sábado, 30 de agosto de 2008

Existió el antiradicalismo?

Esta pregunta que atormenta a María Esperanza es en verdad la inspiradora de esta charla mantenida con el historiador Leonardo Killian sobre el odio que engendró en las clases dominantes la irrupción del radicalismo y su lider, Hipólito Yrigoyen.
En la derecha de la pantalla verán el botoncito: apretar y escuchar.
Notable que de todo aquello sólo quede una marca y Gerardo Morales.

18 comentarios:

Goliardo dijo...

si, hay un antiradicalismo, es la "realidad".

Ezequiel dijo...

El antirradicalismo histórico es el progenitor del antiperonismo: es una reacción conservadora contra los resultados prácticos de la ampliación del sufragio, una impugnación de la moderna sociedad de masas. Se nutre de la tradición antidemocrática europea, como Barrés y Maurras. Y ha de decantar en el uriburismo y en la "década infame". No olvidemos que el "fraude patriótico" nace como heramienta de defensa de una clase dominante reaccionaria, que ha perdido su capacidad dirigente y hegemónica, y que busca a toda costa el retorno del radicalismo.
Pero ese radicalismo, y los sentimientos que genera, muere históricamente en la medida en que nuevos movimientos populares recuperan críticamente algunas de sus banderas.

Charlie Boyle dijo...

Buén post, brillante Leonardo Killian.

Anónimo dijo...

Excelente la nota con Killian. Coincido que los ataques recibidos por don Hipòlito, ese representante de los inmigrantes y las masas criollas fueron durisimos, pero no era concebible pensar en otro escenario para una oligarquìa que habìa "destapado la olla de presiòn" de las Revoluciones Armadas Radicales y permitido el sufragio (con las limitantes que muy bien se señalan ) convencidos de que era imposible que fueran vencidos en las elecciones, lo que finalmente sucediò. A ellos, que manejaban la prensa, la universidad, los diarios y el poder econòmico, cuando por primera vez se vota con transparencia, las mayorìas le dan la espalda. No serà simple la digestiòn de esta derrota y el "antiradicalismo" comienza a tomar forma. Surge por lo que significa mas que por lo que amenaza en cambiar el sistema econòmico, surge porque a medida que pasa el tiempo, elecciòn tras elecciòn, el radicalismo sigue creciendo, surge porque encuentra traidores y "galeritas" dentro de las propias filas radicales (Alvear, el segundo presidente radical es funcional a estos intereses y de hecho funda el Antipersonalismo que es una variante del Antiradicalismo, ubicada adentro, en el riñòn mismo). Y digo lo de simbòlico, porque si bien Yrigoyen tomo desiciones claramente favorables a los poderosos: Semana Tràgica en los Talleres Vasena, Sucesos de La Forestal en el Norte Santafesino y Patagonia Rebelde en el indòmito sur (todas ellas con represiòn, persecuciòn y muertes)tambièn posibilitò, en esta ideologìa confusa del "peludo" otros avances significativos para los sindicatos menos ideologizados. Lo que el Radicalismo significaba, allì radica el orìgen del antiradicalismo. El hecho que en casa de gobierno, una parda estuviera sentada esperando ser recibida mientras amamantaba o que un peon en alpargatas fuera atendido por orden de llegada aunque un poderoso debiera esperar. Esa cultura polìtica que democratizò a la sociedad, fue para los poderosos, el anuncio de una posible profundizaciòn. Nunca llegò, salvo en casos puntuales: Neutralidad en la guerra y Reforma Universitaria. Pero, mejor prevenir que curar. El golpe del 30 lo explicitarà todo.

Anónimo dijo...

¿En serio Killian es historiador?. Más bien parece (por el reportaje y las notas que he leído) un aficionado con una visión sesgada. Pertenece al sector del nacionalismo "malvinero" que fue detrás de Galtieri a hacerle la Plaza del nacionalismo de cartón mientras la dictadura enviaba al muere a jóvenes de 19 años.

En el reportaje, si bien dice algunos datos que son ciertos, resume la versión de la "izquierda nacional" de Ramos y Spilimbergo. Yo creo que más que trostkismo, ese grupo osciló entre el furgón de cola de la burguesía, del peronismo, y sus vínculos con los carapintas todavía están frescos.

Anónimo dijo...

