domingo, 28 de junio de 2009

Adiós a Eduardo lagos

En medio de este loco frenesí electoral irrumpe una noticia triste para la música popular argentina. Triste por la talla de la pérdida y triste porque así como pasó por la vida trasuntando los suburbios del reconocimiento a su obra, a su aporte y a su inventiva, su deceso pasará por un costadito y no muchos se darán cuenta de su ausencia.
Eduardo Lagos, que se murió a los ochenta años es un pianista de una significación central en el desarrollo de nuestra música folklórica. Si el piano folklórico argentino fue definitivamente "inventado" por Adolfo Abalos, que recogió estudios entre otros de "El Tata" Farías Gómez (el padre de Chango y Marian) y los ubicó de manera tal que creó una forma de tocar todos nuestros ritmos, Eduardo Lagos es quien enriqueció la concepción pianística de Adolfo, incorporándole "cositas" extractadas del lenguaje del Jazz pero sin perder "tierra" y sabor nuestro, simplemente demostrando cuánta riqueza hay en nuestra música.
Desde Manolo Juárez y Oscar Alem hasta Lilián Saba, pasando por Marcelo Perea o Eduardo Espinassi, todos los grandes "comedores de teclas" argentinos reconocían en Eduardo Lagos al gran inspirador, al gran maestro.
Eduardo tuvo una importancia central en los discos que Mercedes Sosa grabó entre fines de la década del sesenta y comienzos de los setenta en Philips. Grabó algunos discos memorables que siempre estuvieron por fuera del gran circuito comercial.
En definitiva, se me ocurre que la marginalidad de Lagos es lo de menos puesto que sus estudios y su legado sobrevive en infinidad de músicos argentinos que abrevaron en su sabiduría e ingenio porque la mejor forma de recordarlo es también evocar sus dichos y los títulos de algunas composiciones suyas como por ejemplo "Qué alta está la tuna", naturalmente parodiando ese standar del jazz americano que se llama "Que alta está la luna"
Aquí les dejo para disfrutar la versión de su chacarera icono "La Oncena", grabó en 1990 en Melopea junto al "Negro" González en contrabajo y "Pocho" Lapouble en batería. Valga recordar que esta obra la compuso en 1956. Si hoy sigue sonando como algo vanguardista, imaginemos lo que era 53 años atrás donde ni siquiera existían los Huanca Hua.
Eduardo, te seguiremos difundiendo como siempre.



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6 comentarios:

Raúl C. dijo...

Gerardo:
Muchas gracias por incluir 'La oncena' (Mercedes Sosa decía que era terriblemente difícil de cantar -y la cantaba terriblemente bien-) y recordar a este valioso músico, al que se atribuye la célebre frase 'la música es el arte de combinar los horarios' (de los amigos -que vivían de diversos oficios, musicales o no- para poder juntarse a tocar la música que les gustaba).
Raúl C. (ex RCW)

Gerardo Fernández dijo...

Me contó Eduardo que cuando Mercedes la quiso cantar, él le advirtió sobre los riesgos que corría.
Así fue que la primera vez que la hizo en vivo, en una parte se fué a la mierda y dijo Mercedes: "tenías tazón Eduardito que era dificil de cantar"

hugo dijo...

que semana triste. Hace unos días se nos fue Emilio de la Peña y ahora Eduardo Lagos. Seguramente se van a juntar en el cielo para improvisar a cuatro manos sobre algun piano celestial.

Quevedo dijo...

Tanto hijo de puta hablando y haciendo macanas y se vienen a morir los tipos que valen . Solia contar chistes maravillos de su profeción de médico y tenía como músico anécdotas de todo tipo .

Quevedo dijo...

esa frase " que la musica..." tambien se la atribuyen al Malveta Malvicino

Raúl C. dijo...

Quevedo: creo que tiene razón. Esforzando mi memoria recordé que en realidad yo se la oí decir a Lagos en un recital (tocaba con nenes como Hugo Díaz y Domingo Cura), y es muy probable que hubiera mencionado a su autor.
Raúl C. (ex RCW)

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