jueves, 31 de marzo de 2016

La defraudación


Un sentimiento cruza dolorosa y transversalmente a los miles de argentinos que se identifican con las banderas del kirchnerismo y es el de una frustración infinita, quizá sólo comparable a la de aquél domingo de Semana Santa de 1987, cuando salíamos de la Plaza enroscando las banderas, cabizbajos, cual equipo de fútbol que abandona la cancha luego de una derrota dolorosa. El peronismo de las provincias los ha estafado y de una manera horrenda: de 39 senadores sólo 16 fueron coherentes. Está todo dicho.
Seguirán los debates sobre si Cristina hizo bien o mal en guardarse. Lo concreto, lo que no admite segundas interpretaciones es que anoche, el electorado quedó por un lado y el peronismo provincial por otro, y que esto va a ser definitorio como nunca en la vida política argentina. La gente, la militancia, los miles de argentinos y argentinas que se pusieron la campaña para el ballotage al hombro, los que salieron a tocar timbres, a conversar con los vecinos, los que lo dieron todo en sus trabajos, hoy se sienten traicionados vilmente y ¡Vaya si tienen motivos!
Lo grave de la defraudación es que genera descreimiento y desmovilización, que son los componentes irremplazables para que el neoliberalismo pueda explayarse a sus anchas. Si logran que, de a poco, muchos empiecen a volverse a sus casas, a despreocuparse de lo público habrán consumado una victoria de una contundencia pocas veces vista y ahí sí tendremos sobre la patria al neoliberalismo aposentado por un par de décadas, un lapso en donde las diferencias se den entre Macri y Massa, Lanata y Rial, Angelici y Carrió…
El gran aporte del kirchnerismo fue recuperar a miles que se habían ido a sus casas, hartos de que siempre, en los momentos culminantes, los cagaran. Se había llegado a un punto donde se sentía que era imposible modificar el estado de cosas porque la política, más tarde o más temprano defraudaba, traicionaba. El gran logro fue hacer ver que la política también podía servir para otros fines. Néstor fue el que a esos miles les demostró que se podía cambiar, que se podía gobernar de manera distinta, por eso los arrancó de sus pequeños mundos privados y descreídos y los amuchó en la plaza pública junto a una pendejada hermosa, imberbe, revoltosa que vivió la reapertura del 83 a cocochoto de sus padres en los actos, en las marchas y en los recitales y ahora llegaba, quilombera, a protagonizar su tiempo.
El kirchnerismo fue, antes que nada esto. Recupero de descreídos y sumatoria del piberío.
Por eso no está dicha la última palabra Y está por verse si lograrán quebrarlo. Está por verse si conseguirán que los quebrados de los noventa regresen nuevamente cabizbajos como Pablo Pueblo a sus hogares. Está por verse si una generación de pibes que se crió convencida de que se podía transformar la sociedad se retirará sin dar la batalla.
El peronismo de las provincias anoche quizá votó el fin de su sentido histórico. La foto fue la de una fuerza para la que todo da lo mismo. La sensación que corrió por la Argentina es que estos tipos no tienen nada, pero nada que ver con sus votantes y mucho menos con Perón y Evita.
Anoche quedó el electorado por un lado y el peronismo de las provincias por otro. Y eso determina el inicio de algo nuevo en la política argentina. Quién mejor exprese el sentimiento de ese electorado que construyó el 49 % tendrá una base de sustentación sorprendentemente poderosa. Lo más probable es que sea Cristina, quien ahora tiene el tablero mucho más clarificado y al respecto hemos especulado largo y tendido acá, sólo por citar uno de los tantos posteos en donde he escrito sobre esta cuestión.
El senador Perotti dijo que arreglar con los buitres es como terminar un puente al que le falta construir el 7 %, porque de lo contrario no sirve para nada. Lo que no entendió Perotti ni tampoco Pichetto, que se manifestó encantado con esa imagen, era que por ese puente estaban marchando al suicidio político más importante en décadas.

8 comentarios:

Norberto dijo...

