Es tan contundente la carta abierta que le escribió al rabino Sergio Bergman el colega y amigo Hugo Presman, que la republico para que sea leída por la mayor cantidad de personas.
Gerardo
-----------------------------------------------------------------------------------------------
SERGIO
Por Hugo Presman
¿Sabes una cosa Sergio? No te reconozco. Y sin embargo estás igual. La misma kipa multicolor. La misma buena oratoria. Tu rostro joven. Si. Estás igual que cuando pedías justicia por las victimas del criminal atentado contra la AMIA. Ahí en Plaza Lavalle frente a tribunales. Cuando eras un referente de Memoria Activa. Junto a Diana Malamud y Laura Guinzberg. Pasó mucho tiempo. Por eso tal vez se me confunden los tantos. Pero si mal no recuerdo te referenciabas en Marshall Meyer, el rabino que acompañaba a las madres en los años de plomo, en sus rondas alrededor de la Pirámide de Mayo. Aquel al que un día se le acercó un padre cuya hija estaba desaparecida y le dijo: Marshall¿ Que haces aquí? ¿ Tenes un hijo desaparecido? No le respondió. Estoy aquí porque vos tenes un hijo desaparecido.
Estás igual y sin embargo no te reconozco a pesar de la misma kipa multicolor. Dejaste Plaza Lavalle y reapareciste en la Plaza del Congreso colocándote en el palco a la derecha de Blumberg. Cambiaste a la libertad del himno repetida tres veces por la seguridad por triplicado. Y eso no es muy republicano. Aunque entonces aún no habías adherido al discurso del democratismo vacío. Marshall Meyer ya no te guiaba. Ahora te seducía el falso ingeniero. Y la prensa del establishment empezó a darte espacio. Ahora te buscaban, hacías declaraciones, te convertías en un referente moral. Aunque para ello estuvieras rodeado de admiradores del terrorismo de estado, de la mano dura. Lejos quedaban los lunes poco concurridos de Plaza Lavalle. Ya no estas en Memoria Activa. Ahora militas en Amnesia Activa. Nada de lunes sin gente y sin prensa. Velas y medios. Buscaste la cobertura del cristianismo institucional: Bergoglio, Marcó. Escribiste un libro, El Manifiesto Cívico Argentino que parece una versión actual de los manuales de educación democrática, materia que se implementó a partir de la Revolución Fusiladora. Para que el pueblo no cayera nuevamente en una dictadura. Ahí también se hablaba de república y democracia mientras se proscribían a las mayorías populares. No se podía, sin cometer un delito, mencionar a Perón, Eva Perón, Partido Justicialista. No tenían voz los millones que lo respaldaban. Pero los Bergman de entonces hablaban de la segunda tiranía. Y los que se decían democráticos y revolucionarios eran entre otros tus socios actuales Sergio: la Sociedad Rural, el diario La Nación, la Iglesia Institucional, las franjas de clase media que miraban despectivamente a los cabecitas negras que tenían el tupé de gozar de derechos solo reservados hasta entonces a otros sectores. ¿ Sabes Sergio que los cabecitas negras han sido discriminados, aquí, en nuestra argentina, como los judíos los han sido en otras sociedades? Y vos Sergio, el que tenía como referente a Marshall Meyer, al humanismo judío, el de la kipa multicolor, hoy bendecís a muchos de los discriminadores. Hablás de nuestros hermanos del campo. No te referís a los peones rurales. A los pequeños y medianos propietarios por fuera del modelo sojero, a los campesinos sin tierras o expropiados de la zona no pampeana. A ellos no los ves. Los “hermanos del campo” son Biolcatti, Miguens, Llambías, Grobocopatel. Te convocan a dar charlas de la Mesa de Enlace junto a Vicente Massot, el sólido cuadro intelectual y propietario de Nueva Provincia, tradicional vocero de la Marina, que justifica la tortura, defendió el terrorismo de Estado y minimizó el holocausto. ¿Será que si ese Dios en que crees, contemplara nuevamente impávido una remake de los años de plomo, vos estarías contra los que denostaban a las madres que buscaban a sus hijos? Si existe una vida después de esta, Marshall Meyer debe haberse muerto de nuevo.
Pareces la versión religiosa en envase judío de Elisa Carrió. Por eso dijiste ayer: “Hay una Argentina que puede ser República después de Néstor” “No entreguen ningún voto, ni la dignidad” “Hay que llenar las mesas para que no nos roben los votos” “Tenemos que tomar eso que aprendimos de los hermanos del campo. Hay que organizarse para defendernos. La inseguridad se resuelve con decisión política”.
