jueves, 18 de febrero de 2010

La escuela pública, los funcionarios y los intelectuales anarquistras


Leyendo este correo que refrita una antigua columna de opinión de Martín Caparrós se me dio por tirarle la pelota a los lectores del blog que, como era de esperar, fueron dejando comentarios de mucho ingenio.

La lectora “musidora” saca un smash con una carga tal de picardía que avergonzaría al más pintado: La idea de que un intelectual anarquista no debe escribir en un diario burgués termina abruptamente toda discusión, antes que nada porque se nutre de las mismas gansadas que Caparrós para plantear la zoncera de que los funcionarios públicos deben mandar sí o sí sus hijos a la escuela pública. Musidora recoge la misma carga de pedorreces que inspiraron a un Caparrós al que el paso del tiempo está deteriorando seriamente en lo ideológico y le asesta un mandoble fenomenal usando, al mejor estilo de ciertas artes marciales orientales, la propia fuerza de las pelotudeces conceptuales en las que abrevó el otrora respetable intelectual porteño.

La verdad es que esta idea caparrosiana proviene de cierto discurso taxi, que recoge hitos como aquel planteo de que Mercedes Sosa si era tan comunista debía irse a vivir a Cuba o la URSS o que los diputados y los funcionarios públicos deben ganar lo mismo que el obrero peor remunerado.

La matriz es la misma.

El asunto es que estas ideas se van reproduciendo a un ritmo estresante en la red, en primer lugar porque como entre las tantas carencias en materia legislativa que padecemos no contamos aún con la debida legislación sobre la opción “reenviar”, innumerables seres bienpensantes reenvían con adictiva pasión montañas de sandeces, muchas de las cuales no resisten un par de minutos de análisis. Si la gente pensara un poco más o si debiera tributar 5 centavos al fisco por cada reenvío no cabe duda que el tráfico en la red estaría muchísimo menos congestionado porque, la verdad, cuando entre las 18.00 y las 21.00 decenas de miles de internautas abren su Bandeja de Entrada, no hay banda ancha que pueda soportar el peso de tanta obviedad, tanto sinsentido y tanta hipocresía que empieza a surcar digitalmente los cielos de la patria.

La persona que me reenvió este correo es profesional, sabe mucho de música, ama a les Luthiers, tiene hijos viviendo en el exterior y se conmueve por la pobreza y la inequidad. La persona que me reenvió este correo, al igual que miles, no se detiene a pensar que la opción para erradicar la pobreza no es que los funcionarios vayan a vivir a una villa. La idea de Caparrós prende y vende porque se monta en cierto oportunismo de muchas gentes que sí les encantaría que los hijos de los funcionarios fuesen a la escuela pública aunque ellos ni mamados lo harían escudándose con toda seguridad en que no son funcionarios públicos.

El desafío es que la educación en su conjunto mejore, porque su deterioro se verifica tanto en la escuela pública como en la privada desde hace décadas: Mauricio Macri es en sí mismo una muestra de lo que estamos afirmando.

Pero entrando de lleno al tema de la escuela pública debemos decir que la cuestión del nivel educativo es bastante más compleja de lo que parece. Digamos desde ya que aún hoy existen serias diferencias entre las mismas escuelas públicas y lo que define el mayor o menor nivel es la calidad de vida del alumnado. En el ámbito de la CABA, dentro de cada distrito hay escuelas que se destacan y otras que dan pena. Busque usted las causas y las encontrará en el alumnado. Aquellas escuelas con alumnos con un nivel de vida aceptable, con alimentación correcta, tendrán un nivel más alto que otras adonde concurran chicos más pobres o directamente marginales. En el primer caso usted encontrará, por ejemplo, cooperadoras activas que contribuyen notablemente al sostenimiento de la institución (y mucho más a partir del gobierno del PRO) mientras que en el segundo directamente no encontrará una cooperadora.

La diferencia entre escuelas de un mismo distrito también se da en la calidad de los maestros: El escalafón de los docentes se basa en el puntaje que es una valoración de la calidad de los trabajadores de la educación. Se supone que un docente con mucha formación y dedicación tendrá más puntaje que otro que es un poco más “tranqui”. Esto determina que cuando hay que elegir cargos, aquellos docentes con mejor puntaje escojan las escuelas que se presumen mejores y entonces sucede que a las escuelas desechadas van los docentes con peor puntaje. La consecuencia obvia es que nos encontramos con escuelas donde la comunidad es socioeconómicamente muy pobre y encima los docentes también son bastante más flojos que la media.

