domingo, 31 de julio de 2011

Martín Rodríguez señala el camino

Martín publicó hoy en "Ni a Palos" esta columna que indudablemente está llamada a transformarse en lectura obligada de todos los que estamos comprometidos con el proyecto que lidera Cristina. la transcribo en su totalidad.

LOS AÑOS 90 Y EN EL 2000 TAMBIEN


Me acuerdo una pregunta que hacía el sociólogo y genial cínico Ricardo Sidicaro en alguna noche de cursada en los “primeros 2000”, cuando los años 90 se alejaban como un grande del fútbol sin partido despedida. Sidicaro decía: “¿cuál es la pregunta de los años 90?”. Y todos se apuraban a responder con preguntas que podían perfectamente funcionar como títulos de películas de Pino Solanas, llenas de resistentes, resistencias y campo popular. Entonces, el enorme Sidicaro gozaba oyendo esa prédica pobrista y culminaba con “su” pregunta de aquellos años: “¿por qué los excluidos votaban a los excluidores?”. Había ahí una punta que ponía en superficie el consenso más que la ruptura o la resistencia como explicación fuerte del orden de aquellos años.
Es curioso que los últimos resultados electorales para muchos revivan el fantasma de una época que no fue pensada como la de los años 90. Y Miguel Del Sel parece sometido a un interrogatorio simbólico con su figura encerrada como un ratoncito blanco de laboratorio para explicar las causas por las que lo votaron.
Los años 90 dejaron fuertes efectos políticos, una capacidad instalada que repercute hasta hoy. La economía se puede modificar (de eso se trató en parte la trama de estos años, ¿no?) pero… ¿la política? Dos de sus efectos son principales para pensar qué de aquello se continuó en estos años: la territorialización (la cristalización decisiva de caudillos, municipios, “gobiernos locales”) y la inevitable mediatización de la política.
Se trató de una década de orden donde se gobernó la economía después de la híper y se puso fin al Partido Militar, con una pinza paradójica donde se los reivindicó simbólicamente pero se los desarmó materialmente. Fueron años donde se sobreinterpretó el rol que nos daba el “viento mundial”, haciendo el papel fanático del Consenso de Washington. En definitiva, por más oximorónica que suene, hicimos la Revolución Conservadora, una revolución que -como todas- termina un poco como el orto y llena de burócratas (ejemplos tenemos a lo pavote), pero cuya explicación y legado es la base de esta época.
Ya que con esa atmósfera venimos, el otro día recordaba una típica apelación que muchas veces cortaba de cuajo las interminables reuniones que formaban la subtrama de la militancia universitaria: “no hagamos política para el activo”, decíamos. Era el activo versus la masa de jóvenes que gozaban de la gratuidad de su educación y que vivían ajenos al microclima militante de asambleas y cuerpos de delegados. Hoy, la adaptación a escala nacional de esto sería: “paremos de hablar de Clarín por dos años”. La agenda de los nietos, el ADN, la ley de medios, etc., no camina. Hay que volver a la economía, pero asumiendo que los triunfalismos Pro no dicen más que una reformulación de esa trilla: “es la política, estúpido!”. Si la economía la pone el kirchnerismo, tal como reza la fe del campo propio, entonces los otros ponen la política, o sea, interpelan mejor a la gente. Ni más ni menos.
La noche santafesina tuvo en una intervención de Canca Gullo el punto ciego de la derrota: el discurso de Del Sel pisa el jardín justicialista. El Canca dijo que el modo de hablar de Del Sel le gustaba, que le parecía un modo popular de poner los sentimientos. Del Sel dibuja un mapa individual: no dice “Santa Fe para todos” sino que habla sobre individuos, personas, sueños. Por supuesto, ya tuvo que venir “la ortiva” de Sarlo a decir ¡eso es post-política! Y lo explicó en “la tarde de Mitre” de este modo: la post-política opera como si los recursos fueran inacabados, como si no hubiera mediaciones o tensiones de intereses, como si todo fuera posible. Beatriz puso en caja una radio que celebraba “la fiesta de su monstruo”… pero bueno, Del Sel podría continuar la tradición de figuras populares que se integran a la política, eso que inauguró Evita, y continuó Reutemann y Scioli. Recordemos el estilo “renovador” de los cuadros en los 90: Menem incorporaba figuras hojeando la revista Caras y Chacho lo hacía hojeando La Maga. Los resultados están a la vista: Scioli y Reutemann son hombres de estado.
Pero bueno, muchachos, a no desganarse, y a salir de la zozobra autocomplaciente que nos niega la posibilidad de ser innovadores y a dejar de regodearnos en los que ya son lugares comunes incapaces de conmover las vísceras sensibles de millones de argentinos para quienes la tele y los diarios entretienen en los ratos libres de días donde se rompen el lomo para vivir. Ya está. Ya dijimos dónde está Magnetto escondido. Ahora digamos dónde está el futuro.
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3 comentarios:

Emi dijo...

me gustaría discutir eso ,
estoy de acuerdo que siempre es la economía ...y en torno al tema económico me paso a mí y a otros cumpas , pregunte... asustado,
y todos tuvieron una anécdota semejante para contar:

vecinos ciudadanos compañeras de los mas humildes , beneficiados por este modelo , dicen que aman a cris,que tal la odia , pero ellos la van a votar , lastima???????????????¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡lastima dicen que le da plata a todos .... a los vagos tambien ....

ayuda a los negros que no quieren estudiar ni nada, insisten.

tanto yo como cualquier cumpa con muchisimo afecto recordamos en la situación en la que estabamos todos ,hace unos añitos nomás ,y que ,fue bueno, buenísimo , que alguien nos diera una mano , laburo , una cooperativa , lo que sea, algo para los pibes , porque la apuesta son los pibes ... que tengan salud , que estudien que vean a los padres irse a trabajar ... que no importa si algun padre alguna madre no lo aprovecha o hace fiaca o no sabe no puede salir y cobra, no nos tiene que importar, porque apostamos a que sus hijos coman, tengan posibilidad de salud y educación y vivan una vida más justa mas plena ...
esto que para nosotros militantes sociales es sencillo , lógico , facil de explicar es muuuuuuuuuuuy mal entendido por una franja gigante de la población , no ya clase mierda irrecuperable , sino ,cumpas, que se comieron , internalizaron un discurso terrible.
No le den plata a los vagos???????????¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
no puedo creer
no puedo creer...

eduardo j. dijo...

buena elección de Proyecto SUR ,le pusieron todos los votos a Mauricio!!desapareció este espacio,qué pena!!!así es de los 47 a los 65 ,el 13 % es de PINO,qué cool!!!!

Jorge Devincenzi dijo...

Recién descubro esta nota. Notable cínico. La frase, donde se cambia excluidos-excluidores por víctimas-victimarios es de otro, anterior, creo que de O'Donell. Debería fijarme en mis papeles

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