viernes, 2 de octubre de 2009

Sobre el progresismo

Además de esta nota de Sebastián Etchemendi, por suerte tan divulgada en la blogosfera, la semana que termina arrojó un texto de Martín Rodríguez de una visceralidad que, creo, debe ser refritada. Recomiendo, ya que estamos, la audición de La Bloguera del miércoles donde Martín desarrolla un poco más algunos conceptos vertidos en ese post, por ejemplo, la idea de que habría que ir construyendo un Estado que nos proteja del Estado... (escuchenlo que está muy bueno)

Remarco algunos párrafos de Martín:

"¿Qué es lo que debió ser el progresismo? La reconstrucción del Estado. Y ello significa: agenda-de-derecha. Significantes de derecha. ¡Se los dijo el autor del Leviatán Azul! El único intelectual de la seguridad que vale la pena oír y leer. ¿Cuál era la tarea del progresismo argentino si no iba a ser la distribución de la riqueza?"

"Ser progresista debería ser saber exactamente cómo hacer una policía nueva. Ser de derecha en esta ciudad es sentirse mas cómodo en el Estado, sentirlo propio. La policía que iba a consagrar la definitiva autonomía… había que crearla, y bien. Macri la vio. Macri los cagó. Macri nos cagó. El primer consenso de reconstrucción del Estado era ese, horrible: el del Estado policial. Y la ciudad tenía un hueco, único, ¿y si se hacía una buena policía?, ¿cuánto daba un Arslanian por empezar de cero? Macri la vio con ese ojo de contrabandista."

Lindos ejes para poner a laburar el zapallo si lo que verdaderamente nos interesa es el poder y qué carajo hacer con él si alguna vez se lo tiene.

A propósito, recuerdo una idea muy provocadora que nos tiró Sebastián Etchemendi la semana pasada en la radio. Hablando de cómo debería meterse en la realidad el progresismo, dijo algo asó como:

"Hay sectores de progresismo que frente al tema de la pobreza dicen "hemos puesto a 20 especialistas estudiar el tema... cuando en realidad se trata de tener medidas concretas en el campo" (ver acá)

Lindas tareas para el fin de semana.

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19 comentarios:

OMIX dijo...

Gerardo: "y todavía les falta sacarse otras taras: hay mucho ecologismo paralizante de la industria campeando por ahi, hay antibelicismo, tanto que me parece que aunque nos invadan tenemos que rendirnos, hay mucho antimilitarismo, ni un peso a las fuerzas armadas, solo cursos de DDHH, un escuadrón de boys scouts nos arrincona en la Gral Paz.

Saravá dijo...

Como el futuro no pasa por Argetina me puse a estudiar Bossa Nova.
Llevamos setenta años de atraso y Brasil nos da una lección.
Kirchner, morite pronto!

un liberal argentino dijo...

Supongo que es el mismo Etchemendi que conozco, no veo cómo se transformó en una referencia para usted Sr. Fernandez. Voy al punto, está claro que el llamado progresismo, la centroizquierda a dejado, en los tiempos patrios, bastantes desplantes. Desde mi punto de vista, las fuerzas reconocidas de situarse en ese costado del field político son las mas conservadoras de la democracia argentina. Tienen a la nostalgia como categoría política sublime y temen pensar amando repetir.
No han dado un sólo paso en resolver cuestiones importantes para cualquier progresista ni cuando fueron (fuimos) gobierno ni cuando son (somos) oposición. Los conflictos se convierten en fantasmagorías cuando se enuncian y se postulan de manera finalista, se demoniza al adversario por considerarlo réprobo, se convierten a si mismos en vara de medición moral y política y finalmente se demuestran inútiles. Llaman populismo a la democracia por vagancia, adhieren a un Gobierno como el actual por pereza intelectual y se toman la temperatura espiritual todos los días invocando militancias, compromisos, posiciones. Eso si, de resolver un problema ni hablemos.

haslam dijo...

