domingo, 9 de mayo de 2010

Reynaldo Sietecase y la utopía del empate.


Lo escucho a Reynaldo Sietecase en esta nota con Víctor Hugo y la verdad es que no sé qué pensar, no sé si solidarisarme o decirle "Viste viste"

Ha recibido dos buenos puntines en el Canal América y en LT8, la emisora de Rosario donde tenía una columna hace 12 años. Se le ha pagado con la misma moneda que se abona a todos los que de una u otra manera no ponen los dos pies bien adentro del plato, pero lo llamativo es que tampoco él los sacó nunca demasiado, es más, hasta me permito dudar de si los quiso sacar alguna vez. Recuerdo muy bien esta nota donde en un baño de pragmatismo nos decía que le encantaría que los dueños de los medios fueran de Estela Carlotto o León Gieco pero que en la realidad concreta los medios son de los que son y hay que convivir con ellos.

Muy bien, Reynaldo, aquí están las consecuencias...

Le respondí en aquellos días que su opción era falsa, que la cuestión no pasaba porque los medios fueran de León o de Estela sino por una profunda democratización de la radiodifusión de modo que a cualquier sector social u organización intermedia le estuviera permitido acceder a la explotación de una radio o un canal de TV.

Sietecase pretende practicar un tipo de centrismo que en las actuales condiciones es un infantilismo y lo más grave es que según se escucha en la charla con Victor Hugo reincide en lo mismo. A ver: Su posición me parece honesta pero absolutamente irreal. No se trata de que a unos les guste más o menos el periodismo, no se trata incluso de una cuestión periodística. Lo que estamos viviendo es una etapa cruenta donde determinados sectores empresarios no están en absoluto dispuestos a perder uno solo de los privilegios mal habidos y en función de ello arrasan con todo lo que se les ponga enfrente, llámese el gobierno o un simple periodista como él.

La verdad es que no sé si no se da cuenta de esta cuestión elemental o si la advierte pero sigue sosteniendo las mismas posiciones porque le cuesta dejar de jugar al empate.

En la vida hay momentos en que los espacios neutros desaparecen y no queda otro camino que ponerse en uno de los dos bandos. Y no es que esto sea bueno o malo, es así y punto. Sietecase intentó practicar un periodismo equidistante y no sólo no lo logró, porque sus programas junto a Rosín y Montenegro distaban de ser una expresión neutral y cosechaban no poco odio del lado del oficialismo sino que así y todo, o si querés pese a todo los terminaron rajando.

Días pasados invité a un periodista de un medio gráfico muy importante a una mesa que quiero armar en mi programa con colegas que trabajan en el Dispositivo mediático para que opinen sobre los ataques de Clarín a los Blogs y la respuesta fue que "bueno, o sea dejame ver porque tengo que consultarlo ya que yo no puedo ir a cualquier lugar como periodista de X medio, bueno mirá, lo consulto y te llamo...."

Sigo esperando esa llamada....

¿Se entiende adónde quiero ir con este comentario?


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14 comentarios:

Unknown dijo...

Vale la analogía de la mujer que es golpeada por el hijo de puta del marido pero que en realidad ella se cree victimaria y el golpeador víctima?

O son simples pelotudos y cagones?

Gerardo Fernández dijo...

No creo que sean ni una cosa ni la otra. Simplemente me parece que es un problema de enfoque.

El Canilla dijo...

A Reynaldo le pasó lo que a los tibios, no ? lo vomitaron igual. Creo que es un buen ejemplo de que el problema "medios" no es un tema de periodismo independiente y toda la sarasa habitual sino que, pone de manifiesto que son intereses de clase los que se estan poniendo en juego. Y cuando hay que defenderlos, como siempre ha pasado en la historia, lo hacen sin dudar y en forma corporativa. La enseñanza para la progresía vernácula es que algo similar les puede pasar en su alianza con el grupo Aah...

La Runfla dijo...

La verdad es que disiento con mucho de lo que se plantea en el post sobre todo porque Sietecase nunca pretendió hacer un periodismo centrista o neutral. Él hacía un programa de opinión donde la clave es siempre la subjetividad y la opinión propia. En ese marco causaba molestias tanto de un lado como del otro, pero lo que escribió su telegrama de despido fue su adhesión a la nueva ley de medios.

El gran problema del momento no es que falte lugar para la neutralidad sino que se juzgan las subjetividades con una taxatividad que preocupa. Vos mismo escribís que Sietecase "cosechaba el odio del oficialismo" y (yo agrego)evidentemente también el odio de sus patrones. Entonces su pecado no era la neutralidad infantil sino la opinión adulta de cualquier persona, algo que parece ser bastante complicado de aceptar por estos días.

En lo personal muchas veces he disentido con los análisis de Sietecase pero no siento que me hayan generado odio, ese sentimiento sospecho que lo tengo reservado para otros objetivos, porque si hay algo realmente funcional a la derecha es utilizar las mismas armas que esta ha usado para descalificar a los que piensan diferente.

Reinaldo no fue tibio, dijo lo que pensaba y se lo llevaron puesto; platear otra cosa me suena a ponerle culpas a la víctima de un despido que reconoce una sola raíz: su opinión.