Créeme Sergio que no te reconozco. Aunque estés igual. Con tu kipa multicolor, tu habilidad oratoria y tu figura de joven querible. Cambiaste tu discurso y tus amigos. Tus aliados. Nunca más la marginalidad. Ahora la primera plana del establishment. Por eso dijiste ayer, en un acto contra la inseguridad que convertiste en un acto opositor, que no hay que confundir “el legado de Perón con la locura de Nerón”. No seas hipócrita Sergio. Vos, si hubieras sido contemporáneo y mayor de edad entre 1945 y 1955, habrías estado contra “ la segunda tiranía”. Preguntale sino a tus nuevos amigos. Donde estuvieron o donde se hubieran ubicados. Hubieras dicho que Perón era Nerón. Que incendiaba la República y asesinaba la democracia. Y que sus seguidores eran la barbarie. Para que se concrete la República que vos y tus aliados quieren, hay que implantar el voto calificado. Y en la lógica de ese razonamiento de democracia blanca es posible que vos como argentino de origen judío también quedes excluido.
Tanto esperar el Mesías, que te impacientaste. Tu confusión te llevó primero a encontrarlo en Blumberg y ahora en la Mesa de Enlace. Crees que Alfredo de Angeli es la reencarnación de un combatiente del Gueto de Varsovia y Elisa Carrió una continuación de los profetas.
No te reconozco Sergio Bergman. Te ha encandilado el vellocino del oro mediático. Cada vez más cerca de los poderosos. Reemplazaste el Antiguo Testamento por el diario La Nación. Cada vez más lejos de Dios si este existe. Que él, que contempló impávido Auschwitz y la Esma, los bombardeos en Gaza, en la Plaza de Mayo, las atrocidades múltiples y tus involuciones, te perdone.
¿Sabes una cosa Sergio? No te reconozco. Y sin embargo estás igual. La misma kipa multicolor. La misma buena oratoria. Tu rostro joven. Si. Estás igual que cuando pedías justicia por las victimas del criminal atentado contra la AMIA. Ahí en Plaza Lavalle frente a tribunales. Cuando eras un referente de Memoria Activa. Junto a Diana Malamud y Laura Guinzberg. Pasó mucho tiempo. Por eso tal vez se me confunden los tantos. Pero si mal no recuerdo te referenciabas en Marshall Meyer, el rabino que acompañaba a las madres en los años de plomo, en sus rondas alrededor de la Pirámide de Mayo. Aquel al que un día se le acercó un padre cuya hija estaba desaparecida y le dijo: Marshall¿ Que haces aquí? ¿ Tenes un hijo desaparecido? No le respondió. Estoy aquí porque vos tenes un hijo desaparecido.
Estás igual y sin embargo no te reconozco a pesar de la misma kipa multicolor. Dejaste Plaza Lavalle y reapareciste en la Plaza del Congreso colocándote en el palco a la derecha de Blumberg. Cambiaste a la libertad del himno repetida tres veces por la seguridad por triplicado. Y eso no es muy republicano. Aunque entonces aún no habías adherido al discurso del democratismo vacío. Marshall Meyer ya no te guiaba. Ahora te seducía el falso ingeniero. Y la prensa del establishment empezó a darte espacio. Ahora te buscaban, hacías declaraciones, te convertías en un referente moral. Aunque para ello estuvieras rodeado de admiradores del terrorismo de estado, de la mano dura. Lejos quedaban los lunes poco concurridos de Plaza Lavalle. Ya no estas en Memoria Activa. Ahora militas en Amnesia Activa. Nada de lunes sin gente y sin prensa. Velas y medios. Buscaste la cobertura del cristianismo institucional: Bergoglio, Marcó. Escribiste un libro, El Manifiesto Cívico Argentino que parece una versión actual de los manuales de educación democrática, materia que se implementó a partir de la Revolución Fusiladora. Para que el pueblo no cayera nuevamente en una dictadura. Ahí también se hablaba de república y democracia mientras se proscribían a las mayorías populares. No se podía, sin cometer un delito, mencionar a Perón, Eva Perón, Partido Justicialista. No tenían voz los millones que lo respaldaban. Pero los Bergman de entonces hablaban de la segunda tiranía. Y los que se decían democráticos y revolucionarios eran entre otros tus socios actuales Sergio: la Sociedad Rural, el diario La Nación, la Iglesia Institucional, las franjas de clase media que miraban despectivamente a los cabecitas negras que tenían el tupé de gozar de derechos solo reservados hasta entonces a otros sectores. ¿ Sabes Sergio que los cabecitas negras han sido discriminados, aquí, en nuestra argentina, como los judíos los han sido en otras sociedades? Y vos Sergio, el que tenía como referente a Marshall Meyer, al humanismo judío, el de la kipa multicolor, hoy bendecís a muchos de los discriminadores. Hablás de nuestros hermanos del campo. No te referís a los peones rurales. A los pequeños y medianos propietarios por fuera del modelo sojero, a los campesinos sin tierras o expropiados de la zona no pampeana. A ellos no los ves. Los “hermanos del campo” son Biolcatti, Miguens, Llambías, Grobocopatel. Te convocan a dar charlas de la Mesa de Enlace junto a Vicente Massot, el sólido cuadro intelectual y propietario de Nueva Provincia, tradicional vocero de la Marina, que justifica la tortura, defendió el terrorismo de Estado y minimizó el holocausto. ¿Será que si ese Dios en que crees, contemplara nuevamente impávido una remake de los años de plomo, vos estarías contra los que denostaban a las madres que buscaban a sus hijos? Si existe una vida después de esta, Marshall Meyer debe haberse muerto de nuevo.
