jueves, 23 de abril de 2020

A propósito de Mundstock y ciertas giladas


A propósito del fallecimiento de Marcos Mundstock volvió a aflorar esa actitud mediocre de refutar a un artista por sus posiciones políticas. Tengo para mí que en su gran mayoría quienes entran en ese juego conocen poco y nada de la obra de Les Luthiers y del rol de Mundstock en ella, pero el meollo del asunto también está en ciertas gentes que no tienen instalado el divisor de una cosa y otra en su cabeza, son los que desprecian a un músico fabuloso como Paquito D'Rivera por sus posiciones políticas anticastristas, son los que por lo bajo siguen impugnando a Astor Piazzolla por su antiperonismo y así, la lista sería infinita. A toda esa caterva monofónica hay que recordarles aquella máxima de Panigassi "Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa". Escribo estas líneas desde las antípodas del pensamiento político de Marcos Mundstock, pero lo hago agradeciendo todo lo que aprendí gracias a su obra. Porque todavía recuerdo cuando en Tres Lomas, allá por 1979/80 salíamos a boludear en el auto por las noches, dando innumerables vueltas cagándonos de risa con Les Luthiers, cada noche descubríamos un nuevo sentido a cada obra porque nos enseñó a indagar en nuestra política y en nuestra historia, si la verdad es que aún hoy sigo descubriendo cositas nuevas en sus obras de 30 años atrás. Me recuerdo con Griyo, con Alfredo Balbín y algún otro compinche en aquellas desoladas madrugadas, cagándonos de risa con Mastropiero que nunca y Les Luthiers hacen muchas gracias de nada. Soy de la generación que creció gracias en parte a este grupo y a la línea que bajaba en el entrelíneas de sus discos pero por otra parte ¿Hemos dejado de compartir buenos momentos con amigos que eligieron otra posición política? No me encuentro en ese equipo. Sí se han generado enfrentamientos y discusiones obvias ¡Gracias a Dios! pero repito "una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa".
Alguna vez cada uno de nosotros deberá admitir a cuántos que están del mismo lado del mostrador no los soportan, en mi caso hay como para hacer dulce y no por ello salgo a practicar un falso militantismo de red social desde el cálido ambiente de mi hogar, sentado orondamente frente a la PC. No flaco, eso no es militancia, pero ese es otro tema.
Rescatémonos a nosotros, dejemos de ser tan imberbes, o tan giles, o tan nabos, o tan pelotudos a cuerda porque el país no se construye discutiendo lo que una vez dijo tal o cual en tal programa sino evaluando su obra, y la de Mundstock no se hizo en la mesa de Mirtha sino en 50 años de humor inteligente pensado para todos quienes coincidieran tan un solo punto, en el no a la idiotez.

domingo, 29 de diciembre de 2019

De vuelta el campo


A sólo dos semanas de asumido el gobierno de Alberto Fernández ya padece movilizaciones de chacareros en diversos lugares del interior, esto no hace más que ratificar dos cosas: que el sector está en pie de guerra y que el peronismo sigue sin formular una acción política virtuosa para ese sector que es el más vital de nuestra economía a nivel nacional y termina yendo al choque, aún sin buscarlo. Luego de la confrontación de 2008, donde desde este blog se bancó a pie juntillas la 125, luego de aquella dura derrota y luego de algunos años que sirvieron para pensar y repensar qué hacer con y hacia esto que se instaló como El Campo surge la necesidad imperiosa de entender que un gobierno popular debe antes que nada darse una política hacia ese sector, que sencillamente es el mayor aportante de divisas y el de respuesta más rápida en el marco de una crisis sin precedentes ¿Implica esto desistir de ideas y formulaciones? Para nada, implica realizar un diagnóstico preciso y luego operar en consecuencia, para ello es central reconocer que el campo tiene una serie de batallas ganadas desde lo ideológico y cuenta con un andamiaje y cobertura mediática fabuloso, basta con escuchar las radios en las mañanas de los sábados para comprobarlo, por ende cualquier intento de alegre confrontación es un atajo hacia la derrota.

