Los que viene, lo que viene, lo que viene

Hoy conversaba con mi amigo Ernesto sobre los desafíos enormes que se abren para todos aquellos que efectivamente pugnamos por abrir nuevos espacios de comunicación. Ya he escrito varias veces que la ley de medios, de ser aprobada, no cambiará mágicamente nada.

Hablábamos hoy del viejo sueño que tenía Juan Frintzillas de que la Biblioteca de Saavedra -la de García del Río- tuviera su propia emisora barrial. Juan me habló de esto en 1990, una mañana de domingo que fue a un programa que yo tenía en la por entonces FM Original, del barrio de Nuñez.

Hablamos también de cómo a medida que proliferan nuevos medios de comunicación como internet y redes sociales, curiosamente se agranda la necesidad de los contenidos locales. La gente sigue necesitando reconocerse en su barrio, en su localidad. Nosotros hemos tenido experiencias maravillosas haciendo radio de baja potencia en la gran ciudad. Ahora sentimos que se abre un espacio legitimado para hacer nuestro trabajo. Ya no seremos los de la radio "trucha" de la vuelta de la esquina, y eso es un paso adelante importante.

Pero las tareas pendientes son muchas y complejas, muy complejas. Por ejemplo pensar en la financiación de la radiodifusión de baja potencia, eso es un cuello de botella que hay que sortear si es que se quiere verdaderamente gestionar exitosamente nuevos medios de comunicación.

Se abren espacios de articulación nuevos como por ejemplo las radios barriales con las comunas que por más que le pese a Macri, tarde o temprano tendrán que ser instrumentadas.

Es un buen desafío para ir pensando.




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