Pato rengo las pelotas

En el dispositivo mediático opositor causa asombro que Cristina vaya a intervenir en la elección de los vice y listas de diputados. En su zoncera crónica y en el afán de garantizarse buena pesca en la pecera propia, estos medios intentan mostrar el rol de la presidenta como una suerte de violación del código democrático cuando es lo más lógico del mundo que quien lidera ampliamente un espacio político tenga injerencia en el armado electoral.

En realidad, lo que está sucediendo es que Cristina viene rompiendo varios mitos a la vez: por empezar, aquél de las tapas en contra de Clarín, y ahora el del "pato rengo". Estos aniquilamientos crean escenarios novedosos y difíciles de interpretar para una escuadra de periodistas muy aferrados a nociones ya superadas. El no entender que Cristina no es ni será "pato rengo" lo lleva a desconocer posteriormente que la presidenta tenga, precisamente por mantener su poder intacto, juegue un rol central en los armados electorales y que, por supuesto, busque colocar a los cuadros que ella considera de su mayor confianza, algo del más elemental sentido común.

Otra novedad que les va a costar entender es que por primera vez, desde 1922, el país vivirá una situación novedosa y compleja que será el hecho de tener un presidente que deberá convivir con un liderazgo superior al propio, algo que sólo se podrá quebrar si el primer mandatario logra destronar a Cristina sobre la base de más y mejor populismo, tal como ayer lo expresó con mucha claridad Contradicto en la radio. Mientras en el kirchnerismo ya se están craneando las diversas aristas de ese vínculo, en los diarios se preocupan porque Cristina participará en la confección de las listas para octubre...

El kirchnerismo no sólo mantiene iniciativa política, sino que destroza mitos y verdades que antes parecían inamovibles. La respuesta del espectro opositor es patética, tardía, y sobre todo antipolítica.

Los resultados están a la vista.