"La Iglesia considera de un altísimo valor la posibilidad de empezar a debatir públicamente en la sociedad la Ley de Radiodifusión. Nosotros tomamos nota de la base del proyecto de ley y adherimos a sus 21 puntos y creemos más que necesario que haya una nueva ley"
(Declaraciones del Padre Javier Sotera, director de Radio María, setiembre de 2008) (Ver acá)
"Según el sacerdote Jorge Oesterheld, la Iglesia Católica desea participar en la elaboración de la nueva ley de servicios audiovisuales y está preocupada por lo que llama sus “derechos adquiridos”. Esta expresión inhallable en cualquier versión de los Evangelios, alude a los tres canales de televisión abierta y a las 130 radios que distintos obispados del país obtuvieron durante gobiernos anteriores, a partir de la resolución del COMFER 858/90 que declaró a la Iglesia Católica Apostólica Romana “sujeto de servicios de radiodifusión”. Cuando un bárbaro ex interventor del COMFER adjudicó a Bergoglio en forma directa, sin concurso previo, una frecuencia televisiva de UHF, para lo cual invocó el status de persona jurídica de carácter público que el Código Civil asigna a la Iglesia Católica, la Asociación de Teledifusores Argentinos dijo que sentaba “un precedente muy peligroso”. Otros obispados también obtuvieron licencias de TV abierta, y ATA temía que los operadores de cable se vieran obligados a incluirlos en sus grillas. Desde el año pasado y sin que nadie los obligue, los operadores de cable del Grupo Clarín, Multicanal y Cablevisión, ya incluyen el canal de Bergoglio. Su programación sigue la consigna tercerista del cardenal: ni misas ni culos. La gran mayoría las radios y televisoras de la Iglesia Católica “no transmiten contenido religioso y en el Gran Buenos Aires muchas radios son alquiladas a bailantas”, afirma un especialista de ATA. “Como la Iglesia y las universidades no tienen que concursar para obtener una licencia, más de un particular le pedía al párroco amigo que le consiguiera una banda y a cambio le pasaba la misa en la radio,” explicó en 2005 un funcionario del COMFER. El obispado de Mar del Plata trasmitía la programación completa de FM HitsContinental, de la Capital Federal. Para evitar una sanción, el obispado reconoció la infracción y dejó sin efecto el contrato no autorizado por el COMFER. Las autorizaciones a la Iglesia Católica no se concursan y carecen de fecha de vencimiento, como si participaran de la inmortalidad del alma. En 2005 el COMFER dictó la resolución 1017, que contenía como anexo un reglamento de los servicios de radiodifusión de la Iglesia Católica. Ese reglamento estableció que no podría tener más de un servicio de radio o televisión por localización, que los servicios debían tener “un fin congruente con su misión, vinculada con obras de piedad, apostolado o caridad” y que, tal como fija el artículo 67 de la ley de radiodifusión vigente, los titulares del servicio no podrían ceder su derecho a terceros, asociarse con ellos, revender espacios o quedar ligados en forma exclusiva a productoras de programas. Esas son faltas graves y darán lugar a la caducidad de la autorización. Pese a las bajas dispuestas desde entonces la Iglesia Católica aún tiene un centenar de frecuencias de radio FM en todo el país, seis de ellas en la Capital y cuarenta en la provincia de Buenos Aires. Los derechos adquiridos que esgrime el Episcopado son un exorcismo contra las investigaciones sobre el uso de todas las licencias del país que está llevando a cabo Gabriel Mariotto, el primer responsable del COMFER dispuesto a hacer cumplir la ley."
(Horacio Verbitsky, 24 de agosto de 2008) (Ver acá)
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