A ver, a ver ¿Qué Sabat sea un dibujante prestigioso lo transforma en intocable?
Quizá Cristina dio por el pito más de lo que el pito vale, como se dice por ahí. Pero me puse a ver el dibujo y me pregunto ¿Qué quiso decir Sabat? ¿Y si lo que quiso decir es una soberana tontería? ¿Y si el sentido es que Cristina se calle está bien? ¿Y si el sentido es que no habla Cristina sino Néstor, está bien?
Ahora es ADEPA, la entidad que nuclea a las grandes empresas periodísticas la que se rasga las vestiduras por los dichos de la Presidenta. Pero ¿Cuál es? ¿Sabat puede dibujar lo que le plazca pero la aludida no puede opinar al respecto?
No coincido con la interpretación presidencial, pero ello no quita reconocerle a la primera mandataria que tiene derecho a opinar.
Hemos llegado a un punto tal de manipulación conceptual en esto de la tan mentada como inexistente “Libertad de Prensa” que todo aquello que se responda desde ámbitos oficiales a lo que dicen las empresas periodísticas será catalogado como “Ataque al periodismo independiente”Repito: Hermenegildo Sabat es un dibujante prestigioso pero ¿Eso lo inmuniza del error? ¿Qué quiso decir con este dibujo? ¿Qué Cristina no hable? La verdad, cuesta entenderlo y más en el contexto político en que se publicó el dibujo.
Quizá Cristina dio por el pito más de lo que el pito vale, como se dice por ahí. Pero me puse a ver el dibujo y me pregunto ¿Qué quiso decir Sabat? ¿Y si lo que quiso decir es una soberana tontería? ¿Y si el sentido es que Cristina se calle está bien? ¿Y si el sentido es que no habla Cristina sino Néstor, está bien?
Ahora es ADEPA, la entidad que nuclea a las grandes empresas periodísticas la que se rasga las vestiduras por los dichos de la Presidenta. Pero ¿Cuál es? ¿Sabat puede dibujar lo que le plazca pero la aludida no puede opinar al respecto?
No coincido con la interpretación presidencial, pero ello no quita reconocerle a la primera mandataria que tiene derecho a opinar.
Hemos llegado a un punto tal de manipulación conceptual en esto de la tan mentada como inexistente “Libertad de Prensa” que todo aquello que se responda desde ámbitos oficiales a lo que dicen las empresas periodísticas será catalogado como “Ataque al periodismo independiente”Repito: Hermenegildo Sabat es un dibujante prestigioso pero ¿Eso lo inmuniza del error? ¿Qué quiso decir con este dibujo? ¿Qué Cristina no hable? La verdad, cuesta entenderlo y más en el contexto político en que se publicó el dibujo.
17 comentarios:
Gerardo, tres cosas.
1. Sábat ha estado históricamente sobrevalorado. El dibujo fue una estupidez.
2. Cristina puede opinar y decir lo que se le cante, pero
3. Lo que me parece mal pensado (no voy a decir "no lo puede hacer") es interpretarlo como "una amenaza" (si te van a amenazar, lo hacen en serio, no con una caricatura) ni dedicarle un tiempo significativo de un discurso importante en lo que a mí me parece que incluso fue enojo sobreactuado. Estando tantas cosas importantes en el medio, discutir el dibujito en la Plaza de Mayo, no da.
Todo hecho artístico, y lo de Sabat en cierto modo lo es, puede tener tantas interpretaciones como intérpretes. Yo miro la pluma magistral de Sabat, tras cuatro "castrochavezcristina" discursos al hilo en menos de una semana, y leo: Presidenta, hable menos, y haga más.
Pero claro, Cris no tiene gestión en sus espaldas. Solo tiene su hablar lindo...y su marido. Con éso solo, basta para llegar a la presidencia en cualquier país bananero.
Abrazo
Horacio
Una cosa más sobre la genial caricatura. Si uno la mira con detenimiento, el dibujo tiene dos caras. La de Cristina mirando al frente, y la de su marido Néstor, mirando hacia la izquierda.
Y mientras a ella la dibujan con la boca cerrada, su marido parece estar vociferando. Es decir, "el mensaje cuasimafioso" que ve la Presidenta, puede ser que su marido gobierna...y no ella.
En fin...
Abrazo
Horacio
El sentido del dibujo - me parece - es el que le da Horacio R. Palma.
"Callate y dejà hablar a tu marido".
Armoniza con un sentimiento bastante ganso y machista , onda "andà a lavar los platos, nena" , pero Sabat tiene todo el derecho a hacer lo que se le da la gana. La presidente tambièn puede opinar sobre lo que opinan de ella, pero me parece que no entendiò el dibujo, bastante obvio, segùn mi humilde opiniòn.
