Cletomanías

Hace muy bien el gobierno argentino al impedirle a Cobos asistir a reuniones internacionales en su nombre puesto que desde su voto “no positivo” el vicepresidente dejó de pertenecer políticamente al Poder Ejecutivo Nacional.
El minotauro la juega de víctima y cierta prensa se hace eco de sus pesares intentando dar la idea de que Néstor y Cristina castigan por demás al mendocino, pero es una cuestión de sentido común: El Cleto ya no está en el gobierno. Obvio que mientras no renuncie seguirá haciendo sonar la campanita del Senado, pero no puede esperar un destino un poco más digno de acá al 2011.
Hace poco se quejó porque la presidenta no le firmó la autorización de gastos para asistir a una actividad en territorio gusano organizada nada menos que por el Miami Herald, hace poco manifestó que la presidenta no le habla...ahora esto ¿Es que acaso pretende que Cristina le dirija la palabra? ¿Acaso tiene el tupé de querer representar a un gobierno al que dejó de pertenecer mediante una actitud que no tiene parangones en el mundo?
¿Le da la cara para mandar operadores a los medios por estos asuntos cuando lo primero que hace no bien la presidenta viaja al exterior es reunirse pomposamente con lideres opositores?

Quizá se mezclen los deseos con la razón, pero sospecho que finalmente Cobos va a quedar en la historia como el gran traidor y que de a poco su imagen se irá secando como una gota frente al sol.
De a poco los radicalismos de Morales Carrió y Binner irán buscando denominadores comunes; de a poco el peronismo de Duhalde y Macri también estrecharán filas y es probable que la figura de Cobos se pierda imperceptiblemente en la nada como el sonido de la trompeta de Miles Davis.
Es probable que con el tiempo pocos se acuerden de Cobos y que de este personaje gris sólo quede el “Cletismo”, novel vocablo lunfardo que remitirá a la idea de Traición y choreo.