo porque era muy difícil... No, no es que Michel no estuviera en condiciones de tocar cada nota, en absoluto. Se refería a la imposibilidad de compenetrarse con el mundo interno del género, de ahí su renuncia a tocarlo. Por eso Joao Gilberto se recalentaba cuando iban los norteamericanos a grabar bossa nova y por eso va a morirse maldiciéndolos, porque Gilberto siempre sostuvo que la bossa para ser bossa debe ser tocada por brasileños dado que tienen en su sangre toda la información que la bossa requiere para sonar como debe hacerlo. La famosa Orquesta de la Luz, una agrupación de japoneses que tocaba salsa sonaba bien de lejos, pero cuando parabas la oreja descubrías que todo era muy estudiado, que había mucha partitura y nada de malecón, entonces el producto era hielo puro. Los argentinos podemos tomar el ejemplo de esos tangos a la Valentino que aparecen en esas películas europeas de algunas décadas atrás. Eso que escuchamos dista de ser el tango nuestro.

Sucede incluso hasta en grandes músicos populares que cuando uno de un género se pone a cantar otra cosa lo hace bien pero sin alma: Celia Cruz cantó pocos boleros porque sabía que no era su fuerte, de la misma manera que Elena Burke "la señora sentimiento" (quizá la mayor cantante de boleros y filin de Cuba) cantó pocas guarachas. Mercedes Sosa grabó escasos tangos porque no era lo suyo, porque no se sentía en condiciones de abordar el género en lo referido al "olor", no porque no estuviera en condiciones de embocar todas las notas.

Cuando estaban de moda las salseras, veías a las parejas argentinas que salían a bailar y parecían contorsionistas y por ahí en un costadito aparecía una pareja madura de colombianos o cubanos que sin hacer ninguna alharaca bailaban con un sabor, con un swing  que deslumbraba y que incluso sin proponérselo terminaba ridiculizando ese frenesí aerodinámico de argentinos que sencillamente no laten como un centroamericano o un caribeño. En el terreno murguero supimos tener en una época una interna entre las murgas barriales y las de estudio ¿Qué pasaba? las murgas de estudio eran, si querés, más profesionales, tenían más sincronización pero cuando aparecían los Reyes del Movimiento de Saavedra y Pantera Reyes hacía dos pasitos te caías (y te caés hoy también) de espaldas porque en cada movimiento de Pantera está la transmisión de una cultura murguera de antaño, Pantera es uno de los últimos reservorios de ese acervo.

Lo mío puede sonar demasiado compartimentado, algún lector creerá que soy muy esquemático, y quizá tenga razón. Escribo lo que veo y lo que siento. Plácido Domingo tiene todo el derecho del mundo de cantar clásicos de Gardel y un montonazo de gente a disfrutarlo. Pido permiso para balbucear otra mirada que seguramente será avasallada por tanta parafernalia mediática, por tanto presentador de noticias que anunciará durante todo el fin de semana pasajes del recital del tenor español en el obelisco. Pido permiso también para decir que el bandoneonista no lo encontró en ningún tango, que Domingo cantó como apurado, que se iban de tempo y que hubo pasajes de la soprano (en los tangos) que me sonaron fatalmente horrorosos, pero eso es más subjetivo aún.

Creo que cada género musical tiene sus particularidades y sus olores, creo por lo tanto que cuando a las músicas regionales se les quita todo lo que las rodea se las transforma en un producto sin alma, sin vida. Creo que como me dijo alguna vez una egresada del conservatorio, los conservatorios se encargan de limar todos los costados de localía de los estudiantes para terminar produciendo grandes ejecutantes pero sin alma, sin tierra, sin identidad. Creo que nadie toca un blues mejor que un negro de Harlem o un son mejor que un santiaguero. De la misma manera creo que nadie canta un tango mejor que Goyeneche, Gardel, Luisito Cardei o Angelito Vargas. Creo que hasta el bolero sufrió la amputación de la percusión cuando llegó al continente y que si bien los cuates le agregaron una dosis de dramatismo en las letras que el bolero antillano no tenía, en lo estrictamente musical lo mutilaron.

Por todos estos motivos no me gusta cuando Plácido Domingo u otra estrella de la música europea cantan tangos o boleros.
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26 comentarios:

Flavia dijo...

Ni hablar. Mi sensación es la misma. No sólo anoche esperaba que no siguieran cantando tango sino que nunca me gustó la voz lírica en los géneros populares. Aprecio que Domingo haya querido homenajear al público que le mostró un afecto especial, y en estos espectáculos siempre suceden estos despropósitos.
En lo personal, siempre me gustó más Pavarotti que Carreraas o Domingo. Saludos

susana dijo...

