viernes, 27 de noviembre de 2009

El boludo con iniciativa


Ernesto es peluquero y últimamente se le está haciendo cuesta arriba mantener la calma con muchos clientes. Dice que ahora opta por correrlos con bolazos como por caso decirles que Carrió, cuando desaparece por una semana de la palestra, es porque en realidad se interna en un psiquiátrico ya que se desbalancea y necesita que la calibren de nuevo. Dice que es la única opción que le queda para no terminar a las puteadas y perdiendo clientela.

En general, la gente no soporta un peluquero que la contradiga…

Ernesto dice que hay una cruza maldita de boludos con “mal bicho”. Dice también que una de las especies más jodidas es el “boludo con iniciativa”

Voy poco a charlar con Ernesto, que además es de los mejores tipos que la vida me ha arrimado.

Menos panadería y más peluquería Gerardito




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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Está genial Gerardo,ese muchacho se ve que es muy inteligente.
Yo en ocasiones opté por la misma estrategia,porque en general la gente no quiere escuchar la verdad y mucho menos si esa verdad los contradice,en cambio cualquier bolazo que le mandes lo van a tomar mejor o en todo caso saben que no puedn contar con vos para su descarga de caca.
Ahora eso si,te digo que a veces el bolazo se hizo realidad,lo de la Carrió que inventó tu amigo por ejemplo,no se si no será verdad,es mas fácil creerlo que desconfiarlo.

Anónimo dijo...

Están todos con ese tema.
Es muy bueno "la venganza del boludo", que me mandaron por correo.
Muy explicativo.

Miguel dijo...

Hola Gerardo!! Hay una raza que me apuntaron desde Córdoba que se llaman los TiTingos . PROvienen del mono TITI, y son los que ni siquiera llegaron a gorila...
Saludos
Miguel

Anónimo dijo...

Y eso que hay cada Ernesto...

http://www.elargentino.com/nota-67364-Tic-tac-tic-tac.html
(la peor basura que leí en mucho tiempo, y escrita en el diario "ultraK" El Argentino para colmo).

Tomás dijo...

Tengo pocas máximas en mi vida.

Pero una es: nunca discutas políticamente con un peluquero.

Es un señor que tiene una tijera demasiado cercana a tu oreja.

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