El jueves fui con Ceci y Sofi al estreno del film La del
Chango. Sofi tiene casi 28, es profesora de música. Su madre es una amante de la música, es fácil imaginar entonces que en
nuestra familia se escucha mucha música y que los hijos absorben esos sonidos.
Sofi, además, asistió al Colegium Musicum desde los 4, hoy integra un grupo
vocal de cámara y sigue tomando clases de música. La música es inescindible de
su razón de ser. Bien, Sofi desconocía la existencia del Chango Farías Gómez,
siendo que en casa está toda su discografía, también ignora que existieron el
Chango Rodríguez y Carlos Di Fulvio, por citar sólo dos nombres trascendentes.
La pregunta, entonces, es qué medio tiene más capacidad para tender puentes que logrean
unir estos continentes, aparentemente tan alejados? ¿Acaso no es la radio la
que tiene más a mano los discos y los textos para concebir programas que
difundan nuestra música de raíz folklórica y ciudadana? Creo que sí, creo
también que si no lo hace la radio no lo hará otro medio.
Pero al toque surgen las excusas: que no hay financiación,
que un programa así no vende, etc. Lo que las excusas ocultan bajo siete llaves
es que el problemas más serio para emprender un proyecto de esas
características, es que prácticamente no hay en el medio personal que esté en
condiciones de nombrar dos títulos compuestos por Raúl Barboza o Atilio Stampone.
Ahí radica la gravedad: nadie difunde lo que no conoce y nuestra radio está
repleta de tipas y tipos que no conocen nada para atrás, porque además fueron
formados para que lo desconozcan.
Un programa que evoque a Cafrune, a Los Trovadores y
Zitarrosa será inevitablemente un programa protestón, que incluso no logrará asimilación con ninguna fuerza política, ni aún las que se dicen más radicales.
Un programa que se meta de cabeza en las décadas del 60 y 70 será incómodo para
el stablishment radiofónico, porque en más de una ocasión pondrá en evidencia
la pobreza conceptual de la dirigencia radiofónica argentina y, ya se sabe, a
nadie le gusta que su mediocridad se ponga en evidencia.
Hay, por cierto, una excepción, que es la FM La Folklórica,
pero es una aguja en un pajar. Es el típico rinconcito DE POR Y PARA los que ya
conocen, los que tienen memoria, los que no olvidan, en suma, los que integran
esas selecta minoría que poco tiene que ver con el sentido de quienes
entendemos que si lo que nos gusta no tiene difusión masiva no hay caso.
La radio cumple hoy 96 años y muy pocos van a leer estas
líneas, porque ¿Para qué sirve que Sofi conozca lo que pasó en la música
popular 20 años antes de que ella naciera? ¿Sabés para qué? Para recuperar la
memoria y desde ahí recuperar nuestra identidad, nuestra razón de ser,
recuperar nacionalidad, argentinidad, valores que los gerentes de la hegemonía
consideran algo vetusto, sin sentido. Claro, en tiempos donde todo tiende a
sonar igual y donde nos han convencido de que el mundo es uno solo y que casi
no hay diferencias entre un argentino, un francés y un turco, porque todos
toman Coca Cola y están gobernados por el gran capital trasnacional, venir a
hablar de la importancia de recuperar nuestra música popular con todo lo que
ella arrastra parece una pérdida de tiempo.
Pero a Sofi, le encantó la película sobre el Chango Farías Gómez
y quiere que la vea Javier, el conguero que tiene por pareja, lo que indica que todavía no todo está perdido...
4 comentarios:
Bastante de acuerdo.
Como amante del folklore y el tango pensé que para el caso del folklore iba a haber algún resurgimiento a través del boom que, en su momento, fueron Los Nocheros y Soledad, aún pensando que eran clavos ardiendo en los que sostenerse. Pensaba que con la mayor difusión de algún tipo de música folklórica se iba a abrir alguna grieta en el dique de contención que son el 99% de las FM, pero lo único que más o menos progresó fue la onda Jorge Rojas, y creo que eso no va a cambiar mucho el panorama.
Saludos.
No casualmente muchas propagandas de TV ahora tienen banda de sonido cantada en inglés e incluso algunas te hablan en inglés directamente.
Saludos...
juan
Creo que faltan profesionales formados. A lo mejor un programa didactico con musica de los 60, o folklore o lo que sea termina siendo un poco embolante. Pero si uno se acuerda de Hector Larrea, O carrizo, o el mismo Victor Hugo nos paseaban desde Stampone, el Chango, leda valladares, un aria de Tosca de Puccini, o Chabuca Granda en una misma tarde en medio de esas mesas de amigos que solo la radio arma. No se donde ni como se forman los prfesionales de hoy. Pero esos programas que les digo venden sin duda, No es incompatible lo comercial con lo cultural si se saben hacer las cosas creo.
Es así Marcelo, no hay incompatibilidad entre lo cultural y lo comercial. Sucede que, entre tantas cosas que nos faltan, nos faltan vendedores, personas que entiendan el negocio, que vean que por ahí hay un empresario que puede apoyar un proyecto distinto, pero lo primero para eso es sacarse de la cabeza que eso es imposible. O sea, tener la capacidad de ver que así, como en política, se deben hacer alianzas, también es lo mismo en esta materia. ¡Abrazo!
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