
El neoliberalismo se fue dejando al país en llamas allá por
2001 pero su visión de los problemas nacionales quedó intacta, por eso,
saludaron a ese gaucho que apareció saltando el alambrado y les ayudó a
desencajar el auto, pero cuando les dijo que el camino era para el otro del que
ellos iban lo empezaron a demonizar. Corría el 2008 y el punto de quiebre fue
la disputa por la 125. Ahí se rompieron varias cosas, entre ellas, la alianza
con Clarín. La derrota de 2009 gestó los dos mejores años del kirchnerismo,
hasta 2011, donde empezaron los peores, básicamente por la lectura errónea del
54 %. Lo más grave fue el microclima, el
creer que todo lo que pasaba dentro del mundo K acontecía en la vida cotidiana
del resto de los argentinos. Nos creímos que las desmentidas a las operaciones
del dispositivo mediático llegaban al otro lado, pero no. No se enteraba nadie,
y eso lo comprobamos en cada discusión con familiares o amigos, cuando
perdíamos más tiempo discutiendo las fuentes de información de un hecho que del
hecho en sí.
Lo que pasó es que se hicieron muchas cosas mal, y lo mejor
que se puede hacer es reconocerlo cuanto antes y listo. Estuvo mal que cuando
Scioli dice que va a dar el 82% móvil Cristina haya celebrado su veto a esa
ley; estuvo mal que Scioli haya dicho que iba a subir el piso de Ganancias,
entre otras cosas porque el ciudadano de pie se preguntó, al escucharlo ¿Y
recién ahora? ¿Por qué no lo antes si hace dos años que lo venimos pidiendo? Estuvo
mal que ya en 2013, recién luego de la derrota ante Massa en las PASO se
subiera el piso de Ganancias y se modificara el monotributo. Cuando lo que
debiste hacer antes lo llevás a cabo porque perdiste, ya no sirve, no te
modifica un voto.
Lo más grave que puede suceder es que pensemos que Macri
ganó porque los que lo votaron son unos pelotudos. La derrota fue antes
cultural y política que electoral. Si nos agarramos la cabeza con los ejes
discursivos de Macri y su nivel de chatura es porque ese es el nivel medio de
lo que quería escuchar buena parte de la sociedad y si ese es el nivel de
"la gente" es porque en estos 12 años no hubo una repolitización como
lo supusimos ni se subió tanto el piso como lo imaginamos. Dicho de manera
académica si nos derrotó un discurso tan boludo eso habla pésimamente de
nosotros, de nuestra incapacidad de interpretar a la sociedad y de la ceguera
de no ver qué pasa por la cabeza y el alma de buena parte de los seres humanos que nos rodean. El peor error es contentarse sospechando que hay un 49 % de piolas
y un 51 de nabos ¿Acaso había tantas diferencias en las propuestas de uno y
otro candidato?
Ahora se viene un gabinete de CEOS, un país atendido por sus
dueños con guita que les van a tirar por la cabeza y apoyos de EEUU, los
organismos financieros, los buitres, la chancha y la máquina de hacer chorizos.
Van a hacer que la cosa funcione en Argentina para que Dilma termine de caerse
de una vez por todas y así cerrar estos 15 años infaustos para
"occidente". Ahora vuelven con todo, recalcularon y ¡A la carga! ¿Es
lúcido suponer que van a chocar la calesita en marzo? Vamos... Vuelven porque
no se habían ido tanto como nos imaginamos. Si ya en mayo de 2002 anchas
franjas de clase media y trabajadores pedían leña para los piqueteros ¿No los
escuchamos en su momento? La derrota cultural es porque no existió nunca
victoria cultural alguna. La derrota cultural es haber hecho una campaña
diciendo "tuto, quema"; La derrota cultural es pretender ganar un
voto diciendo "Mirá que si Macri gana..." y el interlocutor se cagaba
de risa. Derrota cultural es que ninguno de los candidatos bien del palo K
midieran más de un punto y medio y que hayamos ido a elecciones con un
candidato que, la verdad, cumplió un papel honorable, pero que nunca fue visto
como un kirchnerista tipo. Derrota cultural es que sobre el pucho haya
irrumpido Randazzo como el portador del santo grial K ¡Randazzo!
Derrota política es que ese gobernador del que se hablaron
pestes, que hasta se le negó ayuda para pagar aguinaldos en 2012 de un día para
otro pasara a ser simplemente "Daniel".
Derrota política fue que no supimos ver que en realidad la ausencia de Scioli en el primer debate fue un pelotazo en contra.