Lo concreto es que el sector está en pie de guerra a menos de un mes de asumido el nuevo gobierno y se dice agredido por una disposición en cuanto a retenciones que equipara las que había instalado Macri con algunos puntos de diferencia, nada que amerite tamaño estado de asamblea, pero las cosas son como son y no como a uno le gustaría que fueran. Ante este escenario ¿Es razonable ir a un nuevo choque cuando, incluso, el campo está dentro de ese 40 % que votó a Cambiemos? Para mí es comprarse una nueva derrota que en las actuales condiciones podría lesionar muy seriamente al gobierno de Alberto. Lo que se impone es ponerse a construir una política que tenga como objetivo integrar a ese sector a los grandes objetivos nacionales pero para ello es vital partir de la base que con la confrontación no se irá a ningún lado victorioso, mas bien todo lo contrario. Hacer política es antes que nada hacer diagnósticos crudos de la realidad sobre la que se pretende actuar, por eso es un error salir a confrontar desde las redes al campo cuando sus sectores más ultras se muestran en las rutas. La sociedad no es gila y sabe leer mucho mejor las cosas de lo que muchos creen. Que sean sus ultras los que generen rechazo y no salir desde nuestro lado a responder provocaciones pues eso es lo que están buscando para reinstalar un escenario en el que creen -con certeza- que llevan las de ganar. Hay que probar con trabajar en sus propias grietas, que las tienen y muy grandes; su frente interno está sumamente agrietado y una política inteligente lo primero que debe hacer es filtrarse entre ellas que es lo contrario de una confrontación frontal que termina haciéndolas desaparecer, hay que operar sobre sus contradicciones intestinas pero teniendo claro que es el sector más dinámico de la República Argentina y que hacer política en Argentina implica necesariamente asumir esa realidad y operar en consecuencia. 

No hay que rendirse ni bajar banderas, hay que estudiar, investigar y entender que el campo está, existe con sus vicios y virtudes y que por lo tanto se lo debe entender, de lo contrario estamos fritos. Que el campo tiene más ventajas que otro sector es cierto, hay que asumirlo. Pretender dar una pelea sin soldados y sin plan es suicida. Siempre es mejor un mal acuerdo que una derrota sin contemplaciones.

martes, 10 de diciembre de 2019

Hoy se vuelven a abrir las puertas de la esperanza popular


El 10 de diciembre de 2015 era un día climáticamente bello y no hacía tanto calor como hoy. Recuerdo que esa mañana me compré un celular nuevo, creo que lo hice con un sentimiento de despedida, casi como considerando que esa sería la última compra antes del crudo invierno que se avecinaba y sabiendo que no todos tendrían ni la piel ni los refugios de los osos para sobrevivir. Y así, fueron pasando lo días: empezaron con Pobreza Cero, con la intervención de la AFSCA en pleno enero, demostrando claramente qué parte del poder les interesaba más, subió fuerte el dólar y comenzaron las intrusiones de Macri y Vidal en distritos como La Matanza donde no sólo no avisaban la intendenta su visita sino que hasta la raleaban de las fotos y a partir de ahí una catarata de medidas, todas apuntadas con precisión milimétrica a hundir definitivamente aquello que estuviera mal y destrozar lo que estaba bien con el objetivo de postrar de manera definitiva a la patria para que no tuviera capacidad de respuesta y así quedase condenada a mutar en un gran sembradío sojero y un 30/40 por ciento de los argentinos incluidos mientras el resto penaría buscando las pocas changas que quedaban o caería de a poco por las balas socialmente higienizantes de la policía y así sucesivamente. Argentina parecía comenzar a hundirse en medio de un festival liberalote y muy reaccionario que fue más festejado y acompañado de lo que recordamos, ojo. Ya casi no recordamos el intento de transformar el 24 de marzo en un feriado móvil y así tantos actos de gobierno perfectamente apuntados a cortarnos las piernas definitivamente, pero acá estamos, nuevamente de pie, cierto que con achaques, arrastrando a los heridos como en las películas de guerra, pero estamos. Sabemos que Argentina es hoy un cantón suizo en medio de una sudamérica copada por gobiernos de derecha y que eso impone la necesidad de hacer mucha y buena política; sabemos que el macrismo con el 40 por ciento y el odio militante de buena parte de su activo no dará respiro, sabemos eso y mucho más pero también tenemos algo de valor incalculable que es la memoria. Todos hemos heredado de alguna u otra manera ese montón de historias que relatan un país solidario, con trabajadores que tenían su quincena en Mar del Plata y eso es un valor incalculable y en él debemos abrevar para nutrirnos de esos valores a veces intangibles que mueven a los pueblos tras su porvenir, por ahí habrá de ser el camino.