Lo que me disgusta es que lo lirico es reconocido como la mas alta cultura que se puede escuchar, lo clásico es lo clásico y no es superior ni inferior a otros aspectos de la música, pero para cierta " gente" lo lirico es lo más y se le permite invadir otros campos arruinando la canción.¡que desubicado y falta de gusto¡

Daniel dijo...

No tengo la menor duda que es así.

desvinchado dijo...

lo lírico es un embole, todo lo que toca mata. No es la impureza de géneros.
Por otro lado lo gigantesco mata la música, distrae, embola.

Quevedo dijo...

De acuerdo en todo el comentario y te garegaria que la orquesta en su conjunto sonó mal. Ya cuando grabó hace un par de años un CD de boleros demostró que el timbre para este génro y no tedigo nada para el tango no era el fuerte de Placido. Creo que esto se debe a que la música de escritoria genera este tipo de cosas para cierta clase pacata que cree que este bolero o tango por Domingo es más culto que por La Serie o Goyeneche y lo hace diferente y no al alcance de los sectores populares . No es facil la postura critica a Domingo en este momento que el tipo estuvo de primera con respecto a los cerdos de la prensa y funcionarios de este espantoso gobierno. Era para Bravo-Leuco que lo miran por TV

Patricia Melgarejo dijo...

Leda Valladares decía que el canto coplero era "Grito y corazón". Me desgañité frente a mi profesora de canto tratando de lograrlo y no pude. Creo que mi mejor interpretación fue un fado a modo de canción de cuna para hija de un mes que no se dormía. Disculpame la compadreada, pero esta discusión es vieja. Porque el bueno de Plácido viene insistiendo en cartar tango y bolero -es mexicano de nacimiento- con esa técnica que aprendió a manejar maravillosamente pero que lo aleja de lo popular ¡desde hace un montón de años! A nadie le gusta pero como muchos espectáculos masivos, se organizan primero con lo que sabe hacer -dirigir orquesta, cantar lírico, le falta la parada de manos- y viene la parte popular. Como hacía Angel Pericet con su compañía de danza, empezaba por la Escuela Bolera y terminaba con flamenco, y no le salía tan bien como a Antonio Gades pero el auditorio rugia. Lo menciono porque acaba de morir y todos los años acompañaba a mi madre al teatro a verlo bailar para un público de viejos españoles y descendientes. Y entendí el código. Tenés razón. Pero me parece que la discusión de cultura de elite y cultura popular la fatigamos en los 70, ahora está todo mezclado. De paso, a Goyeneche le sobraba corazón pero si hubiera tenido más técnica y una vida ordenada hubiera cantado igual que de joven ¡muy bien! Sé que parezco una pacata pero es mi aporte a tu muy bien argumentado post.

Desde el corazón de la soja dijo...

Estamos de acuerdo. Cada uno en su rubro. Lo que pasa es que Plácido y otros lo usan para ganar unos pesos más. La música llamada clásica tiene un público limitado y de poder adquisitivo más bien alto. Anda comprar un CD con una ópera con una orquesta y cantantes de primera: sale carísimo. Lo mismo las entradas al teatro.

Silvina Aguilera dijo...

Basta de discriminar muchachos! Gardel grabó jotas, Goyeneche "La flor de la canela". La música popular está atravesada desde siempre por todos los géneros y por eso es popular.
Lepera fue impuesto a Gardel por la compañía discográfica hace setenta años, cuestionar estas cosas a esta altura es cuestionar la legitimidad de las industrias culturales.

Ajenjo dijo...