Derrota cultural es no entender que en estas elecciones el
kirchnerismo ofrecía lo peor que se puede ofrecer: más de lo mismo. Nadie
quiere más de lo mismo, siempre se quiere más y el análisis de muchos fue
"para seguir como hasta ahora prefiero "cambiar", total, en una
de esas quien te dice queee..." Y ahí se enterraron nuestros sueños de
ganar.
Martín Rodríguez sentenció antes de las PASO de 2011
"Ya descubrimos la cueva donde mora Magnetto, ahora debemos hallar el
camino al futuro" No lo hallamos y nos quedamos repitiendo los grandes
hits mientras querían escuchar nuevas canciones. Un día los argentinos se
enteraron que Clarín era una bosta y la libertad de prensa puro cuento ¿Y qué
dijeron ? "Ah, mirá vos" y siguieron laburando, llegando a fin de
mes, buscando mejorar las vacaciones. No les cambió la vida por enterarse de
que Clarín esto y lo otro. En política, como en la vida, siempre hay que seguir
para adelante. Cuando te disocias de la noción de futuro, cuando dejás de ser
visto como el camino más corto al futuro, empezaste a degustar la derrota.
De un día para otro nos dimos cuenta que en líneas generales todos estábamos de acuerdo con lo que hizo el kirchnerismo con la diferencia, empezamos a escuchar de parte de ellos, de que eso se podría haber hecho mejor. Un día nos enteramos que todo lo que se hizo había que hacerlo, pero de otra manera. Y fueron audaces al instalar ese debate al comprobar que la mayoría de la sociedad estaba a favor de mantener los ejes estructurales del modelo. Entonces dijeron "Mantenemos el modelo pero con una gestión más transparente y eficiente" ¿Ta?
Reconozcamos que el giro fue inteligente. Habían probado con la oposición frontal y así les fue. Cambiaron, se reposicionaron, nos dejaron en el lugar de lo vetusto, no supimos corrernos a tiempo y eso nos costó demasiado, básicamente porque no a todos los ciudadanos les importa discutir quién es el padre del modelo sino que les preocupa elegir al que se muestre más capacitado para gestionarlo. Aerolíneas seguirá siendo estatal, pero dejará de perder plata a costa de sacrificar frecuencias, cuando no rutas deficitarias. Así cerrará el modelo de gestión.
El gobierno hizo muchísimas cosas, decimos. Para eso está, nos
responden.
El gobierno hizo mucho más que otros. Mejor así, nos dicen.
(Antes de olvidarme, una aclaración: a quienes me saquen a
relucir montañas de post míos diciendo que la sociedad se había repolitizado,
que se había subido el piso y que Macri jamás ganaría les respondo que estaba
equivocado, que creí ver cosas que en realidad sólo acontecían en el microclima
del que fui y soy parte. Reconocer equivocaciones no es un error.)
Lo tremendo es no perder por Vaca Muerta, por la
recuperación de fondos previsionales, por el desendeudamiento, por los 5
millones de nuevos jubilados sino por la cadena... Es horrible ver que un
gobierno que hizo tanto se retire perdiendo por dos puntos y dejando un país
desendeudado y lo suficientemente emprolijado para que los mercados se hagan un
festival. Menem tuvo que arrancar de menos diez, Macri inicia su gestión con un
país que es una joya al lado del de 1989.
No se pierde por los aciertos, eh. Si tuviste tantos
aciertos pero no te diste cuenta de los errores que cometías, si para colmo
éstos suceden en el terreno de la percepción y toman un volumen electoral que
opaca aquellos aciertos, la verdad es que la derrota hiere aún más.
Por eso he decidido iniciar un nuevo emprendimiento y es el
alquiler de camellos. El desierto que tenemos por delante es sin dudas el más
largo luego de la proscripción. Sin el control de la provincia de Buenos Aires
y del Estado nacional, con las corporaciones repartiéndose negocios y los
medios hegemónicos regalando globos, la travesía que iniciamos será larga y
dura. Se nos han hecho trizas algunas certezas, como por ej, que la boleta del
gobernador la remontan el candidato a presidente y los intendentes y que la
provincia se gana con la fusta bajo el brazo; Se nos hizo trizas la certeza de
que con el triunfo en PBA se cubría la derrota en CABA, Córdoba, Santa Fe y
Mendoza.
Cuanto antes concluyamos el diagnóstico de lo que nos pasó y
tomemos conciencia de la fortaleza del proyecto que ha ganado las elecciones,
mejor nos irá, porque de lo contrario no habrá camellos suficientes para una
travesía tan larga.