Si nos vamos a la provincia de Buenos Aires el esquema se repite: Una escuela del centro de Lomas de Zamora no es para nada lo mismo que una de Budge. Y en el interior directamente la gran mayoría de los pibes van a escuelas públicas y salvo en las grandes ciudades no existen las privadas.

En suma: La calidad de la escuela pública está ligada a la calidad de vida de su alumnado.

Todo lo dicho es meramente descriptivo e intenta arrojar un poco de luz sobre lo complejo que es el tema de la escuela pública. De esto se desprende naturalmente la necesidad imperiosa de reformular la educación, de modernizarla, pero lo que está en la base es la certeza de que sólo puede funcionar aceptablemente la escuela pública cuando el niño que concurre a ella tenga las necesidades básicas satisfechas.

El tema, entonces, queridos reenviadores compulsivos de basura conceptual, es un poco más denso. En un país con pleno empleo, con redistribución de la riqueza, la escuela pública no le envidia absolutamente nada a la privada.

En muchos países de esos que han acogido a vuestros hijos (formados en nuestra escuela, nuestro secundario y nuestra universidad PU BLI CA) los funcionarios envían a sus hijos a la escuela pública.

Ah, y los intelectuales anarquistas vuelan un poco más alto.



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13 comentarios:

Il Capo dijo...

Gerardo, yo entiendo que las ideas de Doña Rosa en general nos parecen revulsivas o, por lo menos, demasiado naïves.

También entiendo que esta idea en particular es un tanto pueril, pero esconde algo un poco más profundo que no deberíamos desconocer: la sensación -muchas veces confirmada en la realidad- de que muchos políticos no dan soluciones a problemas porque no los sienten propios.

Desconocer esta noción que está debajo de la razón por la cual muchos clickean en reenviar ante este email de Caparrós, y condenar a los que lo hacen acusándolos de "caceroleros" no me parece demasiado inteligente de nuestra parte.

musidora dijo...

El problema que yo le ví a esa carta de Caparrós no es la idea en sí ("los funcionarios deben mandar a sus hijos a escuelas públicas") sino de quien viene: viene de alguien que no practica el tipo de coherencia que reclama.

Si hubiera escuchado esta idea de un militante anarquista de base que está hablando a sus cumpas en una asamblea, vaya y pase. Le puedo dar algún crédito y puedo entenderla de alguna manera, aunque no se si compartiría la opinión.

Lo mismo me pasa cuando algunas compañeras feministas me dicen "che, cómo podés apoyar a este gobierno si no legalizó el aborto"... Lo discuto y lo entiendo y contesto con argumentos si son feministas independientes o que pertenecen a espacios políticos que militan por esto. Pero si la que lo dice es la legisladora feminista Diana Maffía (Coalición Cívica) por ejemplo, no podés contestarle seriamente: su lider política Elisa Carrió también está en contra de la legalización del aborto. Así que se preocupe por fundamentar sus posiciones, en lugar de hacerse la troska

Yo soy un poco izquierdofóbica, lo admito. Pero cada día más me convenzo de que la izquierda argentina pretende juzgar a los demás por lo que efectivamente hacen, pero reclama que a ella la juzguen por sus ideales, por lo que haría si tuviera poder.

Gerardo Fernández dijo...

Il capo: Pensar que los políticos no resuelven los problemas que no sienten como propios es una variante más del discurso taxi, con todo respeto. Es, se diría, una suerte de caparrosismo pseudo-ilustrado.
Es desconocer cuestiones básicas como por caso, que en el tema de la educación hubo políticas orientadas a aniquilar la escuela pública y que incluso la gestión de Filmus fue la que gestionó una suba considerable en el presupuesto para educación. O sea, el tema va mucho más allá de los funcionarios.
Pero además, decir que trato de "caceroleros" a los reenviadores de boludeces es una agresión simplemente porque no lo escribí. No podés atrinuirme calificativos que no usé en el post.

ram dijo...