Coincido plenamente con usted, Liberal.
La política, como ejercicio de convergencia intereses opuestos hacia una idea de bien común, es una actividad muerta en Argentina.No de ahora, desde hace mucho. El bien común no es una idea que exista, porque cada sector desea eliminar para sí lo que no le agrada. En eso radica no solo el espíritu fascista de nuestra idiosincracia social, sino la sumatoria de imposibilidades que se han sucedido mecanicamente en nuestra historia.
Tanto para la progresía como para lo mas conservador de la sociedad, es preferible que la culpa la tenga el otro o alguna causa externa. Parace que en la tierra del psicoanálisis nadie haya hecho psicoanálisis para entender la compulsión repetitiva de toda la sociedad.
Desear que el peronismo ya no sea referente de la realidad politica no puede ser visto como síntoma de crecimiento colectivo mientras se conciba meramente como "gorila" tal deseo. Dejar atrás al padre es la mejor manera de honrarlo, que seguir siendo el formato por él deseado. Porque cualquier padre fué educado para un tiempo que ya no es, y el deber de quienes lo continúan en el tiempo es actualizar el mundo, no momificarlo en un recuerdo esplendoroso.
Argentina es el reino de la imposibilidad, en estos términos, y tenemos- como asegura Saravá- un vecino que ha dado muestras sostenidas de que significa "estar en tiempo", como decía el tema de Lennon (How to be in time)
Lula es un gran estadista, sin duda lo mas interesante de los últimos diez años en la región, que lejos de generar enemigos internos, los convoca permanentemente a ser parte de la maquinaria general del país.
Pero mas allá de Lula, Brasil viene sosteniendo su lugar de modernidad desde mediados de siglo. Como ejemplo, quiero decir que uno de los mas grandes literatos infantiles de la historia del Brasil, Monteiro Lobato, escribió una veintena de libros para niños en la década del cuarenta. Uno de los cuales, se trataba del petróleo, y de manera didáctica sostenía que el ejemplo a seguir era el de Argentina, porque era un país que ya había conseguido sus propias reservas, mientras que Brasil no se autoabastecía. Aquí se educaba, a la vez, con manuales de lectura donde el matrimonio- Papá y Mamá simbólicos- nos amaban y todo se debía a ellos. Si alguien se comparaba una casa, no era gracias a su trabajo y esfuerzo en primer plano, sino gracias a la tercerización mágica matrimonio.
Hoy puede verse la diferncia que una concepción de educación a generado en uno y otro país.
Y dan ganas de llorar.

Gerardo Fernández dijo...

saravá es un troll que vomita la pus de moda consistente en enrostrarnos el "éxito" de Brasil, un país con más desigualdad social que el nuestro pero con un polo industrial colosal y una burguesía con las cosas claras en cuanto a que el mejor negocio para ella es que le vaya mejor al país. Todo lo contrario de lo que ocurre con el empresariado rapaz argentino.
Curiosamente se toma de este troll el lector haslam para, de una forma aparentemente más refinada, plantear el mismo eje.

La proclama del troll y haslam se cae por su propio peso: Brasil no átravieza un buen momento sólo por Lula. A Lula lo precedió Fernando Enrique Cardozo. A los Kirchner, Menem ¿No dice nada eso?
Brasil llega a este momento donde se lanza de lleno a disputarle la hegemonía a los mismísimos EEUU con el envión de un proyecto de país que, repito, pese a arrastrar niveles de desigualdad mayores a los nuestros, sitúan a esta nación hermana entre las primeras potencias mundiales, y seguramente como la de mayor impulso entre las emergentes.
Brasil es mucho mas grande que Argentina desde varios puntos de vista: población, PBI, etc, etc.
Por eso la lectura no debe ser la de cotraponer Brasil a Argentina. La lectura corrrecta debe ser que Argentina se suba en un lugar privilegiado en el carro de Brasil, y no se puede negar que en los últimos años nuestra política exterior ha estado bien orientada en ese sentido.

Gerardo Fernández dijo...

Algo que sí debería estudiarse, ya que el post habla del progresismo, es cómo Lula tuvo habilidad y talento político para hacerse cargo de "ciertas agendas de derecha"...
Acá se lo hubiera puteado hasta en albanés desde varias sectas progres.

qwert dijo...

entre los peronistas, los militares y algo los radicales, logramos distanciarnos años luz de brasil, agradezcamosles

Ester Lina dijo...

