"Querido diario: se vienen las primarias y no sé por qué, me puse nostálgica y recordé mi colegio primario. ¿Qué me enseñaron ahí que me haya servido para siempre? A dividir."
Esta noción está muy arraigada en el discurso anti K y, la verdad, es que como tantas otras imágenes alocadas, no tiene una comprobación en la práctica, salvo que se crea, por ejemplo, que la diáspora del pan radicalismo sea consecuencia de una operación gubernamental. Si hoy Binner, Alfonsín y Carrió van cada uno por su lado, si ayer la chaqueña le pegó como en bolsa al candidato a presidente del FAP y si por el costado pan peronista Duhalde, De Narváez y Rodríguez Saa van separados y se dan casos como el de De La Sota que la juega de partido provincial, la verdad es que no es achacable al kirchnerismo ¿no? Por otro lado ¿Qué hizo el gobierno para que Lozano, De Genaro y las Liebres del Sur traicionaran a Solanas y se fueran? ¿Qué responsabilidad tiene el gobierno en la renuncia de la diputada cordobeza Cecilia Merchán a la fuerza que dirige Humberto Tumini?
La verdad que no se entiende. Cuando se conformó el famoso y vigente "Grupo A" en el parlamento, se pensaba que esa supraunificación conceptual de las escuadras opositoras expresaría un criterio de unidad que obraría como instrumental para operar en el rediseño de las políticas públicas, pero finalizó el período legislativo 2010 ostentando el récord de haber sido el de menor producción de los últimos años y nada se hizo ni en materia de retensiones, impuesto al cheque, etc, etc. Incluso una de las causas de la renuncia de Merchán es la traición que sufrió de parte de Solanas en el famoso proyecto de declaración del papel como bien público, lo que revela el nivel de canibalismo dentro incluso de cierto autotitulado "progresismo".
¿Tiene responsabilidad el kichnerismo de todo lo que esta enumeración señala?
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3 comentarios:
La coherencia de ser "Anti"...
Gerardo
Te envío algo que escribí en el blog hace un tiempo, que creo está relacionado con tu posteo:
¨Se suele comparar al kirchnerismo en particular y al peronismo en general, con absolutos, con sistemas de tubo de ensayo, con intenciones, con fantasías y vapores varios, pero por alguna extraña razón, nunca con otras realidades. Ya sean locales o planetarias.
Es una vieja tradición argentina, confundir las limitaciones de la condición humana con las intenciones peronistas.
El peronismo, bajo esa luz impiadosa, inventó la ambición, el ansia y las luchas de poder, el verticalismo, las bolsas de gatos, el discurso hegemónico, las crisis de sucesión.
Hasta el ´45, esas patologías no formaban parte de nuestra sociedad mansa y respetuosa, que resolvía sus conflictos con la civilidad de un cantón suizo.¨
Un abrazo,
r.
Gerardo: Gracias por descubrir a Sehinkman. Me hizo recordar cuando fue profesor mìo en TEA. Te invitò a leerlo acà
http://tresempanadasparados.blogspot.com/2011/08/diario-intimo-de-un-pelotudo.html
Saludos
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