jueves, 10 de junio de 2010

Carta de un grupo de periodistas de Clarín

En Taringa encontré esta carta, atribuida a periodistas de Clarín donde fijan posición sobre varios temas candentes. Como bien dijo Héctor Timmerman en Twitter "Si dan los nombres,Clarín los echan a patadas, así de simple".
No obstante, y pese a no tener pruebas de que efectivamente esta carta es genuina, la reproduzco porque merece toda la difusión posible.



"No en nuestro nombre "

Hoy, en el Día del Periodista, un grupo de periodistas que trabajamos en Clarín necesitamos expresar nuestro punto de vista ante varios hechos muy preocupantes, que creemos están deteriorando la credibilidad del medio y las condiciones necesarias para desarrollar nuestro trabajo con calidad y equilibrio. En primer lugar, rechazamos el sesgo evidente que está mostrando la construcción noticiosa del diario Clarín y otras empresas del grupo. Desde un tiempo a esta parte (particularmente desde la caída del contrato entre Torneos y Competencias y la AFA , y la sanción de la nueva Ley de Medios Audiovisuales), no se está informando desde sus páginas con suficiente balance y profesionalidad, sino que se está realizando una deformación polítizada de la agenda pública, con el fin evidente de construir una alternativa de gobierno opuesta a la actual administración nacional. (Y decimos esto más allá de las pertenencias e ideas políticas de quienes firmamos esta carta, que son amplias, diversas y hasta opuestas entre sí, pero mucho más ricas que la fórmula binaria K o no K, receta simplista que predomina en los medios del grupo). De esta manera, Clarín está perdiendo credibilidad, aceptación popular e influencia en la sociedad argentina. "Las opiniones son libres, los hechos son sagrados" dice el primer principio de nuestro oficio. Sin embargo, los hechos a medias y las opiniones difrazadas de información son lo que predominan cada vez más en las páginas de Clarín. No es tal la función que se espera de una empresa periodística seria en una sociedad democrática y plural. Y no es ese, tampoco, el legado de Roberto Noble y los buenos periodistas que han pasado por el grupo o que siguen perteneciendo a él. En segundo lugar, rechazamos ser involucrados en maniobras de desinformación tendientes a construir una justicia paralela para el caso de las adopciones de Marcela y Felipe Noble Herrera y la determinación de sus familias de origen. No queremos que el capital simbólico construido por los medios del grupo Clarin, que desde la recuperación democrática han ayudado fuertemente a reconstruir una convivencia plural y con respeto por los derechos humanos, se ponga al servicio de una obstrucción de la justicia o de la no aplicación de la ley, en especial en un tema que apunta al corazón del accionar represivo de la dictadura militar. Por esta razón, proponemos que en toda noticia sobre este tema, publicada en los medios del grupo o donde el grupo tenga incidencia directa, sea aclarado el vínculo directo de la accionista mayoritaria del grupo como imputada en el mismo, y que sean reflejadas con suficiente equilibrio, espacio y despliegue las restantes miradas sobre el caso. Además, pedimos que se respete la libertad de abstención para los periodistas y otros trabajadores que no quieran firmar, redactar, fotografiar, diagramar, ilustrar o participar de algún modo en la construcción sesgada de tales noticias, sin por eso sufrir consecuencias de discriminación, hostigamiento o despido. En tercer lugar, rechazamos que el 27/3/2010 se haya firmado como "De la Redacción de Clarín" el artículo que contesta la nota de Héctor Timerman y defiende las operaciones detrás de la adjudicación de Papel Prensa en 1977. No estamos de acuerdo con la intención de sumarnos a nosotros, los trabajadores, detrás de decisiones empresariales tan dudosas, con una firma que, por otra parte, es incompatible con un vínculo laboral normal. Y expresamos, ante esto, lo que dice el título de esta carta: no en nuestro nombre. En cuarto término, pero no por ello menos importante, creemos que es imprescindible una inmediata normalización de la actividad gremial interna en las empresas del grupo, hasta ahora impedida permanentemente con despidos, represión y silenciamiento. También entendemos que es primordial eliminar la precariedad de numerosos vínculos laborales irregulares, y blanquear a los trabajadores en esa condición según las leyes laborales vigentes. Lamentamos, finalmente, haber tenido que apelar al anonimato para expresarnos con este mensaje, pero esto se debe justamente a la política interna de recursos humanos (que se sufre tanto en Clarín como en Artear Canal 13, Radio Mitre, TyC y las restantes unidades corporativas), que ejerce una constante persecusión a toda acción sindical y de organización, e inhibe por consiguiente cualquier expresión de disenso, en flagrante contraste con la amplia cobertura que se les brinda a distintos conflictos y negociaciones gremiales desde los medios del Grupo. En el futuro volveremos a contactar a los compañeros de Clarín por esta misma vía (esperamos que, si las condiciones lo permiten, usando nuestra verdadera identidad), pero siempre apelando a argumentos racionales y de modo constructivo, sin injurias ni ataques personales, pues creemos que sólo de este modo podremos recuperar la credibilidad, las buenas prácticas profesionales, y los valores democráticos de Clarín.
Feliz Día del Periodista para todos, en el Bicentenario de la Patria.