Sus vínculos con los carapintadas, debí tipear.

Anónimo dijo...

Lástima que en el reportaje no se trató los puntos antedichos de la "izquierda nacional". Además, es mencionado Onganía. Hubiese interesante escuchar del periodista el recuerdo de la polémica Viñas - Ramos, en donde el segundo depositaba esperanzas en ese golpe ya que podía abrir un curso al nasserismo...

De acuerdo a Horowicz, un intelectual formado en esa corriente pero que la abandonó hace años, en el 66 Ramos esperaba el día menos pensado... (como Jauretche, agrego yo).

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

En realidad, si el reporteado pertenece exactamente a ese sector es irrelevante. Dice más o menos lo mismo y marchan de la mano.

Que bien vendría una investigación del nacionalismo de "izquierda". Un buen estudio de estas personas, que le hicieron el aguante a Galtieri y que se juntan con carapintadas.

Saludos finales.

Mariano T. dijo...

"Una horda, un hampa había acampado en las esferas oficiales y plantado en ellas sus tiendas de mercaderes, comprando y vendiéndolo todo, desde los más sagrado hasta
el honor a la Patria…La época yrigoyenista ha pasado ya, vomitada por el pueblo: al ghetto de la historia. El 6 de setiembre marca en la historia argentina una de las grandes fechas nacionales. Junto con el 25 de mayo y el 3 de febrero. Son las Revoluciones Libertadoras”.
Esto lo dijo Matías Sanchez Sorondo, padre del candidato a senador por el FREJULI de Campora, derrotado en 1973 por De la Rua

Politico Aficionado dijo...

Como de alguna manera señala Killian el antirradicalismo mas feroz fue el de los radicales antipersonalistas, que detestaban a Yrigoyen y apoyaron al radicalismo oligárquico de Marcelo T. de Alvear.

Este residía en Paris, donde era embajador desde 1916 y fue elegido en 1922 "in absentia", para suceder a Yrigoyen.

En 1928 los radicales antipersonalistas fueron derrotados por Yrigoyen quien fue reelecto por una amplia mayoría.

Tras entregarle el mando Alvear volvió a su dorado exilio en París desde donde apoyó fervorosamente la conspiración contra Yrigoyen que culminó con el golpe de Uriburu, en 1930.

Mariano T. dijo...

aficionado no fue asì.
El antiradicalismo màs furioso, como puse arriba, fue de la fracciòn nacionalista del conservadurismo.
De ahì vino Lugones, y la anulaciòn de las elecciones de la pcia de Buenos Aires en 1931, y del fraude.
El radicalismo se volviò a unir en 1931, y los conservadores les hicieron fraude sin hacer distinciones.

Anónimo dijo...

Yo creo que hay que hilar más fino en lo que se refiere a la división de la UCR en los años '20 y principios de los '30. Hubo una parte del radicalismo antipersonalista -Ortíz y Justo son sus principales exponentes- que formó junto a los conservadores y a los "socialistas independientes" la Concordancia, que se mantuvo en el poder mediante el fraude en 1932-1943. La otra facción de los radicales antipersonalistas, capitaneada por Alvear, asume el liderazgo del partido con la bendición de Yrigoyen y lo conserva hasta la muerte de Marcelo T en 1942, momento en el que aparece una nueva camada de dirigentes.
Saludos

Mario Paulela dijo...

Me resulta poco entendible el concepto de Emilio, pegándole a la izquierda nacional por "malvinera". Pongamos las cosas en orden, porque en la delegación de políticos congelados que fueron a Malvinas a poco de ser recuperadas por el borracho Galtieri, estaban TODOS, no solamente Ramos. Cualquiera con dos dedos de frente, cree que Malvinas es una causa nacional, a pesar del Proceso y su proyecto sangriento y ridículo, que esperaba recuperar las islas para perpetuarse en el Poder. Y creer que Malvinas es una causa nacional NO ES pararse cerca de los carapintadas ni de ninguna bosta por el estilo. Creo que el amigo Emilio está algo escaldado y junta pato con gallareta.
Es cierto, por otro lado, que la izquierda nacional de Ramos siguió al Peronismo. La opción por la Liberación Nacional, por antiguo que suene, siempre pasó por el Peronismo. Emilio pone esto, sin embargo, como algo negativo. Yo creo que, justamente, se necesita recrear (perdón por la palabra lopezmuphyesca) un nacionalismo popular de izquierda, que ahora no existe y cuyos pobres remedos, como el SI y Proyecto Sur terminaron votando a favor de los oligarcas sojeros, porque para muestra sólo basta un botón. Muy similar a lo que ocurrió con Yrigoyen, a quién se le pegaba desde la derecha y desde la izquierda sin asco ni tregua. Tanto Ramos como Hernández Arregui vieron con claridad el triste destino de la izquierda cipaya argentina, que siempre estuvo con la reacción. Pero no es lo mismo la izquierda cipaya de Ghioldi que la izquierda nacional de Ramos.
Saludos cordiales
MP

