Piedrazos mediáticos

Cada vez que el presidente va a un acto el macrismo sufre, fundamentalmente, su falta de convocatoria. La ausencia de tropa propia en los actos es un convite para que un puñado de disconformes y opositores se arrime a metros del presidente y con llamativa facilidad pueda hacer oír su voz, en este caso una voz de profundo rechazo a las políticas implementadas por el orador.

Por ello, el gobierno y sus medios afines -La enorme mayoría de canales, radios y diarios- la emprende con una campaña plagada de inventos y falsedades cuya veracidad se asienta exclusivamente en que todos dan por verdaderos un montón de tremendos inventos y bolazos mientras que el poder de fuego de los medios opositores está vez más reducido y es consumido fundamentalmente por sectores ya convencidos políticamente.

El drama de la concentración mediática fabulosa que estamos viviendo es que tamaña cantidad de medios dándole veracidad a verdaderos inventos, como las agresiones a Macri en MDP, termina instalándose como verdad y ello incide en porciones importantes de la población que no tienen una posición tomada en lo político. Dicho de otra manera: lo grave es que una parte sustantiva de los argentinos termine dando por verdaderos los inventos mediáticos tomando como fundamento que lo repiten prácticamente todas  las radios, todos los canales y todos los diarios. El caso de la supuesta militante que habría estado junto a CFK en la villa 31 y luego en Mar del Plata es la prueba más evidente de la alevosía con que están procediendo. Hay que dedicar un tiempo mayor al de la mayoría para encontrar las pruebas de que a todas luces no es la misma persona y que lo único que hay es el color rojo, que en un caso es un chaleco y en otro una campera.

Argentina es en estos días un laboratorio singular donde se está poniendo a prueba la capacidad del entramado mediático de instalar como datos reales una serie de inventos y falsedades.