Respecto a los funcionarios, yo no me animaría a decir que "no saben de los problemas" y tampoco afirmaría que "no los sienten".
La educación, tal como viene estando desde hace rato, no es una cuestión que se resuelva rezándole a san Sarmiento; se haga lo que se haga, hay intereses en juego y hay que afectarlos en un sentido o en otro.
Para hacer moco el sistema educativo es fácil, la receta es la misma, desfinanciar, desjerarquizar, achicar los programas, dejar que los edificios se vayan cayendo solos y hacer discursos compungidos y prometedores de futuros venturosos. El mauricio, parece que es un experto en eso.
Si se quiere hacer lo opuesto, es decir, levantar el sistema público, jerarquizar y ampliar los programas ya es más complicado - están los curas que joden por dos lados, los jugosos subsidios que rapiñan (no hablo de alguna escuelita parroquial de tracción a sangre, sino de los colegios tradicional, chetos y pretendidamente confesionales) y su permanente intención de veto cuano los contenidos no les gustan (por ejemplo, educación sexual, salud reproductiva, etc. - favor de no incluir la pedofilia, que para más de un sotanudo "educador" es simplemente un deporte formativo)
Ahí creo que el tema pasa por si el funcionario, las autoridades, los legisladores SE ANIMAN a ponerle el cascabel al gato; a disponer que el dinero público corresponde usarlo en el sistema público, que las pautas y contenidos de las materias son potestad del ministerio (y no de ningún monseñor o de algún "doctor" o del vulgar mercachifle que para cobrar el subsidio pone un "colegio") y que al que le guste, bien, y si no le gusta, que sea más honesto y se ponga un boliche, que la educación, por principio NO es para hacer guita.
Lo de Caparrós es la búsqueda de la coartada progre con chamuyos que parecen de sentido común, pero que a la hora de los bifes solo sirven para hacerse los giles y no hablar de lo que sí importa que es la educación como una de las principales inversiones públicas.

ada e ido dijo...

no soslayemos un asunto importante que es el de la indentidad.
a nadie en su sano juicio se le ocurriria mandar a su hijo/a a un colegio privado para que se convierta en una nulidad con un mango en el bolsillo. Al menos no a nadie que aun le interese la elegancia y el decoro.
La escuela publica te da un roce mucho mas sexy y jugoso.
El problema es tener estos dirigentes que tienen menos onda que pelo lacio y estos periodistas como C que no tienen media onda. Ni siquiera pelo tienen.
Una cosa que notamos en gral. en los blogs de politica es que siempre se deja de lado la importancia de la propia identidad

TRANSLATIO dijo...

Queridos compañeros:
Luego de haber leído los comentarios de la nota original y los de la nota que se encuentra por arriba de estos comentarios.
Sinceramente recomiendo leer la nota que le hace La Nación a Caparrós. Es allí donde se verá la ineptitu ideológica de Caparrós.
Allí podrán ver como "el anarquista" declara que la ecología es conservadora pero, al mismo tiempo, acepta trabajar para las Naciones Unidas en una comisión de ambiente para analizar como el cambio climático afecta a los jóvenes del mundo.
En otro apartado reconoce que gracias al proceso empezado en 2003 el Estado a comenzado a estructurarse nuevamente, pero luego reconoce su anarquismo y despotrica de aquello.
Reconozcamos algo; la educación es un tema a resolver. Yo mismo soy estudiante de profesorado y lecenciatura en historia y vengo de familia de docentes y se debe de reconocer que los problemas ganan a los aciertos.
Sin embargo jamás tomaría en serio a Caparrós en cuanto a educación dado que, creo, hay mil especialistas mejor capacitados para emitir opinión. Lo que diga Caparrós me tiene sin cuidado...
Ahora... si como él dice, se declara clase mediero, por qué no se dedica a analizar como es que la clase media ilustrada y universitaria nunca logró llevar un proceso anarquista existoso.
Tal vez en eso sea mejor
Un saludo

Desde el corazón de la soja dijo...

Totalmente de acuerdo con el artículo: mis sobrinos (viven en Vicente Lopez) fueron a escuelas públicas que eran mejores que las privadas que se podían pagar (algunas hay, imposibles de acceder). En nuestro pueblo, mis chicos fueron a la pública , habiendo también una privada, los profesores eran los mismos porque venían de la cuidad cabecera del partido, para ambas. Lo que también hay que considerar, que se ve en el interior, es el grado de cultura que hay en la casa, que termina complementando a los profesores deficientes. por eso es necesario que los docentes se pongan las pilas. Igual tenemos una buena incidencia en terminación del secundario y en pibes que terminaron la universidad o terciarios. Las estadísticas caseras favorecen a las mujeres. Saludos

maçha dijo...