El macrismo ha sido el gobierno más exitoso desde 1983 a la fecha porque es el que logró llevar a la práctica la mayoría de las políticas que se propuso, todas apuntadas al desguace de la sociedad y el estado argentino, esto es central en cualquier análisis, por eso no es joda que ese gobierno exitoso se retire con el 40 % de apoyo electoral y un blindaje mediático fabuloso que seguirá en la misma porque en el país hay cosas con las que no se jode, barruntan las jefaturas mientras por los ventanales ven cómo se moviliza el activo peronista. Por eso la tarea que espera es ciclópea y es necesario remarcarlo una y mil veces.

Hoy se vuelven a abrir las puertas de la esperanza popular, ojalá que no se cierren nunca más

lunes, 21 de octubre de 2019

Lucas

Pobre Lucas, pasó como un rayo, envuelto en llamas, acorralado entre vicios y virtudes, derrotado, haciendo realidad aquella máxima que reza "vive rápido y muere joven".


SOY UN POPULISTA INCURABLE

domingo, agosto 04, 2013



Nunca ganaría una elección una fuerza política que siguiera mis consejos. Y es que, en el fondo, tengo la sospecha de que la derrota persigue cierto encanto, cierto poder oscuro donde late el deseo. Qué bolazo que dije, pero algo de eso puede haber. Algo así.
Pienso que una fuerza política que suba al palco a Delía, el terror de la gente de adentro, un tipo que es gordo, morocho, del conurbano y que está dispuesto a putear y pegar una piña, me cae bien. Me cae bien que lo suban al palco. Me cae bien una fuerza política que enfrente, o siquiera amague, o insinúe, prepotear a Clarín, a la jerarquía católica, que se junte con Hebe de Bonafini, que reciba su pañuelo.

Me gusta ir a los actos y ver a las señoras gordas y pobres de Barrios de pie tomando gaseosas de segundas marcas, me gusta mirar a los jujeños mascando coca de la Tupak, me caen bien –aunque extraños- los pibes de barba y pelo largo de la JP Evita, me resulta agradable leer Página 12, acordarme del cuadro de Videla, de la primer ministra de economía, de las mujeres en la corte, de Zafaroni, sí, Zafaroni ahí. Me gusta acordarme del himno de Charli García en la Esma, del discurso de Victoria Donda –que ahora es diputada, diputada- de Torcuato di Tella diciendo que le aburre el teatro y que no le importa la puta que esté al frente del Museo de Bellas Artes, me cae bien todo eso. Lo extraño a Ginés Gonzales García, ese personaje con pinta de fiestero. Una mujer en el ministerio de defensa, poder hablar del aborto, la deuda externa, el FMI, la legalización de las drogas. Poder hablar de este modo.

Me gustó que Kunkel le dijera hijo de puta a Solá, y sí. Que Bonasso sea diputado, también. Que Recalde grabe a los coimeros, que no esté más Nina Juárez, que se haya hundido en su mugre el progresismo berreta y conservador. Creo que nada de esto sirve para ganar una elección, creo que esto por sí mismo no alcanza para hacer un país más justo.

Creo que se están apagando las cenizas. Ya veo las caras de los inteligentísimos avispados que, con gesto de yo te dije, pasarán al frente para explicarnos que somos unos estúpidos irremediables, que todo esto es un engaño, una fantasía. Bien, pasen, adelante. Yo soy así: lo disfruté. Quizás quede algo más por ver. Quizás no. Pero si estuviese en Venezuela sería chavista, si estuviese en Bolivia compraría las postales de Evo Morales, si estuviese en Ecuador apoyaría a Correa, si estuviese en Brasil me vendría a la Argentina, donde Kirchner cumple las promesas de campaña del PT, si estuviese en Uruguay me sentiría un extraño, si estuviese en Chile tiraría piedras contra los carabineros. Soy un populista irremediable. Y Lozano me parece un pajero.

¿Porqué nadie escribirá mi canción, mi ensayo, la parte que me toca por ser, también, de clase media? ¿Porqué los que escriben sobre mí nunca me tienen en cuenta, porqué no detenerse en que yo no trabajo con las manos, no soy asalariado, compro más de tres diarios, escucho a Mozart y voy al cine y al teatro y a los actos kirchneristas?

