Hoy más que nunca hay que "Hacer política"

La verdad que me inclinaba por matarlos a votazos. Mano levantada y a llorar a la Iglesia. Pero el conteo de porotos no viene tan dulce como era de esperar. La verdad es que uno suponía que antes de enviar el proyecto al parlamento el oficialismo habría hecho un conteo a fondo para ver con qué contaba. Pero parece que no fue tan así, que sin lograr salir de la defensiva encontró este recurso a mano y lo utilizó más que nada para zafar por un tiempo más.
Al día de la fecha y luego de haber husmeado por varios lugares, todo indica que se marcha a un proyecto alternativo donde el gobierno tendrá que entregar algo, cosa que no es grave si se maneja bien la coyuntura.
Algún reflejo me dice que está bueno este reverdecer del Congreso. Quiero decir: Hubo una etapa que requirió de un timón muy fuerte para salir del atolladero. Ahí fue Néstor Kirchner quien se lució conduciendo la nave. Pero como yo lo cantaba el gran Lavoe:

“Todo tiene su final
Nada dura para siempre”

La etapa del férreo control por parte del Ejecutivo se acabó y llegaron nuevos desafíos, nuevos escenarios y nuevos actores. Quizá aquí radica el error de análisis del oficialismo: No haber percibido que los tiempos habían cambiado y que así como dos años atrás ningún sector osaba cruzarse en su camino, hoy las cosas son distintas. En su envalentonamiento, Kirchner y los suyos cometieron el grosero error de confrontar con uno de los sectores más emblemáticos y poderosos del país como lo es el campo y encima embistió contra los multimedios cuando, reconozcámoslo, nadie cree muy seriamente en la vocación profunda del gobierno en lo referido a la sanción de una nueva ley de radiodifusión. Si en el 2005 prorrogó las licencias y el año pasado autorizó la absorción de Cablevisión por parte del grupo Clarín, como ya lo hemos escrito en este blog, no le creemos demasiado. Por supuesto que deseamos fervorosamente equivocarnos y que los hechos con su contundencia nos hagan pasar un papelón. Veamos, esperemos.

Sigamos con el análisis: El gobierno no se dio cuenta que los días de la suma del poder público habían quedado atrás y cuando quiso acordar estaba en medio de un conflicto como pocos reconoce la historia argentina.
Y si bien es cierto que muchas cosas han cambiado al interior de, por ejemplo, la Federación Agraria Argentina y que ya vendrán los días donde se juzgue a fondo el proceder de su dirigencia, nadie puede dudar que algún cagadón debió haberse mandado el gobierno para soldar a la FAA con la Sociedad Rural y la CARBAP. Esto es evidente.

Entonces ahora hay que pisar la pelota y ver por qué lado conviene seguir. Hay algunos datos que aunque antipáticos no se pueden desconocer: Por ejemplo que el sector rural ha evidenciado un apego dudoso a la convivencia democrática. Estamos de acuerdo pero ¿Qué hacemos entonces? ¿Los matamos a todos? ¿Seguimos confrontando en una espiral que tarde o temprano se lleva puesto al gobierno?
Ya lo cantó Serrat:

“Nunca es triste la verdad
lo que no tiene es remedio”

Es como en el Fútbol ¿Cómo si iba 3 a 0 y con baile ahora nos pusimos 3 a 2, y si nos empatan nos meten el cuarto?
Y... pasa. Pero no está todo perdido, hay que modificar algunas cosas y seguir metiendo.
Algunos datos se ven minuto a minuto más claros:

- El gobierno está cada vez más a la defensiva
- Las cifras oficiales no son creíbles (Lo del INDEC se paga)
- La sociedad no soporta más conflictos
- El gobierno tiene mas responsabilidad que “un sector” en bajar los decibeles
- El Gobierno tendrá que ceder algo
- Cuanto más demore el acuerdo, más grande será el pedazo que deberá entregar.

Muchas veces dar un paso atrás en el momento justo sirve para recuperarlo poco tiempo después. El gobierno puede aflojar unos puntos en las retenciones, puede achatar la curva famosa y también puede utilizar la coyuntura para profundizar en otros aspectos que hagan a la configuración de una política para el sector agropecuario que no tenemos.
Nada está perdido en política si se opera con reflejos ¿Alguien se acuerda de lo “acabado” que estaba Antonio Cafiero cuando se eligió a Herminio Iglesias como candidato a gobernador y a Luder para la presidencia en 1983? Miren cómo se sucedieron después los acontecimientos y quién tuvo muchísima más vida política...
Pero si el oficialismo no lee la etapa con extrema frialdad, está liquidado ¿Me pueden decir con qué tropa llega para tratar la Ley de Radiodifusión si a esta altura del partido se le vienen cayendo muñecos de todos los bolsillos? ¿Puede el gobierno garantizar una embestida parlamentaria contra el campo y días después contra los multimedios? Nada parece indicar que le quede resto.
Tiene que bajar un par de cambios: Ya consiguió por ejemplo en Córdoba poner al PJ y al juecismo en contra, toda una obra maestra de la inhabilidad política, y encima ahora la ruptura con Urquía profundiza la virtual despedida de una provincia vital para cualquier armado político. ¿Recién ahora se rompe con el aceitero? ¿A qué costo?
Mientras tanto Duhalde está operando como en los mejores momentos y, no jodamos, día a día crece un polo nada despreciable con De La Sota; Reuteman; Solá; Los Rodríguez Saa, y tantos más. ¿Alcanza con el manejo del Estado para frenar tanto armado político de gente con experiencia? Porque una cosa es lo que puedan armar Macri o la Carrió, pero muy otra estos muchachos ¿Me explico?
Y por si esto fuera poco, sigue creciendo lenta y parsimoniosamente la figura de Hermes Binner, un político tan prolijo que exaspera pero que ha dado sobradas muestras de que sabe de qué se trata la política y se dio el lujo de vencer al peronismo en el único lugar donde nadie había logrado mandarlo a la lona.
Ojo.
Así las cosas, creo que ha llegado el momento de ponerse a re-pensar cómo se sigue en la etapa. Sigo siendo cada día que pasa más opositor de la oposición que oficialista y el autoritarismo agropecuario me hace hervir la sangre porque no hay nada más indignante que ver cómo este sector, el más beneficiado en la historia y ni que hablar en el último lustro, se la siga llevando y logre sino una victoria, un empate, lo que en política y en las actuales condiciones ya sabemos qué implicancias tiene.
Hoy más que nunca es el oficialismo el que tiene que jugar. Y para seguir usando ejemplos futboleros:
“Sólo dependen de ellos mismos”