Extraña calma de sábado a la tarde

Este sábado grisáceo tiene una calma rara, semejante a la esa inmovilidad de los árboles que preanuncia el vendaval.
Una tapa le queda a Clarín y La Nación. Una bala, una metralla, una lanza, una espada. Una descarga definitiva que quién sabe cuánto daño podrá hacer o cuánta influencia tener en una sociedad donde el sentido común dice que las cartas ya están hechadas. Todos sabemos ya a quién vamos a votar y los que aún sigan ninguneando su definición ya tienen claro para dónde orientarán su voto y se irán definiendo más o menos como los que ya lo están.
Es más, todos sabemos más o menos cuál va a ser el resultado. Todos sabemos que Kirchner gana con una diferencia que anda en los 10 puntos, que Margarita Stolbizer vuelve a ganarle a los agoreros que la quieren liquidar porque los radicales se resisten a morir hasta tanto cuenten con un instrumento político superador a la UCR.
Todos sabemos también que pese al manijeo atroz del dispositivo mediático, el voto cómodo porteño no basta para que Prat Gay pierda el segundo lugar, aunque es probable que cruce la meta sintiendo la respiración en la nuca de Solanas y Carlos Heller (porque también muchos peronistas están repensando su voto y pese al disgusto con su propia incapacidad de armar algo y a la bendición de Kirchner al banquero, se han espantado con el derrape gorila del cineasta )
Clarín y La Nación se juegan mañana la última carta para ver si logran, por lo menos, empiojar lo más posible el escenario del 28. Se juegan todo para ver si logran instalar percepciones y nociones que decanten en esa tapa del 29 de junio que hablará de una arrolladora victoria de “la oposición” mientras el panorama en la provincia de Buenos Aires estará dominado por “serias irregularidades”.
El asunto es que esa tapa no parezca forzada, inventada. El asunto es lograr un piso de credibilidad para ese titular del 29/06 que por sí solo definirá la inestabilidad que le espera al país en los dos años y medio que restan hasta que asuma otro presidente.
Por lo pronto ya el martes 30 comenzará la operación para deslegitimar la composición actual del parlamento mediante declaraciones de dirigentes opositores y los infaltables constitucionalistas que seguramente serán consultados sobre la posibilidad de adelantar la asunción de los nuevos legisladores, y no me extraña que algunos de estos jetonazos encuentre alguna interpretación de la Carta Marga que faculte pensar en que es posible acortar los mandatos de los actuales legisladores para que asuman los nuevos.
Luego, no después del 15 de julio reabrirá sus puertas el circo de la Mesa de Enlace en tanto la puja con Techint y los suyos volverá al primer lugar.
Nos espera una semana vertiginosa y un tiempo de mucha turbulencia.