Un ejemplo acabado de Prensa Libre

Si hay un medio que en los últimos años ante las protestas de trabajadores y desocupados ha reclamado el cumplimiento de la ley -encubriendo así su aval al recurso represivo- es el diario La Nación.
Cualquier visita a su archivo desde 1997 -cuando se produjeron los primeros piquetes en Cutral Co y Tartagal- hasta el presente, servirá para encontrar montañas de Editoriales donde se pide que por sobre todas las cosas “Se cumpla la ley”. El eje del discurso es que las protestas sectoriales no pueden entorpecer al conjunto de la sociedad; Que el derecho de protesta de unos no puede avasallar la libertad de tránsito y de trabajo de otros, etc, etc.
Pero la postura de este medio comenzó a cambiar a partir del 11 de marzo y de ahí hasta el presente ha ido mutando hasta transformarse en la prensa partidaria del Movimiento de Liberación del Kempo (MLK).
Entonces, el piquete deja de ser una actitud despreciable para transformarse poco a poco en un espacio de reivindicación de libertad humana...siempre y cuando sea protagonizado por “la gente linda” del Kempo.
Tamaña mutación editorial queda expuesta en esta encuesta que La Nación cuelga en su edición online, donde con una candidez que enternese le pregunta a sus lectores:

¿Considera acertada la actuación de la Gendarmería en el despeje de la ruta 14?

Y naturalmente la horda salvaje responde en un 75 % que “No”. Que no considera acertada la actuación de la Gendarmería. Lo que significa que el 75 % de los lectores que votaron considera que está mal que la Gendarmería pretenda hacer cumplir la Ley despejando las rutas nacionales. O sea: Todo lo contrario de lo que La Nación ha pregonado desde 1997 hasta el 10 de marzo de 2008.
No deja de llamar la atención cómo el diario ahora en manos de los Saguier resuelve su cambio de postura: Como no puede escribir que en este caso está de acuerdo con que se viole la ley, se lo hace decir a sus desaforados lectores online mediante una encuesta.
Toda una demostración de “Periodismo Independiente” y “Prensa Libre”.
Todo un ejemplo de cómo una empresa periodística sujeta su línea editorial a sus intereses económicos y políticos.