viernes, 6 de abril de 2012

El contexto


Nuestro país viene atravesado en los últimos años por esa gran dicotomía que nos muestra en los titulares de los grandes medios opositores la idea de un barco que indefectiblemente se hunde mientras en la realidad se verifican indicadores absolutamente distintos. Cualquier persona que ojee por las mañanas los diarios de mayor tirada y los tome como información seria y chequeada sentirá que estamos al borde de la barranca y que el final es inexorable.

Entre tanto maridaje de malas noticias y operaciones de toda laya hay una sociedad que mayoritariamente aprobó los lineamientos generales del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner entendiendo que es por lejos la mejor conducción que puede darse hoy Argentina para desarrollar un modelo de país superador de lo que dejó el neoliberalismo, pero el lunes posterior al triunfo descomunal de Cristina del 23 de octubre pasado las usinas mediáticas no sólo no acusaron el impacto sino que imprimieron más potencia aún a la campaña denostadora de todo lo que se refiera al gobierno nacional. El caballito de batalla de esos días fue el dólar y la noción de que “la gente votó a Cristina y salió corriendo a comprar dólares”.

El dispositivo mediático había planificado con lujos de detalles su accionar sabiendo que el triunfo del oficialismo era un hecho y que por ende sólo le quedaba el recurso del hostigamiento incesante, un escenario en el que ya se colocó en 2008 y que puede sostener en el tiempo por muchos años más. Primero fue el dólar, luego la duda sobre el carcinoma de Cristina y ahora la campaña sobre la administración de comercio y Amado Boudou. Mientras tanto, día a día ponen fichas a todo atisbo de escisión que pueda producirse al interior del colectivo que comanda Cristina, así es que luego de injuriarlo salvajemente durante años, basta que Hugo Moyano manifieste algún desacuerdo táctico con Casa Rosada para esos mismo medios que lo maltrataron con una saña singular, lo transformen en un invitado de lujo de sus páginas y espacios audiovisuales.

En contraposición a este recrudecimiento de la ofensiva, daría la impresión que al kirchnerismo le costó hacer pie en su propia victoria. Es que contrariamente a lo que algún recién iniciado pueda suponer, no es sencillo asimilar una manifestación de voluntad popular tan contundente. De un día para otro sus militantes dejaron de ser el patito feo en la familia o la oficina y ahora eran la vanguardia de una mayoría espesa y aplastante. En consecuencia, pareciera que en estos últimos meses se combinó el recrudecimiento del hostigamiento mediático con un lógico período de cierta introspección por parte del oficialismo, obligado a abandonar las trincheras y posicionarse de ahora en más como mayoría ratificada, con todo lo que ello implica tanto en su funcionamiento para adentro como para afuera.

2 comentarios:

Lilibet dijo...

Curioso el silecio militante de propios, el Vice no tendrá la historia de militancia de éstos? o no será lo suficientemente malo como el anterior?

Mabel dijo...

Si bien somos muchos ,seguimos siendo muy maltratados, los k contingentes sobre todo .
No fue fácil adherir al modelo ,no es fácil ahora .
Lo q a mi me extraña es q en medio de tanto ataque se pueda gobernar Y SE GOBIERNA .(Megamineria ,BCRA y las sucursales y los créditos .Causa Malvinas por nombrara algunas )
Con respecto a Boudou todos nos dimos cuenta de q hay conexion entre Boudou y el odio a Bold q es de Clarin .Lo q creo q no entendemos si favorecer a Ciccone es delito como dice La Nacion .
CfK sigue gobernando y dándole un lugar a su lado .No puede decir nada .Lo sabe .Solo puede seguir y agradecer q mientras atacan a Boudou sólo se concentran en eso .
De todos modos en las redes lo bancan a Boudou ,la militancia tb en los actos lo banca El resto del gobierno (salvo Anibal q tw su opinion favorable con entuisiasmo )si bien no salió a pronunciarse espera q la justicia actúe .Esta bien

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