lunes, 16 de septiembre de 2013

Confrontación y normalidad


En respuesta al post anterior, Ignatius me linkea esta nota de José Natanson donde se vuelve a la idea de que el kirchnerismo habría logrado establecer las bases de "un país normal" y que desde Massa a Insaurralde, pasando por Scioli, lo que está en debate es cómo se gestiona dicha "normalidad". Me encantaría suscribir esa idea pero no hay datos que la ratifiquen, empezando porque Massa es el primero que se encarga en cada declaración de revivir el discurso del neoliberalismo, lo que significa regresar a la cosmovisión prekirchnerista. Basta ver sus guiños a la Mesa de Enlace, sus dos discursos ante los empresarios para corroborarlo. A ver: Massa no habla de un país normal, habla de volver al país que modeló el menemismo.

Observo una sobredosis de voluntarismo en cierta intelectualidad sub cuarenta que intenta mostrar a Massa como la continuidad lógica al kirchnerismo. Creo que hay algo generacional ahí, creo que cierto desprecio por la sobreideologización de sus padres arrastra a muchos treintañeros a una suerte de pragmatismo que los acerca peligrosamente a la desventura de terminar adornando con miradas "racionales" el regreso de un tipo de país que a los primeros que se va a llevar puestos es a ellos.

El punto central del error es creer que el país ha llegado a la normalidad. Claro, en relación a 2002 la realidad del 2013 puede aparecer como algo más estable y previsible, pero en la base, las mismas fuerzas que han manejado sus destinos siguen teniendo un proyecto que colisiona de plano con los esbozos centrales del kirchnerismo que pasan, básicamente, por el rol del estado. 

De no ser así no se explica el asco militante que le tienen....

Si hubiéramos llegado a la normalidad, las corporaciones agropecuarias no pugnarían por la baja de las retenciones y demostrarían una vocación de integrarse al país de una manera distinta a como lo vienen haciendo desde siempre, que es desde la imposición de sus intereses a como dé lugar; si hubiéramos llegado a la normalidad, la justicia no obraría como el último gran garante de que el estado de cosas estructural no se modifique un ápice; si hubiéramos llegado a la normalidad, el dispositivo mediático no sería prensa militante de la oposición más furibunda.

Es que si algo sigue estando en debate es saber si ha llegado el momento de ponerle fin a la confrontación, si es posible construir una realidad superadora sobre otros parámetros y si los sectores dominantes están dispuestos a ceder parte de sus privilegios en pos de la normalidad. De ser así, hay que quemar todos los libros de historia y concluir que las guerras y las revoluciones a lo largo de los siglos han sido producto de miradas belicistas al garete ya que tranquilamente se podrían haber logrado los mismos cambios en la mesa de negociaciones.

Cierta tendencia del kirchnerismo a la adoración de la confrontación por la confrontación misma, algo de por sí antipolítico y por ende contraproducente, pareciera haber engendrado una camada de analistas que terminaron aborreciendo toda forma de confrontación y con ello subvaluando la sobredosis de ideología que tienen los sectores dominantes argentinos. Ello les hace imaginar una realidad donde sería factible obtener con "gestión" lo que en realidad se consigue sólo a través de la puja.

Quizás los sabio sería aprender a confrontar lo justo y necesario en cada etapa.

15 comentarios:

Musgrave dijo...

no hay que escuchar tanto a massa sino a sus economistas, están rogando para que CFK haga los deberes antes de irse y ajuste y enfríe todo los necesario.

la politica económica es el arte de distribuir costos y beneficios, CFK dijo hace rato que ella no es neutral, Massa es el paradigma de la neutralidad

Voces dijo...

No creo que los "politicos commoditie" de Natanson resistan mas de 2 meses las presiones para contraer deuda externa e "integrarse al mundo", luego de eso ya sabemos lo que viene, el ajuste perpetuo, minga de AUH y de Movilidad Jubilatoria.

Anónimo dijo...

Creo que todos buscan "normalidad" (incluso los rebeldeway que juegan a desencajar y "salir a romper con todo", necesitan de la normalidad para jugar a eso). La cuestión es qué normalidad se busca.

Lo normal es algo que debe crearse e imponerse todo el tiempo. Requiere de un "esfuerzo" el crearla y mantenerla, no es algo que se da de por sí. No es algo que haya existido y se haya roto, ni es un manual que esté ahí a la vista de todos para que cuando lo decidan lean las normas y las sigan.

El kirchnerismo puja por una determinada normalidad, no una "cualquiera". Los otros por las suyas. Todos tienen derecho a la puja, pero querer hacer creer que lo suyo no es puja sino "lo natural", el "sentido común", el "sentido de la historia", etc., y querer safar de la discusión del por qué, para qué vale la pena pujar para un lado y no para otro, es falsedad y nada más.

Mariano T. dijo...

Absurdo. La normalidad no es el fin de las pujas sectoriales. Eso sería anormal.

Anónimo dijo...

Interesante, Mariano T. para discutirle al post, argumenta a favor del post.

Anónimo dijo...