Te cuento que mi esposo tuvo una experiencia laboral en una fábrica de Brasil y quedó asombrado, porque tan sólo con mencionarlo, los trabajadores realizaban su tarea, y con conocimiento, tal como un profesional... Tienen una motivación que atiende el bienestar del País en el que habitan... Y eso no es poco.
Pudimos ser potencia.
En Argentina se fabricaban autos... pero la ciudadanía los catalogaba como mersas...
Fabricamos aviones, los mismos que usaron para bombardear plaza de mayo en el 55.
Fabricamos zapatillas, que tenían suela negra, no sé porqué problema del caucho... y no las usaba nadie, perque era rebajarse... mejores eran las importadas.
Si hubiéramos evolucionado en el perfeccionamiento de esos productos, tal como hacen los chinos hoy día con las motos, que casi casi se estñán acercando en calidad a las japonesas, muy otro sería nuestro destino.
No somos progresistas, sino que tenemos complejo de inferioridad... Por eso no les perdonan a los K tener los propósitos tan claros... por eso hablan de "soberbia", cuando en realidad se trata de convicciones ¿Progreso? Tal vez... pero hay que remarla muy duramente...
Esta misma noche la Lilita dijo "Nosotros no amamos tanto lo que soñamos como para llevarlo a cabo. Nosotros no tenemos fe ni en lo que somos, ni en lo que hemos sido, ni en lo que queremos ser"
Más vale podría hablar de lo que ella quiere hacer para trascender eso que somos ¿no?
Saludos
Mona

haslam dijo...

Lo que usted afirma, Gerardo no es preciso: Antes de Lula, tuvieron a Fernando Henrique Cardozo., es verdad. Pero a la vez que usted y millones de argentinos votaban a Menem solo por el hecho de ser peronista, Brasil votaba a su propio Menem neoliberal, a otro Fernando: Collor dr Melo. De la misma manera, Collor de Melo intentó privatizar hasta el petróleo- cosa que no pudo porque Brasil no tenía un lobbista como Kirchner- y que instauraba la obscenidad del enriquecimiento mediante el poder político.
Por motivos bastante complejos, que no viene al caso desarrollar aquí, Collor de Melo fué "expulsado" de su cargo mediiante la presión de la oposición y de la opinión pública a los dos años de gobiernno, por el tenor de la corrupción que imperaba en su mandato. Menem, en cambio, fue ratificado en su lugar, a pesar de la corrupción, de las desastrozas privatizaciones, de los indultos, de todo lo que construye la actual “culpa progre” del kirchnerismo- eliminando todo posibilidad de error o de "traición"- Siempre a destiempo.
Paulo César Farías, mano derecha ejecutora de todos los lobbys de Collor de Melo fue sometido a juicio, pero logró escapar de Brasil a un país asiático donde finalmente fue encontrado por Interpol y extraditado. Al momento de la libertad condicional, terminó pegándose un tiro, asediado por innumerables causas y con la concinecia de que la justicia se encargaría de él.
Algo imposible de imaginar que suceda con un Corach, un Bauzá, un Kohan y con la justicia argentina, esa abtracción desbaratable con poder, dinero y contactos..
Brasil de algún modo se depura. Llega un presidente de una talla de inteligencia que Argentina no conoce en su modernidad.
Han dejado para el recuerdo al Perón -Getúlio vargas- o a presidentes brillantes como Juscelinho Kubischek, el presidente “bossa nova”, quién logró trasladar la capital y poner en la mira del mundo a su país. El Brasil moderno.
Argentina, por el contrario, añora algo muerto. Un muñeco de cera y una proclamas para un tiempo que quedóa allá lejos y hace tiempo. Y vive fuera del tiempo del mundo, sin un proyecto incluidor de todos sus sectores sociales y políticos con una nueva organicidad, atrapada en el resentimiento de lo que pudo haber sido y ya no será. Donde cada individuo- como en ningún otro país- tiene su conciencia de clase en primer plano sin una interacción sanadora. Donde se repele a las demás clases de manera mecánica, donde se celebra la “transgresión” y donde se repele también el cumplimiento de la norma, donde la ley no es el valor supremo. Y con esa tara histórica de un catolicismo político donde acríticamente se venera a mamá y papá, que siempre es verticalita, hasta para quienes lo sostiene creyendo que se trata de un modo socializante. Donde se valora la dádiva y no el trabajo. Tres matrimonios en el podernacional lo cnfirman y varios a nivel provincial también.
Somos un fracaso de sociedad, donde el optimismo solo puede establecesase en la vida individual.
Brasil no se puede comprender desde el pensamiento binario argentino, pero nos duele su evolución avasallante.