Parece una exageración que una presidenta se refiera a una caricatura de un gran dibujante, pero en un contexto como el actual en el que los medios son factores de poder (o pretenden erigirse en eso, sin que nadie los haya elegido para ello) no está mal advertir que esos "deslices" pueden conllevar otras cuestiones bajo el poncho.
Los rápidos reflejos de los "periodistas independientes" y de ADEPA, muestran nítidamente que se ocupan y preocupan de tremendos detalles como un dibujo y no dicen una sola palabra de como se avasalla y pisotea su profesión en la mayoría de los medios de comunicación. Así está hoy el periodismo en nuestro país. Lamentable!!!
Tonero
Les sugiero que se den una vuelta por acá...
http://500millones.blogspot.com/
Para mí lo que quiso decir Sábat es tan básico que no merece ni un sólo comentario: simplemente según él, la que habla no es Cristina, sino que es Néstor quien lo hace através de su mujer... Punto.
Igual me parece una canallada...
Respecto de si era necesario que CFK le dedicara un párrafo en su discurso, bueno, para mí cualquier crítica hacia los grandes medios me parece acertada (¿no tendremos que empezar a hablar de los "grandes miedos"?)
Un abrazo.
CT
Lamento, pero no me voy a sumar al coro de elogios de Sabat. El tipo dibuja bien, es un artista, pero un artista y buen artista puede poner su arte al servicio de políticas reaccionarias. Sí, estoy hablando de Sabat, pero podría hablar de Vargas Llosa, que es un buen escritor.
El sentido del dibujo se enlaza con otro anterior, el de NK como titiritero y en el guante CFK como títere. Sabat lo dice con toda la claridad posible: la señora no existe, no habla, no actúa, es un juguete de su marido.
Cualquiera que haya seguido superficialmente la trayectoria del matrimonio durante, digamos, diez años sabe que no es verdad.
¿Pero qué le importa la verdad a Sabat?
Señora presidenta –¿o debería decir cuasi presidenta?–: en estos días le debe escribir mucha gente. Se ve que con esto de que habla tanto hay quienes quieren contestarle y, claro, no es tan fácil. Así que disculpemé si la molesto. No era mi intención. Y le juro que yo al Padrino sólo lo he visto en la pantalla.
La escuché con mucha atención esta semana y por momentos me confundieron algunas cosas que dijo, porque me pareció que también decía lo contrario: no entendí, por ejemplo, cuando habló mucho de la historia y los setentas y el golpe y los crímenes pero después dijo que no importa de dónde venimos sino hacia dónde vamos. O cuando dijo que el peronismo nunca había impulsado la lucha de los pobres contra los ricos y después no dijo qué hacía con una tal Eva Duarte. Y mejor no contarle cómo me enfurruño cuando la escucho hablar de los derechos humanos como si nadie o cuasi nadie más hubiera hecho nada, ni del simplismo de que no apoyar sus medidas equivalga a ser un golpista antipatria oligarca pampeano.
Pero lo que realmente me mató fue cuando dijo que el dibujo de Menchi Sábat era un “mensaje cuasi mafioso”. Le juro que le di vueltas, señora: ¿Cómo es ser cuasi mafioso? ¿Es como ser un poco virgen? ¿Ligeramente muerto? ¿Bastante robado? Primero no lo entendí, después lo detesté: señora, detesté ese cuasi.
Cuasi es una palabra particular –como lo son todas las palabras. Cuasi viene del lenguaje leguleyo, es lo que se solía llamar un latinajo, una palabra que marca diferencias entre los cultos y los incultos: usted podría haber dicho casi pero dijo cuasi, para hacer juego con la presentación que le hace el locutor: la doctora Cristina Fernández, todo eso. Es su estilo: algunas referencias populares pero que nadie se olvide de que es una abogada, faltaba más. Me dirá que eso no importa mucho, y yo le diré que es cierto, que cuasi no importa. Pero el tema es que usted no dijo cuasirrefleja, cuasi concluido, cuasimodo, cuasi cuasi: dijo cuasi mafioso, señora, lo llamó cuasi mafioso. Dijo algo muy pesado, y pensó que lo iba a aminorar con ese cuasi.
Si tiene que decir algo, señora cuasi presidenta, ¿por qué no lo dice de verdad, haciéndose cargo? Porque al final igual lo dice, claro, todos lo escuchamos –porque a usted, cuando habla, todos debemos escucharla, al fin y al cabo por voluntad electoral usted tiene el micrófono más grande–, pero lo dice como si lo dijera un poco menos. Lo dice pero le dará miedito o vergüenza o vaya a saber qué y lo dice más o menos, lo cuasi dice.
Y me da la impresión de que ahí hay una clave. Así hablan muchos argentinos, y así funciona mucho en su gobierno. No quieren decir lo que quieren decir o quieren decir lo que no quieren decir o tienen miedo de que no los entiendan o tienen miedo de que los entiendan y entonces cuasi dicen. Pero lo peor es que cuasi hacen: hacen pero no terminan de hacer, o hacen distinto.