Siendo la música ni mas ni menos que expresión, podemos decir que el sabor local sería lo mismo que el acento de tal o cual geografía al lenguaje hablado. Entendiendo esto (y hablo desde mi gusto puro, solo eso) siempre suena mejor el tango por Floreal Ruiz que por Plácido ¿cual de los dos canta mejor? no lo se ¿cual de los dos canta mejor el tango, Floreal, sin dudas, porque trae ese bagaje callejero del que está impregnado el tango, y que dudo que Plácido haya podido mamar en Madrid.
Sin embargo, no estoy en desacuerdo con el cruce de géneros o las fusiones ¿como podríamos desacreditar a Chano Dominguez, que encontró un bello equilibrio entre el jazz y el flamenco? ¿por que sería menos válido lo de Chano, que el jazz piano puro de Bill Evans, o que las bellas soleas de José Sabicas? ¿por qué deberíamos relacionar o comparar el cruce de generos, con las músicas que lo preceden o posibilitan? ¿por qué no considerar estas amalgamas como algo nuevo?
Por otro lado, es cierto que esa manía comercial de plantar una orquesta sinfónica detrás de cualquier músico ya aburre, no aporta nada nuevo, no levanta el target, y a menudo es un indicador de que tal o cual artista está en baja. Sin embargo, se puede integrar una sección de cuerdas para enriquecer y embellecer a la música, solo falta un arreglador con mas ambiciones artísticas que comerciales, y los resultados van a ser tan bellos como Takk, de Sigur Ròs, o Song For Anyone de Chris Potter.
También he notado en algunos comentarios que se vapulea a la música clásica y quisiera dejar una breve opinión al respecto. La música popular, fue durante siglos, transmisión oral, tradición, costumbre, y debe a la notación musical clásica, el poder ordenar y mantener su partitura. También hay muchísimos aspectos técnicos de la música clásica que han enriquecido y mejorado la música popular (pienso en el maestro Antonio Agri, en Arturo Sandoval o en Wynton Marsalis) En estos tiempos, los límites entre la música académica y la música popular son bastante difusos y permeables. Es un tanto riesgoso, porque en nombre de la experimentación y el cruce de géneros, han intentado vendernos unos cuantos mamarrachos, pero festejo ese borroneo entre la música clásica y popular, porque también despliega un abanico de posibilidades para la belleza.

Marcelozonasur dijo...

Que piola... yo también prefiero al Diego jugando de mi lado, Jimi Hendrix tocando la viola o al Gabo escribiendo una novela.
Pero hoy vivimos tiempos de "crossover". No veo mal que se haga pero si, es cierto, a veces sale sin alma, sin vida.
Tal vez por eso Pavarotti fue mas pillo, no lo hacía solo, sino con duetos. Se "nota" menos.

Ladislao dijo...

Estoy de acuerdo, ayer después de la marcha en Plaza de Mayo comentábamos algo parecido. No por impugnar que lo hagan, pero sí para expresar el gusto. En lo personal me gusta mucho lo así llamado 'clásico' a tal punto que en una temprana infancia era lo único que escuchaba. Pero la vida me fue mostrando variedades y puesto a revisar lo que más escucho hoy es 'folclore' (por qué se lo sigue llamando así? el tango, que también me gusta, es 'folclore'?). Cierta vez escuché bosa en un 'boteco' de un pueblucho brasileño y me encantó. Me encantó a pesar de que lo había escuchado mucho tiempo antes, cuando no había aprendido portugués y parte de vivencias con compañeros brasileños. Creo que por ahí va la cosa. También viviencié un tango diferente, quizá antiguo, una vuelta en Medellín, donde puedo asegurar que viven el tango fuertemente.
Con esto quiero decir que hay 'importaciones' pero siempre que sean vivenciadas.
Saludos

El anónimo dijo...

Gerardo Comparto tu opinión, pero voy a ir un poco más a mi personalmente todo lo que venga de lo lírico me aburre mucho. Mucha técnica, poco potrero, cero alma. Al estudio hay que sumarle esa cuestion particular. Y mirá lo que son las paradojas Screamin Jay Hawkins era cantante lírico se dedicó a la música popular y fue un genio.

louzelig dijo...

Gerardo, te recomiendo encarecidamente el DVD que grabó la tana Rinaldi en Finlandia, en el año 99, con la orquesta de Seinäjoki (en Youtube hay unos videos)

No sólo es posible el cruce entre lo clásico y el tango, si no que Susana lo lleva a un nivel de dramatismo incomparable...
Son conmovedoras las versiones que hace de "el último café", "los pájaros perdidos" o "el corazón al sur", si no son las mejores versiones de esos tangos pegan en el palo.

Tiene ese don que mezcla el arrabal con la cantante lírica, que obviamente Plácido no tiene.

Para mí es una de las grabaciones fundamentales del tango, y sin embargo no ha tenido la más mínima difusión.

Saludos!
Jorge

Graciela dijo...

Impecable apreciación Gerardo. Comparto totalmente incluido las observaciones sobre la soprano. Por eso insisto que màs que nada Domingo trató de hacer un homenaje, claro con un solo tango alcanzaba
Cariños

bartolomé rivarola dijo...

