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2 comentarios:
Estamos en una época histórica, mundial, en que las opiniones o convicciones internas de las personas no gobiernan lo que pasa, sino que lo que pasa los lleva a todos, a favor o en contra de esas convicciones.
Fijarse en este debate que el discurso neoliberal de otras épocas brilla por su ausencia. Casi es imposible pronunciar algo en contra de la intervención del Estado en la economía.
Esto es así porque la corriente de la época los está llevando a todos, quieran o no. Las convicciones internas que tengan nos protagonistas se rinden ante eso.
Lo que va a suceder en la Argentina, ante el nuevo desastre global que está por venir próximamente -aunque en la vida cotidiana no se note la magnitud de ese desastre-, es que nos vamos a dedicar a sobrevivir a como dé lugar.
Primero, tratando de mantener el nivel de empleo y el salario real alcanzados hasta el momento y, en la medida de lo posible, aumentarlos un poco.
Eso se va a hacer, no profundizando ningún "modelo", sino tomando medidas que permitan producir cambios en la economía real, sobre todo en la infraestructura. Ante el retiro de la inversión privada, deberá el Estado compensar aumentándola fuertemente, al mismo tiempo que tratará de conseguir inversión de capitales estatales y privados de otros países, como China y Rusia ("modelo" represas del Sur).
Es probable que, durante tal proceso de crisis global, los sectores económicos que a nivel local prosperaron con la globalización, esta vez sufran y mengüen, lo que deberá ser compensado con el desarrollo de otros (infraestructura).
Por eso el Estado tendrá una doble tarea muy simple pero compleja de ejecutar: 1) maximizar la renta que proviene del comercio internacional, evitando la más mínima fuga; 2) ser lo más eficiente y eficaz posible para direccionarla a los renglones de infraestructura que necesitamos.
Lo mejor que le puede suceder al pueblo de nuestro país es que CFK siente las bases y encause los esfuerzos en estos 2 años que restan, para que el próximo gobierno profundizar y ejecutar todo lo que ahora se conciba y empiece a practicarse.
No se necesita profundizar ningún "modelo", solo reunir recursos y hacer lo que se necesita hacer. El Estado argentino deberá ponerse de pie, nuevamente, bajo la guía de un gobierno conciente de los problemas globales y locales, porque es la única herramienta que se conoce para que el bienestar general y la justicia social sean una realidad concreta y no bellas palabras vaciadas de significado.
Muy bueno Artemio, el contrapunto con Romer, no se abuse que ella es una dama sofisticada. Me pareció que Rosendo arrancó muy complicado y confuso, no le pareció?
Saludos.
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