Buenos Aires, 7 de junio de 2010


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9 comentarios:

Dany Benavidez dijo...

Gerardo la carta es fuerte y verosímil. Pero....no se. No digo quienes, pero cuantos, en que circunstancia, yo que sé, algo que le permita pasar de verosímil a verdadera.
Como le dije a Hector T. en Twitt.
Perdón, pero soy alérgico al pescado podrido. Sea quien sea que lo venda.

Jorge Devincenzi dijo...

Estoy de acuerdo en que las condiciones laborales de Clarín alienten la clandestinidad. Pero no habría que poner un poco más de huevos, o sólo los dejamos para corear en las consignas?

Diego E. dijo...

A mí me suena más a operación (ignoro de quién y para qué), que a redacción conjunta de varios periodistas.

Primero, el estilo de redacción es horrible. Hay comentaristas de blogs que escriben mejor.

Y luego, frases antológicas: "En el futuro volveremos a contactar a los compañeros de Clarín por esta misma vía (esperamos que, si las condiciones lo permiten, usando nuestra verdadera identidad)". Con el debido respeto a los periodistas de Clarín (los que trabajan, no las estrellas), eso parece una declaración de montoneros.

Me suena a una carta escrita por un periodista. Uno. A lo mejor, hasta trabaja en Clarín. Como pasante, ponele.

Y está bien, coincidimos en lo que expresa, pero no hay manera de convertir esa carta en algo representativo. Supongo que la falta de firmas tendrá que ver, y -por las dudas- no seré yo quien les exija que pongan en riesgo su trabajo.

hector dijo...

En primer lugar, los supuestos firmantes de la nota, deberían reclamarle al Sindicato por no defenderlos públicamente, o acaso el secretario general del sindicato necesita los beneficios de Clarín para algún pariente suyo.- Saludos

Daniel dijo...

Yo lo creo absolutamente.
Inclusive sea quizás el comienzo de algo que con el tiempo saldrá a la luz.

Ramiro dijo...

Buenas.
Coincido con la mayoría, la naturaleza clarinezca de la carta tiene poca credibilidad. Pero más allá de ello, ojalá sea real. Es más, creo que muchos periodistas del grupo piensan, cuanto menos, en forma similar.

El tema acá es la falta de firmas. Y a diferencia de Diego, sí pretendo (es más, exijo) que la carta sea firmada por todos y cada uno. Por qué? Porque los que se la jugaron en aquellos años negros de la historia lo hicieron y hoy no están. Y no se jugaron un sueldo.
Si aquellos periodistas quieren ser oídos que no susurren, que griten, que peleen. Solo así serán acompañados por este humilde bloguer.

Es solo una forma de pensar, de ver las cosas. Este país se merece gente con pelotas. Aquellos héroes anónimos(la mayoría) merecen que hoy, en democracia, no tengamos miedo de alzar un poquito la voz (y menos por un sueldo que hasta tengo entendido es miserable).

Saludos.

Il Capo dijo...

Coincido. No sé si conviene darle crédito a una carta que gira por internet sin ningún tipo de aval.

Como bien dijo el primer comentarista, el pescado podrido es pescado podrido, sin importar quién lo venda...

Y ojo que no es sólo una cuestión "ética". Simplemente que una carta que bien puede ser falsa deja de tener el peso que podría tener una real y pasa a ser un mal post de cualquier blog...

Jose Hernandez dijo...

Lo publique en mi Blog Latinoamericano, los invito a seguirlo



http://latinoamericano10.blogspot.com/

Diego E. dijo...

Ramiro, entiendo y hasta podría sentirme tentado a compartir tu postura.

Insisto en que no creo que la carta tenga el origen que dicen que tiene. Pero supongamos que sí. Puede, a su vez, tener dos orígenes: que los autores sean "la primera línea", las estrellas del grupo, en cuyo caso comparto tu postura. Pero también -lo más realista- pueden ser simples escribientes, pasantes y periodistas que casi son obreros de los medios, que se ganan el sustento escribiendo desde necrológicas hasta el horóscopo.

Y en este último caso, me viene a la mente una frase de Bob Row: algunos son muy valientes con el trabajo ajeno.

La verdad es que a un laburante no le pido actos heroicos. Si los tiene, lo aplaudo y en lo posible lo acompaño. Pero si no los tiene, no lo culpo de nada.

Sobre todo, porque están en una posición en la que no pueden ganar. No están sindicalizados, probablemente sean incluso una minoría dentro del propio grupo de compañeros. Pedir que salgan a inmolarse para que no cambie nada (¿o alguien piensa que una manifestación de cuarenta o cincuenta trabajadores de Clarín le hará mella al grupo? Para los despistados: ya hubo esas manifestaciones.) es, precisamente, ser valiente y generoso con lo ajeno. Y lo ajeno, en este caso, es además el sustento de un laburante.

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