domingo, 6 de diciembre de 2009

Grupo B


Cuando ingresé a primer grado fui incluido en el “A”. Estaba con Martita, la hija del Doctor García; con Marcelo, hijo del Ingeniero García Brizuela (Marcelo es hoy uno de los principales dirigentes de la Rural de Tres Lomas) y demás niños que podríamos incluir en el grupo de los que vivían en las calles asfaltadas. El asfalto se hizo rogar en mi pueblo, lo mismo que las luces a mercurio. Había una sana envidia con Salliqueló, un pueblo de las mismas características que por ser cabecera de distrito obtenía siempre antes que nosotros las ventajas de la modernidad en los sesenta, como el asfalto y la iluminación urbana.

Hice Primero y Segundo en el “A”, a la tarde, hasta que cuando llegué a Tercero me enteré que se podía ir a la mañana. Tercero “A” seguía a la tarde y no sé por qué razón al “B” se lo mandaba a las 8, tempranito y con la fresca. El análisis fue simple: Si me pasaba a la mañana tendría toda la tarde para mí y nadie me cortaría a la mitad mis excursiones de caza, mis remontadas de barrilete en agosto y demás actividades propias de un niño que a los ocho años configuraba su vida priorizando –como se debe- el juego.

Mis viejos tuvieron la buena disposición de aprobar mi cambio a la mañana y eso se los agradeceré hasta el último día de mi vida, porque ese ingreso a Tercero “B” me cambió la cabeza, me mostró otro Tres Lomas, otros compañeros, otras vidas. Proviniendo de un hogar de clase media “ahí” (mamá docente y papá que tenía una zapatería) había sido incorporado por “el sistema” al “A”, porque en los pueblos, al menos en aquellos tiempos, se dividía entre “A” y “B” por cuestiones sociales. Era clarísima la línea divisoria que usaba como eje principal la premisa de ubicar al “sabalaje” en el “B” y al resto en el “A”. Por eso cuando entré la primera mañana a Tercero “A” me encontré con el “Rana” Saavedra, con el “Chito” Contreras y tantos otros compañeros “de las afueras” y “del otro lado de la vía”

El corte social mío fue entonces distinto al de mi hermano, por caso, que siempre estuvo más vinculado a los chicos del centro. Mamá dijo siempre que yo había salido más “orillero” y creo que el secreto, el origen está en esa mañana de 1969 en que ingresé a Tercero “B” con “Chichí Muñoz de maestra. Porque esa convivencia con los nuevos compañeros me insertó en otra realidad donde la relación con el trabajo y la guita no era la misma que la que se vivía en las calles con asfalto. Cierto es que las diferencias no estaban tan marcadas como hoy pues había pleno empleo y por lo menos en Tres Lomas nadie se moría de hambre, pero la realidad no se palpaba de la misma manera en un hogar de clase media “del centro” que en uno “de las afueras” donde la mamá trabajaba de empleada doméstica y el papá de changarín.

Esa marca de Tercero “B” fue un tajo visible en toda mi vida posterior, por eso un buen día me identifiqué con el kirchnerismo, porque sin ser algo fácil de explicar expresa de una manera visceral ciertos rechazos al mundo “A”. En un primer momento decía que más que oficialista era “opositor de la oposición” ¿Y qué expresaba esa frase si no una aversión a un modelo de país donde se privilegió todo lo “A”? Yo veía que si los radicales le pegaban tanto al gobierno, si La Nación decía las barbaridades que decía y si Grondona apestaba , señal que tan malo no debería ser el kirchnerismo.

Y no me equivoqué

El kichnerismo tiene todas las contradicciones habidas y por haber y en eso es peronismo puro, del bueno.

Contradicciones a granel.

Guillermo Moreno y Luis D’Elía son el sabalaje de Tercero “B”, son lo maldito, lo abominable y contra esa fealdad y esa abominación se yergue el “Grupo A” que el jueves rompió una tradición parlamentaria. El “Grupo A” es la Argentina de las calles del centro, es Clarín y La Nación y es Pinedo y Rodríguez Larreta y Bullrich Pueyrredón. Es la Sociedad Rural Argentina y la Unión Industrial Argentina y es ese radicalismo de Levi’s, mocasín cheyenne y remerita Lacoste. También es cierto centroizquierda políticamente correcto que no casualmente se siente tan pero tan cómodo en ese grupo porque se siente mucho más cómodo siendo la izquierda de Macri que discutiendo con un gobierno que ha hecho muchas de las cosas que les gustaría hacer a ellos si tuvieran los votos necesarios para ser gobierno.