Es interesante el planteo de este debate. En el cual coincido con Gerardo, ya que me parece que pensar que 10 años de una gestión con sus ideas y venidas y tironeos ha instalado una "normalidad" es sólo pensable para aquellos para quienes 10 años es una proporción importante en su propia vida, digamos una tercera o cuarta parte.
Para quienes ya dejamos de peinar canas porque perdimos qué peinar, esa impresión, percepción, es otra.

No quiero seguir pecando en mi cartesianismo, pero me sale así. "Normalidad" de "un país normal" puede ser entendido como algo que surge naturalmente o bien algo que está normado, sujeto a normas, que se sujeta a normas y a quién las pone. De natural en este proceso político convengamos que no hay casi nada.

Y el punto en cuestión es cuáles son esas normas y quién las pone.
El kirchnerismo sostiene que las cosas no están bien y que esas normas había y hay que cambiarlas y sostiene también que quien las pone es el soberano: el pueblo.
El kirchnerismo se sujeta a la normatividad dada hasta el punto de no ruptura, pero con las propias herramientas institucionaliza una "nueva normalidad".

Las nuevas normalidades, normatividades así instituídas son, por definición, jóvenes inestables no asentadas, tal vez un poco volubles e inclusive un poco casquivanas. Aunque algunas no: difícil volver atrás el matrimonio igualitario como difícil es anular el divorcio vincular. Pero con otras cosas ya lo ha mostrado la historia, un poco de devaluación abrupta por aquí, unas "necesidades de fondos y endeudamiento por allá", más un pase mágico de la "terrible herencia recibida" y... abracadabra pata de cabra, un montón de normatividades reconocedoras de derechos se van por la canaleta de las imposiciones de lo "necesario" y de la "vinculación con el mundo".

Ladislao Fokas

Anónimo dijo...

El eslogan, en su inicio, como "un país en serio" apelaba clara y explícitamente a la "normalidad capitalista", a lo que era normal en cualquier país capitalista con condiciones productivas pero todo el mundo repetía que acá no había pasado y era imposible. Apuntaba explícitamente a eso: confianza en que era posible construir un capitalismo productivista con soberanía política para sostener la voluntad popular por los canales instituídos democráticamente y con independencia económica, más una cuota de desparpajo para plantarse ante cosas sedicentes como imposibles.

El cambio de momento nos lleva a "un país con buena gente", y resulta verdad, pero una verdad incompleta, porque también hay mucha "mala gente". Lo sabemos. Nos lo han hecho saber y sentir profundamente. Y de nuevo quien decide, democráticamente, es el soberano.

Hoy queda más claro que nunca que hay varios canallas (ver el post anterior de Gerardo) y muchísimos seguidores, y también buena gente que simplemente piensa distinto, honestamente. El eslogan ya no cuadra.

Pero un eslogan es una representación simbólica, nunca una palabra vaciada, caso en el cual no diría nada, no hubiera funcionado. Es en gran parte un significante, pero no un significante vacío sino lleno de política. Hoy se ve, esa política llenando el significante, DEBE cambiar.

El cambio del momento histórico nos lleva a re-evaluar la política, que insume muchas variables pero no necesariamente bajar ninguna bandera.

Y, creo, esa es la cuestión hoy, qué es "normalidad". Cuál es la norma que debe regir. QUién la impone (ya que consenso absoluto es una contradicción en los términos). Corporaciones o pueblo puede sonar demasiado, pero a mi, que soy un vejete, se me hace absolutamente real. Y ya que es necesario el reconocimiento de una confrontación de intereses y, siendo honesto políticamente, llevará a una confrontación de políticas, consecuentemente se ponen los pingos a jugar en la cancha. Cancha que es el ágora moderna, los medios, los partidos, la calle, los blogs, y un etcétera muy grande para una participación ciudadana reducida por opción de desinterés o por alienación cultural o alienación de explotación.

Por último, lo "normal" en este país ha sido otra cosa, con lo cual esperar que quienes se vieron afectados se queden sentaditos y resignados a que "esto" es la nueva normalidad es, simplemente, una ingenuidad. O una hijaputez. Dependiendo de quien venga y cómo venga.

Saludos
Ladislao Fokas

claudio maxl dijo...

"+A es conervador pero no creo que sea tan suicida como para abandonar ciertas "politicas commoditie". KIEN PUEDE SER TAN ILUSO PAARA SUPONER Q EN UNA HIPOTETICA (imposible a mi entender)PRESIDENCIA DE MASSITA LAS POLITICAS LAS VA A DECIDIR EL? MASSA AL GOBIERNO, MAGNETTO AL PODER.

Je Suis le Rouge dijo...

Lindo Post..Me pregunto:¿qué es la normalidad?...Ahí hay un error...El kirchenrismo no es un hiato en la historia política...El kircherismo es la administración de la normalidad en condiciones extraordinarias, si se me permite el juego..El Problema es que a la vista de la gente (¿que será la gente?) ya se supero el estado excepcional post 2001...Durante un tiempo se vivió lo que en antropología se llama "communitas" un estado de efervescencia donde todo es posible, una sensación del otro próximo a mí y de igualdad social...Pero es efímero...Entonces, ¿la normalidad Que es? La diferenciación de clase. El ascenso social, que no sube, sino bloquea al otro..Clase media cabeza de departamento.

