Un interesante arreglo en mambo de la Quinta Sinfonia de Beethoven hecha en Suecia.
Hovedøen Social Club & Kringkastingsorkesteret en concierto de NRK tienda Studio, Oslo.
Se destacan: Sverre Indris iones - Piano y Arreglos, Carlos del Puerto - bajo, Eduardo Cedeño - congas, Tony Moreaux Caronte - batería / timbales, José Alberto Varone - trompeta, Sergio González - Guiros, director Lars-Erik Gudim, director de orquesta - Frode Larsen.
12 comentarios:
Aunque no le importe a nadie: no me convenció, aunque es, digamos, simpática de escuchar.
Desde una ignorancia musical de tamaño obsceno, me permito hacerme el crítico: le falta cohesión. Se notan mucho los dos géneros pegados. Pero probablemente sea la idea, y al fin y al cabo no me gusta porque no me gusta, nomás.
Sin mucha relación: Vanessa Mae haciendo Tocata y fuga me gusta más.
Bueno, acá me encuentro con Diego E que ha discutido acerca de hablar desde la ignorancia, y le dió con un palo por eso a JP. Justamente yo había dicho que no era lo mismo discutir de política que de música clásica. No es lo mismo por las consecuencias que traen una y otra cosa. Pero la cuestión es esencialmente la misma, el que habla con ignorancia suele equivocarse. Pero como no se trata de argumentos sino de gusto, el gusto es una cuestión personal e inexplicable. Pero el gusto también se forma. A mí me gustó, y mucho. Me puse exaltada con el arreglo que es muy serio. ¿Qué se demuestra acá? Que la mejor música no tiene por qué no tener temas populares, y que si la escribe un maestro y la interpreta una orquesta acorde, resulta igual que cualquier clásico. De hecho los temas populares folklóricos integraron la música clásica en el movimiento romántico nacionalista de fin de siglo XIX.
En cuanto a música clásica yo no me considero ignorante, más bien fanática. Y devota de Beethoven.
La quinta es una maravilla que expresa al Beethoven glorioso por primera vez en su obra, según mi entender. Le siguen la séptima y la novena, a mi gusto.
Por lo tanto que se hayan atrevido alguien a jugar con la quinta, al principio me asustó y me preparé para la indignación a la que estoy acostumbrada. Pero héte aquí que me volví loca con el resultado, es casi un homenaje al maestro de Viena. Me llené de emoción. Acá el arreglo no simplificó la complejidad beethoveniana, es un arreglo digno, complejísimo, nada superficial. Y la orquesta que interpretó todo ese arreglo debía ser como es, de envergadura. Fue un placer. Gracias Gerardo por publicarlo.
¡Qué buen comentario, Eva!
Saludos
en 1970 Waldo de los Rios arruinó varias obras de Mozart incluyéndoles ritmo con batería.
Las radios difundieron con todo esa porquería volviendo populares obras como la Sinfonía No 40 y la Pequeña Música Nocturna.
Claro que si hubieran difundido con igual intensidad las versiones originales las habrían vuelto igual de populares.
Cuando al público le ofrecés mierda, compra mierda, pero cuando le ofreés oro, compra oro.
Jorge: Lo notable es que Waldo podría haber hecho algo mucho más inspirado ¿no? Algo como lo que sin ir más lejos hizo Acher en "Juegos"
Gerardo: creo que a Waldo le daba el pinet para lo que hizo, no más.
Acher es mucho más músico.
Yo no soy fanatico de la musica clasica pero tengo algunos vinilos con sinfonias del Beto. Esta version de la quinta me dieron ganas de vomitar. Con todo respeto.
Jorge: Me acabás de poner todo patas para arriba. Acher es un gran músico, obvio ¿Pero estás sugiriendo que Waldo no era taann groso como dicen muchos?
Creo que arranca medio tímida, pero se pone jugaosa la cosa como al minuto 1:20. De ahí hasta el final me gustó mucho.
Ah, me olvidaba, leyendo el comentario de Eva, no puedo dejar de recomendar a todos la lectura del libro "El efecto Beethoven", de Diego Fischerman.
Gerardo: Waldo era un pianista aceptable que incursionó en la composición como un autor menor.
Nunca hubiera podido dirigir en el Colón como si lo hizo Ernesto.
Tampoco desdeñemos tanto a Waldo. Si bien es cierto que de la Sinfonía Nº 40 no hizo una obra enjundiosa, sí debemos reconocerle que gracias al carácter popular que le dio, mucha gente entró en la clásica. Además rescato la excelente versión que hizo, -donde se lucen fundamentalmente los vientos- de "El alazán" de Yupanqui.
Esta, si bien para algún exquisito puede sonar a profana. Está muy bien hecha y puede lograr lo que logró Waldo.
Me gustó muchísimo por la proyección, y las interesantes variaciones que le incorporaron sin arriesgar la línea melódica original.
Saludos.
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