A veces me cuasi gusta lo que usted cuasi dice, señora. Cuando dice que va a redistribuir, por ejemplo. Pero cuando dice que estas medidas económicas que le trajeron tantos problemas son redistributivas, ¿no debería decir cuasi redistributivas? Digo, porque hasta ahora se ve que, de la supuesta redistribución, ustedes hacen o intentan hacer la primera parte, recaudar el dinero; todos le creeríamos mucho más –o cuasi le creeríamos– si viéramos más clara la segunda parte: que usen ese dinero para cumplir con las necesidades urgentes de tantos argentinos, en lugar de sentarse encima y acumular poderes.
Pero no hablábamos de eso, hablábamos de cuasi. Usted acusó al Menchi Sábat de haberle mandado un mensaje cuasi mafioso. ¿O será que acusó a Clarín? Si quiere pelearse con uno de los mayores grupos monopólicos de la patria, que maneja como pocos las ideas e ideologías de los argentinos, señora cuasi, avise y vamos todos. Pero no parece, porque con ellos hace negocios, les ofrece prebendas. Así que el cuasi mafioso será Sábat, y entonces no: no nos toque al Menchi, mire vea, uno de los tipos más íntegros y respetados y queridos que hay en este país. Se equivocó, señora cuasi: se cuasi metió con el que no debía. Y hubiera sido más digno si, por lo menos, se hubiera metido de frente, sin el cuasi.
Cuasi respetuosamente,
M.C.
de Crìtica de la Argentina
Pedro B.
Anónimo "Pedro B."... Un consejo: si vas a extraer algo de algún diario, además de la fuente citá completo el nombre del periodista; en este caso las enigmáticas "M. C." no son más que las siglas de "Martín Caparrós". Cuando las palabras llevan firma de autor, ya no valen sólo por sí mismas, sino que cobran 100% su sentido al saber quién las elucubró.
Cordialmente.
CT.
Una cosa más... Gerardo, ¿leíste bien la columna de Caparrós?... ¿no se merece una respuesta más aguda todavía que la que le hiciste a Peña?... Me parece mucho más delicado y peligroso el discurso de Caparrós que el de Peña... Le dice "cuasi-Presidenta" a una mina elegida democráticamente por la mayoría del pueblo argentino... ¿Eso es ironía pequeñoburguesa no comprometida o golpismo mafioso? Mmmmmmm... qué hilo tan fino que va de un concepto a otro... estoy sumamente asqueado...
Y pensar que Caparrós es historiador... que escribíó "La voluntad"... que algo habrá leído sobre el rol conservador y golpista que jugó la clase media durante todo el período 1943-1955...
Pero como dicen los chinos (los de China, no los del PCR): de lo malo nace lo bueno... Y una de las cosas "buenas" de estos agitados días de la Argentina es que marca un punto-sin-retorno para muchos... que seguramente va a ser un parte-aguas en el campo ideológico de los sectores medios (siempre proclives al poco compromiso, a la a-política) donde varios "intelectuales" y "periodistas" van a quedar pegados a posicionamientos ideológicos de los cuales les va a costar muchísimo salir... Es un buen momento para releer a clásicos como Gramsci, no sólo en lo que refiere al concepto de "relaciones de fuerza" sino sobre todo al papel de los "intelectuales orgánicos"...
Un abrazo.
CT
El juego con el cuasi que hace Caparròs parece un entretenimiento medio pavo a partir de un tèrmino que le llamò la atenciòn, como pueden hacer los niños . El cuasi-presidenta viene en lìnea con el dibujo de Sabat y toda esa onda (machista, entre otras cosas, me parece) de sugerir - canchereando -que hay un doble comando, y el que gobierna es el marido.
No se quien inaugurò esa ironìa tan boba en el periodismo polìtico , pero es insoportable.
Es verdad, nadie es intocable, y menos Sabat. Pero es un artista -con una trayectoria de la hostia, encima- y la presidenta lo único que logró fue amplificar lo que ella misma rechazaba, proque luego de poner el tema arriba muchos descubrimos la caricatura que ella quería que no viéramos. Una muerta más del a miopía de este gobierno que titula mucho pero hace poco.
Jorge P., me parece que justamente lo que Cristina quería era que todo el mundo viera esa caricatura... No creo que sea tan ingenua para pensar que porque ella critica a Sabat en un discurso que escuchan millones de personas nadie vaya a ver de qué se trata, no?
Cordialmente
CT
Está mal que Sabat haga una caricatura y bien que la presidenta de la nación lo trate de cuasi mafioso???
El Kirchnerismo y sus seguidores son pateticos
Editor: Está mal lo que hizo la Presidenta y está mal que muchos de razguen las vestiduras por Sábat, que no hizo muchas caricaturas sobre la dictadura, la aprpopiación de niños de la señora de Noble ande mais. Sábat no es intocable ¿se entiende?
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