Me queda claro que el próximo gobierno de La Presidenta en 2019 debería declarar en default todo bono emitido a raíz de esta Ley, incluyendo los que resulten de los juicios del 92,4%.
Se que esto no impedirá el pago cash a los buitres, pero si toma estado público les dificultará tomar deuda.
Nunca menos y abrazos

Daniel dijo...

Se terminó de consolidar el Frente para la Derrota.
Nadie puede escapar a las consecuencias de sus actos. La mitad política que queda en el FpV cuenta con TODOS sus votantes.
El cuadro político general se balcaniza. Qué mas quieren los de Cambiemos, no? Pero... la CGT y la CTA en todas sus partes se unen. Qué sadrá de ahí? Por lo pronto, algo que inevitablemente va a molestar fuerte a Cambiemos.
Patricia Bullrich puede reprimir tranquila una marcha con el PO a la cabeza, pero reprimirlo a Pablito Moyano? Qué complicado, no?
Los burócratas, los gordos tuvieron que abandonar su sueño de "gran acuerdo" y más de la mitad del peronismo acuerda, para suicidarse!
Se viene una tormenta de aquellas. Hay quienes no entendieron que la lucha nunca termina.

senior z dijo...

Lo que no terminan de entender es que no se está construyendo el 7% que falta del puente, todavía y después de esto va a faltar construir un 3%, y ahí es donde nos vamos a tener que hamacar todos. Es una falacia que ahora se cierra todo y se levantaría el default, ahora lo que viene es empezar a poner uno encima de otro para pagar todo lo que reclamen.
Y ahí estos tipos se van a querer desmarcar diciendo que eso no es lo que votaron.
Es gente que da miedo esta.

Roberto Valle (Roval) dijo...

Coincido “casi” plenamente con tu texto, Gerardo.

Anoche estuve presente en la vigilia que organizaron en Plaza de Mayo los trabajadores del Ministerio de Cultura como forma de resistencia contra los despidos en el Estado. Me llamaron la atención dos cosa: 1) la prácticamente nula presencia de “la gente” en el más amplio sentido del término. Ni la dirigencia política ni los representantes del “49%” que no votaron a Macri se hicieron presentes en el acto. Seguramente las razones de esa ausencia sean múltiples así que sólo me limito a señalar “eso” que me llamó la atención sin poder sacar demasiadas conclusiones al respecto. 2) más del 80% de los pocos que estaba allí era “gente joven”. Quiero decir, gente que se inició políticamente en democracia y en la mayoría de los casos en los últimos 15 años. ¿Por qué señalo estas dos cosas? Porque, el punto “2” reafirma esto que decís: “Está por verse si una generación de pibes que se crió convencida de que se podía transformar la sociedad se retirará sin dar la batalla." Por el momento pareciera ser que no sólo siguen dando batalla sino que son "mayoría" entre las filas de un ejército más bien pequeño. Y allí aparece el punto "1". En eso no coincido con la foto que planteas. "Quién mejor exprese el sentimiento de ese electorado que construyó el 49 % tendrá una base de sustentación sorprendentemente poderosa", decís y creo que es equivocado. No existe ese tan mentado "49%". Al menos no tal como parece que te lo imaginas. Lo que existe es un porcentaje muy menor de ciudadanos altamente politizados y con cierta conciencia social que perciben con claridad lo que está pasando, que mantienen una mínima memoria histórico-política que los alerta sobre lo que se está cocinando y que, por ahora, mantienen activo el espíritu de lucha y resistencia (ya sea yendo a "las plazas", ya sea manteniéndose informados, ya sea haciendo "micro militancia" en la panadería, en la carnicería, en la cola del banco). El resto, una amplísima mayoría (mucho más que el "51%") pendula entre, la indiferencia, la adhesión fanática al “cambio”, la adhesión destemplada y casi resignada, el ombliguismo y la estupidez más preocupante que consiste en repetir como autómatas las consignas y formulaciones que se fabrican en los medios masivos.