En cuanto a la cuestión empresaria creo que el problema es más profundo, primero porque constitucionalmente quien está protegido dentro de lo que genéricamente reconocemos como la Libertad de Prensa es el periodista, no los grupos ni los patrones ni las empresas. Y segundo porque cuando hay medios controlados por empresarios vinculados al oficialismo la mecánica es idéntica a la de Clarín o De Narvaez. Sin ir más lejos en Córdoba, la AM LV2, propiedad de Ricardo Jaime, estuvo tomada desde diciembre hasta el viernes porque no les pagaban los salarios adeudados y los directivos, abogados y testaferros se habían borrado del mapa.
Aquí la falta de los laburantes no era ni la neutralidad, ni el infantilismo sino que querían cobrar y defender su fuente de trabajo, pero fueron maltratados con una crueldad que preocupa en un marco de silencio generalizado.

Algo muy similar pasa con medios de la esfera estatal donde Radio Nacional es un muy buen ejemplo de cómo se mal administra una herramienta poderosa dejando sin recursos a las emisoras del interior que, vaciadas de presupuesto, terminan rellenando buena parte de su programación como repetidoras de la emisora madre en Capital Federal.

Tux

Aldo Ulises Jarma dijo...

Toda la razón Gerardo. Sin embargo, a favor de Sietecase, me parece que su infantilismo "progre y equidistante" no es lo que abunda. Hay muchísimos más del tipo "lo consulto y te llamo..."
Eso son los tipos jodidos...

Gerardo Fernández dijo...

Tux: Está claro que tu valoración de Sietecase está muy lejos de la mía, pero eso no es importante. Lo verdaderamente importante es que tal como tu lo admites, su apoyo a la ley de medios fue su telegrama de despido con lo que ratificás el planteo del post aunque creés que estás en desacuerdo.

El punto es que hay instancias donde sólo hay dos lugares posibles donde pararse. Sé que es feo decirlo y doloroso admitirlo, pero es así. Sietecase pretende una equidistancia que me parece cuanto menos inocentona y por eso cosecha este tipo de agradecimiento por los servicios prestados.

Eduardo Real dijo...

Gerardo: Coincido con Tux en que no era neutro. Neutro, en todo caso, era el resultado final, pero no por falta de opinión crítica, sino por imponer la Teoría de los Dos Demonios en el ámbito político-mediático (que es lo mismo, hoy por hoy).

Es decir, in a nutshell, "Éstos son malos, pero los que se oponen también". La linea final que produce esta tipo de lecturas es "Los únicos buenos somos nosotros". Mirado de este modo, y bajo esta óptica, no sé si no lo ubicaría debajo de Majul. Por lo menos, es una mierda pero no intenta disimularlo.

Malacoda dijo...

Clarísimo Gerardo! El universo esta separado por dos monosílabos. Si o no.
Esta es la esencia de la libertad, de la elección. En el medio solo esta el hueco de lo deshabitado.
Rey aprendió mal y tarde esta simple lección. No me gusta juzgar por juzgar, pero creo que la tibieza es una metáfora de la cobardía.
Abrazos.

Daniel dijo...

"En la vida hay momentos en que los espacios neutros desaparecen y no queda otro camino que ponerse en uno de los dos bandos. Y no es que esto sea bueno o malo, es así y punto".

Yo si creo en esto. En este mismo sitio enumeré cosas en que no estoy de acuerdo con el gobierno, pero estoy firmemente de su lado.
Cuando enfrente está Franco sos republicanos y mirá que los republicanos hicieron cagadas.
Pero desde ese lado se construye.

Entiendo y apoyo lo manifiesto por Gerardo.

Anónimo dijo...

con respecto a sietecase digo que yo me acuerdo de lo que le paso a liliana lopez foresi y nadie ,pero nadie ,hizo ni dijo nada sobre eso ,y fue una injusticia impresionante , realmente concluyo ,los periodistas estos me tienen podrida. aguante la foresi !!

Daniel dijo...

En esa época, el único periodista que la sacaba al aire reiteradamente a la Foresi era Enrique Vázquez.

Unknown dijo...

¿Y qué debería haber hecho? ¿Alinearse con el gobierno? ¿Pararse con su opinión individual y ser independiente de los poderes y del gobierno es ser tibio? Sietecase apoyó firmemente las cosas que creyó buenas del gobierno, no fue tibio en apoyar la ley de medios. Y no fue tibio en rechazar en esa mesa de Mirtha Legrand la idea del "miedo".

timoneldetormenta dijo...

Lo escuché muchas veces en la radio. Me daba asco. ¡Que se joda! Todo en el era muy Lanatístico Caparrotístico, como escriben arriba "los únicos buenos son ellos" AndaaaaaaaaaaaaaaÁ!

Maximus dijo...

A veces, en lugares donde la necedad abunda, donde es imposible hablar o donde tu opinión no es igual a alguno de los dos contendientes, sos un cobarde? Qué es jugarsela? Alguno de todos los que opinamos nos la jugamos (de verdad)?
Poner a Sietecase a la altura de un Majul, sólo "porque es una mierda y no lo disimula" es ser poco menos que infantil. Eso sí es ser infantil de verdad.

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