Martín dijo...

Gerardo,

En líneas generales coincido con el planteo que hacés. El tema es, me parece, que

estamos dejando de lado las apariencias y considerando que la apariencia (o la

presencia mediática, ponele) van de la mano con los hechos.

Lo que quiero decir es que las decisiones políticas del kirchnerismo siempre fueron

"escandalosas" o rimbombantes, aún en épocas de un kirchnerismo "mas normal" o, cuando

el kirchnerismo era bien publicitado (no me atrevo a decir "bien visto") por los

medios hegemónicos.

Y si el kirchnerismo se vuelve ultraconservador, igual va a ser rimbombante, mas allá

de su estilo, por el hecho de que ya está instalada esa figura de Cristina

confrontativa y los cristinistas como un grupo de gurkas que si van a TN lo hacen con

machete en mano.

Yo creo (desde hace rato) que el kirchnerismo necesita, para subsistir, parecer una

cosa y ser otra. Es decir, ser lo que es (que, a fin de cuentas, tampoco es para tanto

escándalo, el kirchnerismo ha representado un cambio positivo pero tampoco es que se

la pasó expropiando empresas, es un capitalismo mas igualitario), pero parecer mas

"normal". Por eso soy de los que creen, de hace bastante tiempo, que se necesita un

Scioli o un Urtubey para que el kirchnerismo deje de estar personalizado en los

propios Kirchner (y el kirchnerismo duro) y se diluya todo el aspecto mediático que

hace inviable al gobierno gobernar en paz, porque además eso implica merma en votos,

como pasa ahora.

Estoy convencido de que la mayoría de la gente está mas cansada de que le digan que el

gobierno es lo peor del mundo que del propio gobierno, es un hartazgo que alcanza a

todo el mundo, incluso a mi a veces me parece que sería mejor que realmente se hagan

con el gobierno y ver como todo se les viene abajo. Obviamente, no quiero que eso pase

ni creo que sea lo mejor, pero quiero graficar el hartazgo al que te llevan con el

bombardeo y el hostigamiento continuos.

Me parece que hay que sacarles el argumento, ponerles a una persona que haga mas o

menos lo que se viene haciendo pero que diga "no, yo los quiero a todos, a Magnetto

también". Es una cuestión de gobernabilidad, en este clima de confrontación mas

mediático y simbólico que real hace que al gobierno le resulte mas dificil ser

confrontativo en los hechos. Quiero decir, no se trata de negar la confrontación

política, se trata de evitar la confrontación mediática de la cual el kirchnerismo

duro ya no puede librarse.

Saludos.

Mariano T. dijo...

De acuerdo con Martin. La confrontación o el ánimo pendenciero es mas una cuestión de estilo y formas, acordes con el amigo-enemigo laclausiano, que una necesidad acorde a los hechos de gobierno. La necesidad, que le encanta a la perrada, de convertir cada medida intrascendente en una lucha contra el Demonio.
Eso parece haber cansado. De todos modos, es el pueblo el que elige, no la UIA. Si piensan que ese es el camino correcto, lo pueden poner a Larroque de candidadto.Si lo apoyan a Scioli, es un reconocimiento de que el estilo elegido NO VA MAS. No porque a Clarin no le guste, sino porque el pueblo no lo pasa.

maría alvarez dijo...

Uhhh, tractorcito otra vez. Tanto tiempo! Veo que nada a cambiado debajo de tu pelo. Como siempre, sin fisura en lo tuyo.

Con respecto a lo escrito por Gerardo, conincido en todo. Muy buen análisis
Abrazo

Martín dijo...

Ups, perdón por como quedó el texto, fue por copiar y pegar del editor de textos.

Lo mas triste, María, es que acabo de pasar por lo de un ex bloguero K y al día de hoy me parece que tengo mas chances de ponerme de acuerdo con tractorcito... hay gente a la que huevada le hizo estragos en el cerebro, porque opositor te podés volver, pero volverte pelotudo es muy triste.

Anónimo dijo...

A ver, seamos buenos tambien: ¿se puede plantear una alternativa al kirchnerismo sin apoyarse en parte de la basura que hay enfrente? Digo, plantear y CON CHANCES de GANAR, obvio...
Digo, no nos hagamos los giles que nosotros para asumir en 2003 no nos apoyamos en la madre teresa, nos apoyamos en el cabezón, y ahí se hizo lo que se pudo hasta tomar vuelo propio... ¿por qué Massa no podría hacer eso también? ¿por qué no podría subirse a los hombros de los monstruos de enfrente y luego soltarles la mano? Digo, tampoco soy necio, sé que Massa no es CFK, pero si la sociedad quiere mantener cosas, no sé si el estaría dispuesto a ir en contra de eso. Creo que es más pragmático que neoliberal...

Anónimo dijo...

El tractorcito soreT. interpretando al pueblo!!!...too much soreT. #LTA #Preparaelocote2015

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