Sesenta días atrás, todos nos consolábamos diciéndonos: "Es que la gente está de vacaciones y por eso nadie reacciona. Esperá que vuelvan y vas a ver qué quilombo que se arma". Hoy suenan las campanadas del fin de marzo. El otoño se instaló silencioso e imperceptible. Las facturas de servicios empezaron a llegar con aumentos que hubieran hecho estallar en mil pedazos al gobierno kirchnerista y la "ola" de saqueo al bolsillo promete continuar "in crescendo" en los próximos tres meses. Sin embargo, nada hace pensar que el Gobierno se sienta obligado a dar marcha atrás con sus planes ni tan siquiera a volverse un poco más "moderado". Por el contrario, producto de un minucioso y exitoso ablande político, logró en poco menos de tres meses, desbloquear el único obstáculo real que tenía para poder implementar esos planes: la "oposición" en el Congreso.

Conclusión: Subestimamos demasiado políticamente al macrismo. Sobreestimamos demasiado a algunos ex oficialistas. Estás sobrestimando demasiado a "la gente". Si no corregimos esas cosas pronto, no habrá forma de volver...

Saludos y gracias por el espacio,
Roberto.

Walter dijo...

que cada Kirchnerista antes de hablar, aclare si está opinando con plena capacidad de decir lo que piensa o todavía no.

Margarita dijo...

Hay que organizarse y salir no perdamos mas tiempo, ya hemos perdido demasiadas c osas.

gustavo piazza dijo...

hmmm, coincido y mucho con el comentario de roberto valle. es evidente que no somos tantos. (ya lo decía antes la sabiduría popular: ni somos todos los que estamos, ni estamos todos los que somos). Pero si bien tantos no somos, es cierto también que la mística que viabilizó a los que salieron después del ballotage, es la única mística que ha aparecido socialmente relevante desde el 17 de octubre.
del ´45.
porque aún perdiendo, hubo muchos que recién hoy se enteran que la armadura en que confiaban era de lata. y no hablo sólo de los k. muchos de la oposición se encuentran conque le abrieron la puerta ottttttrrrrraaa vez al hambre, a la desocupación, a dejar de ser un país soberano, para qué abundar...
jaja, yo fui uno de los k que ante la posibilidad de que ganara macri, preguntaba: Y qué va a hacer con el congreso en contra?
si, desdeñamos a mugricio. desdeñamos el inmenso poder de la guita, ése asqueroso combustible que enciende a tantos traidores donde sea que se mueve.
pero bueno, hablamos de un movimiento? nacional y popular? firme en sus creencias, en su visión de la realidad mundial, y la historia... ??
Si hablamos de éso, si podemos hablar de éso... conviene no apurarse. ya salimos a la calle lo suficiente, (y pretendo seguir saliendo a la calle toda vez que mi corazón amenace con rebelarse si no voy) y éste andamiaje que está siendo construído a velocidad récord, (cual edificio chino de los últimos tiempos) tiene varias fallas.
nosotros tuvimos las nuestras, y por éso perdimos. dejemos de pifiarle, paremos la pelota, acomodemos el bochín, con gritar fuerte no estamos consiguiendo nada. 49 tipos acaban de decir que no nos escuchan.
pero no son todos nosotros, seremos pocos pero no tan pocos.
estemos todos los que somos, y seamos todos los que estamos.
y ahí veamos cómo nos organizamos para volver, que de éso se trata.
yo he estado en situaciones jodidas antes. tengo 55 pirulos, sacá la cuenta vos.
pero con desesperarme nunca arreglé nada.

Pedro dijo...

El plan del macrismo está claro hoy como lo estaba hace unos meses, desmontar el Estado de bienestar, atar el país a los mercados de crédito y salir corriendo. Se ve en cada decisión que toman, saben que esto termina en recesión tarde o temprano y no les importa. Si el viento acompaña, seguirán un par de años, hasta el 2019 quizás, y sino, mala suerte, al helicóptero y a otra cosa.

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