El mayor daño que perpetraron los noventa fue establecer la
mentalidad de la entrega y la dependencia como "lo racional" o
"lo razonable" y lo más grave no es que esa lógica habite las mentes
ya tomadas por el neoliberalismo sino que penetra de manera perjudicial a
quienes aún no están del todo infectados. El ejemplo de estos días lo tenemos a
cada rato en quienes con la más buena voluntad dicen respecto a la puja con los
buitres:
"Está bien, Argentina tiene razón pero lamentablemente la
realidad es que estamos en manos de Griesa"
Ese razonamiento delata un triunfo por abajo muy importante
del sentido común de la entrega y nos va a costar muchísimo revertirlo. Hubo un
tiempo donde lo razonable era la defensa nuestra soberanía pero eso se quebró a
partir de que se fue instalando sin prisa pero sin pausa la noción de que
"nosotros no sabemos administrarnos y entonces somos responsables de nuestros
propios desaguisados". En ese análisis no cuenta, por ejemplo, el rol que
tuvo la dictadura cívico-militar del 76/83 para establecer las condiciones
objetivas para el avance neoliberal posterior y el accionar que en ella desplegaron los mismos que hoy aparecen como portadores de la sabiduría del pagar como sea.
Hubo también cierto desdén por parte de las fuerzas políticas
del espacio nacional y popular, cierto abandono de algunas categorías de análisis
que seguían teniendo vigencia pero que se las creyó medio demodé. Seguramente
el drama de estar al borde del precipicio nos llevó a soslayar ciertos
lineamientos de análisis que hoy vuelven a manifestarse sumamente vigentes a
partir del accionar buitre. Porque, a no confundirse, Singer no es ni más ni
menos que una nueva faceta del peor imperialismo, ese que recrudece siempre al
calor de los Republicanos de EEUU.
Argentina ha generado una política exterior de avanzada al vincularse
muy en serio con el espacio de las BRICS, ese 50 % del PBI mundial que proviene
del Sur y amenaza seriamente con transformarse en el eje del mundo que tenemos
por delante, pero esa estrategia inteligente tiene como contrapeso el factor
Buitre que tiene más poder adentro que afuera del país ya que aquella
"racionalidad" de la que hablamos más arriba impera en la mayoría de
las usinas de generación de ideología con una resultante en términos de sentido
verdaderamente desfavorable.
Ha llegado la hora de acompañar al retorno de la política con
el retorno de la ideología de la liberación lo cual significa pugnar por establecer
aquella máxima según la cual "los países a los que mejor les va son los
que hacen lo que les conviene". Nuestro problema histórico ha sido que adentro
hemos tenido importantes núcleos de acción política militando a favor del interés
nacional de los factores de poder extranjeros con los cuales confrontamos.
Hoy comprobamos que la ideología de esa militancia es mayoritaria.
4 comentarios:
Para ser una nación soberana lo más importante es la determinación de serlo ("Seamos libres", nos decía el Padre de la Patria), lo demás vendrá por añadidura.
Sepamos enfrentar al coro de castrati que nos llama a bajar los brazos: No hay colonias felices.
Creo que uno de los problemas del "sentido común establecido" es el convencimiento de que las normas jurídicas no son un tema político sino técnico.
Es decir esas normas están y, fatalmente, "debemos" cumplirlas para ser una país "serio".
Enfrentarlas habiendo perdido un juicio es interpretado como un sin sentido, por eso es que "hay que sentarse a negociar y hacer lo que dice Griessa".
Cuando se llega al convencimiento de que todas las normas jurídicas, económicas, legales, son subconjuntos de un conjunto que las engloba que es la Política, entonces se empieza a entender lo que está pasando y lo que debemos hacer.
Podes dar ejemplos de paises normales que no cumplan fallos de los jueces competentes?.
Deberias poder dar varios si ka justicia es politica por otros medios.
memo rioso: no hay ejemplos de paises serios que ignoren los fallos. No le veo patas largas al "antiimperialismo judicial"
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