Qué extraña representación: un país donde todos somos clases medias, no existen los empresarios –sino los camioneros, los productores, los periodistas, pero nadie es empresario, parece- ni los trabajadores. Existen las clases medias y los kirchneristas, que son esos negros que viven de un plan social o trabajan en el estado y son fuerza de choque, descerebrados que, perdónalos Jesús, no saben lo que hacen.

Tranquilos, ya les llegará su turno. Relean los dos primeros párrafos que escribí y entenderán: estoy acostumbrado a ser minoría. Ya les llegará su turno de hacer un país serio, con derechas e izquierdas y con división de poderes. Ya les llegará, no se desesperen. Vendrán las caras bonitas, los discursos con citas a Weber, los salvadores de la Patria, los respetuosos de las instituciones, los que luchan por la libertad y la dignidad, los restauradores de la democracia. Yo me volveré al rincón. A asustarlos, a ustedes que se asustan fácil, a asustarlos con que cuidado, despacio, que siempre podemos volver. Que puede volver la turba de sindicalistas, gordos del conurbano, pañuelos blancos, pendejos faloperos, barbudos y barderos, señoras tomando gaseosas de segundas marcas agarradas a una cuerda dentro de una columna piquetera, y un muchacho, ahí a la izquierda, que escucha a Mozart y en el fondo está contento con que la canción de las clases medias no lo incluya.



viernes, 19 de julio de 2019

El macrismo es algo muchísimo más grave grave que Mauricio.

Te pueden pasar cosas jodidas en la vida pero ninguna tan perjudicial como que te convenzan de que no te merecías la vida que tenías; que te hayan inoculado ese sentimiento de que vivías por encima de tus merecimientos; que te hayan metido en la cabeza que vivir dignamente no es algo para todo el mundo.

¿Dónde se fundamenta esa creencia de que si no naciste en cuna de oro no mereces una vida como le gente?

Si te rajaron del laburo ¿Te pusiste a pensar si fue porque hacías mal la tarea o porque hubo que "reducir costos laborales"?

"El Macrismo es algo más grave y profundo que Mauricio".

El macrismo te taladra la cabeza con que cualquier política pública es populismo

El macrismo es inteligente y cuenta con usinas de propaganda de altísimo nivel, algo que fusionado con el clientelismo más desmedido y subrepticio que practica se transforma en el cóctel más peligroso para los desesperados porque opera sobre la desesperanza y el descreimiento para hacernos creer que en realidad todo fue siempre así y no hay salida

¡Y ahí está el veneno social que nos inoculan!

Históricamente los poderes concentrados recurrieron a las fuerzas armadas para desalojar a los gobiernos populares, pero eso ya es historia: ahora ganan elecciones convenciendo a mucha gente de que, como decíamos más arriba, no se merece vivir mejor.
No hay peor derrotado que aquél que íntimamente está convencido de la imposibilidad de ganar, ese ya entra a la cancha con el espíritu resquebrajado y ante el primer error estalla el sentimiento de derrota, que hasta llega en muchos casos a parecer placentero, entonces la familia que antes salía a cenar dos veces por mes ahora lo hace una cada dos y así sucesivamente y hasta lo hace con algún extraño sentimiento de gozo.

Empezás a disfrutar de lo que te va quedando

No hay derrota peor.

Y cuando te ponés a investigar las causas de tu descenso económico social y anímico escuchás que todos los políticos son iguales y te la creés

¿Pero sabés que no es tan así?

¿Cómo puede ser que si todos los políticos son iguales con algunos a la gente le vaya mejor que con otros?
Porque nos convencen de que cuando a nosotros nos va bien es porque hacemos méritos para ello y ahí está la trampa más fabulosa, porque siempre tendrás más vecinos que quedaron en el camino antes que vos y entonces te convencés que no te caíste porque tenías más recursos pero en ese mambo no observás que no te caíste tanto como los otros pero ya usás el auto una sola vez a la semana; volviste al tetra y la parrilla está llena de telarañas y oxidada, pero como te ponen el espejo del que se estrelló contra el paredón de la miseria te sentís que estás zafando...

Hasta el año que viene o el otro.

