Jorge Fontevecchia tiene días brillantes y otros en los que ni te cuento...
En su columna de ayer, Rapsodia de emociones, un texto pobre y repleto de lugares comunes, se manda este parrafito:
"El modelo de más medios gubernamentales y públicos generará más, no menos, empleo. Pero serán empleos con salarios menores. Periodistas que se transformarán en empleados públicos o militantes. La calidad también será menor, porque el periodismo de calidad es muy caro."
Pago lo sea para que alguien me explique qué entiende el director de Perfil por "periodismo de calidad" ¿Acaso él puede arrogarse practicarlo cuando sus publicaciones dejan tanto que desear?
Incluso saliendo de Perfil ¿Dónde está el periodismo de calidad en Argentina?
Las empresas, entre las que se encuentra Perfil, son las principales responsables de la baja calidad del periodismo que padecemos. El periodismo que practican los grandes medios está dominado por lo que se viene denominando como "patria movilera". En el caso de los medios electrónicos, las empresas han achatado notablemente la idoneidad de sus planteles porque eso es funcional al rol que le asignan a los medios. Estas empresas no contratan periodistas con formación y hambre de desarrollarse en el profesión. Contratan jóvenes recién egresados que en su mayoría quieren "llegar" y que por ende no se privarán de nada con tal de ascender.
No les preguntes sin quieren llegar a ser grandes periodistas, ellos quieren llegar a ser conocidos, a ser figuras. No les interesa ser buenos periodistas.
El primer escalón son los móviles, donde los imberbes van mostrando las mañas para hacer carrera. Los que tengan más cara, más insolencia y más agresividad serán seleccionados. El móvil es una suerte de Casa de Gran Hermano donde se va viendo quienes tienen mejores condiciones no para transformarse en un gran periodista sino para hacer carrera en la empresa.
He aquí la gran diferencia.
Después sucede lo que está padeciendo Clarín y sus medios audiovisuales, que le cuesta horrores encontrar una línea argumental porque ha ido reclutando soldados que sólo sirven para repetir consignas y directivas pero se encuentran inhabilitados para enfrentar un debate sobre una ley de medios con algún nivel de idoneidad. El caso de Gustavo Silvestre que sin sonrojarse manifiesta toda vez que puede que Clarín no es un monopolio es una demostración de lo que estoy diciendo.
Por lo tanto digo que coincido con Fontevecchia en que el periodismo de calidad es caro. Es caro y está bien que lo sea. Pero en la Argentina de nuestros días la baja calidad de la profesión no se debe a una cuestión de costos, sino a una decisión de carácter político por parte de las grandes empresas.
Al fin y al cabo el buen periodismo siempre se llevó muy mal con las empresas de medios, por eso éstas decidieron dejar de contratar periodistas, reemplazándolos por dóciles escribas. La genuflexión se ha transformado en el primer valor que debe portar un pasante.
Las consecuencias están a la vista y basta con hojear los medios gráficos o ver un rato los canales de las grandes empresas para constatar lo bajo que se ha caído en materia periodística. Es que a veces no se ve lo evidente, lo que está en primer plano, y lo que está en primer plano es la contradicción entre periodismo y empresas de medios. Es imposible que en un tiempo donde los medios de comunicación han pasado a tener un rol tan central puedan convivir amigablemente el buen periodismo con los intereses empresarios.
Esas imágenes que tenemos guardadas en la memoria de alguna película donde el periodista entra una y otra vez a la oficina del director del diario a defender su nota hoy son eso: memoria. Eso ya no sucede en la vida real de los medios.
Las empresas ya no reclutan periodistas y por ello sus redacciones son de un nivel paupérrimo. También por ello las personas interesadas en el buen periodismo o simplemente en leer otras ideas y otros planteos, alejados de la previsibilidad de lo publicado en el dispositivo mediático, recalan cada vez más asiduamente en la blogósfera y no porque en ella encuentren gran calidad, sino porque allí hay frescura, individualidad, aciertos y errores, allí se descubren posturas que de una forma u otra se parecen más a la vieja noción que se tiene del periodismo.
He aquí las razones de un espacio -la blogósfera- que sin prisa y sin pausa va creciendo en cantidad y en calidad.
Porque viene a ocupar un espacio que la voracidad empresaria ha depredado.
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8 comentarios:
Muy bueno. Es exactamente así. Lo caro y lo barato hoy son de similar y baja calidad.
Saludos
El otro punto es: ¿Qué entiende por "salarios menores"?
Qué de RRHHH le manden la lista con los salarios que paga en sus redacciones....
en la Argentina se escribe muy mal y los periodistas, por lo general, carecen de una mínima formación integral como para comunicar elegante y eficazmente.
Con ciertas excepciones, como el bueno de Oscar raúl Cardozo, Ismael Bermudez, el mismo Fonte que a veces se despacha con entrevistas brillantes, Muchnik, (perdón porque seguro se me escapa alguno)el resto, los cronistas, son muy malos y eso genera medios de muy mala calidad.
Pero quisiera pensar después de eso, a ver, si como queda expresado en el blog, Fernandez sabe efectivamente cómo se construye un diario, como se escribe una noticia y demás, porqué no se tiene en cuenta eso al momento de analizar el impacto de los medios. No quiero ejercer la sociología aquí, pero es imprescindible tener en cuenta esos datos, esos movimientos internos de los medios al momento de anatemizar y demonizar. tal vez, solo tal vez, lo que se sospecha de campaña no es otra cosa que pesadez al momento de pensar, quizas es eólo seguir la corriente y no reflexionar, tal vez es sólo impericia. Y pido por favor que se eviten los motes de ingenuidad o cosas parecidas. Sólo creo que muy a menudo se explica por la maldad aquello que pudiera explicarse perfectamente por la estupidez.
Nada que ver conel post, pero...
¿algo que decir de la represion en Kraft?
Creo que el Ministerio de Trabajo ha manejado muy mal el conflicto.
cuanto le pagará fontevecchia a sus redactores???, poquito, muuuy poquito.. Que caradura hipócrita. Ni hablar en cuanto a la calidad, simplemente a leer perfil o noticias para entender similitudes con el universo discursivo a lo rial.
Justamente esa expresión, "periodismo de calidad" fue la que usó la venerable ADEPA hace un tiempo cuando lanzó un comunicado en contra de los blogs, asegurando que ellos atentaban contra dicha alta praxis periodística.
"Pienso, luego existo." Por lo tanto no admito la censura. Oscar Soleras
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