martes, 1 de noviembre de 2016

Buscando un símbolo de paz


La salida de la dictadura fue musicalizada desde el rock por canciones que, en líneas generales, eran para cortarse las venas. Visto a la distancia, quizá no podía ser de otra manera. ¿Cómo evitar que León Gieco se desgarrara con decenas de historias amargas, o que Baglietto fuera top con aquél disco "Tiempos difíciles" que traía historias como la del recluso que, salido de la cárcel vuelve a lo de Mirtha, el dramón de  la pareja que pierde un bebé recién nacido, o el irrespirable clima de la previa a un suicidio de "Sobre la cuerda floja"?

Tenía 22 años cuando estalló la reapertura democrática y viví de manera generacional la explosión rockera con mucha joda por fuera y tamaña pena por dentro. Cantilo y Punch con "la gente del futuro" siempre me hizo pensar. lo mismo que "En este mismo instante" o "Señora violencia", sobre la guerra en Malvinas. Ni hablar de "la jungla tropical", donde nos anticipaba que el tiempo por venir era de una dureza como la que vivimos curiosamente hoy.

El rock emergió de la dictadura hecho jirones a la hora de contar historias, y si bien todo era jolgorio entre la monada, en líneas generales lo que se cantaba convocaba más al llanto que al pogo. No podría haber sido de otra manera. No se pasa de la noche al mediodía sin el amanecer en el medio. El rock salió de la noche milica como pudo, abriéndose paso entre efigies de desaparecidos, pibes masacrados en Malvinas y censura feroz. Le costó años borrar esas marcas, que tampoco -por suerte-  pudo erradicar para siempre.

Por eso el gran y definitivo quiebre se dio con la explosión ricotera, que sintetizó en un clic, el cierre de una etapa con el comienzo de lo nuevo. El fervor ricotero se nutre en esencia del reconocimiento de ese pasado de sangre que fue la dictadura y de la diaria del piberío que la yuga como puede y donde puede. va para adelante pero nunca deja de lado de dónde viene. Ahí está el asunto.

Todo esto viene a cuento porque, escuchando a Gustavo Sylvestre emitir "En blanco y negro Buenos Aires", por Silvina Garré, el humorista que tiene al lado acotó "FM triste, tus peores momentos", algo que por supuesto me arrancó una carcajada brutal pero al mismo tiempo me disparó estas líneas. Por un instante me asombré viéndome degustar en aquellos años canciones como estas, repletas de sabores amargos e imágenes tristes. "Somos eso" pensé. Somos la consecuencia de un tiempo formateado por las balas, que hemos atravesado nuestra vida buscando sólo algo de paz, como cantaba Charly.


3 comentarios:

Pablo dijo...

muy buen comentario.
que lindo es hablar de musica en contexto social.

Diego dijo...

El cambio de letrística en la cumbia de inicios de siglo a ahora también se nota. El surgimiento y posterior caída de la cumbia villera es paralelo al 2001 y posterior gobierno K. Digo yo, bah.

Unknown dijo...

"Sera porque nos queremos sentir bien ... cantaba Charly, y siii el pueblo pide eso

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