El macrismo es algo muchísimo más grave grave que Mauricio.

sábado, 13 de julio de 2019

EL PIBE MARGARITA



Te promocionan una bandeja con un churro ¡un churro! un solo churro, pero empaquetado, un churro con packaging, súper top pero resuper boló... Es que vos entrás a comprarlo y los que te ven salir del súper murmuran: "miralo a ese comprando en la cadena tal". Al rato te comprás el ofertón del momento, el último grito de la moda: un paquetito con el reborde de las porciones de pizza que otros dejaron, mientras tanto algunas mentes brillantes estudian la posibilidad de que quien desee un descuento mínimo en combustibles se baje del auto y se cargue él sólo la nafta, sin terceros. El señor practica el "Yo me arreglo solito", se ahorra unos centavos y se desentiende de ese muchacho que antes lo atendía.
Esto se llama reducción de costos laborales pero popularmente se conoce como
"mirá vos, chee"
Estamos dándonos cuenta de a poco y tarde, como corresponde a todo empomado, del nivel de recrudecimiento de esa ideología feroz que transforma la vida en sociedad en un todos contra todos y donde lo que sirve es hacer la propia porque si no te llevan puesto; llegar primero a tomarse una Manaos, que es la gaseosa del pueblo, de los que trabajan.
Ese mundo donde un pobre diablo se comprará el churro empaquetado sintiendo que de alguna manera eso es "pertenecer" y donde otro se morfe el borde de las porciones de pizza convencido de que en realidad, para qué comprar la porción entera si lo que le gusta es ese reborde gordo y además surgirán en segundos sus defensores diciendo
"Si al pibe le gusta comer sólo un churro para qué va a comprar más y si le gusta el reborde de la pizza ¿Quién sos vos para obligarlo a comprar la porción?"
La miseria como sentido común
Estamos hablando de una hegemonía ideológica con una carga de ferocidad nunca vista y lo peor es que no está claro si tenemos las herramientas para desalojarla.
Hay un flaco hecho mierda que tarde a tarde sale a hacerse la diaria con Uber. Al pibe le dicen Margarita porque cree que ya ganó...
El macrismo es algo más profundo y grave que Mauricio; el macrismo es todo un movimiento compacto, preparado en años, es ese "equipo" de nombres propios que está demostrando un nivel de perversidad pero fundamentalmente de precisión que verdaderamente aterra porque tiene chances de eternizarse (y conste que lo digo desde el dolor más amargo) ya que mientras nosotros utilizamos palabras complejas como precarización y demás conceptos comprensibles en el mundo académico y sus alrededores esta gente que nos gobierna trabaja por abajo en las cosas sencillas y obtiene resultados porque a ese mismo señor que perdió el empleo por esta política económica lo convencieron que en realidad el problema no es él sino que viene de antes, que la culpa es del populismo y entonces ahora hay que apechugarla y fruncir los cantos. Es ese mismo argentino que ha tomado uno de los más de dos millones de créditos personales que está desparramando la ANSES por todo el país. Si si, sabe que eso le alcanza apenas para achicar la deuda que contrajo con el de la vuelta para que no le corten la luz, pero ¿Sabés qué? Algo es algo y entonces aparece la publicidad de un banco -esa donde la kernerista ya no está- y el debate de la pareja no es por la compra en el Shopping sino en torno a qué hacer para tapar la gotera, y pensás que si Esperando la carroza se filmara hoy, Brandoni diría que tenían tres churros en lugar de empanadas.
El macrismo está para convencer al pobre de que siempre será pobre y que en todo caso de lo que se trata es que su miseria sea digna, ese es su sentido histórico, su razón de ser.
Su peligrosidad va mucho más allá de lo electoral

martes, 28 de agosto de 2018

Ginóbili y Maradona

Detesto esas posturas de señora gorda de quienes plantean una antinomia entre Ginóbili y Maradona planteando que Manu siempre fue noticia sólo por sus éxitos deportivos...
En rigor, desde lo deportivo es al cuete ponerse a buscar diferencias entre estos dos gigantes, pero el tema acá es otro y es que las señoras gordas no entendieron ni entenderán jamás que Maradona expresa, con sus vicios y virtudes, a una parte nada desdeñable de esa Argentina rea que a muchos nos encanta y estremece, entre otras cosas porque es consecuencia y no causa de los manejos turbios y apestosos de gentes de buenos modales tipo el Teniente Coronel Zavala de La Patagonia Rebelde.

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