coincido con ram, hay algo que no se discute. No lo discute caparroz y no lo discute tampoco el gobierno. Y me parece que es central. Si bien son muy importantes los esfuerzos que esta generando el gobierno en inversión, hay algo que donde, al parecer, no ataca. Y es la defensa de la educación como derecho y no como negocio. Si las iglesias quieren tener sus escuelas, que las tengan. Pero de ninguna manera deberían tener subsidios estatales. Ni las iglesias ni ninguna empresa privada. Los recursos tienen que ir a parar a crear mejores escuelas, pagarle más a los maestros y arreglar los problemas edilicios. Es cierto lo que plantea Gerardo en las diferencias entre las mismas escuelas públicas. No es menos cierto que en los últimos 15 años (y lo digo por experiencia cercana) el nivel de muchas escuelas públicas ha decaido notablemente. El alumnado (o sus padres) abandonan la escuela pública para no lidiar con problemas edilicios, paros y una creciente merma en la calidad educativa.
El problema, como siempre, es político. ¿Queremos seguir subsidiando al sector privado? ¿Queremos ayudar al principal actor que entiende la educación como negocio y no como derecho? La educación privada no debe crecer. Y es fundamental tambien porque la educación pública es un elemento central en la integracion de los alumnos de diferentes lugares o clases. Un remedio preventivo contra la segregación y el miedo.
Entiendo que no es fácil. No alcanza con declamaciones altisonantes. No soy trosco ni anarquista. Pero por lo menos deberíamos empezar a plantear estas cosas.

timoneldetormenta dijo...

Che !!! Caparrós es un izquierdista de tertulia de señoras tomado el te con masas, si es que tales señoras todavía existen. Me encantaron los post aún sin saber lo que escribió el salame (aunque me lo imagino) y no lo sé porque desde hace algún tiempo que trato de no agarrarme los dedos con la puerta.

Anónimo dijo...

gabriel.

creo q a unos cuantos blogueros k,no les molestan tanto las contradicciones de caparros si no mas bien,q quizas mas de uno manda a sus hijitos a escuelas privadas,entonces el hecho de q el bigoton los corra por izquierda,los incomoda un poco.

(por no bablar de los "nac&pop" q tienen a la peruanita de turno lavandoles los trastos,eso si,por dos mangos).

de los 800 y pico de congresistas norteamericanos,solo UNO tiene a un hijo soldado peleando en irak,los demas no.

entonces................

los burguese kirchneristas (por q "revolucionarios" son solo de discurso),viven en barrios burgueses,sus hijos asisten a escuelas burguesas,comen en el muy burgues puerto madero,etc pero eso si a "progresistas" no les gana nadie.

(aclaro q no tengo nada en contra de lo burgues,solo me revientan los hipokritas cualquiera sea su discurso ideologico).

imaginen q por LEY el presidente o sus familiares hubiesen estado obligados a atendese en un hospital publico,tendriamos por lo menos UN HOSPITAL PUBLICO EN CONDICIONES (aunque sea UNO) donde se atenderia el presidente y los monitos q pudiesen conseguir turno.

pero bueno,todavia me acuerdo cuando al diputado rivas,raudamente lo sacaron del hospital de villa fiorito y lo llevaron a la muy progre clinica fleny (si era un juan perez cualquiera,se hubiese quedado en fiorito a VEJETAR,pero no,como era "socialista",kirchnerista y vice ministro,merecia un trato preferencial)

esas son las contradicciones del ambito nacional y popular,caparros tb es contradictorio,pero no mantenemos su discursito ideologico con fondos publicos.

es una grannnnn diferencia me parece.

Proyecto Surf dijo...

Anónimo de las 17:27, ¿qué hacés en Internet? ¿o acaso no es un invento burgués?

No dijo...

Gerardo:
Odio insistir con el tema, pero hasta que no haya una reforma casi estructural de la educación media, el esquema de universidades nacionales públicas seguirá siendo injusto.

Carpe Diem dijo...

Caparrós está a medio camino de la sugerencia de Musidora. Aún no escribe en un pasquín anarquista, pero por lo menos ya lo hace en un pasquín.
De este simpático animador de meriendas bienpensantes quiero recordar que ya cruzó una línea de no retorno en la etapa lanatiana de Veintitres (o un número parecido por entonces), cuando sugirió la necesidad del voto calificado.
Eso, la habilidad para producir fuegos de artificio verbales que iluminen costados irrelevantes de problemas acuciantes, es lo que le da de comer desde hace rato. Y en este caso es obvio que tendrá mas éxito si llama a una estéril cruzada en pos de un objetivo tan inútil como vistoso, que si ayudara a hechar luz sobre las características de la problemática educativa, con su capacidad de convocatoria y una cuarta parte de la claridad expositiva de algunos de los amateurs que aquí han puesto el punto sobre las íes acerca del tema.

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