jueves, 16 de junio de 2016

El FPV, entre bolsos y gobernas


Mientras las fuerzas que hoy son oficialismo bloquearon el tratamiento de los nombramientos de nuevos jueces en la corte para cumplir nada menos que con la Constitución, a seis meses de asumido el nuevo gobierno, la mayoría de los senadores peronistas han avalado a los dos candidatos que Macri pretendió meter por la ventana mediante un DNU. A no confundirse: No estamos ante una demostración de candor democrático, los gobernadores peronistas demuestran de manera irrefutable que poco les importa si en Casa Rosada hay un peronista, un radical o un empresario que representa los intereses de los sectores concentrados.
El dilema del Frente para la Victoria no sólo es qué hacer con los chorros que tiene adentro sino también cómo posicionarse políticamente frente el macrismo ante la evidencia de que los gobernadores priorizan exclusivamente sus territorios y que su pertenencia al partido es pura formalidad puesto que en los hechos funcionan como fuerzas provinciales, porque ¿Qué diferencia hay entre la mayoría de los gobiernos provinciales del peronismo y el MPN o el armado de Maurice Closs en Misiones?
La derrota hizo caer varios velos y quedó a la vista de todos qué lo único importante para los gobernadores es cuidar sus territorios, por lo que todos los movimientos parlamentarios de sus representantes estarán sujetos a esa lógica. El gran problema es la inexistencia de una estructura partidaria activa, que defina claramente los objetivos políticos y los límites para evitar que sucedan votaciones como la de ayer o la de los buitres. Pero a la hora de buscar responsables debemos ser justos y no caer en la fácil de responsabilizar sólo a los gobernadores. La mismísima Cristina Fernández de Kirchner no manifestó el más mínimo interés por dinamizar el PJ cuando estaba en el poder, algo que ratificó en lo que va del año cuando se desentendió de los asuntos partidarios. Entonces ahora no podemos llorar sobre la leche derramada. La verdad es que 12 años de kirchnerismo no modificaron la realidad del peronismo profundo que en las provincias siguió siendo lo que vemos ahora y que la mayor responsabilidad en que esto sea así naturalmente la tienen quienes tuvieron la suma del poder y en función de ello podían aventurarse a gestar una transformación desde adentro del Partido Justicialista.
Este problema tiene una incidencia más grave que los bolsos de López porque demuestra la absoluta falta de proyecto político nacional y revela de manera cruel que la fidelidad de las gobernaciones es a la lapicera, sin importar quien la posea. Esto sólo se revierte con el fortalecimiento de una estructura partidaria que fije un programa político que sea el que opere como rector del accionar del conjunto.
El gran dilema por resolver es qué se quiere hacer con la realidad: administrarla o transformarla

2 comentarios:

oti dijo...

Todo depende de Cristina y de su potencial para pasar de líder a conductora, Gerardo.

El peligro muy serio que veo es que, si Cristina fracasa en la tarea, no va a haber alternativa al derrumbe estrepitoso del actual gobierno. Y, si sucede esto, se abre un ciclo de incertidumbre, inestabilidad y probable caos.

Si hubiera alguna figura con similares y/o superiores capacidades a las de Cristina, sería otro cantar. Pero, lamentablemente no veo a nadie, por ahora.

cmfmaris dijo...

El que fracasó también en su momento fue Perón, con todo el apoyo popular que tenía lo echaron y no lo dejaron volver por 18 años. Y luego dejó a Isabel y López Rega. Ni que hablar de Lenín, o Trotsky o Mao... No dejan nada, excepto capitalis mo. Ni que hablar de Julio César que terminó asesinado incluso por sus próximos, y Napoleón, que no pudo romper la coalición opositora.El que anduvo bien fue Jesús, que al menos dejó a Francisco.

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