La Unión Democrática fue del Grupo “A”, no nos confundamos.

Mi cercanía con la “K” se fundamenta en cuestiones poco científicas, lo sé. Lo mío es mucha piel, mucho reflejo, mucha sensación térmica. Y no vayan a creer que desconozco la fortuna de los K y que no me rompe las bolas. Pero sucede que los proyectos políticos no se juzgan por ahí. La historia está repleta de gente rica o de buena ubicación social que realizó aportes trascendentes a la causa de los pueblos y reconoce asimismo a centenares de “muertos de hambre” que embanderados con la revolución traicionaron como el peor.

Lo que importa del kirchnerismo es que puso volumen político a disposición de temas que eran impensables como la ley de medios, los dos millones de nuevos jubilados, la asignación universal para la niñez o la recuperación de los fondos previsionales. Seamos claros: Con esas medidas y la renovación de la Corte Suprema de justicia ya está, ya tenés un par de medidas que configuran un país distinto. Y los K se irán un buen día y allá ellos con su situación patrimonial. Lo que le dejan al país son leyes fundamentales que juegan absolutamente en contra del modelo de los noventa al que representa mejor que nadie el “Grupo A”

Por eso me gusta el kirchnerismo, porque ha demostrado que se pueden hacer cosas y romper falsos mitos, como ese que sentenciaba que ningún gobierno resiste cuatro tapas negativas de Clarín.

Si lo “B” es lo insondable, lo ininteligible, lo imprevisible, el kirchnerismo es del B a muerte.

Si lo “B” es laburantes, sindicatos y desclasados, el kircherismo es “B”

Si lo “B” es contradicción, el kirchnerismo es lo más “B” que se pueda hallar. Sólo en este espacio puede existir un tipo que le diga a Néstor “Yo soy más kirchnerista que vos”…

Porque en varios sentidos el kirchnerismo es más amplio que el mismísimo matrimonio. El kirchnerismo es un amontonamiento que tiene columna vertebral en el peronismo pero que abarca a un espectro muchísimo más amplio.

La “K” tan odiada, tan abominada tiene mucho de “B”, por eso Patricia Bullrich Pueyrredón con su divisoria del jueves dibujó sin pensarlo la gran línea divisoria de nuestro tiempo. El jueves en la Cámara de Diputados pudieron verse los dos grandes grupos en que se divide el país. Luego vendrán los amigos con más muñeca a plantearnos que no todo es tan así, que hay sectores del “A” con los que hay que conversar y está todo bien, que se converse.

Pero yo lo haré sin olvidar aquella mañana de 1969 cuando me senté con el “Rana”.

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19 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Gerardo:
Que pintura tan maravillosa a realizado en este texto, tengo ganas de compartirlo con mucha gente que no entiende por qué yo, siendo afiliada radical, soy tan kirchnerista. Me ha dado, al igual que otros amigos blogueros a los que sigo como a Ud, grandes argumentos.
Yo también me siento opositora de la oposición, que cada día me da más asco, y como soy correntina, estoy feliz de que el 11 a la mañana lo voy a ver a Nestor, por primera vez, y quizás la pueda ver a Cristina. Ojalá.
Muy bueno lo suyo, me encantó.
Gaby

Anónimo dijo...

Comparto muchísimo de su apreciación; también a mí hay muchas cosas que me molestan de Moyano, D'Elía, Moreno, e incluso, de Cristina y Nestor.
Pero una política no se juzga por las cualidades de las personas, sino por las metas, valores y objetivos que ella persigue de manera eficaz.
Y en esto, el oficialismo es la mejor alternativa política que existe actualmente en la Argentina, dónde la oposición no tiene ningún proyecto respecto a los problemas que afectan a los argentinos (por ejemplo, oigo muchas quejas sobre la inseguridad, pero ninguna propuesta coherente)
Saludos,
Carlos, un ex-gorila que defiende un proyecto de Nación

guille dijo...

Abrazo ,de un B mas.
Y hoy vamos Evo!!!

desde el corazón de la soja dijo...