10.000% de acuerdo Gerardo.
Y voy por más: Goyeneche era mucho más sabio, ya que sabía que no le daba la voz para cantar ópera y no lo hacía, ahorr´nadose los papelones a los que se exponen Plácido Domingo o Pavarotti cuando cantan música popular.
Creo que esto se deriva de ese prejuicio de que lo que hacen es "musica superior", entonces los habilita a interpretar cualquier otro tipo de música que, por definición es "inferior"

jorgeduardo41 dijo...

me gusta mucho domingo cuando canta opera, pero cuando canta canzonetas, tangos , boleros,etc,cambio de dial

Eva Row dijo...

Los recitales son una forma de ganar plata con pala. Y desde el punto de vista de la música, no son el ámbito donde se pueda escuchar y ver al artista como corresponde.
Desde que se inventaron los tres tenores que hacían recitales masivos, una industria de ganancia millonaria comenzó a interferir en el mundo de la lírica. Los que somos amantes de la lírica consideramos parte del espectáculo, al teatro con su acústica, como si fuera un instrumento que contiene a la orquesta. Escuchar ópera en el Colón no tiene nada que ver con escuchar a un cantante lírico en un recital.
La ópera tiene su público, que no tiene nada de especial, más que lo que tiene de especial el público del fútbol o del rugby, o del tenis. Simplemente hay que entender lo que se mira o escucha y gustar de ello.
A mí no me gusta el fútbol. Por eso no diría por ahí que considero estúpido que once grandotes disputen a otros once grandulones por meter una pelota adentro de un arco. Y que millones de personas hablen de eso todo el tiempo. Y encima que haya barrabravas y muertes.
Como siempre, lo que arruina todo es el lucro capitalista. De no ser por eso, la ópera no hubiera salido de su reducto, donde los más conocedores van al Paraíso y no se pueden pagar una entrada a platea.
Tampoco es cierto que hay ser cultos para entender o gustar de la ópera. Hay algo que hace a cierta gente amar la lírica. Algunos de los cuales son unos ignorantes en todo sentido. No es cierto que la cultura va unida a la ópera. Hay mucha gente muy culta que no la soporta y yo los entiendo perfectamente.

Ana Migliorini dijo...

Compañero!!! que pedazo de clase que se mandó en este post!!!! (así se dice?). En un todo de acuerdo con Ud, desde la médula a la epidermis. Ni una coma de más. Excelente!!!!

Marmaduke/Eddie/Matt dijo...

De acuerdo también. Plácido Domingo es un desastre cantando tangos. Y la cosa no viene de ahora. La primera vez que me hicieron escuchar un tango grabado por él fue en 1974. No creo que ser "comercial" sea un pecado, de todos modos. Lo contrario de "bueno" es "malo", no "comercial". ¿No fue "comercial" Goyeneche acaso? Y nadie, absolutamente nadie, cantó el tango mejor que él en esa breve etapa de su vida que fue desde su separación de Pichuco hasta bueno... hasta que derrapó y se convirtió en sombra de sí mismo. Esas grabaciones que hizo con Atilio Stampone (Tu, El cantor de Buenos Aires), con Baffa-Berlingieri (El último café, Callejera, Berretín), con Pontier (La última curda)y hasta con esa "Orquesta Victor" (El día que me quieras, Madame Ivonne) son monumentos musicales irrepetibles.
Eddie

pancho dijo...

por el gallego nos ningunearon el acto en plaza de mayo, placido bien pero que deje el tango para los que saben.

Barullo dijo...

La música "clásica" no es mejor ni peor que la popular. Sí es más compleja y por ello requiere mayor dedicación en la escucha hasta encontrarle el gusto y no terminar pensando que son pechos fríos.
Dicho esto, es notorio que los músicos y cantantes populares nativos siempre interpretan mejor lo que ya tienen incorporado desde la cuna y que difícilmente se aprenda en un conservatorio. El caso de Domingo no es la excepción y me parece que el mejor homenaje que le puede hacer al tango es no cantarlo.
Pero lo más patético y tilingo es que la gente se emocione porque una estrella de nivel mundial haga temas autóctonos. Es otra forma de coloniaje, de pensar que los de afuera siempre superan lo nacional.

Ajenjo dijo...