Gerardo Fernández dijo...

Haslam: Lo suyo apesta, definitivamente.

"Somos un fracaso de sociedad, donde el optimismo solo puede establecesase en la vida individual.
Brasil no se puede comprender desde el pensamiento binario argentino, pero nos duele su evolución avasallante."


Nociones como éstas son las que destruyen toda posibilidad de construir un país desarrollado.
"Somos un fracaso de sociedad, donde el optimismo sólo puede establecerse en la vida individual"
Mas allá de que esta frase me huele a copy-paste, el hechoe s que denuncia tu individualismo reaccionario. Para vos "este" país no sirve, porque hay pocos tipos como vos.

ram dijo...

Hay comentarios que debieran agradecerse - el de haslam, por ejemplo, una inmejorable demostración de que el antiperonismo es el verdadero cáncer de la política argentina, que le impide a los muchos como él ver más allá de la nariz y llegan a una conclusión patética como esa de que el país entero no sirve.
El comentario apesta, es cierto, pero también es penoso, porque en esa bruta descalificación de lo propio cae en la facilonga idea del Brasil "modelo". O Chile o Uruguay o, como me gustaría más a mí, Canadá (aunque habría que ver cómo se las arreglarían los canadienses en estos calores subtropicales)
Brasil, como cualquier país, no tiene ninguna garantía de ninguna política químicamente pura. A los aciertos se le pueden anteponer tantos o más desaciertos; no los hace ni mejores ni peores que a los otros, los hace particulares, los hace brasileños, como los argentinos tenemos nuestros méritos y nuestras taras.
Tal vez una diferencia central con los brasileños es que mientras acá hay tanto haslam, que se ve como turista injertado a golpes, los brasileños se ven como, ay, brasileños, que a la hora de los bifes tanto el blanquito con plata como el mulato muerto de hambre se ven sin dramas compartiendo la cédula.
Quizás habría que establecer sistemas de becas para los haslam, que se vayan un tiempo, que dejen de suspirar ese tiempo en este valle de lágrimas y se sientan belgas, chilenos, no sé, cualquiera de esos "modelos" y ver que tal les va, que tal los miran a estos sudacas, que se la pasan renegando de lo suyo. Y cuanta simpatía les despierta eso de denigrar al propio país.
Eso sí, ojito con la cana, tan amable allá como acá.
Saludos.

ram

haslam dijo...

Quise decir que este país no prospoera, basicamente porque está lleno de personas que votan a Menem o a Kirchner creyendo en espejitos de colores que csda cual promete: la revolución productiva y la redistribución, dos enunciados que nunca sucedieron ni sucederán, a pesar de la fé.
Tenemos una clase política que se encarga de enunciar algo y de hacer lo contrario detrás de la imagen mediática. No por nada el congreso y la casa de gobierno representan- en términos de "semiótica arquitectónica" esa división entre quienes representan y quienes son representados, mediante un vallado permanente que desconecta a ambos.
Mientras ese síntoma exista, será señal de que no hay política para los ciudadanos votantes, sino para feligreses ciegos que no ejercen la posibilidad de su pensamiento crítico con quienes votaron.
Su caso, Fernández.
Entiéndase bien la obviedad de que el síntoma- el vallado- es solo eso: la señal de una realidad mas profunda.

Gerardo Fernández dijo...

