La batalla recién comienza

Anoche discutí con algunos oyentes en la radio respecto a la ley de medios. Sucede que hay una mirada un tanto inocente de mucha respecto a que ya está, que ya se podrá aplicar la ley como si nada y en verdad no es así. Ayer mismo cometí yo el error de titular un post pletórico de algarabía diciendo "La corte liberó la ley de medios". No es tan así y la lucha será larga, cual marcha por el desierto. Arballo dice en un renglón que la ley "deberá convivir con el litigio multinivel como dato natural" y no hay que desatender este análisis de la situación. Lo mismos legisladores de la oposición ya están planteando modificar algunos artículos y la andanada de amparos está pronta para ir siendo lanzada en el marco de un acecho persistente que le imposibilite a la ley su plena aplicación.

No es función de los funcionarios del gobierno decir estas cosas, pero sí de nosotros. Hacerle creer a la gente que todo se arregló es perder la perspectiva de lo que tenemos entre manos. Si ya van casi 10 años en el tema de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble y aún no está cerrado, pretender que la transformación nada menos que del marco legal que regula el principal instrumento de influencia sobre las masas -los medios- va a cambiarse en unos pocos meses es cuanto menos un análisis de un nivel de infantilismo que asusta.

Todos queremos una nueva ley de medios, pero el sistema dominante en la materia tiene aún una fuerza que no se puede desconocer.

Sepamoslo y digamoslo ahora, aunque suene mala onda. Esta batalla recién está comenzando, y las caracterizaciones livianas de la correlación de fuerzas sólo sirve para que muchas personas puedan ilusionarse y fabricar castillos de arena que luego son arrasados por la realidad.