Pareces la versión religiosa en envase judío de Elisa Carrió. Por eso dijiste ayer: “Hay una Argentina que puede ser República después de Néstor” “No entreguen ningún voto, ni la dignidad” “Hay que llenar las mesas para que no nos roben los votos” “Tenemos que tomar eso que aprendimos de los hermanos del campo. Hay que organizarse para defendernos. La inseguridad se resuelve con decisión política”.
Créeme Sergio que no te reconozco. Aunque estés igual. Con tu kipa multicolor, tu habilidad oratoria y tu figura de joven querible. Cambiaste tu discurso y tus amigos. Tus aliados. Nunca más la marginalidad. Ahora la primera plana del establishment. Por eso dijiste ayer, en un acto contra la inseguridad que convertiste en un acto opositor, que no hay que confundir “el legado de Perón con la locura de Nerón”. No seas hipócrita Sergio. Vos, si hubieras sido contemporáneo y mayor de edad entre 1945 y 1955, habrías estado contra “ la segunda tiranía”. Preguntale sino a tus nuevos amigos. Donde estuvieron o donde se hubieran ubicados. Hubieras dicho que Perón era Nerón. Que incendiaba la República y asesinaba la democracia. Y que sus seguidores eran la barbarie. Para que se concrete la República que vos y tus aliados quieren, hay que implantar el voto calificado. Y en la lógica de ese razonamiento de democracia blanca es posible que vos como argentino de origen judío también quedes excluido.
Tanto esperar el Mesías, que te impacientaste. Tu confusión te llevó primero a encontrarlo en Blumberg y ahora en la Mesa de Enlace. Crees que Alfredo de Angeli es la reencarnación de un combatiente del Gueto de Varsovia y Elisa Carrió una continuación de los profetas.
No te reconozco Sergio Bergman. Te ha encandilado el vellocino del oro mediático. Cada vez más cerca de los poderosos. Reemplazaste el Antiguo Testamento por el diario La Nación. Cada vez más lejos de Dios si este existe. Que él, que contempló impávido Auschwitz y la Esma, los bombardeos en Gaza, en la Plaza de Mayo, las atrocidades múltiples y tus involuciones, te perdone.
17 comentarios:
La verdad es que no me parece nada original, parece una de esas gansadas que te llegan por mail en cadena.
Saludos
Guido
Que contundencia, por favor. Una declaración política, y de vida, ejemplar. Bergman, como el traidor de Cobos, se encadiló con los flashes de los grandes grupos económicos, y como dice la carta, se olvidó de los verdaderos desposeidos. Hoy juega para la peor de las derechas, y de esa desición no se vuelve, aunque quiera.
Guido, ¿tanta verdad contienen las entradas de este blog que en absolutamente todos los artículos dejas una ganzada?
Si en vez de estar brindando con champagne francés en las festicholas de la farándula y seduciendo locutoras de turno en la radio, se dedicara un poco más a leer las cosas que publican sus compañeritos bloggeros, hubiera visto este ya vetusto post mío:
http://artepolitica.com/comunidad/sergio/
PD: en cualquier momento los llamo al aire para dar recetas de choripanes.
vamos a hacer algo. Teníamos previsto llamarte para hacer algo ligado al morfi
Este rabino escibe por el choripan y el tetra????A este hermano tambien lo acarrean????Lo siento muy junto a mí ,un trabajador peruca de 63 años,lejos del tatuado y de los delirios místicos..Gracias AMIGO JUDÍO...ASÍ SEA....
Matu, se escribe "decisión", no desición. Y se escribe "gansada", no ganzada.
La contundencia para la ortografía te la olvidaste en algún lado.
Saludos
Guido
Jorge, en los comentarios del post de AP que linkeás decís que DG nunca se habría puesto un kipá multicolor ¿Tiene algún significado ese tipo de solideo? Digo porque he visto que los colonos israelíes que viven en Cisjordania suelen usar kipás de ese tipo, cosa muy rara de ver acá en Argentina, donde su usan otros con "menos onda".
