Tratemos de ver el trazo grueso del asunto para aclarar un poco la discusión. El problema que tenemos es político, no técnico. La técnica va siempre de la mano de una estrategia que se enmarca en un proyecto político. Quiero decir desde ya que no tengo dudas respecto a que haya que hacer todos los retoques necesarios en la política económica, eso es algo básico que parte de un razonamiento elemental y es el que reconoce que la economía es algo absolutamente dinámico y sujeto, por ende, a mil y una modificaciones. Esto es una cosa, puntual, precisa. Muy otra es ver quienes están petardeando, quienes están haciendo campañas, quienes están intentando llevarse puesto el diseño económico del gobierno.
Quienes vienen sobre-expuestos en los medios hegemónicos son todos los que vaticinaron en 2002 un dólar a 10 pesos; los que ya en 2002 comenzaron a hablar del "viento de cola"; los que dijeron que la quita de la deuda externa nos iba a llevar al infierno; los que cada invierno anticiparon falta de gas y cada verano falta de energía eléctrica. Los que están parloteando como grandes sabios son los que en los noventa decían "Estamos mal pero vamos bien" y ocuparon lugares centrales en un modelaje económico que llevó al país al infierno del 2001. Carlos Melconián, por ejemplo, era el candidato de Carlos Menem al ministerio de economía en 2003 y en 2007 fue candidato a senador de Macri en la capital ¿Nos acordamos de estas "nimiedades"? Lo digo porque después estos señores son entrevistados y hablan desde una aparente neutralidad y desde una supuesta profilaxis técnica, desprendida, en apariencia, de toda vinculación con la política y la realidad concreta, siendo que en rigor no hablan desde un atril virginal, nooo. Hablan desde el neoliberalismo noventoso, desde el PRO, desde los grupos económicos. Son los mismos que vaticinaron el caos cuando Néstor despidió a Lavagna y que luego cerraron filas junto a Redrado mintiendo que el país explotaba si se pagaba deuda externa con reservas.
Estos son los tipos y medios que ahora están queriendo prender fuego la economía. No hay que dejar pasar ese detalle porque si no entramos en falsas discusiones técnicas que no llevan a ningún lado. Es probable incluso que el ministerio de economía haya hecho un poco la plancha y que hasta le haya costado encontrar una estrategia ante el embate que está sufriendo, pero esto no puede taparnos lo principal y es que esta opereta con el dólar no está siendo generada por "la gente" que quiere asegurarse un ahorro. Hay muchas personas que lo hacen, obvio, pero los que están pujando acá son otros sectores, mucho más superestructurales que no le quieren dar ningún tipo de respiro al gobierno nacional. Ya el mismísimo lunes 24 de octubre continuaron con el ataque como si nada hubiera pasado unas horas antes.
Uno de los problemas que tenemos acá es cómo mucha gente de a pie, pequeños ahorristas, tienen el cerebelo económico dolarizado y creen que comprando unos pocos dólares se salvan. Eso es producto de una compresión mental muy peligrosa que se viene observando últimamente, una especie de cabeza mp3 donde todo está comprimido, donde todo se reduce a 140 caracteres y a la extensión de un zócalo televisivo. Esa compresión le impide ver a más de uno que cubrirse con el dólar es un placebo, porque luego, si ocurre lo que él sospecha, cuando los cambie a un 40 % más, también va a estar pagando esa diferencia y más aún en sus consumos cotidianos. No es negocio. Por eso se impone esperar que el gobierno tome las medidas correctas, que incluso si se ha equivocado en algo corrija lo que sea necesario, pero por sobre todas las cosas lo que tenemos que hacer es no perder de vista quién gana si el gobierno es derrotado en esta pulseada porque nuestra historia nos dice que siempre que ganaron "los mercados" el culo lo pusimos nosotros. Siempre que la city festejó, al día siguiente el pueblo lo garpó con desocupación y pérdida del valor adquisitivo del salario.
No podemos perder de vista este análisis: No están dispuestos a que sigamos profundizando el proyecto y ni siquiera nos quieren dejar hacer la plancha. Esto está en la base, esto es lo que hoy estamos discutiendo. La columna de Morales Solá en La Nacion se titula "El problema es político" y es cierto. El tema es político, con sólo sacar a este gobierno de Casa Rosada se soluciona todo...
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6 comentarios:
Gerardo,recién dijo Amado que se van limitando subsidios a servicios,es una medida justa ,un vecino que tiene mucho en el bolso tiene pileta de natación con agua calentita todo el año ,gasta mucho paga poco ,MIENTRAS UN CUMPA DE LA MATANZA POR LA GARRAFA NO PAGA 20 PESOS SINO LO QUE SE LE OCURRA AL COMERCIANTE ,QUE PAGUEN LOS QUE PUEDEN PAGAR..LOS TRANSPORTES NO ,PERO HACIENDO UNA SELECCIÓN CUIDADOSA SE HARÁ JUSTICIA.lAS MEDIDAS CON EL DÓLAR NO SON AISLADAS ,SON PARTE DE ALGO MAYOR..vEREMOS..ES EL CAMINO.JUSTICIA..
si el subsidio iba al dolar esta perfecto,si el subsidio iba al consumo, hay que implementar otras medidas para no enfriar, igual estoy de acuerdo hay que ver tambien que pasa el viernes cuando se reuna con Obama, ya que los yanquis eliminaros los subsidios agricolas, y que negociacion proponen.
Lo que no encaja son algunos productos, y más que nada los inmuebles, que se cotizan y se venden en dólares.
Y ahí sí pierden los "pequeños ahorristas que un día quizás se compran su casa propia"
Lo que no encaja son algunos productos, y más que nada los inmuebles, que se cotizan y se venden en dólares.
Y ahí sí pierden los "pequeños ahorristas que un día quizás se compran su casa propia"
Tenés razón en todo, Gerardo, pero también hay un problema técnico y un error político en meterse con el chiquitaje que cambia dólares de a 100 o 200 juntando para el territo de 15 lucas en un barrio de laburantes. No se, yo no la veo. Qué necesidad de buscar una asociación de intereses entre los dueños de La Salada y un trabajador al que le sobran 900 mangos por mes para guardar en dólares.
El problema es que siguen apelando a economistas ampliamente desacreditados. ¿Quién puede creerle a Melconián? Justo el otro día recordaba la impecable trayectoria de alguien que nunca tuvo una responsabilidad en gestión pero que sabe acomodarse para aparecer siempre expectante detrás de figuras bendecidas por el establishment. Ese es su mérito y no otro.
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