moo dijo...

DIGAN NO AL BLOGFEST DE CLARIN

Anónimo dijo...

Dice Felix Luna en su libro "Yrigoyen", hablando de Marcelo Torcuato de Alvear: "Fue la suya una administraciòn liberal, desteñida de color y orientaciòn pero honrada e inofesnsiva. Su temperamento no era el de un Sarmiento transformador y desaforado, ni el de un Yrigoyen empecinado y visionario: era mas bien un Saenz Peña comodòn, que creìa en las fuerzas evolutivas del paìs y dejaba que se desenvolviera hacia un mejoramiento gradual de la realidad, sin empujones ni prisas. Claro que esto no es lo mas grave de su gobierno, porque es ley inevitable que las revoluciones se apaciguen y remansen tras un perìodo agudo. Si lo de Yrigoyen fue una revoluciòn frustrada, mas potencialmente poderosa, el gobierno de Alvear pudo haber sido el perìodo de fijaciòn de las conquistas logradas y la creaciòn de un ambiente mental indispensable para las nuevas transformaciones. Pero lo malo es que no hizo esto, y en cambio su debilidad para con los residuos del Règimen favoreciò el ayuntamiento de èstos con los elementos arribistas del socialismo y los elementos militaristas del ejèrcito, amèn de los elementos antipopulares del radicalismo para intentar un supremo esfuerzo contra las conquistas radicales, ayuntamiento, que vencido en 1928, logrò triunfar en 1930, dando por tierra los esfuerzos de treinta años de lucha".
Salvando las distancias històricas y las diferencias que cualquiera puede apuntar, què bueno es poder "leer" nuestra realidad de hoy (Con Cristina en el gobierno) tomando en cuenta estos acontecimientos que don Fèlix nos relata. Hay tambièn apreciaciones del Nacionalismo Popular Revolucionario de Rodolfo Puigross, respecto a este perìodo que ayudan mucho a entenderlo (Libro: Historia Crìtica de los Partidos Polìticos) Muy recomendable.

hermesmmm dijo...

Mi vieja era antirradical, los odiaba. Habia nacido en un pueblo de cordoba, hija de gringos pobres y recordaba con odio como como las chicas pudientes del pueblo, todas radicales, se burlaban de ella y de sus hermanos. Cundo lego el peronismo sintio una especie de reivindicacion, casi una venganza personal, frustrada por el golpe gorila del 55 y otra vez la burla, pero esa vez con persecucion y odio. Supongo que era antirradical, pero como era una buena mujer nunca deseo la muerte ni el mal de nadie.
En cuanto a mi, no soy antirradical, solo odio el odio que algunos de ellos nos tienen.
http://kirchnerista.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Es que el radicalismo comparte mucho mas de lo que creemos con el peronismo. Son dos movimientos de masas que de una forma u otra pusieron en "jaque" al poder concentrado en la Argentina. Fueron muchos los radicales se hicieron Peronistas, aunque una porciòn se gorilizò. La mejor "veta" debemos buscarla en ese eslabòn sòlido que resultò FORJA (Fuerza de Orientaciòn Radical de la Joven Argentina), donde tipos como Arturo Jauretche visualizaron y dieron "el paso" lùcido entre dos movimientos que se sucedieron para ocupar el espacio del Nacionalismo Popular. Las izquierdas tradicionales nunca entendieron a ninguno de ellos y de hecho conspiraron contra ambos. Ese error de miopìa polìtica aùn hoy se deja ver.

Anónimo dijo...

SOS UN OFICIALISTA ASQUEROSO

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