Sin dioses ¿estás seguro que la música clásica tiene "cero alma"? La experiencia es intransferible, y nadie puede saber que sucede en el fuero interno de un músico, ni cuando frita una milanesa ni cuando toca el concierto para violín en do menor de Brahms. Para tocar música clásica es necesaria una formación muy intensa y exigente, y dudo que alguien quiera desperdiciar diez años de su vida (en épocas en que estudiaba, la carrera era 52 materias, todas anuales. No creo que haya cambiado demasiado) para tocar música, si no siente ese fuego, ese amor por el arte.
Los músicos de las orquestas públicas hacen grandes esfuerzos. Trabajan en el ensayo y siguen en sus casas, puliendo y refinando las indicaciones del director; ponen su propio instrumento, solventan los insumos, cuerdas, tripa y resina para el arco, o cañas y boquillas en el caso de los vientos, y también pagan de su bolsillo cualquier ajuste o reparación que el instrumento necesite; se pagan hasta su uniforme, y todo eso, por un sueldo que está muy por debajo de lo que merece alguien que se preparó durante una década. Podrían ganar mas como jingleros publicitarios, pero siguen tocando música clásica ¿en serio pensás que no hay pasión ahí? hasta se bancan que un pavo como macri, que no puede cantar el arroz con leche, los llame delincuentes, y sin embargo siguen tocando. Yo no se si eso no es pasión.

- J. S. Bach quedó casi ciego por escribir música a la luz de una vela.
- L. V. Beethoven sufría una sordera progresiva, y aún así siguió haciendo música. Sus últimas obras las compuso en la sordera completa.
- Robert Schumann, el gran compositor del período romantico, perdió la razón, se volvió loco, y fue internado en un manicomio. Recluido de prepo, y sin poder tocar o escribir música, se dejó morir.

No me digan que no hay amor, fuego y pasión en la música clásica.

lidiaazul dijo...

Ajeno, coincido contigo en un todo. Si bien la musica se divide en buena o mala, sin importar el genero, es indudable que la musica clasica es producto de muchas horas de estudio, de poder plasmar en una partitura esa sensibilidad tan especial. no estoy en condiciones de desmerecer ninguna, solo que el que gusta de la lirica y establece contacto con las fibras del alma, sabe lo que se siente. Es una experiencia casi orgastica, extremadamente unica que no me ha dado la musica popular, aunque es la que elijo para escuchar y divertirme. Creo que no hay que analizar tanto y dejarnos llevar por el placer que nos brinda. Cuestion de gustos, decia mi abuela...dejemos el analisis fino para la politica, los artistas nunca pasan.

Anónimo dijo...

Bueno voy a comentar: primero pienso muchas cosas juntas, una que coincido en que "los nenes con los nenes y las nenas con las nenas" en el mejor de los sentidos... me parece que es obvio que Placido no canta ni por putas con "olor a tango" como decis vos...pero por otro lado pienso... el arte se trata de justamente no limitarlo de ningun lado... y hoy esta todo limitado y cuestionado y evaluado. por ende...Placido no canta un tango liricado por expresion propia, lo canta asi porque SE LO PIDEN ASI...
y es cuestion de gustos... para mi el tango se canta por un tanguero...pero no esta mal innovar y probar cosas tampoco

otra cosa: no se quien firmo que la musica clasica, o que los que hacemos musica clasica no sentimos... o algo asi... perdon pero eso no es cierto, de hecho aveces no podemos cantar de la emocion que nos causan las obras y la potencia que transmiten...y le ponemos el corazon como si cantaramos musica popular o etnica o lo que sea, porque ES MUSICA.

y no todos los cantantes o musicos que hacen musica clasica piensan que es la mejor, hay muchos que si, porque son muy cerrados...pero tambien es cierto que otros como yo, y varios y muchisimos mas amamos todos o mucha variedad de musica y logramos disfrutarla a la vez. y creo que hay muchos otros tantos que piensan que la musica popular es LO MAS y hacen asi una comparacion pedorra que no tiene sentido. ES INCOMPARABLE.

bueno eso es todo!

sofi

Carlos G. dijo...

Todas las expresiones musicales tienen un determinado carácter y es eso lo que no pueden incorporar y mucho menos trasmitir en sus versiones los cantantes líricos cuando se "atreven" con temas de la música popular.
No tiene que ver con que no tengan derecho a cantar estos temas y mucho menos que desafinen, simplemente no los interpretan.
Comparto tu punto de vista (y de oido).

Marmaduke/Eddie/Matt dijo...

Una última cosa: que uno tenga que elegir si le gusta más la música popular o la clásica es una opción imposible. Entre las dos yo prefiero la buena, la llamen como la llamen.
Recuerdo que hace 45 años (+ o -) Atilio Stampone dio -con su orquesta- un recital en el Aula Magna de Medicina de la UBA. Y antes de comenzar habló precisamente de esa falsa opción. Y terminó diciendo: "La diferencia es arbitraria. Yo pregunto: ¿Que composición es más clásica y cual más popular si hay que elegir entre la Invitación a la Danza de Von Weber y Adios Nonino de Astor Piazzolla?".
Eddie

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