Me resultó muy divertida tu historia de hoy. En nuestro pueblo sucede algo muy parecido con dos colegios y yo me tuve que pelear hasta con la directora del Jardín de Infantes donde concurrían mis hijos porque los inscribí en la escuela "B", donde según esta señora y varios padres de compañeros (en los pueblos es bastante común que se opine sobre la vida de los demas)no encontrarían el entorno que correspondia a una madre profesional y un padre productor agropecuario. No me equivoqué hoy mis hijos son peronistas K y tienen sendos blogs que muchos de ustedes leen

Lilibet dijo...

Post para guardar.
Lo comparto por mail con algunos amigos.

Beso.

Fernando J. Baez dijo...

Excelente Gerardo! (y eso que no entramos en el análisis de las divisiones C y D, esas que formaban al final y estaban llenas de chicos calladitos).

Gerardo Fernández dijo...

jaja ¿Cómo es eso de los "chicos calladitos"?

Fabio dijo...

http://desdegambier.blogspot.com/2009/12/el-28j-llego.html


"Como siempre en la vida real, las pujas se resuelven en base a posiciones políticas y de fuerza y la ideología se deja un rato al costado"

Como la mueve el ingeniero.

La Usina dijo...

Me parece que el principal desafío es pedalear en subida, tal la metáfora utilizada por Pepe Natanson hoy en Página

Unknown dijo...

Que bueno Fernandez... esto es lo que más me gusta leer de vos como podés llegar a lo llano y profundo a la vez...
Sabrás que te lo robo para compartir ...
Un fuerte abrazo desde una casa, unos hijos... una amiga 100% "B"...

Comandante Cansado dijo...

Lindo texto, Gerardo.

Contango dijo...

Gracias Gerardo, de cabo a rabo de antología, una historia un recuerdo una sensación y toda una definición.

Resentido común dijo...

Muy buen post Gerardo. Únicamente me gustaría empezar a señalar que se impone no caer en la trampa de la autoadjudicación que ellos hace dieciendo que son el grupo A. En todo caso son el grupo A-becedario. Muchas letras mezcladas tipo bolsa de gatos. Si le damos el gusto de emblocarse, estamos perdidos. La ecuación binaria puede servir en Bolivia o Venezuela con una composición social totalmente distinta. Pero en argentina perdemos. Lo que tenemos que hacer es desnudarlos, mostrar que ni en el Congreso ni en la sociedad o el pueblo existe tal grupo A. O en todo caso que el grupo A es el minoritario al que le hicieron el juego muchas otras letras. Salu2!

Francisco dijo...

Decís que rechazas al grupo "A" pero te olvidas que también iban a tu misma escuela.
Pasaron 40 años y todavía no te diste cuenta que ahí, sentados al lado tuyo, estaban Pichetto "Que se rompa pero no se doble"; D´elia "Te odio porque sos blanoc" y Néstor "ocuparemos las calles".
Obvio, seguramente en el grupo "A" no todos eran santos - vemos que uno llegó a patrón de estancia -, pero tu rechazo visceral al otro curso es un metáfora aún más poderosa de lo que vos crees de porque estamos donde estamos.

Ricardo dijo...

Post para imprimir y enmarcar.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

"Los pueblos cuando actúan colectivamente carecen de los elementos para sintonizar finamente las ideas en juego, y entonces proceden por instinto, alineandose automaticamente contra aquellos que reconocen como enemigos de su causa".
Raul Scalabrini Ortiz. En su descripción de los hechos previos al 17 de Octubre de 1945.
Antonio (el Mayolero)

La Usina dijo...

Parafraseando al compañero Jorge Rivas, lo que más me acerca a este gobierno son sus opositores (el ya trístemente célebre Grupo A)

facinlaburo dijo...

Gerardo, cuando escribís cosas como ésta lo único que me sale decir es que te quiero.
PD: no es un lance.

Anónimo dijo...

Brillante Gerardo, no había leído ésta nota antes, realmente un lujo.
Afortunadamente yo siempre fuí B (aunque en el conurbano bonaerense, no recuerdo en mi caso que hubiese división social entre los A y los B, sólo que ellos jugaban mucho mejor al fútbol y siempre nos ganaban como 10 a 0, jaja).

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