Guido:
Pone una hacademia de casteyano mas bale. Los conseptos se revaten con otros consetos mas balederos. Esa chicana varata de ser un corretor lenhuistico la berdad es, que rebela claramente la aucensia de hargumentoz de pezo.
Por otra parte esas ganzadaz que yegan por mail, son un patrimonio cazi esclusibo de los republiquetos, que apelan a los archibos pagüer poin con voludeces tales como la kretina, los kk, etc etc.
Una sujerensia, buelen un pokito maz, porque lla canzan.
vesitos
Leguar, no sea malo con guido, es de esa pobre gente que cree que escribir boludeces con buena ortografía, las hace menos boludeces.
Eso sí, cuide la suya, así nadie le reclama que entre los libros y las aplargatas usted eligió no andar descalzo y que seguramente ya sabe que los acentos son importantes y que no es lo mismo "la perdida de mi mujer" que la pérdida de mi mujer".
Cuando don guido tenga un argumento (aunque sea mal escrito), somos unos cuantos los que vamos a brindar con algo rico (no, guido, aldo no, un vinito, una cervecita, cositas así..)
Las minúsculas son intencionales.
ram
Cuando Pressman leyó la carta en El Tren, al rato saltó un boludo acusándolo de antisemita.
Guido: Pressman es judío.
Che Leguar, me hiciste reir muchísimo! Seguí con ese humor tan desopilante, picarón!
Saludos
Guido
No tiene que ver con este Post pero . . .
es para Nelson Castro que lo mira por TV:
Desde la ONU, afirman que el proyecto de ley "sienta un precedente en el
mundo"*
*El relator Especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Expresión,
Frank La Rue, felicitó a la Presidenta por propiciar el proyecto. Además,
dijo que "es una buena iniciativa" y aclaró que "el Estado debe garantizar
el pluralismo en el acceso a los medios de comunicación".
Saludos
Este rabino, ¿que aún no se si se postula para las futuras elecciones ni para que cargo?
Lo observe la otra vez en un restaurante de palermo y pensaba... Que capo que es Bergman! porque me gusta la forma de ser que tiene,
pero mas me gusto su ¡Sra Mónica!
Dios mío, es una Diosa, se llama Mónica A.Volgin, y él la tiene en sus contactos de Facebook.
A ambos por suerte los ví muy acaramelados, él le abria la puerta de su auto, y las miradas de los dos decia todo; y yo solo ahí comiendo... Pense este rabino debe tener algo más que "buena oratoria", que bueno relajarse con un esposa así, rubia, pelo largo, ojos verdes una sonrisa que te perdes y un lomo que ¡arde!
BUEN CAMBIO Y RENOVACION DE VIDA.
¡VIVA EL AMOR!
Ruben Tapia
No me digan que Ademas de casarse los rabinos tienen amantes
Lean la historia de España. Lean la de Irlanda. Por favor háganlo. La memoria sirve para algunas cosas, como todo en la vida. Si después de lo que viví en la época del proceso yo estuviera llena de odio, si yo no reconociera que esa gente nació en el mismo lugar que yo, y que yo tuve tanto que ver con ellos como con mis tendencias que siempre fueron pacíficas, no estaría ni viva ni feliz. España e Irlanda hicieron putno y aparte y dejaron de mirar banderas y aspectos exteriores. Se fundieron en un abrazo humano y hoy viven dentro la mayor coherencia posible en este mundo, respetándose entre ellos.
Micaela Etchegaray
Mas allá de la opinión personal que cualquiera puede tener respecto del Rabino
Sergio Bergman, las críticas de Hugo Presman incurren en una típica falacia
argumental: la falacia "ad hominem". Como técnica retórica, puede ser
poderosa. De hecho, se usa a menudo para convencer a quienes se mueven más por
sentimientos y por costumbres acomodaticias que por razones lógicas. Ahora,
como argumento, es de una pobreza franciscana: acá el único recurso que se utiliza
para descalificar las ideas que sostiene una persona (Bergman) es el de asociarla con la
Revolución Libertadora, el Proceso o yerbas similares. Patético. En todo caso,
sería bueno que la crítica a las ideas o posturas que sostiene el Rabino
Bergman se hagan con argumentos. Acá, brillan por su ausencia.
Ei rabino Bergman no es representativos de los rabinos , es un sujeto que lejos està de ser parte de una religion que tiene mucho de sufrimirnto y dolor. Esta lejos de todo esto y se cree representando de algo para lo cual no esta preparado. Gladys.
Publicar un comentario