Para muchos radicales, el cordobés Oscar Aguad es directamente un infiltrado de la ultraderecha en el partido. El hecho es que el ex candidato a gobernador está jugando fuertísimo a un acuerdo con el PRO y en el marco de esa estrategia aparece dispuesto a utilizar el tratamiento de la expropiación de YPF para marcar su posicionamiento.
Algunos trascendidos indican que un grupo de diputados liderados por él se ausentarían del recinto cuando el miércoles próximo la Cámara de Diputados trate la expropiación de YPF. En política, lo que está sucediendo es que la UCR está seriamente tensionada desde el centro a la derecha y sus banderas históricas parecen hoy sólo un recuerdo de viejas épocas. Cualquier correligionario que hoy levante el pensamiento de Moisés Lebensohn muy probablemente será visto como alguien que está practicando "entrismo" desde alguna fuerza de izquierda.
Los planteos de Aguad, a la postre, están en sintonía con los lineamientos que viene desplegando la UCR en los últimos años. Este partido que se opuso a la 125 y a la ley de medios, que crujió a la hora de votar el matrimonio igualitario y que formalizó alianzas electorales como la de la provincia de Buenos Aires con la derecha de Francisco De Narváez, evidentemente está más cerca de las posiciones de Aguad que de cualquier otro sector.
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2 comentarios:
Tal cual Gerardo, aunque duela (porque siempre consideramos al radicalismo parte del campo nacional), hoy su dirigencia y la mayoría de sus votantes expresan a un conservadurismo de derecha, onda balbinista. El sueño progresista del alfonsinismo se diluyó, Ricardito es una triste caricatura (su padre venía en declive permanente, desde la primavera 83-85, a decir verdad, y aun ahí se rodeó de gorilas impresentables como Aguinis, Germán López, Kovadloff, Romero, etc, y desde ahí para acá todo). Aun así, lo que habría que preguntarse es si el país necesita una derecha seria, si no la tendría que encabezar la UCR (sincerando el debate interno), antes que el mamarracho del PRO con Macri.
No deja de ser un hecho positivo que se discuta dentro del radicalismo. Me parece que Aguad es una figura débil ya que pretende subordinar la UCR al macrismo, si bien no deja de ser una figura de peso. Ojála la corriente de Moreau pueda aportarle un poco de cordura ante los vaivenes y acusaciones rídiculas del sector de Ricardo Alfonsín.
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