Haslam: No puedo menos que agradecerle su sinceridad brutal, porque sirve para que muchos incautos entiendan, con pruebas contundentes, dónde y cómo anida la serpiente del cipayismo vernáculo.
Al escribir tan de frente, usted nos muestra cómo siguen vivitas y coleando algunos corrientes de pensamiento que han sido y son muy nocivas para el pensamiento argentino.
Usted está fatalmente convencido que los argentinos son una reverenda bosta porque votan al peronismo. Si votaran otra cosa, también merecerían su desprecio porque para usted lo bueno siempre está afuera. Usted es la encarnación del coloniaje, de la cabeza corrompida por aquellas nociones según las cuales lo de acá no sirve para nada y debe ser sustituído por "lo de afuera". Y "Lo de afuera", en su momento pudo ser Europa y ahora será Brasil y mañana Rusia. Basta que sea de afuera.
Para formaciones como la suya, el país es una suerte de campo que produce riqueza que debe ser gastada en donde valga la pena: el exterior. Usted desprecia todo lo que venga de Argentina porque tiene la cabeza formateada por el virus oligárquico. Usted expresa de manera salvaje el espíritu de las grandes familias que viajaban a Europa con las vacas en el barco.
Usted pertenece al bando de los entregadores, usted es que le bate a los chorros de guante blanco dónde está la guita para que sigan con la eterna "salidera" que nos vienen practicando desde décadas los mismos chorros de siempre.
Usted es un batidor, Haslam, un vendepatria consumado y tan pero tan flipado que propagandiza la succión creyendo que el problema está en los argentinos. Nooo, mi amigo, acá el problema no son los argentinos, acá el problema son los entregadores como usted.

Anónimo dijo...

"entregadores"...

Gerardo, retrasás setenta años!!!

Ponete las Varta!!

vos votaste al peor entregador de todos los tiempos, a Menem!!!

Y ahora al empresario de Aerolíneas- Los Sauces- Alto Calafate!!!

Y te da el cuero para hablar de "entregadores" y "vendepatria" como si nada"!!!


Superás la categoría de "ser humano venidos a menos",

sos directamente un retardado!!!

Aguante Haslam y Lula!!!

Anónimo dijo...

Anónimo 13:27,

Argentina está como está por causa del imperialismo, de los cipayos como vos y Haslan.
Pero la peleamos y salimos adelante siempre, porque tenemos un potencial humano enorme.
Y además, no tiene nada que envidiarle a Brasil, ni siquiera el fútbol, porque la selección juega todas sus fichas siempore en los mundiales. Ni siquiera las minas, que son mucho mejores acá.
Si no ves cómo hay un país mejor después de estos seis años, es porque no entendés nada o porque no te interesa que el pueblo esté mejor y solo podés ver tu propoia buebuja.

Emi

Marcelo Falak dijo...

Excelente disparador, Gerardo. No quiero (como vos decís) generarme tráfico, así que si preferís no subas este comentario, pero quisiera que te pegues una vuelta por mi blog, donde fijo mi postura para seguir el debate. Abrazo.

Unknown dijo...

Al liberal y a haslam, los pasos por alto ya, porque exponen juegos literarios, lo mismo que TNbaum en sus notas en la revista 23, son laberintos intelectuales vacíos de contenido, si Ram contesta los leo para ver a qué contestó Ram. Ese planteo en rivalidad con Brasil a ver quien la tiene más grande, por suerte Cristina la sabe llevar en las cumbres internacionales y cada vez que menciona a Lula, él la mira embobado. Por suerte ese veneno que corre en los comentarios Argentina-Brasil no se corresponde con la realidad de las relaciones bilaterales.

un liberal argentino dijo...

Expongo juegos literarios, dice Vita, gracias Vita, nada me gustaría más. Sobre todo si eos juegos se cruzan frente a las mediocridades que estamos leyendo en respuesta de un planteo genuino, interesante, del Sr Fernandez. Y sucede luego que el bueno de Fernandez, que tiene el corazón grande, se crispa(es un gran Kirchenerista Fernandez) y sale con cualquier domingo siete, acusa a diestra y siniestra, utiliza vocablos de una extraña procedencia y justeza temporal y le agarra el trotskysmo y llama a la expropiación de empresas. Protejamos a Fernandez, cuidando el tono y la densidad de los comentarios. Todos lo vamos a agradecer.

Gerardo Fernández dijo...

Liberal, lo mío está lejísimo del trotskismo. Muy por el contrario es un razonamiento bien concretito y de política real.
Por supuesto que miro el conflicto tomando partido por el gobierno, no con la liviandad de quienes meramente observan desde la platea y comentan con el diario del lunes.

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