La Mesa de Enlace viene a romper todo

Las declaraciones de esta mañana de los capitostes de La Mesa de Enlace delatan que hoy van a la reunión a romper, que los tantos internos no les dan para sostener los acuerdos con el gobierno y que por ende la única salida que tienen es volver a poner sobre la mesa las retenciones y lograr así la coartada para pegar el portazo.
Seguro que en sintonía con esta movida los “meopongoatodo” avanzarán mañana mismo en el Congreso tratando de llevar al recinto la cuestión de las retenciones.
Es de libro. Las patronales verdes están hasta las manos porque tanto Buzzi como Llambías, que encabezan los sectores con mayor capacidad de movilización la han pasado mal desde la tarde del martes pasado. Sus frentes internos no resisten un relajamiento del vínculo con el gobierno. Por el lado de la oposición la realidad es más o menos parecida. Cuanto más se hable de las retenciones y más se ocupe el tiempo siguiendo los pasos del vampirismo sojero, menos espacio quedará para solucionar los graves conflictos internos que arrastran en su seno tanto el Macri-duhaldismo como las diversas cepas de lo que alguna vez fue la Unión Cívica Radical.
Solá y De Narváez saben que uno se tendrá que bajar o en su defecto romper. Para Macri su espantosa gestión es la principal oposición que enfrenta mientras que sus raleadas huestes bonaerenses se le rebelaron. Carrió sabe que no tiene alternativa a ponerse a la cabeza de las listas en capital para cosechar una cómoda derrota a manos de la jefa espiritual del Festilindo.
Y también se favorece con este clima el dispositivo mediático opositor pues en este contexto es difícil avanzar en la sanción de una nueva ley de radiodifusión.
A todos les conviene el conflicto, menos al gobierno y al pueblo.
El gobierno no va a tranzar en bajar las retensiones porque son un sustento básico para las cuentas públicas -a lo sumo habría que estudiar el caso de los pequeños y medianos productores- justo en momentos donde la crisis mundial recrudece.
Y el pueblo nada gana con que el Estado se desfinancie y que el sector que más ganó en los últimos años, mostrando ahora una voracidad de claro contenido antisocial, se quede con ganancias extraordinarias.
Si vienen a romper, entonces, que vengan.
Si quieren pelear habrá que pelear.
La verdad es que los de abajo es muy poco lo que tenemos que perder
Y mucho, muchísimo por ganar.